Mostrando entradas con la etiqueta Barry Lyndon. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Barry Lyndon. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de noviembre de 2013

Barry Lyndon y el punto G

Dammy lo conoció haciendo cola para ver una película de Kubrick, esa donde Jack Nicholson saca la cara por una puerta en pedazos y dice con cara de loco: here is jhonny!, no la había visto, y en la Univ. San Marcos pasaban un ciclo de las pelas de Kubrick, así que fue.

Dammy leía un libro de cine de la Univ. de Lima, y el jovencito le preguntó si era de esa universidad. Dammy le dijo que no, había dejado la universidad el año anterior para ponerse a trabajar y pasaba su tiempo libre persiguiendo funciones de cine clubes en Lima donde dieran películas que le interesaban.

Una vez adentro se separaron y Dammy se quedó jato, pero recontra jato, con la boca abierta y cabeceando, estaba cansado; al terminar la función, se cruzó al chico en el baño y se fueron conversando sobre Kubrick.

Porque Kubrick es un locazo, y Odisea en el espacio un peliculón, y la Naranja mecánica es la cagada tienes que verla, no huevón tienes que leer libro huevón, yo no he visto Barry Lyndon alucina, la próxima semana la pasan, ¿vs’ a venir?, ya pues, ¿Quedamos?, ya.

En ese entonces no había celulares, así que Dammy le dio el número de su casa.
Stalin lo llamó para confirmar el lugar de encuentro y de ahí irían a ver la película pero nunca entraron, se quedaron conversando afuera sobre Lolita.

Stalin era un chico flaco, de cabello corto y manos largos, más alto que Dammy, de un 1. 80m quizás más. Conversaba moviendo las manos, y repetía ‘delaconchesumadre’ como sufijo aumentativo a las cosas que le gustaban.
-… y aquí a la vuelta sirven un menú delaconchasumadre…
-…me quedé huevón, una película delaconchesumadre…
Y así sucesivamente

Stalin se cruzó con un amigo, luego otro, y sin que se dieran cuenta estaban reuniendo monedas para comprar un trago barato y empezar a chupar en medio de uno de los tantos jardines de la universidad.
Se empilaron y fueron a un barcito cercano, ese que queda en un segundo piso y en donde el dueño, un conocido gay dicen que abusaba de sus trabajadores y les metía mano de madrugada.

Entre trago y trago, Dammy les contó que era gay, se cagaron de risa y no le creyeron. Dammy se palteó e insistió. Stalin le dijo, ¿de verdad eres gay? Haber agárramela que estoy al palo, le cogió la mano a Dammy y se la llevó a su falo. Dammy se dejó guiar, era cierto estaba al palo.
Los demás rieron y siguieron tomando como si nada, alguien hizo la misma estúpida pregunta de siempre ¿y te gusta que te atoren o tú les das? ¿Tú eres el que muerde la almohada o cómo es?
 
Dammy se negó a contestar y prefirió cambiar de tema, pero se quedó pensando porque él nunca mordió ninguna almohada en toda su vida gay, y ya llevaba algunos años ejerciéndola, frases cojudas pensó, yo aguanto nomás, no muerdo ni mierda- se dijo así mismo.

Los encuentros con el grupito de XXXXX de San Marcos siguió, a Dammy le gustaba uno de los amigos de Stalin, e insistía a Stalin que lo invitara siempre que se reunían. Dammy exigía corralito con el amigo y a cambió él ponía un poco más en la chancha para el trago y los puchos.
Pero nunca se le hizo. A cambio un día en casa de Stalin mientras tomaban y ya uno a uno iba cayendo, Dammy fue a parar a una cama a dormir, en algún momento de la noche Stalin se metió a la misma cama, y entre sueños Dammy sintió que lo estaban manoseando ahí abajo. Dammy despertó y casi instintivamente le busco el miembro a su compañero de turno.

Al día siguiente, Stalin y Dammy despiertan de lo más normal, no hablan de lo que pasó, Stalin evita contacto visual, se despiden rápidamente y Dammy se va de la casa peinándose con la mano y arreglándose la ropa.

Stalin nunca más lo volvió a llamar.

Pd: Dammy sigue sin ver Barry Lyndon

Pd2: no pienso decir de que facultad eran

Pd3: El día que escribí este post me pareció reconocerlo, por eso me acordé de él.

Pd4: Fue la primera vez que Dammy tomó Punto G

Comenta