Ningún artículo del blog ha necesitado una gestación tan larga como este: son más de tres años y medio de investigación, atento a cada palabra, a cada expresión, a cada distinción, en definitiva, entre valencianos y madrileños. Porque estos dos pueblos, creedme, son muy parecidos. Mucho más parecidos de lo que creemos. Aunque muchos valencianos tomemos a los madrileños por una panda de pijos que invaden las playas en verano, y los madrileños creamos que los valencianos no han superado la Ruta del Bacalao (metamorfoseada en un plató de Mujeres, hombres y viceversa), en realidad no hay tantas cosas que nos distingan. En el día a día, de hecho, parecemos completamente idénticos. En todo el tiempo desde que vivo en Madrid, sólo hay una cosa, una, en la que los madrileños me han sorprendido: respetan la cola de la parada de autobús. Es un caso de civismo que no he visto jamás en Valencia, donde entran a los autobuses con la ley de la selva. Por lo demás, unos y otros somos más de lo mismo.
Donde más se distinguen (o nos distinguimos) madrileños y valencianos es en el lenguaje. El laísmo madrileño es un caso obvio, pero ni lo cometen todos los gatos, ni es su único elemento diferenciador. Cuando eres un valenciano que lleva años en Madrid (al punto que te consideras madrileño), llegas a descubrir un montón de peculiaridades de un sitio y del otro. Aunque dos regiones compartan un idioma, es increíble lo que este se puede adaptar a cada sitio sin darte cuenta. Hay diferencias muy sutiles, como la palabra crep, que en Valencia es «el crep» y en Madrid «la crep». Este cambio de género también sucede en otras palabras como regaliz, que en Valencia es femenino y en Madrid masculino (aunque no siempre es así). A veces sucede también con los acentos: la RAE sólo acepta ruin, como se dice en Madrid, pero en Valencia siempre lo he dicho y escrito ruín.
El asunto trasciende al significado de las palabras. Cuando descubrí las primeras, empecé a apuntarlas en el bloc de notas del teléfono móvil. Después de tanto tiempo, he recopilado un buen puñado de palabras que no significan lo mismo en la ciudad del oso y en la del murciélago. Os presento el Diccionario de Palabras Distintas, por si alguna vez os mudáis y sentís que os perdéis en una conversación. No es un diccionario de valenciano-castellano, sino del castellano de dos regiones. Por favor, si conocéis más de Valencia-Madrid, u otras regiones, apuntadlas en los comentarios. (Curiosamente hay muchas palabras del castellano de Valencia que no se dicen en Madrid, pero no ocurre tanto a la inversa).
Diccionario de castellano Valencia-Madrid:
acudir: ir adonde ya hay alguien. No es que en Madrid no se entienda, pero en algunos círculos me han dicho que es casi un cultismo. En Valencia, sin embargo, es muy coloquial.
ahora luego: cuando un valenciano no lo va a hacer ahora, pero lo hará luego. Ahora luego ordeno la habitación, ahora luego hago eso que no me apetece nada pero te tengo que convencer de que lo voy a hacer.
almorzar: en Valencia se refiere estrictamente a la comida de la media mañana (la que hacíamos en el recreo del cole, por ejemplo). En Madrid, es la comida del mediodía.
almorzar: en Valencia se refiere estrictamente a la comida de la media mañana (la que hacíamos en el recreo del cole, por ejemplo). En Madrid, es la comida del mediodía.
alpiste: en Madrid no sólo es lo que se da de comer a los pájaros. También son los frutos secos de aperitivo (sinónimo del cacao de Valencia) o el dinero con el que cuenta uno.
apardalado: en Valencia, «atontado».vTambién se utiliza «pardal» (que es «pájaro» en valenciano, pero con el mismo significado de «atontado»).
barra de cuarto: en Valencia es la típica barra de pan. En Madrid es más típico decir «pistola».
