Uno de los errores más dolorosos para la vista es aquel que confunde el participio del verbo "hacer", "hecho", con la primera persona del presente de indicativo del verbo echar, "echo". Aun así, son muchos los casos de error a que da lugar este par de homófonos.
Lo que no es de recibo es que los profesionales de la comunicación no sean capaces de distinguir estos dos términos o, lo que es peor, den lugar a derivaciones como "hechar de menos", creando un verbo -"hechar"- que, al menos en español, no existe. Y lo conjugan y todo.
Comencemos por IKEA. En el marco del programa de fidelización de clientes "IKEA Family", la empresa edita una revista en la que proporciona ideas de decoración y publica reportajes de casas idílicas (todas decoradas con muebles propios, obviamente). En el número del verano de 2009, página 5, encontré lo siguiente:
Aquí el entrevistador anónimo tiró de neologismo innecesario al transcribir su diálogo con la matriarca de la familia alemana cuyo barracón veraniego es retratado en las páginas subsiguientes. Lo de "barracón" no es despectivo: la casa de verano es un barracón de obra reformado.
En el Diario La Rioja atestiguan que Sagrario Loza, consejera de Servicios Sociales de esa comunidad autónoma, hace caso omiso de la tan traída y llevada "paridad".
En el sitio web de la cadena Cope, se vuelve a conjugar el inexistente verbo "hechar".
Finalmente, en la página web "Mercafutbol" (así, sin tilde), especializada en el "deporte rey" (denominación que no comparto) se les vuelve a colar un verbo "hechar", sólo que aquí lo que se "hecha" es humo. Si por haches no será, no...
Claro está, no cabría esperar otra cosa de un redactor que ni a su propio nombre le pone la pertinente tilde en "José". Con respecto al uso de las comillas simples donde deberían ir las dobles ya hablaré un día de estos.
En pocas palabras, del "echo" al "hecho" sólo hay una "h". Cuidado, no vaya a estar de más.