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26 mayo 2021

Quince años tiene mi blog

Llega un tiempo en el que, por mucho que huyas de la nostalgia, acabas inevitablemente mirando hacia atrás con más o menos alegría o congoja, según el caso. Hace exactamente 15 años, el 26 de mayo de 2006, publiqué la primera nota en este blog (se escucha de fondo la musiquilla del Dúo dinámico cantando Quince años tiene mi blog...). Acababan de darme mi primer destino definitivo, el mismo en el que todavía sigo, y me pareció razón suficiente para celebrarlo abrir un blog y compartir en él todas esas cosas que (se) me ocurrían en clase. Ya había trasteado con otro blog que abrí en 2003 (OMG!) y me parecía una herramienta interesante para aprender a través de la práctica reflexiva y del contacto con otros profesionales de la docencia. Hay que decir que por aquella época había muy pocos profes en la red que hablasen de educación, y muchos menos de lengua y literatura: ahí estaban Lourdes Domenech, José Luis González, Eduardo Larequi o Felipe Zayas, entre otros. Después fueron llegando bastantes más. Para alguien como yo, que acababa de llegar al gremio docente desde otro oficio muy diferente, encontrar este oasis de experiencias educativas de primera línea de aula supuso un enorme apoyo y consuelo en los momentos duros. También me fue proporcionando perspectiva en cuanto a la realidad diversa de las aulas, ya que no todo el monte es orégano, ni tu claustro representativo de toda la Escuela. En aquellos momentos, estaba comenzando la web 2.0 y el auge de compartir recursos en la red: la efervescencia de los blogs educativos, las wikis, los proyectos colaborativos... De aquel vivero de buenas prácticas fueron surgiendo magníficos profesionales y excelentes prácticas que aún hoy sirven de modelo; pero también nacieron entonces las primeras manifestaciones de egoísmo virtual y del troleo tóxico, algo que se acentuaría pocos años después con el crecimiento de las redes sociales, especialmente Twitter, donde compartir experiencias de aula se está convirtiendo en un acto de masoquismo.

En estos quince años, aunque he mantenido como en el primer momento la declaración de intenciones que encabeza el blog, la intensidad y la periodicidad de las publicaciones ha ido evolucionando. Podríamos decir que el blog ha crecido y ha ido adquiriendo también un ritmo acorde a los tiempos y a la propia trayectoria de este plumilla que escribe, algo que vaticiné cuando en 2008 recibí el premio Espiral Edublogs. Aunque mi arribada a Facebook no supuso ningún cambio, el aterrizaje en Twitter en 2009 fue provocando un abandono de la rutina bloguera, algo a lo que contribuyó también la decadencia de los RSS y los agregadores de noticias, que fueron durante muchos años el mejor modo de mantenerse al día en Internet. Con las redes sociales no había necesidad de escribir una nota explicando una actividad de clase o una opinión sobre un acontecimiento educativo. La inmediatez de Twitter se fue imponiendo a la reflexión pausada de los blogs, que poco a poco se fueron cerrando y desapareciendo. Sin embargo, este blog ha seguido vivo, en parte gracias a la serie de las sesquidécadas, esas reseñas de lecturas de hace 15 años, que, como pescadilla que se muerde la cola, van a enlazar en breve con su propio momento de nacimiento. Este blog se resiste a desaparecer y en él sigo publicando también memorias trimestrales de lo que ocurre en mi aula y en mi centro. A veces aparece algún texto de docencia-ficción, que sirve de refuerzo a mis opiniones en las redes; también he publicado en los últimos tiempos reseñas de libros o películas que tienen relación con la educación.

Hace cinco años reseñaba el gran cambio que iba a dar a mi carrera asumiendo la dirección de mi centro. Parece que fue ayer y ya soy un director veterano para algunos, cuando sigo viéndome como un novato día a día, algo parecido a lo que me pasa en las aulas, donde mantengo la misma actitud sorprendida y en permanente cambio que cuando abrí este blog. Tendría que dar muchas gracias en este aniversario: al blog por proporcionarme la coartada necesaria para sentarme a escribir sobre mis fallos y mis aciertos, pero sobre todo a esa maravillosa gente que me ha acompañado desde el principio o que se ha ido sumando con los años para aportar ideas, para hacerme ver otras perspectivas o simplemente para decir que no estamos solos. Ojalá sigamos otros tantos años más en compañía. Gracias.

Crédito de la imagen: '15'

22 julio 2018

El lento declive de la web 2.0

He pasado el fin de semana purgando, exportando y guardando contenido de algunas de mis páginas de Wikispaces, que anunció su cierre definitivo para finales de este mes de julio. Algunos de esos contenidos ya los doy por perdidos, como ocurre con la antología poética colaborativa que sirvió de homenaje espontáneo por la muerte de Ángel González. En 2008, a través de la conexión de blogs educativos (no había Twitter), un grupo de profes y simpatizantes nos lanzamos a grabar podcasts con los poemas de Ángel González. Los recogí en un wiki en Nirewiki, que cerró en 2011, obligándome a migrar a Wikispaces. En aquella exportación ya se habían perdido la mayoría de podcasts, los de Odeo o los de Divshare; con los años también se perderían los de Goear. Creo que ahora ya no queda ninguno de ellos activo. 