búho: en Madrid, autobús nocturno. En Valencia es casi una leyenda urbana. No he subido a uno jamás.
apardalado: en Valencia, «atontado».vTambién se utiliza «pardal» (que es «pájaro» en valenciano, pero con el mismo significado de «atontado»).
barra de cuarto: en Valencia es la típica barra de pan. En Madrid es más típico decir «pistola».
búho: en Madrid, autobús nocturno. En Valencia es casi una leyenda urbana. No he subido a uno jamás.
cacao: fruto seco de aperitivo (Valencia). También crema de labios.
cachirulo: cometa, ese juguetito para hacer volar cuando pega el viento. En Valencia lo llamamos de las dos formas indistintamente. Es de las pocas palabras típicamente valencianas de esta lista que recoge el diccionario de la RAE.
café del tiempo: café con hielo (Valencia).
calarse: ver chopar.
cachirulo: cometa, ese juguetito para hacer volar cuando pega el viento. En Valencia lo llamamos de las dos formas indistintamente. Es de las pocas palabras típicamente valencianas de esta lista que recoge el diccionario de la RAE.
café del tiempo: café con hielo (Valencia).
calarse: ver chopar.
camal: pernera del pantalón (Valencia). En este caso, la adopción de la palabra en valenciano es clarísima (cama es pierna).
carpesano: carpeta con anillas (Valencia).
carpesano: carpeta con anillas (Valencia).
chaqueta: en Valencia se emplea con frecuencia como sinónimo de abrigo. En Madrid, cosas del frío, la diferencia está más clara.
charrar: hablar en confianza, normalmente de trivilidades (Valencia).
charrar: hablar en confianza, normalmente de trivilidades (Valencia).
chispas: ver filipinas.
chopar: mojarse mucho con la lluvia (Valencia), calarse.
chungo: persona con mala pinta. En Valencia es una palabra a la orden del día, pero en Madrid se escucha menos. Espera... ¿no será porque Valencia está llena de gente con mala pinta...? Maldición.
corva: parte de la pierna por donde se dobla la rodilla. En Madrid no llama la atención, pero lo más seguro es que en Valencia no sepan de qué estás hablando.
¿cuánto cuesta?: si un valenciano le pregunta a un madrileño cuánto cuesta ir de un sitio a otro, seguramente pensará que le pregunta por el dinero que cuesta. Sin embargo, también se utiliza para preguntar el tiempo que lleva el viaje.
corva: parte de la pierna por donde se dobla la rodilla. En Madrid no llama la atención, pero lo más seguro es que en Valencia no sepan de qué estás hablando.
¿cuánto cuesta?: si un valenciano le pregunta a un madrileño cuánto cuesta ir de un sitio a otro, seguramente pensará que le pregunta por el dinero que cuesta. Sin embargo, también se utiliza para preguntar el tiempo que lleva el viaje.
cubalitro: copón con bebida de alcohol que en Madrid llaman mini (lo cuál nunca entenderé). En otros lugares de España es cachi.
dar de sí: ver desbocar.
desbocar: en Valencia, se dice así cuando se da de sí una prenda (como cuando se deforma una manga de tanto ensancharla).
descambiar: cambiar algo (un vulgarismo con mucha fuerza en Madrid).
deslunado: en Valencia, patio de luces.
embozar: atascar un desagüe (en Valencia).
empastrar: en Valencia, mezclar algo hasta estropearlo o hacerlo inteligible. El resultado es lo que conocemos como un «empastre».
descambiar: cambiar algo (un vulgarismo con mucha fuerza en Madrid).
deslunado: en Valencia, patio de luces.
embozar: atascar un desagüe (en Valencia).
empastrar: en Valencia, mezclar algo hasta estropearlo o hacerlo inteligible. El resultado es lo que conocemos como un «empastre».
encanar(se): llorar con mucha fuerza, sin poder parar (Valencia).
entaponar: taponar.
