Mostrando entradas con la etiqueta ministro Soria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ministro Soria. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de diciembre de 2016

TODO SUBE... O CASI (TODO) ¡Y AL MINISTRO (EX) SIN QUE LE CREZCA LA NARIZ!

Llega el nuevo año y, si no vida nueva, sí nos trae nuevas subidas de precios. Efectivamente, con precisión de cirujano, las subidas de algo tan básico como la energía o las comunicaciones, son puntuales y letales como saeta impregnada en curare. ¡Cómo cambiaría este país si todo funcionase con semejante precisión! ¿Se imaginan las listas de espera de la sanidad, cundiendo de lo lindo, avanzando, dando citas exactas a corto plazo? ¿Se imaginan... no sé... que llamen al fontanero y acuda raudo, sea efectivo y además no te cobre como un usurero? ¿Se imaginan que los políticos renegasen de la mentira, hicieran de sus promesas palabra santa y fueran inmaculadamente honrados?
Pero me voy por las curvas y las transversales. 
Sí: todo sube, como sube el combustible: a velocidad de crucero supersónico. Pero...¡ah! ¿He dicho todo?  ¡Pobre de mí! Todo, menos los salarios; todo menos los servicios públicos; todo menos la cultura, estancada como está en el barrizal del olvido y el despotismo de mediocres curators (como se les llama ahora para parecer más finos) o de funcionarios serviles al servicio de partidos suficientemente votados. Una pena.
Mientras, recibimos cartas con el aviso pertinente (que el que avisa no es traidor) de la correspondiente subida que nuestro (nuestro no: de ellos) banco aplicará a comisiones, tarjetas y qué sé yo; recibimos los avisos de que la energía eléctrica volverá a subir en desbocada carrera (que esto ya no hay quien lo entienda; mejor: no hay quien lo justifique). Y suma y sigue. 
¿Se acuerdan de Soria(*), aquel ministro que dimitió por supuestos papeles panameños, aquel que mintió más que habló, fue premiado con una sinecura en el Banco Mundial y después dimitió, no por vergüenza, sino a la puritita fuerza? Aquel que dijo que la electricidad no subiría; es más: bajaría en lo sucesivo... Espero que le pase lo que a Pinocho y la sombra de sus napias le preceda por siempre, dos o tres metros por delante, como huso que marcase una hora siempre intempestiva. 



(*) Caso Soria, caso Eolo, caso Chalet, caso Salmón, por citar algunos casos en los que se vio envuelto el citado, amén de otras tramas de corrupción urbanística. Los cito para curiosos que quieran consular en internet.

jueves, 8 de septiembre de 2016

DON'T WORRY BE HAPPY O LA VIDA ES BELLA (QUE SÍ, DE VERDAD)

Me dicen que debo ser más optimista, que la vida es bella, que en este modesto blog debo poner comentarios más alegres, más positivos, más ligeritos, más optimistas (repito), en fin. La vie en rose.
Bueno, voy a ser buen chico y, haciendo de tripas corazón,  voy a poner algún comentario optimista; voy a ponerme en camino por el sendero de ladrillos amarillos. Güay.
Uno: Soria, el ex, ha dimitido antes de coger su sinecura en el Banco Mundial (acojona el nombrecito ¿a que sí?). No me digáis que  no es buena noticia. ¿Ha dimitido? o... ¿le hemos dimitido? Cuando digo le hemos, me refiero a la presión mediática, a las redes sociales, a la opinión pública, a la sensatez del pueblo llano. Sí, le hemos dimitido. Pero no apurarse, el ex no pisará las oficinas del paro, no pasará hambre si sufrirá desprotección social de  ningún tipo. Tranquis. Ya saldrá otra oportunidad para buscar un huequito donde colocar a este santo y prenderle las posteriores velas.
Dos: Todos los partidos políticos están de acuerdo en modificar los plazos de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, para reducir el tiempo de campaña y que las próximas (¿?) elecciones no caigan el 25 de diciembre (zum, zum, zum...) ¿No es genial? Todos de acuerdo por una vez (y sin que sirva de precedente) para que nos podamos comer el turrón tranquilamente frente al belén tachonado de estrellas de papel de plata. ¿Quién dijo miedo?
Tres: Los mejillones son buenísimos para la salud, amén de ser baratos; una delicatessen al alcance de todos los bolsillos; un alimento rico que democratiza lo óptimo a precio de saldo, que es bueno para el corazón, tiene vitamina B12, proteínas, etc. etc... ¡Vivan los moluscos bivalvos! 
Aquí empieza mi recorrido optimista, mi fe en el género humano, que es capaz de lo peor, sí, pero también de lo mejor. ¿Con qué nos quedamos? Nos quedaremos con lo mejor, olvidaremos Auschwitz y los desahucios; olvidaremos los políticos corruptos y mediocres; olvidaremos a Caín y nos quedaremos con Abel. A bel qué pasa (perdón por el chiste fácil). Como diría Bobby McFerrin: Don´t worry be happy. ¿Ok?