Creo que no voy a volver a decir, me identifico totalmente con este proyecto, porque cada vez que lo digo, aparece uno nuevo que desbanca al anterior. Y claro, realmente, todos tienen algo singular que me parece interesante, ya sea desde el punto de vista de consumidora o diseñadora.
Lo que nunca me ha pasado es que todo el trabajo de un diseñador me interese. Soy muy infiel en este aspecto, y si bien una parte me puede parecer fascinante, la otra puede aborrecerme. Y lo digo sin despeinarme.
Así que cuando cuando digo todo, me refiero a todo con mayúsculas. Es más, me ha calado tanto el trabajo del arquitecto y diseñador Corvin Cristian, que ya os voy avisando de que voy a hacer una serie de posts monográficos.
El café/bar de hoy está emplazado en Bucarest, y su diseño recrea los antiguos talleres mecánicos, utilizando reliquias industriales y piezas vintages de los años 1950 a 1970. Un diseño irónico y desafiante, ya que como explica el autor, los rumanos no se sienten cómodos con los recuerdos que les rememoran la época del comunismo y la Revolución. Irónico porque a pesar de tocar una temática que no resulta confortable para el público, el local es totalmente acogedor, y su reforma está tan lograda, que consigue que te abstraigas de una época determinada, rebajando el mensaje simplemente a eso, a un taller mecánico vintage. Desafiante, ya que no deja de ser un riesgo el ser de los primeros que da un paso al frente y decide que ya es hora de pasar página, y quedarse con las cosas que merecen ser salvadas, y darles una segunda oportunidad, como pueden ser los elementos gráficos y el mobiliario.
El resultado es un local moderno y chic, donde a pesar de las apariencias, nunca llegó a albergarse un taller, sino que su anterior inquilino fue un pub irlandés. El nombre es sólo un homenaje a los antiguos talleres de reparación del casco antiguo, donde está ubicado. Increíble, verdad???
La fachada es sencilla y sin estridencias, marcada por los grandes ventanales en celosía de hierro que aportan gran luminosidad al interior. Los colores son los predominantes en todo el proyecto, y como antesala de lo que nos vamos a encontrar dentro, nos reciben elementos industriales como la boca como la llave de paso, la señal de teléfono, los focos industriales y las vigas de madera a modo de escalones.
El rasgo más significativo que nos encontramos en el exterior, y el que marcará la singularidad de este proyecto, es el nombre del local, formado de una manera muy ingeniosa y original con un juego antiguo de herramientas.
Toda la barra está realizada con dos únicas piezas, donde fueron empleadas dos grandes vigas de madera y un alicatado blanco en un modelo con marcado carácter retro, que ayuda a iluminar el espacio. El suelo como no podía ser de otra manera, está realizado con hormigón pulido.
Tanto la viga metálica roja del techo, como el viejo conducto azul de aire acondicionado, son falsos. Como todo en este local.
Todas las sillas y las mesas son diferentes, hasta tal punto, que la mesa que está situada junto al ventanal era una antigua serradora reconvertida para la ocasión.
Variedad de flexos como iluminación puntual, señales de obra y precaución, posters antiguos de reminiscencias obreras, mecanismos de fábricas....nada es original, y todo está minuciosamente pensado. Un proyecto redondo.
Espero que os haya gustado.
Besitos
Clara