domingo, 29 de mayo de 2011

TIEMBLO LUEGO EXISTO

Olimpo (Bahía Blanca) 0 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2011 - 16ª fecha.
Estadio Roberto Carminatti - 29/05/11.



OLIMPO: Tombolini; Casais, Bianchi Arce, Tejera y Domínguez; Castillón, Cobo, Aguirre, Galván y Rolle; Maggiolo. Posteriormente Longo y Furch. DT: Omar De Felippe.
RIVER
PLATE: Carrizo (6); González Pírez (6), Ferrero (6) y Román (6); Ferrari (4), Acevedo (3), Almeyda (4), J.M. Díaz (4) y Lamela (6); Caruso (4) y Pavone (4). Luego Cirigliano. DT: Juan José López.
GOLES: No hubo
ÁRBITRO:
Sergio Pezzotta -bien-

MAN
OF THE MATCH: Martín Aguirre (Olimpo)
RESULTADO MORAL:
Olimpo 0 - River Plate 0.


A los veintipico del complemento una muestra gratis del presente de River. Acevedo capturó un balón perdido en tres cuartos de campo propio. Lamela se le arrimó para el pase pero el volante levantó la cabeza y divisó el pique de Pavone 30 metros cancha arriba. Hacia él partió el bochazo y no hizo falta que lo rodeen 3 defensores aurinegros para marcarlo. Le erró como por 25 metros. "A bueeeee" de desencanto en las tribunas y frente al tele. Ojos cerrados y labio mordido reflejo de un desencanto tras otro.
River fue al Carminatti sabiendo que si ganaba salía de la Promo. Su pueblo rogó por un triunfo y por el alivio. Con los minutos corriendo comprendió que debía rogar porque la banda genere al menos una ocasión de gol. Minutos mas tarde, el ruego era para que sus jugadores procuren dar tres pases seguidos. Terminamos rogando para que -por lo menos- no se meta ningún gol estúpido en contra.
A ver Jota Jota. Con todo el respeto que merece su historia y su valentía para agarrar esta papa caliente, estaría bueno que pueda explicar una pregunta que retumba en la cabeza de los hinchas millonarios: ¿A que corno jugó River en Bahía Blanca?. Algo parece haberse roto definitivamente en un engranaje táctico que giraba aceitado en las primeras fechas. Y si está roto hay que cambiarlo, mi viejo. No caeremos ahora con la perorata de ser dignos de la historia, porque de indignidades ya estamos podridos. Ocurre que -hasta las manos como estamos- tal vez sea el momento de desatar el barco del muelle y lanzarse a la aventura de ir a buscar un resultado con un poco mas de gente de ataque. O sea, elegir ir y morir con las botas puestas, a quedarse y especular con un puntito que estira una agonía insoportable.
El partido en Bahía fue chiquito, bajito, feíto. Olimpo manejó con más orden su libreto y asomó siempre mejor plantado, en parte debido a la pésima noche de los volantes atrasados de River. Llegaron un par de veces con susto y dejaron apenas una mejor imagen, y nada más. ¿River?. Una defensa correcta y bartolera, un mediojuego insípido con Lamela solo en toda soledad, y dos delanteros, que si no hubieran estado, ni nos hubiesemos dado cuenta.

Veo negros nubarrones en el horizonte y el paraguas no se abre. Ojalá sople el viento (algún viento, cualquiera, el que sea, pero que sople) y despeje esta tormenta que pinta fea.

miércoles, 25 de mayo de 2011

TRES GOLES Y UNA OVACIÓN

River Plate 5 - 3 Vélez Sarsfield
Torneo Metropolitano 1972 - 27/02/72.



