Seré breve.
Es muy importante el orden de las letras, de las sílabas, de las palabras, de los signos de escritura.
Verbigracia:
No es lo mismo "un hombre pobre" que "un pobre hombre".
No es lo mismo "amor" que "ramo".
No es lo mismo "irás, volverás, no morirás" que "irás, volverás no, morirás".
No es lo mismo "plátano" que "plata no".
No es lo mismo "¿quieres té?" que ¿te quieres?
No es lo mismo "yo, por Ana Mato" que "yo por Ana, mato".
Y así sucesivamente...
¡Qué riqueza la del español! (me refiero al idioma, claro).