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viernes, 8 de diciembre de 2017

La entrada secreta hacia la Cruz del Tajo

Aquella incursión vespertina, nos llevaba nuevamente hacia la ascensión de posibles
peligros aún por descubrir y no queremos decir que desconozcamos la calle Peligros
por la que pretendíamos acceder hasta...



la calle Calvario. Allí encontramos una entrada poco conocida hacia la sierra.



Por ahí podíamos subir a la Mina, hacia la derecha, pero no es una entrada usual.
Y se notaba que no está en la ruta turística porque bajo el naciente manto verde,
 se alojan innumerables restos abandonados de antiguos muladares.



Viendo los ropones ajironados, datados de fechas anteriores a "Madre Coraje",
podemos comprobar que no está en el ánimo de "nadie", su limpieza y recuperación.
Tendremos que seguir "limpiando la sierra" y reciclando todo lo que podamos.



Desde que estuvimos en la base de la Cruz conservábamos la intuición de que
tenía que haber una "entrada secreta" que uniese esta parte con la del Camino de Ronda.
En aquella ocasión las tunas verdes con sus afiladas púas, no nos lo permitieron.
Sin embargo, desde la plaga de la cochinilla del carmín, las pobres chumberas
han estado muriéndose lenta pero inexorablemente, permitiendo...



el acceso a otras vistas sobre nuestro querido pueblo...



incluso antes del paso por detrás del mini tajo que alberga la lavadora serrana.



Llama la atención poderosamente la visión tan cercana desde este lugar, de nuestros
edificios emblemáticos y poder hacer encuadres "en verde" y originales.
Cuando miramos por delante el San Antonio, parece que no hay mucho terreno
entre él y el Tajo. Pero la perspectiva nos engaña...



ya que incluso hay pequeños desfiladeros antes de llegar al centro de la cuestión.



Piedras con magia. Escondrijos de juegos infantiles. Correrías de chiburraleas.



Esta sorpresa añadía rédito a la incursión pues al superarla, la vista...



puede elevarse a las alturas imponentes del magnífico Tajo...



y comprobar que en estas fechas, se cambia el icono por "la Estrella del Tajo".



Para desgracia de las tunas, lo que antes era meramente inaccesible...



ha dado paso al descubrimiento de lo que andábamos buscando...
¡La entrada secreta!
Una angostura de fácil acceso que nos llevará a territorio conocido.



El nexo de unión entre las dos partes. El sueño anhelado. Un camino
bastante frecuentado antes de la traída de las chumberas desde América.



Pronto estábamos ascendiendo por el lateral del familiar Tajo.



Y pronto estábamos ascendiendo, con el zoom,
 las imágenes de la mezcolanza entre lo nuevo y lo viejo.



Ascendiendo pero sin dejar de arrimarnos al filo...



para comprobar desde las alturas a vista de dron -que es más moderno que "pájaro"-
el "por dónde" habíamos cruzado hasta este lar. Desde aquí y pegado a la gran roca,
nos percatamos de la existencia de un reciente "chinchal" para meter animales, 



Y algo más arriba, pudimos ver otra vez, el nuevo aparcamiento de la Calera,
a través del caprichoso "trilito" natural. 
La prueba de "la entrada secreta" estaba superada...



ya no hacía mucha falta continuar la agreste y empinada subida desde la que,
con enfoque descendente, nos permitía vistas de impresión.



Y aunque no faltaba mucho para hacer cumbre en la temporal "Estrella del Tajo"...



llegamos a subir un poco más arriba de "la Piedra del Predicador"
-donde está la entrada de acceso al Huerto del Tabaco- hasta llegar...



al escondite del "Guardián de la Cruz".



El atardecer precoz de estos días de otoño nos instaba al descenso.
Y aunque pudimos haber pasado la noche recostado...



en la atrevida "cama" de piedra sin barandas, preferimos regresar al confortable hogar.



Desgraciadamente habíamos confirmado de nuevo aquello de que "Pasa la Tuna".
La desaparición de las entrañables chumberas que tanto tiempo formaron
parte de nuestra cultura y que con tan dulces frutos nos agasajaban,
ha dado paso al redescubrimiento de un camino que puede continuarse...



entre lo bello de contemplar a un San Antonio 
eternamente enamorado de la torre de la Iglesia...



y entre lo "no tan bello" de los interminables "detritus" humanos abandonados
a su suerte desde tiempo inmemorial. Y son tantos que algún que otro día
tendremos que decir nuevamente... "¡Vamos a desamueblar la sierra!"



Ya estaban encendidas las iluminarias de la Cruz del Tajo
-¡Bueno...! ¡La Estrella del Tajo!-
cuando regresamos al punto de partida.
Un nuevo lugar para futuras aventuras estaba a nuestro alcance.
Volvíamos convencidos de que el pétreo e inamovible...



"Guardián de la Cruz", esperaría impaciente nuestro regreso.




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domingo, 4 de junio de 2017

La primavera la sangre altera

Curioso y legendario refrán que hace los honores a 
la estación anual más añorada por este humilde blog.
El color verde sirve de base a la explosión de colores a posteriori
que, contrastados y enmarcados con los límpidos cielos,
nos ofrecen una espectacular experiencia para los sentidos.
¡Cómo para que no se altere la sangre...!