También desaparecerán, como lágrimas en la lluvia, los contenidos de las dos ediciones de "Callejeros literarios en Castellón y Borriol". Permanecerán los vídeos y los documentos del alumnado (si no han cerrado ya sus cuentas), pero no la plataforma que los agrupaba, a no ser que me tome el trabajo de clonar una a una sus páginas. 
De igual modo desaparecerá Littera, un intento de portfolio personal en el que he ido publicando recursos propios y enlaces de interés a lo largo de años. Este wiki lo he redistribuido en dos páginas del blog, el currículum vitae y una página de recursos y proyectos. El resto de contenidos lo he ido almacenando en documentos de Google Drive para que no se pierda.

Este trasiego me lleva a pensar qué ocurrirá el día que me toque rescatar todo lo que tengo en Google Drive, Blogger, Slideshare, Scribd o cualquier otra plataforma de esas que aun resisten y que tanto y tantos usamos. También me hace pensar que los principios de colaboración y difusión que dieron origen a aquella web 2.0 quizá hayan caducado con la misma rapidez. Cada día cuesta más encontrar profes que comparten actividades y tareas de manera organizada, más allá del tuit, más allá de una comunicación en unas jornadas o congreso. Pocos mantienen vivos los blogs educativos y muchos menos ofrecen un portafolio docente con sus experiencias de aula. No es una crítica, sino una reflexión en voz alta. Puede que nos hayamos cansado de compartir, que no tengamos tiempo de ello, que la red no ofrezca ya la retroalimentación positiva que suponía en su origen, que las críticas negativas desanimen a muchos a la hora de compartir, que la desconfianza de esas plataformas efímeras nos haga más cautos... Puede haber tantas razones para compartir como para no hacerlo. Es una pena que esté ganando el silencio, un vacío que otros llenarán con productos de mercado.

26 mayo 2016

Una década en el camino


Hace 10 años, el 26 de mayo de 2006, empezaba la andadura de este blog. Aunque no era mi primer blog, pues ya en 2003 había comenzado a escribir en la red algunos artículos, Re(paso) de lengua sería mi primer blog profesional orientado a la Educación. Después de aquella primera entrada, he publicado otras 650 notas que jalonan esta década en un camino más vital que virtual. Muchas cosas han cambiado desde entonces en la red, en la Escuela y también en el propio blog. Quizá lo único que permanece casi inmutable es esa declaración de intenciones que todavía hoy encabeza este espacio digital:
Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos. 
No soy el más apropiado para juzgar si Re(paso) de lengua ha cumplido aquellas expectativas para los lectores que se acercan a mi cueva de Alí Babá. Es cierto que he compartido auténticos tesoros, especialmente los trabajos de mi alumnado; también he ido abriendo caminos que me han llevado con mayor o menor acierto a terrenos desconocidos. En ocasiones, la cueva ha sido albergue para el encuentro de forajidos educativos. Pero, al final, más que cueva, este blog ha sido un club social, un salón en el que he podido disfrutar de buenas compañías y llenar mi red de excelentes amigos y amigas. Conviene recordar que, allá por el 2006, la blogosfera ofrecía pocos lugares cálidos para la charla educativa, de ahí que guarde especial cariño a aquellos pioneros virtuales: Lourdes Domenech, José Luis González, Eduardo Larequi, Angus Iglesias, Felipe Zayas, Ana Ovando, Elisa de Armas, Leonor Quintana, Pedro Villarrubia, Fernando Trujillo, Néstor Alonso, Francisco Muñoz de la Peña, José Luis Gamboa, Domingo Méndez, Juanmi MuñozVíctor Cuevas, Isidro Vidal, Charo Fernández… A la mayoría he podido conocerlos después en persona y hemos acabado siendo amigos, lo que confirma que las redes pocas veces engañan, al menos si uno se mantiene activo en ellas durante suficiente tiempo. 

En diez años en la red, que, como todos saben, equivalen a cincuenta de la vida real, uno ha visto de todo un poco: optimismo innovador, eclosión de las TIC, invasión de cacharrería, efervescencia de aplicaciones, web 2.0, web 3.0, Hawaii 5.0… He visto también desengaños y abandonos; sueños utópicos y pesadillas distópicas; mercachifles y buhoneros vendedores de humo, mucho humo. Es algo que ocurre en todos los ámbitos de la vida, así que en Educación también tenemos nuestra ración. Pese a ello, el balance después de este tiempo es muy positivo y no reniego ni de mis esperanzas, ni de mis ilusiones, puestas siempre en un cambio metodológico que, poco a poco, van favoreciendo las tecnologías educativas.

Recibir el premio Espiral Edublogs fue una de mis grandes alegrías como autor de un blog educativo; pasado el tiempo, ver que los blogs siguen vivos y cada día más activos, es otra gran satisfacción. Quizá marcado por ese sentimiento de bloguero primigenio, nunca he hablado mal de nadie ni aquí ni en la red, a veces mordiéndome la lengua, lo que me ha permitido mantener una relativa calma en esta casa: no juzgues y no serás juzgado, o nunca digas de este agua no beberé... Sí que me he quejado del desamparo que hemos sufrido en muchas ocasiones, como colectivo docente y como Escuela Pública. De esas quejas he recibido sobre todo solidaridad, apoyo y consuelo. Por eso siempre he defendido la necesidad de compartir y de visibilizar las tareas, así como las preocupaciones personales y colectivas. Un blog es siempre una ventana abierta, oxígeno vital. Escribir en este blog, en ese sentido, sigue siendo un bálsamo reparador

Ahora, con este décimo cumpleaños, se cierra también una etapa profesional en mi vida y se abre otra. A partir de julio me pongo al frente del Equipo Directivo de mi centro, el IES Bovalar, un centro al que llegué precisamente con destino definitivo en aquel mayo de 2006. Un instituto cuyas actividades siempre he difundido a través de este blog y del que me he sentido orgulloso en todas mis intervenciones virtuales y presenciales, especialmente en las relacionadas con la formación del profesorado. Asumir tareas directivas no era el sueño de mi vida, lo reconozco, pero hay momentos en los que hay que decidir entre la comodidad y la lucha por mejorar. Sé que no será tarea fácil y que exigirá renuncias, pero también me enfrento a ello con mucha ilusión y con buena compañía, intentando poner en marcha un proyecto ambicioso que nos lleve un paso adelante hacia el futuro. Espero que esta nueva labor nos permita hacer realidad ideas y proyectos sobre los que llevamos tiempo dando vueltas. Espero también tener tiempo para seguir con tareas de aula y poder contarlas en este blog, un blog que seguirá siendo vuestra cueva, vuestro albergue, vuestra casa.