esclafarse: en Valencia, ponerse cómodo (excesivamente cómodo, más bien) en el sillón.
espardeña: alpargata (en Valencia se utilizan las dos indistintamente, pero «espardeña» tiene una connotación más pija). Es curioso, porque cuando he llevado espardeñas/alpargatas en Madrid (lo cuál sucede con mucha frecuencia en verano), me dicen que parezco de pueblo. Supongo que no pasan el calor que en la capital del Turia. Otro artículo de la vestimenta donde Madrid y Valencia son antípodas son los gemelos de la camisa. Me los puse una vez en Madrid y todavía estoy escuchando las risas. Allí sólo los ven en bodas y juras de presidentes del gobierno (como mínimo). En Valencia no los llevamos todos los días, pero tampoco llaman la atención.
espenta: en Valencia, la espenta es el arrojo. Decimos que alguien tiene espenta cuando tiene iniciativa.
espolsar: sacudir un objeto para quitar la suciedad (en Valencia), como el mantel tras la comida o las sábanas para ventilarlas.
estrenas: otra forma de decir aguinaldo en Valencia (aunque esta también se utiliza).
filipinas: expresión que se grita cuando dos personas dicen la misma palabra a la vez (en Madrid es más típico chispas).
finca: en Valencia, finca también es sinónimo de un bloque de pisos (cada número de una calle). Si oyes a un valenciano hablar de su finca, no significa necesariamente que vive en un latifundio lleno de bueyes. También puede referirse al edificio donde está su piso en el barrio más humilde de la ciudad.
galería: en Valencia se llama así a la terraza cubierta donde se suele tender la ropa.
ganchitos: risketos (esas cosas que nos ponían los dedos naranjas en los cumpleaños).
guarrazo: en Madrid, caída con derrape.
hacer una película: en Valencia preguntas por las películas que hacen en el cine para referirte a las que ponen en el ABC Park o el Lys; las que puedes ir a ver en cartel, básicamente. En Madrid, el único que «hace una película» es el director y los actores. Las películas están en en el cine, no las hacen.
longaniza: en Valencia, la longaniza es el embutido más artesanal. Salchicha se emplea sólo para los envasados de fábrica (tipo Óscar Mayer). En Madrid, salchicha es genérico para los dos.
lumi: asidua de la calle Montera, es decir, PUTA (Madrid).
mini: ver cubalitro.
mocho: en Valencia, fregona.
mollete: en Madrid, pieza de pan plano y redondo.
mostoso: húmedo y mugriento. La bayeta de la cocina cuando no la limpias, por ejemplo (Valencia).
niqui: en Madrid es otra forma de referirse al polo, la prenda de vestir.
oliva: aceituna (Valencia).
paella: además de la comida (como es obvio), en Valencia también se llama «paella» al recipiente. Fuera es más común llamarlo «paellero». Esta falta de variedad de vocabulario también afecta a «fallas», que se utiliza tanto para monumentos, corporaciones y fiestas a la vez.
papas: los valencianos distinguen claramente las patatas fritas de McDonalds de las de bolsa (tipo Lay's), que los madrileños también llaman «patatas fritas de bolsa». A estas los valencianos las llaman simplemente papas. A las patatas en estado natural no las llaman papas (como hacen los canarios), sino patatas, igual que los madrileños.
paraeta: puesto de feria o de comida en Valencia.