No nos es muy dificil hallar en el recuerdo la última gran ovación dedicada al Beto Alonso como futbolísta. Fue justamente en su último partido despedida en el año 1987 en aquel Monumental repleto. Resulta mucho más complicado encontrar la primera de todas ellas, y habría que ser muy fanático del rubro estadístico para consignarlo. Podría sospecharse que la misma ocurrió una tarde calurosa de febrero de 1972, en un Liberti no tan lleno, en un juego de mala muerte por la 1ª fecha del Torneo Metropolitano de ese año.
En Núñez se respiraba un clima contradictorio. Tenso pero siempre esperanzado. Existía un apuro desmesurado por que el proyecto de Didí se traduzca rápido en resultados, pero con la conciencia cierta de que era un proceso concebido para otra cosa y que contemplaba la inclusión de los elementos de la cantera y su inexperiencia a cuestas. Acelerado por la magnífica demostración de los pibes en el histórico superclásico de diciembre del 71 en la cancha de Racing. Uno de esos retoños prometedores era Alonso, quien había debutado meses antes frente a Atlanta en Villa Crespo. Didí lo había visto y se había enamorado de su zurda mágica pero aún lagunera. Era flaco como una varilla y usaba el pelo largo a la moda beatle. Esa tarde ante Vélez significaría la primera gran función suya con la banda roja, en un año particularmente inspirado en su carrera.

Fue una jornada de sentimientos encontrados para los millonarios. Del túnel visitante, vestido con una casaca blanca y la V azulada, asomó para jugar un rostro muy caro para el mundo River. Ermindo Onega volvía a actuar en Núñez, en este caso como visitante en su propia casa. Lo recibió un cerrado aplauso de la concurrencia y un recuerdo unánime del talento que durante tantas tardes había regalado. A la distancia podría interpretarse aquella tarde como la del pasó de mando, el cambio de guardia entre un talento en retirada y otro en ciernes.

La tarde movidita. Didí no andaba con chiquitas y mandaba al frente al equipo a como de lugar. River sacó ventajas rápido con dos impactos de Pinino Más, pero enfrente había un buen Vélez –subcampeón del Metro de 1971- y en un abrir y cerrar de ojos lo empató por medio de Carlos Bianchi y Alberto Ríos. A los 7 del complemento un balde de agua helada cayó sobre el estadio. Ermindo empalmó un voleo de zurda y la clavó en el ángulo del arco del Río de La Plata, dando vuelta el marcador. Fue el momento donde apareció la magia tan mentada. Como tantas otras veces luego.

A los 15, Alonso recibió internado en el área grande, abrió con el empeine zurdo levemente hacia fuera para hacerse el espacio y castigar abajó y al segundo palo del Gato Marín. 3 a 3. A la media hora, Atela volteó a Joaquín Martínez y el juez Mateo sancionó penal. No hubo nervios en el Beto, que acarició el esférico abajó y a la derecha del portero descolocado. Ya era la figura indiscutida de la tarde, pero lo ocurrido a 5 del final dio pié al hincha para pensar que dentro del cuerpo de ese flaquito de Los Polvorines, había un genio inconmensurable. Hubo un tiro libre en la posición ideal del zurdo. Alonso inclinó su cuerpo a 45 grados del suelo y el chanfle salió perfecto, dibujado como por un compás imaginario, viajando justo por encima de las cabezas de la barrera, para meterse en el ángulo mas lejano de un Marín volando para la foto. Alguien inició eso de “Aloooooooonnn, Aloooooooonnn,” que prendió rápido en todos los espectadores esa tarde. Sin saberlo, inauguraba un ritual que duraría más de una década.
Por River fueron Barisio; Jorge Vázquez, Dominichi, Larraigneé y Japonés Pérez; JJ, Merlo y Alonso; Joaquín Martínez, Morete y Más. Luego entró Marchetti En la puerta del túnel, Didí le dio a Alonso un abrazo y una caricia paternal. Ni mas ni menos, el pibe había cumplido con su pedido en la previa del partido: Que juegue como sabía.

Y sabía el pibe. Vaya si sabía.

domingo, 22 de mayo de 2011

MÉRITOS DE PROMOCIÓN

River Plate 1 - 1 San Lorenzo de Almagro
Torneo Clausura 2011 - 15º fecha.
Estadio Monumental - 22/05/11.


RIVER PLATE:
Carrizo (3); Ferrero (5), González Pírez (5) y Román (5); P. Ferrari (4), Cirigliano (5), Acevedo (4), R. Pereyra (4) y Lamela (5); Caruso (5) y Pavone (4). Posteriormente J.M. Díaz y Funes Mori. DT: Juan José López.

SAN LORENZO: Migliore; Luna, Tula, Bottinelli y Placente; J.M. Torres, G. Pereyra, Ortigoza y Romagnoli; Menseguez y Salgueiro. Luego Velázquez, J. Ferrari y Giménez. DT: Miguel Ángel Tojo.
GOLES:
Leandro Caruso (RP) 28 pt. Jonathan Ferrari (SL) 28 st.