Es el equinocio de las flores y las vitales abejas, por excelencia.
Es cuando salen de su escondrijo seres tan singulares como los sapos.



-¡Oh, preciosa flor...!
¿Por qué tú eres hermosa y yo soy un horror?
(Dijo el sapo)
-¡No te equivoques lindo sapito...!
¡Hermosos, somos los dos...!

(Responde la flor)
-¡Pero cada uno a su estilo...!
(Eso lo añado yo).
(De la página de "feisbu" de Ubrique en verde)


Es la época propicia para el instintivo amor...



-¡La primavera la sangre altera...! ¡Y cómo no...!
¡Hala, hala...! ¡Que donde hay pluma, hay alegría...!



No obstante, dentro del amor también son frecuentes en primavera
ciertas imágenes más levemente obscenas.
¡Procrearse o desaparecer...! ¡Esa es la cuestión!



Es la época de la ternura de los nuevos nacimientos que llenan de esperanza la Naturaleza.



Un trecho en el tiempo estacional en el que se llena de vida el cielo...



buscando la vida del suelo que estaba buscando el calorcito de la vida.



Es la etapa de las constructoras y pertinaces golondrinas que buscan los embarrados
recovecos húmedos para recolectar la materia prima de sus sólidas construcciones.



Hay quién dice que las oscuras golondrinas nos traen la suerte cuando vuelven.
Ya lo dijo el poeta... "¡Volverán las oscuras...!"
-"Todo eso de la suerte está muy bien pero el número que está mirando ésa... ¡Ejem!"
Lo que sí es una suerte para nosotros...



es vivir en un enclave tan privilegiado, Rodeados de naturaleza por los cuatro costados.
Y la fortuna que no tienen los de la capital... ¡Poder compartir con animales...



en unos paisajes de asombrosa belleza muy cerca del pueblo. 
-¡Y más en primavera!
Y no sólo se cubren de flores los campos...



también se llena de encanto nuestra querida sierra.
Pero hoy no nos vamos a dar un paseíto por la sierra.



Vamos a cruzar el puente del Camino del Final 
-también llamado de la Vega o de Barrida- a golimbrear por...



la cañada de Jimena. 
¡A disfrutar de una jornada de paseo por el campo...!
Emulando aquel día de los Paseos, al que ahora llaman el día de todos los Halloween.



Descubrir de nuevo esos puentes de Madis... ¡Huy, Ubrique!
Lugares con la magia de lo ancestro y longevo que hay que revitalizar.



A maravillarnos con los contrastes de las innumerables flores que alteran los tonos verdes.
Como la sutileza de esta Phlomis herba venti -un matagallo muy fino. La antítesis...



de la aspereza de los alcauciles silvestres,
 invasores de estas tierras, con "lanzas" bien respetables.



La primavera se llena de contrastes y hasta los cardos borriqueros se vuelven atractivos.



Y es que un paseo por el campo en estas fechas nos permite disfrutar viendo alternar
los escenarios del teatro que alberga la vida silvestre...



sin cambiar el telón de fondo de nuestra impresionante Sierra.



Y ver cómo desde los "camerinos" del río de "Barría",
nuestro querido pueblo está oculto en lontananza.



Sólo de regreso se deja ver "pueblo nuevo" que anda en expansión por encima de 
la Vega Realejos -la que alberga el centro ocupacional "el Curtido".



Otra vez en el mismo puente al regreso. 
Vetusto y soportando el paso del tiempo con donaire...



ha visto como en los últimos años "se le viene encima una avalancha"
 que lo está partiendo por la mitad. Es lamentable que esta estampa de...



calendario, se vaya deteriorando poco a poco ante nuestra impotencia.
No obstante, ya salíamos de la caja del río...



cuando "enguipamos una chiburralea arrelingaos" al puente y 
que señalaban con algazara hacia el río. 
"¡Mirua, mirua...!" -decían.
Volvimos y cual fue nuestra sorpresa...



que se trataba de una llamativa culebra viperina también llamada culebra de agua
 por su afinidad con las zonas húmedas y encharcadas. Es una artista consumada.
Cuando se ve amenazada, aplasta la cabeza y la pone triangular como una víbora.
 En este caso, Ubrique en verde tuvo el privilegio de captar una escena...



de "pesca" con nuestra protagonista en acción sobre un desafortunado pececillo...



que se cruzó en su camino.
¡Con razón los niños estaban asombrados...!



De manera certera lo cogió con la boca y con una fuerza descomunal 
-viendo los tamaños- lo llevó a la otra margen del río.



La pregunta a hacernos era obvia... 
-¿Podría tragarse la natrix maura tanta "plata"...?



-¡La respuesta bien la sabemos todos...!
Episodios como el vivido, nos ayudan a comprender la importancia de preservar nuestro
 medio natural... Sin él no somos nada y ya sabemos que no tenemos "un planeta B".



Una mañana de primavera en el campo, cerquita de nuestro querido pueblo.
Regresamos llenos de gozo y con la cámara llena de interesantes instantáneas.
-¡La primavera es la sublime estación de las flores y las mariposas...!



Y lógicamente tanta belleza...
"¡La sangre altera!"
-"¿Será por estos simples detalles que nos guste tanto la primavera...?"




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