Crédito de la imagen: '10'

07 junio 2012

Intermitencias de los blogs


Anoche leía las reflexiones de mi amigo Antonio Omatos en las que sacaba a relucir la necesidad de desconectar, y apenas unas horas después me entero de que ha cerrado -espero que temporalmente- un blog de lengua que aprecio: "El reino de Trapisonda". Creo que todos los que hemos vivido el boom de los blogs y las posteriores mareas de las redes sociales nos hemos planteado en alguna ocasión esa necesidad de desconectar para tomar oxígeno. Otro buen amigo, Joselu, sabe bien de lo que hablo, pues en más de una ocasión ha practicado el silencio o se ha desdoblado en blogs de vidas más o menos efímeras. Otros colegas han ido espaciando sus escritos blogueros, casi hasta la desaparición, en la misma medida en que crecían sus presencias en Twitter -todos echamos de menos el blog del Prrrofesor Potachov, por poner solo un ejemplo-. Y también están quienes se resisten a desaparecer y publican esporádicamente alguna nota en sus blogs, una nota que parece una manita alzada entre las olas del tiempo.
No pretendo con estas líneas hacer una apología de la resistencia 2.0, ni tampoco pretendo que sea un canto del cisne del mundo de los blogs educativos. Si sigo aquí es porque me apetece contar lo que cuento y porque todavía hay amigos que leen lo que escribo. Cuando falle uno de esos elementos me disolveré lo más discretamente posible. Pero, como esta nota menciona de soslayo la nostalgia de los blogs perdidos, no quisiera dejarme en el tintero el recuerdo de algunos compañeros blogueros que dejaron de escribir, pero que deberían formar parte de esta intrahistoria de la blogosfera educativa: Blogs como Tira de lengua, la Blogse, Maribelele y Makelele -ambos en activo en Twitter-, Como una reina, o Nos vemos en el blog, o cualquiera de los diversos espacios en la red de Angus Iglesias. Soy consciente de que me dejo a muchos buenos blogueros que, como Bartleby, han preferido dejar de serlo. Tener un blog es, como diría Cortázar, mantener "algo que es tuyo pero no es tu cuerpo", con "la necesidad de darle cuerda todos los días"... Tal vez no escribamos todos los días, pero el blog siempre está ahí, con su bracito desesperado colgando de nuestra conciencia.

Crédito de la imagen: 'Lost keys'

17 noviembre 2011

De vuelta a Internet... en el aula

Algunas historias de la red docente deberían escribirse para que no caigan en el olvido. Sumidos como estamos en el ajetreo de blogs y redes sociales, es normal que no tengamos tiempo para detenernos y mirar hacia atrás, hacia los orígenes de todo lo que hoy nos envuelve. No voy a escribir una nota nostálgica ni reivindicar los tiempos pasados, pero sí quiero aprovechar para recordar la existencia de la red docente Internet en el aula y contar lo que supuso en su día. Es extraño que haya todavía docentes que no conozcan esta red que cuenta casi con 10000 miembros de todo el mundo. Recuerdo perfectamente que a principios de marzo de 2008 recibí una invitación de Felipe Zayas para formar parte de ella. La había creado José Luis Cabello con motivo del Congreso Internet en el Aula que se iba a celebrar de manera virtual y presencial simultáneamente (si no me equivoco, fue la primera vez que se nos ofrecían congresos virtuales, tan habituales hoy día). Me llamó la atención el crecimiento exponencial que vivió esta red en unos días, a pesar de  lo poco que sabíamos entonces de las redes sociales en general y del funcionamiento de Ning en particular.
En apenas dos meses había más de mil personas compartiendo lo que sabían en Internet en el aula. Para mí, uno de los momentos especiales fue el debate sobre el reconocimiento oficial del trabajo con las TIC en el aula, un asunto que había surgido cuando a Lu le negaron, para un mérito al que optaba, la validez de sus magníficos materiales y experiencias. La red se convirtió en un torbellino de ideas y en un foro de debates apasionados del que surgieron amistades que perduran hasta hoy. Quiero pensar que pusimos un granito de arena para que el trabajo en la red dejase de ser tarea de cuatro friquis y pasase a tener un apoyo institucional. De hecho, cuando en 2010 la red Ning avisó de que se convertía en una herramienta de pago, el Instituto de Tecnologías Educativas acabó haciéndose cargo de ella, y comenzó un nuevo ciclo con recursos, actividades, foros y talleres para todos sus miembros.
Por toda esta intrahistoria, cuando me ofrecieron facilitar un Taller Abierto de Aprendizaje en Colaboración sobre Lengua y Literatura, no me pude negar a aportar un poquito de lo que sé a esa red que es de todos, recopilando en un sitio web algunos recursos básicos y comprometiéndome a enseñar lo que yo mismo aprendo día a día. Porque, con independencia de que participes mucho o poco, es importante saber que hay un lugar en el que encontrar colegas y en el que conocer experiencias educativas de todo tipo. Os animo a (re)descubrirlo.

