Vaughters en su medio favorito |
Varios de ellos eran, hasta entonces, limpios e inmaculados, destacando especialmente Tom Danielson, un corredor de una trayectoria horripilante de subidas y bajadas, enfermedades y caídas, y siempre con el pálpito de ser the next big thing.
Nunca ha sido nada, claro. De hecho, iba camino de ser un muñeco roto -y en el sentido literal de la palabra, dada su propensión a besar el asfalto- de manual, hasta que en su camino se cruzó el Garmin de Girona -que todo lo cura-, y le devolvió brillo y prestancia, en una epopeya de la que, para escarnio de este deporte maltratado, verán su último clavo al ataud al final de este post.
Con portaditas ya muy joven |
En el punto 19 indica que conoció a Armstrong en 2002 -esto es: tres años antes de fichar por su equipo- y que no fue en una carrera ni nada parecido. El cowboy, al enterarse que había batido el récord de la subida al Mt. Washington que ostentaba Tyler Hamilton -con posterioridad y estando sancionado por dopaje lo intentó recuperar, pero no fue validado-, lo invitó a su casa de Austin para salir a entrenar juntos. "Por aquella época era un gran fan de Armstrong y recuerdo haberme traído una revista firmada por él y una fotografía suya".
Todo suena muy a Entrevista con el vampiro. Sea como fuera, y no precisamente por la edad de Danielson, que por entonces ya tenía 24 años, Armstrong dejó que corriese en 2003 en el Saturn y que después conociese la realidad italiana, para no llamarlo a su corte hasta cumplidos los 26 años. A saber por qué. El relato de Danielson, por si no lo había adivinado, es pura fantasía. Dice, por ejemplo, que no conocía el dopaje (punto 25) hasta que llegó a Europa, y eso que ya había ganado pruebas como la Vuelta a Malasia, donde se corría con el tubo de escape quitado.
"Consecuentemente, empecé a darme cuenta de la preeminencia del dopaje y a preguntar sobre formas de doparme" (Punto 26). Consecuentemente. Claro.
Consecuentemente |
Le hizo sus test habituales desde el camper, elogiando que había superado los registros de Armstrong y Casagrande en el mismo campo de pruebas (punto 35). Asimismo, le sugirió que fichase por el Discovery, cosa que hizo para suplir el hueco que dejaba Landis, perdiendo incluso dinero respecto a su contrato con el Fassa (de 200.000 dólares al año a 125.000). ¿Están pensando lo mismo que yo? Ferretti es subnormal: no ya sólo por hablar con Arribas, sino por enviar a un corredor suyo al médico de confianza, y que este le diga que te deje. Eso es secreto profesional y confianza, hombre.
En el punto 44 dice una cosa muy divertida sobre la primera concentración con el Discovery, donde conoció a Bruyneel y a Pepe from Valencia: "me dio la impresión de que estaba copiando los planes de entrenamiento de Ferrari. Siempre me preguntaba sobre lo que me aconsejaba Ferrari, para a continuación anotarlo". Yo he leído este pasaje y me ha venido a la cabeza la imagen de Pepe en el coche de equipo del Astana en la crono de Burdeos del Tour 2010, cuando Contador casi pierde la carrera -hubo que esperar año y medio y un solomillo- y el simpático hombrecillo de Valencia moviendo papeles en un descontrol absoluto.
Otro pasaje muy divertido sobre este personaje es (punto 51) cuando, con Danielson viviendo en Girona, quedó con el en las cercanías de la estación de autobuses que, para los que no conozcan la recoleta ciudad catalana, tenía por entonces un tremendo descampado al lado, fruto de quitar las vías de tren. Valencia, drogas y un descampado, ese triángulo de amor eterno.
Foto del Tour de Georgia 2005, verídica y elocuente |
Corrió la Vuelta 2005 completamente drogado de EPO ("como todo el equipo", punto 73), donde acabó séptimo. Evidentemente, para 2006 corrió completamente drogado de EPO y todo el resto de la mandanga: el "aceite" con testosterona, hormona del crecimiento (desaconsejada por Ferrari, pero suministrada por el equipo), parches de calor, cortisona y, atención-atención (punto 84), un producto desconocido calificado como "potenciador de hormonas", suministrado por Celaya y Pepe tras una etapa dura.
Esto es significativo, porque otros testimonios apuntaban a que en 2006 el equipo iba más limpio, tras la retirada de Armstrong. No parece que fuese así: lo que no había era la cadena de dopaje para el Giro 2006 -menuda carrera, en mitad de la cual estalló la Operación Puerto- y cada corredor se tenía que procurar la mandanga por su cuenta. En esto coincide con el testimonio de Barry: les pedían que fuesen dopados, pero ya no facilitaban todo el proceso.
Se ha operado la vista, pero sigue siendo un ciego de Girona |
¿Lo ven? En el paquete de beneficios asociados -permítanme esta expresión de las relaciones laborales- que ofrecía la mafia estaba, como no, la protección: con nosotros no te pasará nada. Por ahí fuera....bueno, aunque Danielson no lo dice explícitamente, seguro que en ese diálogo revolotearon los nombres de Landis, Heras y Hamilton, especialmente el primero de ellos, que acababa de ganar y perder el Tour de ese año.