ARBITRO: Pablo Lunati -regular-
ROJAS: Matías Giménez (San Lorenzo)
MAN OF THE MATCH: Leandro Romagnoli (San Lorenzo)
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - San Lorenzo 1.

Jonathan Ferrari cruzó la mitad de la cancha e hizo lo que hacen todos los rústicos en ese lugar: Se quitó la responsabilidad de encima con un tiro al arco, antes de arriesgar con un pase comprometido. Sacó un piffff inocente y fácil de controlar. Terreno apropiado para que aflore uno de los pocos defectos de JP como guardavallas. La displicencia. Saltó una enésima a destiempo y cuando el esférico pasó sobre su cabeza, ya descendía sin poder controlar. El fffffsssss de todo el estadio coronó su debácle en el fondo del arco. Se quería matar. Lo queríamos matar. Nos queríamos matar.
Cross al mentón y 1-1.
La realidad indica que después de largas fechas, hoy River vuelve a estar en promoción. Y no está allí únicamente por los errores de Carrizo. Básicamente la angustia lo abraza por un simple y contundente motivo: volvió a jugar ho-rri-ble. Sabrá Dios cual es la fórmula que saque a este equipo de un letargo que arrancó con aquella caída en casa ante el Tomba. Una cuestión parece quedar clara en todo este zafarrancho ingobernable: El sistema de cautela extrema está agotado, y los nombres propios que antes alcanzaban para dibujar alguna sonrisa, hoy solo sirven para pintar patéticas muecas de incertidumbre.
River patéo al arco dos veces en todo el partido. El balón le quema, la mente se le anula en nubes de nervios, la desesperación arrecia, la angustia no se soporta. San Lorenzo estaba entregando sin pelear demasiado un partido que se había abierto ok, con un bonito taco de Caruso. El regalo despabiló los fantasmas y coronó una semana en la que -entre lloriqueos y arranques de furia innecesarios- se hizo todo mal, desde el primero al último de los riverplatenses.
Por primera vez en toda la temporada, en vez de mirar primero la tabla de los promedios, miro la tabla de la B Nacional buscando tercero y cuarto en la clasificación. Es un acto inconsciente del cual me asusto. Se por supuesto que quedan cuatro fechas y que todavía hay enormes chances de enderezar el barco y evitar la temida promoción, lo se. Aunque a decir verdad (y en secreto para no alarmar más de la cuenta) estamos haciendo unos méritos bárbaros para que la guacha nos toque.

miércoles, 18 de mayo de 2011

LA REINA MOROCHA


Esta es la historia de la Reina Morocha. Obra de la gracia, o tal vez la casualidad, o a lo mejor del destino. Vino pululando libre como un papel, al que la nave invisible del viento arrimó a las canchas de polvo que circundan el Monumental. Allí germinó fecundo ese milagro llamado Gabriela, con el misterio en su mirada niña, con el carnaval en su sonrisa simple, con un girasol en las manos apto para trazar los arcoiris mas fulgurantes.
Esta es la alegoría de la monarca más humilde. Melena azabache, flaca de carácter tierno que desmentía en cada gesto su origen de niña bien. Delgada como un poste, martillaba tardes enteras una pelotita contra el frontón hasta que lo evidente se volvió inexorable. Tenía destino de crack, era un prodigio de talento innato, y que hacía inútil cualquier intento profesional de corrección de estilo. Ya lo traía de fábrica.
El tenis de Gaby era casi perfecto. Esbelta y estética, se desplazaba por el court con gracia, como si la llevaran volando bajito decenas de colibríes aferrados a sus hombros. Manejaba efectos y velocidades con admirable maestría, su juego de red era felino e inspirado, y su revés la combinación mejor lograda de elegancia y efectividad. Contrarrestaba así un servicio discreto que varias veces la dejó pagando, y una mentalidad firme pero carente del instinto asesino de las grandes campeonas, cosa que -a pesar de esos handicaps mencionados-, Sabatini fue.

Gaby tenía (tiene) cara de buena mina y a la gente le encanta que los buenos les vaya bien. Entonces el mundo se derritió a los pies de su juego y del carisma que regalaba con generosidad y sin esfuerzo, pero a la vez con mucho pudor. Su exuberante belleza latina la erigió en un icono de la feminidad dentro de un circuito que poco a poco comenzaba a transformarse en una turba de muchachas fortachonas, infladas a gimnasio e inyección hormonal.