02 marzo 2010

Encuentro Buenas PrácTICas 2.0

Este blog se puso de tiros largos al empezar este año 2010: desde el Instituto de Tecnologías Educativas reconocieron mi labor docente como una Buena Práctica 2.0. Me consta que somos muchos los que formamos este "club" de docentes comprometidos con nuestro siglo (llevemos o no la etiqueta ministerial) y me consta también que quienes estuvimos el pasado lunes en el II Encuentro Buenas Prácticas 2.0 lo hicimos como punta de un iceberg que no cabía en la sala del ITE. Pero no debemos olvidar que seguimos siendo un iceberg en el océano. A ver si no nos derretimos.
Os dejo el vídeo en el que presenté a mi centro y a mis alumnos, junto con la presentación y el texto que la acompañaba.




10 preguntas que se hacen quienes empiezan con las TIC (Presentación)



10 preguntas que se hacen quienes empiezan con las TIC (Texto)
10 preguntas TIC

13 enero 2010

Asómense

Con motivo de mi premio Espiral, hablaba de la blogobiografía y comparaba la vida de los blogs con la vida humana. Siento que este blog va llegando a su periodo de madurez (para bien o para mal). Lo noto en que se van fijando ciertas manías de quien escribe, algunas recurrencias temáticas, ciclos que se repiten curso a curso... Igual que ocurre en la vida real, se reúnen aquí viejos amigos incondicionales que, al fin y al cabo, dan sustento a estas notas, pero, a veces, teme uno cansarlos con batallitas y opta por el silencio.
A pesar de ello, este blog no se va a jubilar todavía. En ocasiones, uno quisiera colgar las teclas y marcharse a una obra para ver como izan los obreros el forjado; o a mirar lo que escriben otros, a curiosear por sus actividades, a dedicar tiempo a leer, simplemente.
No sabemos cuántas vidas tiene un blog (a pesar de que hay quienes llevan tiempo matándolos), ni si los blogs son más de resurrección o de reencarnación. Este blog al que ustedes se asoman es poco dado a la espiritualidad, pues su redactor jefe (y becario a la vez) está todos los días bastante pegado a la realidad en sus manifestaciones más feas, algo que inmuniza contra el desánimo y el pesimismo (miren con detalle a su alrededor y díganme cuántos lamentos docentes están fundados). De hecho, escribir en este blog permite cargar pilas cuando más se necesitan: Si llega el agotamiento o bajan las defensas por el frío, siempre se puede encontrar energía aquí o allá.
Por eso, para animar a quienes van llegando al mundo de las TIC con más dudas que certezas, he resuelto escribir esta nota. Esta red de personas relacionadas con la educación, con sus visiones apocalípticas o integradas, es hoy día la auténtica voz de la experiencia de nuestro oficio. Así pues, no pierdan la oportunidad de formar parte de ella y asómense al siempre edificante mundo de los blogs.

Crédito de la imagen: Supervisando que todo vaya bien

13 julio 2009

No todo son vacaciones


La mala fama del gremio produce un molesto eco acerca de tres meses de vacaciones para los profesores. Es cierto que algunos docentes cierran el chiringuito a mediados de junio (también es cierto que tienen poco que vender durante el resto del año), pero muchos otros se mantienen activos, bien sea a través de la formación del profesorado o bien mediante cursos de reciclaje o autoformación (aunque sea preparando materiales en sus casas). En esa línea de profes que renuncian a unas horas de playa, quería comentar que hoy ha acabado el curso "Escribe y publica en la red", organizado por la Asesoría de Ámbito Lingüístico del CEFIRE de Castelló de la Plana (incluyo un especial agradecimiento a Aurora Bricio por solucionar los problemas que siempre surgen donde menos se los espera uno) y que he impartido en las aulas de informática de la Facultat de Ciències Humanes de la Universitat Jaume I. El programa del curso era bastante ambicioso y creo que se ha cumplido en su mayor parte (sólo hemos sustituido la última sesión por un taller de blogs). También creo que se han cumplido los objetivos del curso que eran éstos:
  • Conocer las principales herramientas de escritura digital.
  • Manejar los editores de texto en red.
  • Albergar y archivar recursos en red.
  • Conocer las aplicaciones TIC en el aula.
  • Practicar técnicas de escritura colectiva.
  • Adaptar técnicas tradicionales a las nuevas tecnologías.
  • Fomentar el uso de las nuevas tecnologías para la creación literaria.
Para ello, hemos trabajado sobre un blog cuyo nombre, aportado por una de las asistentes (gracias) era La pluma mecánica. Los asistentes (o mejor, las asistentes, pues en su mayoría eran profesoras) han participado y se han implicado de una manera sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta estas fechas tan complicadas. Fruto de ese buen clima han sido los resultados, de los que debo destacar el uso de Google docs como herramienta fundamental para el aula, las presentaciones de diapositivas con uso literario (a partir de haiku), la grabación de poemas con Audacity y el divertido experimento del wiki: La historia que crece, una actividad que permite extender hasta el infinito un argumento de base, mediante su ampliación con tipologías textuales diversas (narración, descripción, diálogo, texto académico, vídeo...).
Os dejo la lista de tareas propuestas para el curso en el blog citado.
Y, bueno, que llega el verano y este blog seguirá bajando su ritmo, aunque no creo que se apague del todo. Que disfrutéis.

