En la ciudad de Leipzig existe un famoso restaurante llamado Auerbachs Keller, que posee varios salones, en el que se incluye uno muy antiguo, la bodega del tonel o el historischer Fasskeller, la cual menciona Goethe en su inmortal Fausto, pero que ya existía muchísimos años atrás (data del 1525), y que con el tiempo ha tratado de mantener, en lo posible, su antigua apariencia. Por él ha pasado personajes como Bill Clinton, Michelle Bachellet y algunos personajes de la nobleza.
Pero si no quiere comer comida alemana y le apetece una tarta y un café, bien puede acercarse a la parte de arriba del restaurante, en el mismo pasaje donde está ubicado, al Bar Mephisto. El lugar es agradable, decorado no sin humor, con fotos de actores representando a Mephisto, es un café para fumadores y se puede también tomar una copa.
La atención es puntual, el café está bien y las tartas son absolutamente deliciosas y fresquísimas. Los precios módicos, una tarta y café: 5, 20.
Bar Mephisto
Pasaje Mädler
Grimmaischestr. 2-4
Leipzig
Alemania
Teléf.: +49 (0) 341 21610
La comida alemana... bah, como que me cuesta encontrarle el aquel ;D pero es que esos postres!! para matar por ellos!!
ResponderEliminarWow! Qué pinta tiene esta tarta madre mía!!
ResponderEliminar¿Un café para fumadores? Creo que ahora mismo, después de años de no comer ni beber entre humo, no podría hacerlo. No he fumado nunca y poder comer sin tragar olor a tabaco me parece maravilloso. De todas maneras, el lugar parece muy bonito y sólo por el título de la entrada, 'un café con Mefisto', me acercaría si paseo por allí.
ResponderEliminarun beso
Bien, pues yo probaría la comida alemana ¿Porque no?
ResponderEliminarPero sin duda dejaría un huequito para tomar un café acompañado de un trocito de esas tartas que nos mencionas.
El precio fenomenal, el entorno diferente y agradable.
Como siempre...gracias por compartir.
Un abrazo.
La cafeteria es una preciosidad y la tarta una delicia que pena no poder catarla.
ResponderEliminarBicos mil wapa.
Contigo parece que nos transporta al lugar que describes, besos
ResponderEliminarUmmmm... yo subiría al restaurante seguro!
ResponderEliminarMe encanta ese Mefistófeles mirando desde el techo...
ResponderEliminarPreciosas las fotos, Claudia, y ese techo es maravilloso y de un color cálido, como el infierno. Por cierto, ahora que lo pienso... ¿por qué siempre pintarán el cielo -en cambio- en tonos fríos, azulitos y blancos? Prefiero ese tono anaranjado con toques de rojo y negro.
ResponderEliminarMás que de la comida alemana, conozco por documentales televisivos que tratan sobre el tipo de costumbres de los ciudadanos europeos, aquellos referentes a los alemanes.
ResponderEliminarSiempre aparece la cerveza y los embutidos, como ingredientes carácterísticos de la gastronomía alemana ( aunque yo creo que éstos serán los tópicos característicos de cada país, sin excesiva coincidencia con la realidad).
Lo que me encantaría conocer son los panes alemanes ( es famosa la afición de éstos por el pan hecho en casa, afición que comparto totalmente).
Un restaurante muy especial Claudia y un bar sumamente original con esas pinturas demoníacas.
El precio del café y el trozo de la tarta super estupendo, en mi opinión.
Gracias Claudia un día más. Que pases un fin de semana agradable y relajado.
Un beso
Que buenísima pinta tiene esa tartita ¡¡qué corte tiene!!
ResponderEliminarBesos.
Que maravilla!...ese pedazo de pastel me ha conquistado!....quise ir a tu recomendacion de marisqueria Gallega en Madrid....pero estaba cerrada.....sera para la proxima vez!!....me dejaste tentada!.......Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarQué pinta tiene esta tarta!!!
ResponderEliminarBesos.
Qué maravilla de fotos Claudia! Como siempre. Que lugares nos muestras. Y sé que no me prodigo dejando muestra de ello. Si la gente te conociera, descubriría que tu compañía es el mayor placer de estas viandas. Estoy deseando veros y reír junto a vosotros. Besos y tartas.
ResponderEliminarFdo. Mephisto ;)
Preciosas las fotos!
ResponderEliminarBesos.
¡De éste(Auerbachs Keller) sí que puedo hacer mi pequeña aportación!
ResponderEliminarLo mejor: la sopa de cebolla. Como lo oyes, está buenísima.
Ah! algunos de los que aparecen en los frescos de las paredes son camareros o cocineros que llevan muchísimos años trabajando allí.
Un besote