"Una vez hube firmado mi renovación por un año para 2007, empezó el programa de dopaje sanguíneo" (punto 102)
Realmente, el testimonio de Danielson está muy bien por momentos. Presionado por Pepe y Celaya para mejorar su hematocrito a base de más y más EPO, el americano sintió miedo de poder dar positivo. Y fíjense qué consejo le dio Bruyneel (punto 106): "que continuase indicando Girona como la dirección para los whereabouts, pero que me fuese al Hotel Quintanals Golf de Puigcerdá, donde Armstrong había estado en el pasado para evitar test antidopaje". ¡Ay!, Puigcerdá y esas comunicaciones típicas de enclave...
Dice que el proceso de extracción-reinyección de sangre no le gustaba nada, que le parecía todo muy chapucero, que empezó a comerse la cabeza con un accidente, y que esa ansiedad "evitó que pudiese luchar por el podio" en la Vuelta. Acabó sexto y ganó la etapa de Granada, dando una buena exhibición todo el día escapado, no se sabe si con ansiedad, aunque con toda seguridad con sangre de hace seis semanas. Ya les dije que su testimonio estaba bien por momentos, pero en la mayoría es basura autoexculpativa como la que acabo de relatar.
No será un best-seller |
Y aquí se acaba el relato de Danielson, que en el Garmin ha comido perdices, incluyendo un top-ten en el Tour conseguido a base de spaghettis, igual que el consiguió su amigo, compatriota, vecino y usuario de drogas Vande Velde. Actualmente cumple sanción de seis meses por el dopaje pasado confesado, pero quiere seguir el próximo año. Y de qué manera.
De momento, en enero sale un libro suyo sobre cómo entrenar, que tiene una pinta espantosa. Se dedica a organizar campus de entrenamiento por EE.UU, de los que el 20% del beneficio va al ciclismo base. Saca siempre que puede a sus hijos en twitter o en el podio.
Es, en sus propias palabras, "un predicador del ciclismo limpio". Y quiere seguir siéndolo, sin ninguna vergüenza ni valor añadido a su testimonio.
Pues que deje de vivir en Girona si quiere vivir de ese cuento.
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La Comisión de Licencias, un organismo independiente de la propia UCI, deja fuera del próximo WorldTour al Katusha, a pesar de cumplir con todos los requisitos deportivos. Al parecer, hay una parte ética que no cumplen "y ellos ya saben de lo que estamos hablando". La rumorología oficial, encabezada por gente tan cuestionable como el nauseabundo López-Egea y el no menos rufián Arribas, apuntan a esta hipótesis.
Holczer, expulsado del equipo tras una única temporada -el entorno de J. Rodríguez le culpó del gran fracaso de perder la Vuelta en Fuente De-, habría pasado a la UCI información sobre los tejemanejes y triángulos financieros que tiene el equipo ruso para pagar a sus corredores. Será eso. Ya saben las fuentes: uno devoto de la teoría del solomillo, el otro del "están todos, menos Valverde".
¿Alguien ha reparado en quien iba a sustituir a Holczer en el puesto de manager del equipo? Ekimov, el mismo ruso que aparece citado -aunque tachado- en varias partes del informe USADA sobre "el más perfecto mecanismo de dopaje de la historia del deporte". El ruso campeón olímpico CRI en Sidney 2000 y Atenas 2004, que de momento salva las medallas por compasión -y a saber qué más- de sus compañeros.
Razones para excluir al Katusha de Galimzyamov no faltan, aunque en la práctica la mayor parte de las carreras invitará al equipo del número uno del mundo. Lo peor de todo es que la Comisión de Licencias no justifique su decisión, favoreciendo la rumorología y el oscurantismo, cuando no arbitrarismo, que rodea a este deporte.
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Desde Reino Unido anuncian el inicio de una investigación al Linda McCartney por dopaje masivo. El equipo cerró hace ¡once años! y de improviso, justo cuando había fichado a un joven que no llegó a debutar con el equipo, un tal Bradley Wiggins. No les extrañe que todo sea una operación de maquillaje para dejar el pasado del héroe completamente inmaculado. Por cierto, este equipo se hacía los maillots con Etxe-Ondo, confirmando el gafe que lleva este fabricante vasco hacia los equipos con los que se vincula.
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Para los que se interesan por la relación entre fútbol y dopaje. ¡Un saludo a Juan Antonio Alcalá!
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Todavía se ve por la calle a algún gilipollas que lleva una camiseta de la RDA, en este caso con DDR en sus siglas en alemán. Es una enseña que retrata perfectamente al que la lleva. Y sobran los motivos. ¿Y por qué traigo a este blog de ciclismo este exhabrupto? Bueno, entre otras cosas, por el dopaje de estado a deportistas en ese monstruo estatal que fue Alemania Oriental, todavía elogiado por una minoría. Y también porque en Alemania se hace periodismo de investigación en la televisión. El último párrafo del artículo es indicativo.