05 julio 2009

La liebre salta en Novadors

Cuando menos lo esperas, salta la liebre. No hace mucho, Ana Ovando, con su irresistible capacidad de convocatoria, me invitó a participar en las Jornadas de Novadors (ya en su sexta edición, todo un clásico) que se celebraban este año en la Universitat Jaume I de Castellón. Preparé una comunicación sobre mi experiencia con la asignatura de Trabajo Monográfico y pensé que, a estas alturas del verano, aquel evento pasaría para mí como una hoja arrastrada por la corriente.
Sin embargo, las jornadas de Novadors (como ocurrió en Getxolinguae o en Espiral) han sido otro de esos momentos inolvidables para la vida bloguera, por constituir el punto de encuentro físico y carnal (en el buen sentido de la palabra) de personas de las que sólo conocemos su URL y a las que finalmente podemos poner cara, voz y sonrisa.
Así me he visto, frente a frente, con Fernando García Páez, ingenioso y luchador, pionero de las TIC y ejemplo para cualquiera que se acerque a este mundo de locos. He conocido a Ramón Barlam, docente y activista de nuevos modos de enfrentarse a la educación. Me encantó ser reconocido por Dolors Insa, artífice de uno de los mejores blogs de poesía infantil y juvenil, que, curiosamente, no pertenece al gremio docente, y eso que comparte muchas de las inquietudes que nos asaltan día a día; aprendí algo de animación lectora en su comunicación y hablamos de bibliotecas, de libros y de Glogster (gracias, blogge@ndo). Tuve la suerte de compartir momentos divertidos de backchannel con Linda Castañeda, a quien conocía de Twitter. También disfruté de una agradable "comida clásica" con Ana Ovando, Juanvi Santa Isabel y Mertxu Ovejas. Y el viernes, en la sesión de clausura, pude también charlar un rato con Dolors Reig, mente lúcida que nos abre el camino al incierto futuro de la red. Por supuesto, no me puedo dejar atrás a todos los miembros de Novadors, desde Vicent Campos a Jordi Adell, pasando por Josep Lluís Ruiz, Sergi Mestre, Miquel Ortells, Francesc Llorens, etc.
A todo esto, mientras se desarrollaban las jornadas, me iba enterando gracias a Twitter, de lo que ocurría en Getxo, en el encuentro Edublogs. Así, la conexión blogosférica nos ha tenido más unidos que nunca, aunque quizá lo mejor fuese organizar una quedada conjunta para el año que viene.
Total, que iba a contar algo sobre el Trabajo Monográfico de Investigación, pero tendrá que esperar, porque, cuando menos lo esperas, salta la liebre y te deja con la boca abierta de par en par.

04 mayo 2009

Ceder el testigo

A estas horas, si fuese más guapo y tuviese menos barba y mejor cuerpo, estaría entregando los laureles del Premio Espiral Edublogs a Celestino Arteta, ganador de la edición 2009 con su blog Educación tecnológica. Pero este certamen no está diseñado para lucir la menoscabada belleza de los docentes, sino para servir de escaparate del mundo de los blogs educativos, y por ello, a lo más que debe aspirar Celestino es a lucir con orgullo su peonza dorada el próximo mes de junio.
Para quienes hemos vivido ya este certamen desde fuera y desde dentro, nos resulta evidente que la calidad de los blogs presentados es cada día mayor, lo que significa que los blogs educativos no han tocado techo, que quedan aún recursos por explotar en este ámbito. Cualquiera que haya paseado por los blogs finalistas o por los premiados habrá podido comprobar que en todos ellos se notan pasiones desbordadas, ganas de trabajar, ansias de mejorar, y, sobre todo, voluntad de compartir actividades, recursos, materiales, experiencias... Esa es, para mí, la grandeza de los blogs educativos: la capacidad de generar un trabajo que puede servir al resto de la comunidad educativa.
En ese gran banco de recursos que vamos conociendo y ampliando año tras año gracias a iniciativas como Espiral, los docentes pueden hallar el material que necesitan para el aula, solucionar las dudas que les salen al paso, o compartir los problemas a los que se enfrentan a diario. No hay excusas para seguir escondiendo apuntes añejos como si fuesen oro en paño; no hay excusas para decir que sin equipamientos no se puede hacer nada: hay multitud de colegas que están preparando la escuela del futuro con muy pocos medios y con bastante moral. No hace falta un ordenador para cada alumno (se equivocan, sí), porque lo que necesitamos, sobre todo, son ganas de mirar hacia adelante.
Enhorabuena a todos los premiados de este año en cada una de las categorías. Y al resto de participantes, ánimo, que el futuro está ahí. Ahora, después de ceder el testigo, quizá me tome un tiempo para descansar.

Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/44186100@N00/57169479

03 febrero 2009

La hora tonta


Hora tonta: 1. f. Momento en que se hacen concesiones por debilidad o torpeza.

