"Viva Ubrique que tiene bello paisaje", decía la canción. Pero para remate,
por encima de sus blancas casas, sobresale en bella estética...
su singular espadaña, construida hace casi dos siglos sobre una antigua ermita del siglo XVI.
El San Antonio y sus secretos, delante del espectacular marco de la Cruz del Tajo.
Este conjunto estético es sin duda la seña de identidad de nuestro querido pueblo.
Y bien familiar que es entre todos nosotros.
La singular espadaña, continuamos, tiene algunas hermanas repartidas entre nuestros
convecinos de los pueblos blancos de la sierra, como ésta de la ermita de Olvera.
Pero como hijos de Ubrique, el San Antonio es el San Antonio
aunque esté desenfocado aquí visto desde la nueva plaza de la Verdura.
Sobre las sólidas rocas enclavado, adorna nuestras estampas típicas.
Y no hay visitante que no se lleve grabado en su lente o en su retina, este espectáculo.
Y es que el admirado San Antonio es como un sueño que
sobresale por encima del mundo onírico.
Pero hay artefactos que dificultan la nitidez de su visión desde algunos puntos
y deberíamos considerarlo. Si el conjunto histórico de Ubrique...
está catalogado como bien de interés general, tendríamos que hacer algo
con los incidentes artilugios que empañan su estética. Y es que hay veces...
que no podemos ver ni la hora tranquilos.
Sabemos que las comodidades modernas han sido impuestas como necesarias
pero habrá otras maneras de actuar. Y mientras el San Antonio sigue en antena...
nosotros vamos a tratar de mostrarlo como es...
¡Único e inimitable!
Desde la fecha que con tanto orgullo, presume sobre su campana.
Así que nos vamos de ruta para admirarlo desde todos los rincones.
Desde los Olivares con los jérguenes en flor.
De perfil desde Ocurrris en el Salto de la Mora.
Desde el mirador del "Hiperzó", en la ruta de los miradores.
Y desde donde cayó el árbol mártir, el vengador de los pinos, en la carretera Nueva.
Y ya dentro del pueblo serrano, cuna del artículo de piel, lo admiraremos...
desde el espectacular callejón del Norte.
Desde la antigua Salía junto a la Palma.
Desde la Trinidad aunque estuviera lloviendo.
Desde la Fuentezuela.
¡Desde todas partes!
Pero la imagen más genial del singular monumento y reiteramos...
es desde la Plaza sin ningún género de dudas. A plena luz natural...
o a plena luz artificial. Siempre impresiona y nunca nos cansaremos de admirarlo.
Algunos tenemos el privilegio de contar con parte de su presencia a diario
al asomarnos al balcón del tiempo.
Verlo al amanecer...
en días nublados tristes...
o en días nublados alegres.
Bajo la lluvia...
o al atardecer.
Incluso es bello y sugerente de noche.
A estas alturas de la entrada puede haber alguien que se pregunte que
por dónde se accede al singular edificio. Para ello debemos darle la vuelta.
Por la Torre, frente a la calle Calvario...
está la sencilla entrada, y decimos sencilla porque en la sencillez del San Antonio
radica su belleza y hay que agradecer a manos anónimas su cuido, por supuesto, echando
de menos a la admirable Catalina que, ahora "jubilada", se desvivía por la que fue su casa.
Gracias a todos los colaboradores del mantenimiento de nuestro monumento.
Y gracias Ramón Flores por posar una vez más para éste tu blog.
Mientras que algunos decoraron el Huerto del Tabaco, en la pared del Tajo,
con cosas del fútbol para una inesperada campaña mundial...
otros decoraron nuestro admirado San Antonio con engalanados pendones de fiesta.
Extrañas nubes se dibujaron en el cielo en honor al santo de Padua.
Nubes provenientes de...
varas cargadas de pólvora en la punta...
como cuando Emiliano tiraba los cohetes desde ahí mismo;
sobre la bugambilla del San Antonio.
Sobre el admirado San Antonio restallaron una vez más las explosiones,
mientras la chiburralea no perdía puntada en la trayectoria de las varetas.
En conclusión, Ubrique sería distinto sin su San Antonio y viceversa.
Porque en nuestro querido pueblo...
ya sea de día...
o de noche.
Ya sea en realidad tangible...
o reflejado en un exótico cuadro
-con permiso de su dueña que se enamoró de él cuando lo vió...
¡Siempre estaremos a los pies del admirado San Antonio!
.
Desde todas las perspectivas, jeje.
ResponderEliminarPero yo sé que tienes otras fotos, pintadas de azul ¿a que si? Seguro que serán para otro día.
La nube del cohete te ha quedado estupenda :)