Pascua: es el modo popular de referirse a la Semana Santa en Valencia. Prueba de ello son dos de los bocados típicos de estas fechas: la mona de Pascua (con su huevo) y la longaniza de Pascua. El asunto Semana Santa/Pascua tiene su miga porque teóricamente, la pascua empieza al terminar la Semana Santa. Al final no sé cómo los valencianos han acabado sustituyendo un término por otro: quizá influya el hecho de que las vacaciones se alargan un poco por la festividad de San Vicente, juntándose ya con la Pascua propiamente dicha, y de ahí la confusión. Si alguien puede arrojar luz en los comentarios, que no se corte.
pelarse clase: faltar a clase, hacer pellas (en Valencia).
picatostes: ver tostones.
poner a parir: me encanta la cantidad de acepciones que dan los valencianos a «poner a parir» o derivados. En Valencia, «poner a parir» significa criticar a alguien o poner a alguien al límite de sus nervios, también se dice que un sitio «está a parir» cuando no cabe ni un alfiler.
rajar: en Madrid es sinónimo de hablar mucho. En Valencia, sinónimo de criticar negativamente.
rampa: calambre en la pierna (en Valencia).
rentar: apetecer (en Madrid).
repelar: rebañar un plato (en Valencia).
resopar: en Valencia, cenar por segunda vez (normalmente a primeras horas de la madrugada). He oído recenar alguna vez, pero las menos.
retortero, al: en Madrid, tienes alguien «al retortero» cuando está interesado en ti. Para algo más que venderte algo, claro.
rosquilleta: producto de panadería (muy bueno con jamón serrano, por cierto).
salchicha: ver longaniza.
entaponar: taponar.
esclafarse: en Valencia, ponerse cómodo (excesivamente cómodo, más bien) en el sillón.
espardeña: alpargata (en Valencia se utilizan las dos indistintamente, pero «espardeña» tiene una connotación más pija). Es curioso, porque cuando he llevado espardeñas/alpargatas en Madrid (lo cuál sucede con mucha frecuencia en verano), me dicen que parezco de pueblo. Supongo que no pasan el calor que en la capital del Turia. Otro artículo de la vestimenta donde Madrid y Valencia son antípodas son los gemelos de la camisa. Me los puse una vez en Madrid y todavía estoy escuchando las risas. Allí sólo los ven en bodas y juras de presidentes del gobierno (como mínimo). En Valencia no los llevamos todos los días, pero tampoco llaman la atención.
espenta: en Valencia, la espenta es el arrojo. Decimos que alguien tiene espenta cuando tiene iniciativa.
espolsar: sacudir un objeto para quitar la suciedad (en Valencia), como el mantel tras la comida o las sábanas para ventilarlas.
estrenas: otra forma de decir aguinaldo en Valencia (aunque esta también se utiliza).
filipinas: expresión que se grita cuando dos personas dicen la misma palabra a la vez (en Madrid es más típico chispas).
finca: en Valencia, finca también es sinónimo de un bloque de pisos (cada número de una calle). Si oyes a un valenciano hablar de su finca, no significa necesariamente que vive en un latifundio lleno de bueyes. También puede referirse al edificio donde está su piso en el barrio más humilde de la ciudad.
galería: en Valencia se llama así a la terraza cubierta donde se suele tender la ropa.
ganchitos: risketos (esas cosas que nos ponían los dedos naranjas en los cumpleaños).
guarrazo: en Madrid, caída con derrape.
hacer una película: en Valencia preguntas por las películas que hacen en el cine para referirte a las que ponen en el ABC Park o el Lys; las que puedes ir a ver en cartel, básicamente. En Madrid, el único que «hace una película» es el director y los actores. Las películas están en en el cine, no las hacen.
longaniza: en Valencia, la longaniza es el embutido más artesanal. Salchicha se emplea sólo para los envasados de fábrica (tipo Óscar Mayer). En Madrid, salchicha es genérico para los dos.
lumi: asidua de la calle Montera, es decir, PUTA (Madrid).
mini: ver cubalitro.
mocho: en Valencia, fregona.
mollete: en Madrid, pieza de pan plano y redondo.
mostoso: húmedo y mugriento. La bayeta de la cocina cuando no la limpias, por ejemplo (Valencia).
niqui: en Madrid es otra forma de referirse al polo, la prenda de vestir.
oliva: aceituna (Valencia).