Es difícil explicar a mis compañeros y conocidos la sustancia de los blogs. Me refiero al sentido de dedicar horas a estos escritos más allá de su utilidad didáctica. Incluso para mí resulta difícil en ocasiones, y más de una vez me ronda el fantasma del abandono (algo que ya han contado algunos de mis maestros en estas artes y en lo que no insistiré, de momento). Es difícil explicar que escribir una nota en el blog me ahorra pesadillas; al menos durante unas noches. O que, una vez escrita y publicada, sienta la comezón de que era una estupidez y tenga que superar la tentación de borrarla (y que no lo hago porque ya la habrán distribuido los agregadores de noticias). Que en el momento de aparecer los comentarios ya me sienta bobaliconamente feliz y mantenga la sonrisa un par de días mientras devuelvo las visitas. No es fácil explicar que con cada nota que escribo crezco un poco, porque me conozco mejor y aprendo a situarme en relación con los demás. Que mantengo la mente activa, pues el acto de escribir es como una bola de nieve que crece y crece. A mí mismo me sorprende que, después de escribir algo que me ha costado bastante fraguar, justo en ese instante de publicar, ya esté pensando en la próxima nota, en el siguiente escalón de la interminable torre del blog.
Pero, al margen de tanta entelequia inexplicable, hay cosas sencillas y fáciles de entender que me mantienen al filo del blog. Por ejemplo que Elisa Armas, a quien admiro desde hace mucho, me dedique el mejor regalo que pueda recibir un filólogo; o que Gabriela Monzón se acuerde de mí desde la otra punta del mundo, desde su mundo lleno de novelas fantásticas; o que Patxo me recuerde de vez en cuando que tengo su casa abierta este verano; o que nunca me falten las palabras de Lu, de Joselu, de las chicas de blogge@ndo, de Angus, de Gemma, de Ana y de tantísimos otros que me tendrían la noche en vela enumerando (y a quienes, salvo error u omisión podéis encontrar en la barra lateral, siempre en continuo crecimiento).
Es difícil hallar razones para dedicar horas a esto de los blogs, a costa de bastante sueño y unas migajas de razón. Pero más difícil es renunciar ya a vuestra compañía.

Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/49512158@N00/1638001945

02 diciembre 2008

La cataplasma y las TIC

No sabría darle nombre, aunque se me vienen a la mente "autoodio" o "endofobia". He detectado este fenómeno en varios blogs educativos relacionados con las nuevas tecnologías o con la innovación educativa. Son compañeros con un alto nivel de exigencia y una gran capacidad crítica ante las tendencias en estos ámbitos. Atacan, con razón la mayor parte de las veces, la frivolidad o la superficialidad en la que estamos cayendo los profesores a la hora de abordar la integración de las TIC en el aula o en la consideración de lo que es verdadera innovación. Es posible que el crecimiento del mundillo TIC nos haga pensar que todo el monte es orégano o que mantener un blog de aula, por ejemplo, nos hace mejores docentes. Quizá esa percepción se deba también a la cantidad de ruido, al ya inabarcable mundo de los blogs de profesores, cada uno distinto, cada uno con una receta particular para mejorar el oficio. En esa marejada de voces se oye de todo, aciertos, errores, banalidades, insensateces... Y de ahí viene el "autoodio": críticas simpáticas o feroces, irónicas o escépticas, soberbias o moralizantes, no hacia esa inmensa proporción de docentes que ven las TIC como quien oye llover, sino contra aquellos que hacen lo que pueden o lo que saben o lo que les dejan.
No sé si este fenómeno es habitual cuando se avecinan cambios metodológicos, pero me preocupa que eche para atrás a quienes empiezan a animarse con las tecnologías educativas o a quienes se han creído lo que marca la LOE. Estamos reclamando, por un lado, que la competencia digital sea un hecho en la realidad educativa y, por otro lado, asustamos a los profanos con aspavientos teóricos. Y así, ahora, tenemos de cara a los escépticos y a los desencantados. Me parece estupendo que avisemos a todo el mundo de que las TIC no son la sala de urgencias de la educación; digámosles que una aspirina, o un blog, no curan la peritonitis de las aulas actuales. Pero, por favor, no espantemos al personal para que vuelvan a las cataplasmas o a los hechizos.

Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/42299665@N00/255028533

26 septiembre 2008

Mea culpa

Arrastro toda la semana un gran complejo de culpabilidad: creo que estoy formando una secta de profesores friquis. Ya sabéis que, de tanto en tanto, imparto cursos relacionados con las TIC y en ellos me deshago en alabanzas de las aplicaciones tecnológicas en el aula (a pesar de las carencias más que evidentes de algunos centros educativos -como el mío- en este sentido). Estos días en los que estamos con la ortografía y las TIC, unos aguerridos profesores (casi mejor decir profesoras, pues son mayoría aplastante) se pelean con los mil inconvenientes que surgen en esto de la interactividad, las cuentas de usuario, los plugin de flash, etc. (nos hemos acostumbrado a instalar todos los días el Firefox 3, pues el aula de informática se empeña en desinstalar todo por la noche, y andamos ya como Sísifo).
Los veo y las veo pelearse con páginas que se resisten a ser cargadas, con programas que no quieren instalarse bien o tienen ficheros corruptos (¿hasta aquí la política?), con imágenes que ocupan mucho o se ven poco. Sé, por experiencia, que algunos no seguirán más allá de lo que veamos en el curso, pero otros y otras, lamentablemente, habrán caído en las redes TIC, en este universo de profesores que ocultan su condición de docente de día y bloguero de noche, vendiendo sus experiencias por un puñado de comentarios.
Me siento culpable porque gentes de bien, como Balma, Lorena, Mayte, Carmina y tantos otros, han sido ya abducidas por esta pasión por las TIC, de la que no podrán librarse. Espero que algún día, a todos esos docentes que se han atrevido a modernizarse y a innovar les llegue el reconocimiento que merecen. Mientras tanto, me seguiré sintiendo culpable por haberlos convertido en un poco friquis.
Crédito de la imagen: http://www.flickr.com/photos/49754617@N00/22690346

