lunes, 17 de enero de 2011

LOS RAROS, A EXAMEN

MORFOLOGÍA LITERARIA
Por una edición casi impecable, los lectores de Los raros. La escritura excluida quedarán complacidos no sólo por el tratamiento de la imagen, la tipografía, los contrastes de la portada a color, la idónea interlínea, sino también por los versátiles acercamientos a una pléyade de escritores considerados en México unánimemente raros, todos ellos con la suerte de haber vivido y padecido el siglo XX. Aparecen radiografiados los escritores verdaderamente raros por obra, temperamento y circunstancia: Pedro F. Miret, Bernardo Couto Castillo, Antonio Cuesta Marín, Carlos Duarte Moreno, Beatriz Ofelia, Rafael Vega Albela, Alfredo R. Placencia, además de sendos acercamientos a Samuel Walter Medina y Armando Ramírez, que nada tienen de esa rareza dariana que anuncia el título.
Los autores de tales acercamientos diseccionan la lírica de poetas, las prosas de novelistas, cronistas y cuentistas, la circunstancia social que los alentó, el temple personal y artístico que los distinguió en busca de la morfología literaria de lo raro en dichos escritores que no pertenecen a las historias literarias al uso, desconocidos en los manuales pero que tienen una cofradía de lectores y epígonos leales que procuran traerlos a la palestra para documentar sus aportes al acervo cultural de una nación postrada por la indolencia de su gobernanza.


El congreso, como el volumen del que se deriva, lo coordinó Ignacio Betancourt hace un par de años en El Colegio de San Luis (2008), instancia editora del libro de marras, donde aparecen mis prolegómenos a una teoría de los escritores raros cuyo punto de partida fue Miret. Dos años después la estafeta la recogió la Universidad Veracruzana, donde fue organizado el segundo congreso sobre esas literaturas forasteras al canon, institución que en su momento expondrá —creo y espero— el respectivo memorial, donde se compilará mi estudio a un auténtico raro del siglo XIX, Santiago Sierra, ese desconocido.
Con tales empresas de rescate, además se divulga un saber literario, la crítica académica cumple sus funciones sociales y la historiografía literaria enmienda sus yerros.

Ignacio Betancourt (coord.), Los raros. La escritura excluida, San Luis Potosí, El Colegio de San Luis, 2010, 151 pp. (Investigaciones)
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domingo, 16 de enero de 2011

RESEÑA A VELAS AL VIENTO

SOPORTE DE PAPEL

En el número 15 de la revista xalapeña La Palabra y el Hombre, recién puesta en circulación comercial por la Universidad Veracruzana, aparece una reseña a Velas al viento. Los microrrelatos de La Nave de los Locos (Granada, Cuadernos del Vigía, 2010), del muy atento analista literario, antólogo e historiador de la literatura española Fernando Valls. Tal escolio tuvo su primera exposición en estas páginas virtuales, por ello no la reproduzco, pues quiero pensar que fue del conocimiento de la cuatería lectora. Allá y aquí lleva por título “Apología de un género”.
Lamentablemente, aún no cuelgan los editores la versión on line de la revista, por lo que de momento habrá de conformarse con su lectura en papel. ¶¶

viernes, 14 de enero de 2011

MARTÍN, LA INTERNACIONAL Y LA OLLA

El benjamín de los escritores
Martín Gardella, autor del libro Instantáneas (Andrómeda, Buenos Aires, 2010) y miembro fundador e integrante del comité editorial de la Internacional Microcuentista, emprendió la entrevista, cuya versión final conciliamos a fines de diciembre del año pasado. Hoy la subió a la página de la revista virtual, dedicada en exclusiva a la difusión del microrrelato. Éste es el link, por si disponen de tiempo y ánimo para divertirse.



 

Una de las interrogantes, y su respuesta, plantea:

“Como ensayista te has dedicado al estudio del microrrelato y el aforismo. ¿De dónde salió tu interés por dichos géneros y qué relación encuentras entre ellos?
”Por la semblanza insertada arriba, ya se dieron cuenta tus lectores que no sólo exploro esas arquitecturas literarias. Sin embargo, apunto que ambos géneros siguen siendo los huérfanos de los estudios literarios, los niños perdidos de la crítica literaria, a pesar de ello son el benjamín de nuestros escritores. En principio ésa sería su relación socioliteraria negativa, su común denominador es la brevedad, la concisión con que se plantean sus propósitos de escritura. Un aforismo —he aquí sus diferencias con el cuento brevísimo— es el género por excelencia de la madurez tanto del hombre como del literato, la oración de los escritores veteres; se trata de una expresión de sabiduría que condensa la experiencia de una vida. Para su enunciado se vale de una oración simple o una frase, en ocasiones colma una parrafada. Siempre será un fulgor, una revelación. Un relámpago de saber. Es un género más allegado a la reflexión del pensamiento filosófico, a la argumentación, que a la invención literaria, a la ficción. Ciertos escritores lo usan como chicote, el látigo castigador de los congéneres. Junto con la máxima y el apotegma, el aforismo pertenece al mismo orden ideológico de las formas. En los tres, la mímesis mandata.
”Por su parte, el microrrelato obedece a la pertinaz manía del ser humano de compulsar su estancia en esta tierra, domeñar su carácter, soliviantar la rutina doméstica, anhelar la carne próxima, ensoñar otras vidas, recrear el ocio, maldecir a su prójimo. Al contar, registra las cimas de sus afanes y el infierno de su tiempo. Ahí, en ese microcosmos, también se encuentra la memoria de su estancia en el mundo. Estrictamente, un microrrelato sigue las reglas de composición aristotélicas. Se apega servilmente a una trama cuyo héroe vivirá o planteará un conflicto, en un escenario unívoco en el que ambientará sus acciones durante un tiempo perentorio, donde acaso se tope con una doncella o su némesis, con quien ralentizará en su conclusión abierta o cerrada una epifanía. Aquí, el excipit constituye la prueba de fuego del microrrelato.
”Espero que estos acosos sean de utilidad a tus lectores, si me excedí ya me lo demandarán, pero te recuerdo, compadre Martín, que tú destapaste la olla.”

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miércoles, 12 de enero de 2011

MEXICANÍSIMOS



Nueva sección que se explica por sí misma.

martes, 11 de enero de 2011

DECEMBRINA

Desde San Pancho, envía Violeta