paella: además de la comida (como es obvio), en Valencia también se llama «paella» al recipiente. Fuera es más común llamarlo «paellero». Esta falta de variedad de vocabulario también afecta a «fallas», que se utiliza tanto para monumentos, corporaciones y fiestas a la vez.
papas: los valencianos distinguen claramente las patatas fritas de McDonalds de las de bolsa (tipo Lay's), que los madrileños también llaman «patatas fritas de bolsa». A estas los valencianos las llaman simplemente papas. A las patatas en estado natural no las llaman papas (como hacen los canarios), sino patatas, igual que los madrileños.
paraeta: puesto de feria o de comida en Valencia.
Pascua: es el modo popular de referirse a la Semana Santa en Valencia. Prueba de ello son dos de los bocados típicos de estas fechas: la mona de Pascua (con su huevo) y la longaniza de Pascua. El asunto Semana Santa/Pascua tiene su miga porque teóricamente, la pascua empieza al terminar la Semana Santa. Al final no sé cómo los valencianos han acabado sustituyendo un término por otro: quizá influya el hecho de que las vacaciones se alargan un poco por la festividad de San Vicente, juntándose ya con la Pascua propiamente dicha, y de ahí la confusión. Si alguien puede arrojar luz en los comentarios, que no se corte.
pelarse clase: faltar a clase, hacer pellas (en Valencia).
picatostes: ver tostones.
poner a parir: me encanta la cantidad de acepciones que dan los valencianos a «poner a parir» o derivados. En Valencia, «poner a parir» significa criticar a alguien o poner a alguien al límite de sus nervios, también se dice que un sitio «está a parir» cuando no cabe ni un alfiler.
rajar: en Madrid es sinónimo de hablar mucho. En Valencia, sinónimo de criticar negativamente.
rampa: calambre en la pierna (en Valencia).
rentar: apetecer (en Madrid).
repelar: rebañar un plato (en Valencia).
resopar: en Valencia, cenar por segunda vez (normalmente a primeras horas de la madrugada). He oído recenar alguna vez, pero las menos.
retortero, al: en Madrid, tienes alguien «al retortero» cuando está interesado en ti. Para algo más que venderte algo, claro.
rosquilleta: producto de panadería (muy bueno con jamón serrano, por cierto).
salchicha: ver longaniza.
sucar: mojar en el plato (en Valencia). Aquí se nota otra vez la influencia del valenciano. Es curioso, porque la mayoría de peculiaridades del castellano de Valencia frente al de Madrid tienen que ver con comida.
suéter: en Valencia, es otro modo de llamar al jersey (lo más correcto sería decir que sudadera, porque suéter viene del inglés sweater, pero se utiliza indistintamente).
teléfono escacharrado: como se conoce en Madrid al juego infantil del teléfono loco.
tener angustia: sentirse mal (en Valencia).
teléfono escacharrado: como se conoce en Madrid al juego infantil del teléfono loco.
tener angustia: sentirse mal (en Valencia).
terrao: la azotea de un edificio (en Valencia). Al principio de vivir en Madrid vivía con dos personas del norte de España. Cuando les pregunté si la finca (el edificio) tenía terrao (azotea), casi me tomaron por loco. Después dijeron que no lo sabían, lo que a mí me sorprendió porque ya llevaban años viviendo en el edificio. No es raro: en el norte, es muy normal que los edificios tengan tejado por la lluvia. Los terraos o azoteas son más típicos de otras zonas como Valencia o Madrid, donde no llueve tanto.
torrá: en Valencia, barbacoa.
torrá: en Valencia, barbacoa.
tostones: picatostes (en Valencia).
zapatillas: tengo comprobado que ninguna palabra en España cambia tanto de región a región como zapatillas/playeras/tenis/deportivas. Las que te pones para hacer deporte, vamos. ¿Cómo las llamas tú?
(Actualizado a 10 de enero de 2017)