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viernes, 18 de septiembre de 2009

SUPERLÓGICO

Lanús 1 - 0 River Plate
Sudamerinacana 2009 - Vuelta Fase preliminar.
Estadio Ciudad de Lanús - 17/09/09.


LANÚS: Caranta; Grana, Hoyos, Viera y Velázquez; Ledesma, Pellettieri, Fritzler y Blanco; Salvio y Salcedo. Luego Biglieri, Arce y Menéndez. DT: Luis Zubeldía.
RIVER PLATE: Navarro (6); Galmarini (4), Cabral (3), Coronel (3) y Orban (4); Barrado (5), Paniagua (3), Díaz (4), Buonanotte (4) y Ortega (5); Fabbiani (4). Posteriormente Abelairas (4). DT: Néstor Gorosito.
GOLES: Santiago Salcedo (LAN) 9 st.
ROJAS: Martín Galmarini (RP).
ARBITRO: Federico Beligoy (mal).
RESULTADO MORAL: Lanús 2 - River Plate 0.

Antes del partido una pregunta marcaba la incertidumbre previa. ¿Es posible ganarle por dos goles de diferencia a Lanús en el Sur?. Existían dos respuestas. Una, la lógica: No, bajo ningún punto de vista. La otra, la utópica: Si, si es que los milagros existen.
No me atrevería a refutar la existencia de los milagros. Pero si es que existen, ocurren muy de vez en cuando, sino no serían un negocio. River le debe a cada santo una vela. ¿Porqué la provindencia habría de favorecerlo con un suceso paranormal, como sería vencer a uno de los mejores equipos del país en su propia casa?. Si querés milagros, primero, hace méritos para ello.
La lluvia copiosa del Sur achicó disparidades, pero no disimulo lo evidente. Había en cancha dos equipos de categorías distintas. Uno que se la pasa al compañero, y otro que no la pasa. Uno que muestra variantes de juego, otro que directamente no juega. Uno que se defiende con la pelota, otro que no sabe que hacer con ella. Un conjunto que potencia sus individualidades contra otro que es un rejunte con figuras en decadencia.
Y tras la cortina de agua vemos irse otra Copa internacional más. Es muy frustrante asumir que esto es la cosa más lógica. Podrán decir que la Sudamericana es una copa de leche, un trofeo berreta, un torneo menor. Otros podrán argumentar que la Copa Sudamericana no le importa a nadie y que nunca estuvo verdaderamente en los planes. ¿Planes?, ¿Que planes?. Hoy River, ni siquiera, puede darse el lujo de decir que tiene uno para seguir.

jueves, 20 de agosto de 2009

A REMARLA

River Plate 1 - 2 Lanús
Copa Sudamericana 2009. Ida Fase preliminar.
Estadio Monumental - 19/08/09.


RIVER PLATE: Vega (6); Ferrari (5), Cabral (5), Coronel (5) y Villagra (6); Barrado (5), Musacchio (5), Archubi (3), Ortega (5) y Buonanotte (6); Fabbiani (5). Posteriormente ingresaron Gallardo (5) y Galmarini. DT: Néstor Gorosito.
LANÚS: Caranta; Arce, Hoyos, Viera y Velázquez; Salvio, Fritzler, Ledesma y Blanco; Salcedo y Lagos. Posteriormente Pelletieri y Biglieri. DT: Luis Zubeldía.
GOLES: Cristian Fabbiani (RP) 22 st. Eduardo Salvio (L) 34 st. Eduardo Salvio (L) 45 st.
ARBITRO: Sergio Pezzotta (bien).
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Lanús 1.

Vuelve River a la cancha. Vuelve Ortega a su casa. Vuelve el fútbol a los argentinos por fin. Pero también vuelve la misma sensación que nos ha acompañado en los últimos tiempos y la cual ya nos parece tan propia. La desilusión. Llega y nos roba la sonrisa. Viene y sin avisar nos vuelca un balde de agua fría en el cogote. A esta altura del partido, pedir explicaciones convincentes de porque ocurre lo que nos ocurre se parece mucho a una práctica masoquista.
Faltaban segundos para que el pitazo de Pezzotta sentencie un empate para nada beneficioso. Pero el pibe Coronel salió lejos y erró en el cálculo. Santiago Biglieri escapó con todo el campo a su favor, y ya pisando el área, hizo bien algo muy difícil: No ser egoísta. Lo vio solo a Salvio, y este, sometió a Vega con un toque colocado y de primera. 1-2 y a remarla en el Sur en la revancha. Por ahora la derrota es solo eso. Ojalá no sea un presagio de como viene barajado el semestre.
En el debut Sudamericano, River fue un cúmulo de insinuaciones. No se puede decir que jugó mal, pero sabemos perfectamente que estuvo lejos de hacerlo bien. Merodeó el área, amagó romper el molde con alguna gambeta de Buonanotte o algún pase de Ortega. Pero solo disparó con balas de fogueo, salvo a los 22 del complemento, cuando Fabbiani sacudió la valla de Caranta con un derechazo bajo. Fue ese el punto cúlmine de una noche con mucha paridad. A partir de allí, Lanús creció en silencio y gracias a un Salvio inspirado se llevó un partido de Núñez que ni siquiera esperaba.
Dejemos las ilusiones, las premoniciones y los análisis para mas adelante. Soñar en grande es un lujo demasiado caro para el River de estos tiempos. Solo esperemos que lo mas pronto posible, el cuadro mejore lo suficiente como para poder ganar el próximo partido.