25 junio 2008

Maestro en Magisterio

Mi instituto es un lugar muy curioso, en el que nos llaman a todos "maestro". Aunque a algunos no les hace gracia este apelativo, a mí siempre me ha gustado la palabra maestro, mucho más sugerente que "profesor", un poco insulsa y con resabios místicos (ya sabéis, profesor: el que profesa...).
Por eso me satisface especialmente que aparezca una entrevista mía en la revista Magisterio de hoy 25 de junio (es una pena que por problemas de espacio no hayan aparecido todas las reflexiones sobre la situación actual de las TIC en el aula, ni las citas de los compañeros a los que admiro), y un reportaje sobre los blogfesores (aquí como concepto referido a blogs de profesor) en el que aparecen algunos conocidos.
Podéis leerlo en la edición digital de Magisnet:

25 mayo 2008

Dos años de repaso

Hoy cumple años este blog. Dos años y más de doscientas sesenta notas escritas. Creo que es un largo recorrido que no esperaba alcanzar. Aún esperaba menos que, como regalo de cumpleaños, me llegase el Premio Edublogs para afirmar mi pie en este longevo camino. Quizá a quienes han llegado hace poco a la red, dos años les parezca un tiempo escaso, pero puedo asegurar que no es fácil la constancia en esta tarea de los blogs, que son muchas las tentaciones que le asaltan a uno para tomarse un largo respiro, que cada nota suele ser un eslabón de una cadena que pocas veces sabemos dónde nos ata.
Este blog empezó casi a final de curso. Coincidió con la concesión de mi primera plaza definitiva en un instituto público cerca de mi casa. Creo que fue esa conciencia de tener por delante un largo periodo de estabilidad la que desencadenó buena parte de las energías que venía acumulando durante la etapa anterior, en la que no fui más que un mercenario docente, un comando educativo itinerante como lo han sido y lo son muchos de quienes pasáis por aquí.
Aunque no es habitual que un blog primerizo reciba muchos comentarios (de hecho, ya mantenía un blog sin comentarios desde el año 2003 sin saber muy bien para qué), tuve la suerte de que en ese verano del 2006 empezaran a visitarme algunos de los que ya admiraba en su día, y que siguen todavía por aquí, como Lourdes Domenech o Leonor Quintana (curiosamente, el primer comentario ajeno a mis amistades vino de Julián Barroso, un profesor de ELE en Brasil); y a finales de septiembre, con el curso apenas comenzado, gozaba ya del apoyo de mis mejores colegas en la red.
Ahora Re(paso) de lengua tiene su propio camino trazado. Sigue siendo un blog educativo como declara en su cabecera, pero se ha hecho mayor y manifiesta una creciente tendencia a cuidar sus contenidos. En más de una ocasión, debo morderme la lengua para que el blog siga siendo lo que es: un lugar cómodo, amable y hospitalario para todos vosotros. Pero de esto intentaré hablar muy pronto en Barcelona.
Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/33975030@N00/65220256

26 octubre 2007

Frenético

Así son los arranques de curso, frenéticos. Pensaba que este curso sería más relajado al conocer a buena parte de los alumnos, pero no hay manera. Algo de culpa tengo yo, pues me busco complicaciones que exceden la plácida vida de un funcionario (opinión pública dixit).
Aquí va, pues, una nota deshilachada para poner negro sobre blanco algunas de mis últimas correrías docentes:

En 2º de Bachillerato avanza el blog Seres de lengua. Es un blog de ampliación que me obliga a buscar materiales interesantes, como esta página de Alfonso Sánchez Rodríguez, los Materiales de lengua de Lu y Ana Romeo, o Lengua en Secundaria, de Eduardo Larequi.

Para 3º de ESO me he animado y he aprovechado el perfil de Papá Pitufo que utilicé para 4º el curso pasado, con el que se ha puesto en marcha Pitufos en tercero, que pretendo sea un blog de aula colectivo. Hoy hemos aprovechado el final de la clase para pasear por el blog gracias al portátil con el que la editorial Santillana ha dotado al Departamento de Lengua (por cierto, no tenemos ni siquiera un armario -ni departamento- donde guardarlo -así van las TIC-).

También va creciendo De textos, el blog destinado a la Formación del Profesorado, casi en la misma medida en la que asumo compromisos de cursos del Cefire para la temporada que viene. Después de las sesiones que ya comenté sobre la Web 2.0 en las que los asistentes crearon sus blogs, en noviembre impartiré un curso de 25 horas sobre Aplicaciones TIC en el aula, que tendrá un remake en enero de 2008.

En cuanto a las actividades tradicionales, seguimos el trabajo en tándem en las aulas de 2º de ESO y, de momento, la experiencia sigue siendo más que positiva.
Hicimos la actividad de argumentación sobre los vaqueros como uniforme en los centros públicos, que vuelve a estar de moda.
Ahora, acabamos de terminar la actividad de la reclamación contra la máquina de preservativos, que también ha funcionado estupendamente.

En 3º de ESO, y como podéis comprobar en el blog, estamos con la narración y deben entregar la actividad del móvil y el váter.

Y, como decía Porky, esto-to es to-todo amigos...

16 octubre 2007

De textos y web 2.0

He comenzado ya las tres sesiones en las que tengo que explicar brevemente en qué consiste la Web 2.0. Para demostrarlo con hechos he asistido al curso con las manos en los bolsillos, de modo que quede claro que es posible disponer de todo lo necesario para la docencia mediante herramientas virtuales. Para ello había preparado un blog de soporte logístico que queda a partir de ahora a disposición de todos vosotros: De textos. He de decir que las completas instalaciones del aula de informática de la Universitat Jaume I permiten esta especie de osadía.
Además, he tenido la ocasión de poner en práctica algunas de las herramientas disponibles en Google Docs, como la posibilidad de compartir presentaciones en red, con el que incluso no es necesario tener instalado ningún programa para verlas a pantalla completa. Podéis ver aquí un ejemplo de la presentación que he empleado en este curso.
Además, la parte práctica de estas jornadas será realizar una presentación mediante un proyecto colaborativo con esta herramienta. Así que ya os contaré qué tal sale.