Nacida el 16 de mayo del 1970. Hija de Osvaldo y Beatriz, hermana del Ova. Hincha confesa de la banda. Se hizo profesional a los 15 y enseguida armó un zafarrancho bárbaro en Roland Garros, cuando llegó a semifinales y tuvo que venir la veterana Chris Evert para poner las cosas en orden. Fue alta protagonista de una época irrepetible del tenis de mujeres. Sus duelos con Graff, Seles, Navratilova, etc, son inolvidables e irrepetibles. Llegó varias veces al cielo, y su cielo –paradójicamente- siempre estuvo en Nueva York. Allí ganó 2 Masters, en 1988 ante Pam Shriver y en 1994 sobre Linsay Davenport. En 1990 dejó al mundo boquiabierto cuando venció a Steffi en la final del US Open.
Ganó 632 partidos, perdió 189. Triunfó en 24 torneos (las glorias contemporanas como Nalbandian, Del Potro, Gaudio, Coria apenas han podido superar los 10). Venció en Miami, Roma, Amelia Island, Boca Ratón, Hilton Head. Filderstad, Brighton, Sydney, Tokio, Buenos Aires. Se colgó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl. Fue además una gran doblista y, junto a Mecha Paz, Martina Navratilova, Steffi Graff y Brenda Schultz, sumó 12 campeonatos más a su currículum, incluidos Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos. Acumuló bien ganada una fortuna 8 millones de dólares en premios y se retiró antes de los 30, pidiendo que no nos sintamos tristes, porque ella estaba feliz.

Dijeron tantas cosas y ella nunca respondió. Agretas criticólogos que le buscaban el pelo al huevo, incluso hasta en lo único indiscutible de su juego: El talento. En sus constantes exigencias se les pasó su esplendor. No la disfrutaron y hoy la extrañan. Sabatini fue consecuente con su mente y llegó hasta donde tenía que llegar. Tal vez el exitismo que nos domina no le perdone que no haya llegado nunca al número 1 del mundo, cosa que habría ocurrido si hubiese podido manejar esa volea para match point que tuvo en la final de Wimbledon del 91 ante Graff. Pero ante tanta magia mostrada, eso –apenas-, pasa a ser un detalle de color.

Hoy anda ocupada con su línea de perfumes, su anónima caridad, y sus viajes por el mundo disfrutando lo que no pudo cuando niña y adolescente. Muy de tanto en tanto aparece en alguna cancha o en alguna nota y su luz encandila, dejando todo lo demás en un plano secundario. Le basta apenas una sonrisa vergonzosa y unas pocas palabras robadas a la timidez para renovar el eterno encanto. Es que la Reina morocha (o la mejor deportista mujer de la historia de nuestro país) sigue tan vigente como siempre.

domingo, 15 de mayo de 2011

REZO POR VOS

Boca Juniors 2 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2011 - 14ª fecha.

La Bombonera - 15/05/11.



BOCA JUNIORS: Luchetti; Rodríguez, Caruzzo, Insaurralde y Monzón; Chávez, Somoza, Colazo y Riquelme; Mouche y Palermo. Posteriormente Viatri, Erviti y Noir. DT: Julio Cesar Falcioni.
RIVER PLATE: Carrizo (3); Ferrero (6), Maidana y Román (4); Ferrari (4), Acevedo (4), Almeyda (6), Pereyra (4) y Lamela (4); Funes Mori (4) y Pavone (4). Luego González Pirez (4) y Lanzini. DT: Juan José López.
GOLES: Juan Pablo Carrizo -en contra- (BJ) 27 pt. Martín Palermo (BJ) 30 pt.
ARBITRO: Patricio Loustau (mal)
ROJAS: Matías Almeyda (River Plate), Clemente Rodríguez (Boca Juniors)
MAN OF THE MATCH: Martín Palermo (Boca Juniors)
RESULTADO MORAL: Boca Juniors 1 - River Plate 0.

Escupo en caliente porque a veces es bueno descargarse. ¿Hay bronca?. Si, mucha, obviamente. ¿Hay tristeza?. Si, toda la que se imaginen. ¿Hay julepe?... y para que mentir. Pero sobre todas las cosas atrona en la cabeza una sensación de impotencia que paraliza la razón. Y esa incertidumbre de cara al futuro duele más que 10 clásicos juntos.
Enfurece que te ganen así. Sin hacer ningún esfuerzo. Con un centrito, un empujoncito, una desatención carísima. Con otro ollazo, con un rebote y otro más, una pelota perdida que pica ante la pasividad general para el olfato del goleador. Y mientras allá enfrente te matan en cada centro a los agarrones y empujones, acá te embocan dos veces ¡¡¡en el área chica!!! como solo a los giles le pasa. Vaya un par de macanas por tantos milagros JP. Sin reproches esta vez.

River tuvo en el arranque el tramite en su puño en La Boca, mas concentrado y mejor plantado. Pero cuando en tres minutos el juego se rompió, jamás pudo volver. Lamela y Funes Mori individualistas, Pavone siempre atosigado, Ferrari, Pereyra y Acevedo intrascendentes. Cuando a los 10 del segundo tiempo, Monzón revoleó en la línea un toque al gol de Pavone, inconscientemente la persiana se bajó. Boca sacó a relucir las mañas de sus experimentados y jugó a perder tiempo sin pasar demasiados sobresaltos.

Hemos entrenado la paciencia y el aguante. Soportaremos todo. Las sobradas de un mediocre como Clemente Rodríguez, las declaraciones tribuneras de Falcioni, las carcajadas socarronas, los cartelitos jorobando con la promoción, la prensa alcahueta, el buitraje. Nos sobra grandeza para hacerlo. El temor reside en la propia respuesta ante el mazazo, y si el temperamento y la calidad del equipo podrán estar a la altura de las circunstancias.

Hago mi apuesta. Creo que zafaremos pese a todo. Apuesto al espíritu de un tipo como Almeyda que les besa la camiseta en la cara. Apuesto a la historia. Apuesto al talento que deberá aparecer. Apuesto a la fortuna, que si quiere dar una mano será bienvenida. Apuesto. Todavía hay tiempo, y la calculadora aún sonríe.

viernes, 13 de mayo de 2011

NOLO FERREIRA

River Plate 1933 / 34 - 36 partidos - 15 goles - 0 títulos


La fiebre compradora que invadió a River en los comienzos del profesionalismo tiene dos nombres insignia: Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra. Pero no fueron los únicos. Existe una tercer figura rutilante de aquellos años que el flamante millonario arrimó a sus filas conmoviendo la opinión pública: Manuel Ferreira. Hoy podrá decirse en la comparativa que su paso por Alvear y Tagle fue sin pena ni gloria, pero es justo reconocer que en ese momento su estrella ya no poseía el brillo de los mejores años.
Cuando lo incorporó a mediados de 1933, Ferreira ya era un jugador de clase comprobada. Fino, punzante, atrevido, inteligente. Ya era el “Nolo”, apodo cariñoso impuesto por los hinchas de Estudiantes de La Plata, equipo del que fue genio y figura durante la parte final del amateurismo y las dos primeras campañas del fútbol rentado. También ya era “el piloto olímpico”, mote adquirido luego de las formidables campañas de la Selección Argentina de “los chacareros”, ganando los torneos Sudamericanos del 27 y 29, y dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Amsterdan del 28 y el Mundial de Uruguay en 1930.
Con 28 años, Nolo llegó a River con toda la pompa, dispuesto a demostrar que era capaz de demostrar su temperamento para conducir el ataque y su categoría en la gambeta y en el toque, en un club que tenía exigencias en todos los partidos. Pudo hacerlo a cuentagotas. Ya traía consigo una molestia crónica en una de sus rodillas que le mermaba el rendimiento y que a la postre lo obligaría a abandonar el fútbol antes de tiempo.
Debutó en River el 25 de junio de 1933. El millonario le ganó a Talleres de Remedios de Escalada 4-2 en el estadio de la Avenida Alvear. Por pases suyos Bernabé festejó dos de sus tres goles esa tarde. Fue este el preludio de una sociedad que no se dio. Ambos funcionaban óptimos valiéndose de sus poderes individuales, pero rara vez en los dos años que actuaron juntos pudieron ser un tándem temible. Nolo hizo 15 goles con la banda roja. Se le recuerdan algunos partidos de alta factura, como el 3-1 a Boca de 1933, cuando River con 10 jugadores evitó la vuelta olímpica del xeneize en ese campeonato, pero fue demasiado intermitente como para ser determinante.
River Plate coronó dos campañas flacas en 1933 y 1934 y Nolo cargó con buena parte de las culpas. En el primer juego del torneo de 1935 debutaron en River dos jugadores de las inferiores llamados José Manuel Moreno y Adolfo Pedernera. Ellos eran el futuro del Club y en él, Ferreira no está contemplado. Nolo retornó entonces a Estudiantes para jugar cobijado en el cariño de los suyos sus dos últimas temporadas en primera. Se retira con toda la gloria en 1936 aún con hilo en carretel.
Vivió una vida plácida, dedicado a su trabajo de Escribano público y a las asiduas colaboraciones periodísticas que realizó en distintos medios gráficos y radiales, cubriendo sudamericanos y mundiales. Su vida se apagó el 29 de julio de 1983 en un hospital de la ciudad de Barcelona, víctima del cancer.
Había nacido en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires el 22 de octubre de 1905, 4 años después que en un incierto local del Barrio de La Boca lo hiciera el glorioso River Plate. En ese tiempo había que ser realmente muy bueno para llegar del profundo interior del país y sobresalir como él lo hizo. Hoy, a mas de un siglo de su nacimiento, una calle y el predio del Club Argentino de Trenque Lauquen, llevan su nombre. Algo hizo para merecerlo.