Crédito de la imagen: http://web54.fortrabbit.de/wp-content/uploads/2006/08/web-20-bubble.jpg

08 marzo 2007

WEBcepTICismo

Esta semana hemos estado embarcados en ese conato de rebelión por conseguir que se fijen en nosotros y construyan de una vez el nuevo centro.
En la nota anterior explicaba la iniciativa bloguera con que tratábamos de llamar la atención.
Algunos de vosotros habéis respondido a la llamada -os lo agradezco de corazón- y me satisface mucho 'ver' caras conocidas y otras no tanto, solidarias y comprometidas en la medida de sus posibilidades.
Pero el experimento (si alguna vez sale de la fase experimental -ojalá- y se convierte realmente en un instrumento de conciencia social, tendré que volver sobre el asunto) ha servido para constatar que la brecha digital en los claustros sigue siendo considerable. Que yo sepa, entre cincuenta y tantos profesores, sólo dos tenemos blogs de profesor. Desde el departamento de orientación comienzan ahora a poner en marcha los suyos. El resto, si exceptuamos a los profesores que manejan el aula de informática, sobrevive con mayor o menor soltura a las amenazas de la Web 2.0.
Esto no es ni bueno ni malo, aunque constituye un signo del peso de las TIC en los centros de secundaria. Seguramente, muchos de mis compañeros no pueden ser considerados ciberescépticos, pero creo que dudan de la eficacia de tantas innovaciones a un ritmo que pocos pueden mantener.
La iniciativa del blog reivindicativo apareció en la pizarra de la sala de profesores el lunes por la mañana. Quitando vuestras aportaciones, las mías, las de Ana, mi compañera de música, y sus colegas, sólo aparecen dos comentarios ajenos que no son representativos del claustro. ¿No les importa la causa? Claro que sí, pero supongo que siguen pensando que Internet es para unos pocos y que eso de los blogs es flor de una primavera. Quizá tengan ellos razón, pero, cuando surja la herramienta definitiva, ¿sabrán que ha llegado la hora del cambio?


Original image: 'Aaarrrggghh!'
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by: Nick Drummond
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28 febrero 2007

Desasosiego

‘Si algún día me sucediese que, con una vida firmemente segura, pudiera escribir libremente y publicar, sé que tendré nostalgia de esta vida insegura en que apenas escribo y no publico’.

Es una cita del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa. Esta mañana me he enterado de que uno de los mejores blogfesores, admirado compañero y excelente amigo, Joselu, abandona (espero que de manera temporal) el oficio bloguero. Nos deja sin su palabra sabia y siempre reflexiva. Ya sé que no se acaba el mundo, pero confieso que, a raíz de esta orfandad, se ha apoderado de mí el desasosiego. Por eso he recurrido a Pessoa, quien me ha dado algunos antídotos literarios para tamaño mal:

‘Existe un cansancio de la inteligencia abstracta y es el más horroroso de los cansancios. No pesa como el cansancio del cuerpo, ni inquieta como el cansancio de la emoción. Es un peso de la conciencia del mundo, un no poder respirar con el alma’.

En el fondo, tanto en lo real como en lo virtual, nos toca lidiar con los trabajos y los días, y para ello nada mejor que seguir siendo grandes fingidores.

17 febrero 2007

Privacidad

A raíz del comentario de Lu a mi nota anterior, he creído preciso escribir una reflexión acerca de la privacidad en las actividades TIC que conciernen a Internet.
Creo que quienes andamos con este asunto desde hace algún tiempo, somos conscientes de que trabajamos con menores de edad y de que Internet aparece en la sociedad como el Lobo Malo de los cuentos. De nuevo se trata de una cuestión de educación. Conviene que los chavales sepan cuanto antes qué clase de herramienta tienen a su disposición, con sus ventajas y sus inconvenientes. Resulta curioso que unos padres me pusieran pegas para la actividad de Tagzania (poner banderitas en los lugares de origen de un alumno), mientras yo podía comprobar que el chico diseminaba a través del Messenger datos más que comprometedores a una velocidad de vértigo. Un/a chaval/a de trece años puede salir a las tantas de la madrugada (o quedarse chateando en casa sin control paterno) pero no puede colgar una foto en un blog del instituto. No sé, no sé.
No obstante, hay que andar con pies de plomo. Cuando trabajo con mis alumnos, en los blogs y las cuentas de correo les recomiendo que usen alias y que no hagan mención a la edad, al domicilio o a cuestiones familiares. No pierdo de vista sus blogs por si detecto intromisiones sospechosas de terceros. Insisto en que el uso debe ser educativo y que para otras cuestiones se creen sus propios blogs.
Y, como apuntaba Lu, en muchos casos les recuerdo que lo mejor es la imaginación: inventar vidas y personajes, algo que nos acerca mucho a lo literario.
Me gustaría que, del mismo modo que hay quienes ya trabajan una teoría del discurso de los blogs, surgiese un debate acerca de cómo preservar la privacidad de los alumnos cuando trabajamos en la Web educativa 2.0. Por mi parte tengo claro que si estas actividades no son públicas, dejarán de tener interés para los alumnos.

Crédito de la foto: 'this world hurts my eyes'
by: Christine