martes, 10 de mayo de 2011

EL FAMOSO DOPING DE CENTURIÓN


Camiseta roja arremangada, pantalones rojos, medias blancas. Ramón Miguel Centurión le estrechó la mano a un adversario, se secó la transpiración de la frente y levantó los brazos en saludo de despedida. Tibios aplausos bajaban desde las tribunas cubiertas en forma discreta. Habrá descendido los escalones del túnel comentando el partido, satisfecho por la victoria. Alguien le habrá avisado “Te tocó el antidoping”, y se habrá ofuscado apenas, más por la molestia de ese trámite engorroso que le demoraría más de la cuenta la ducha reparadora y el encuentro con los suyos. Se habrá ido del Monumental escuchando algún grito de ánimo y algún pedido de autógrafo. Jamás se le habrá cruzado por la cabeza que nada mas en su carrera volvería a ser igual.
El 24 de agosto de 1986 River Plate le ganó a Temperley 3-1 (2 de Alonso y Ruggeri) por la 7ª fecha de la Temporada 1986/87. Días más tarde, una bomba surgida en el seno de AFA explotó en Núñez. Ramón Centurión había dado positivo de altas dosis de metanfetamina en su control antidoping. La suspensión que le cabría sería de un año sin jugar. El tiempo fue poblando de enigmas un caso que dejó para toda la historia al goleador sucio como una papa. No debe ser lindo que todo el mundo te llame falopero, sobre todo si uno se considera inocente. Tal vez por eso, y con las ataduras de la propia censura aflojadas por los años, es que Ramón se animó a confesar su verdad. Aquella que dice que a la droga se la pusieron, y quién lo hizo fue un compañero de plantel.
Centurión jamás confesó oficialmente –y tal vez nunca lo haga- el nombre del compañero en cuestión, pero nadie duda que hace referencia a Juan Gilberto Funes. Todos los argumentos deslizados en entrevistas son vagos, incomprobables y agarrados de los pelos. Darlos por cierto es cuanto menos irresponsable, sobre todo por la ausencia física de uno de los involucrados.
Las siguientes son algunas frases proferidas por el santafesino referidas a la cuestión: “Por respeto a la familia no doy el nombre, pero a mi me cagó un compañero que tenía que jugar”. “Yo fui al doping con Alzamendi, ¿Te pensás que si no estaba limpio hubiera ido?, si por no presentarte al control de daban 4 partidos”. “Nadie cambió los frascos ¿Qué pasó?, y… Cuando termina el primer tiempo, a vos te tiran una botella con agua y la agarrás. ¿Qué sabés si el tipo no le había puesto algo al agua? Concentrábamos en River, no en un hotel. ¿Qué sabés si no me puso algo en el agua del mate? Me quiso cagar y lo logró”. “Yo siempre tuve mis sospechas, pero me terminó de cerrar todo el día que escuche algo que se le escapó al Tolo Gallego”.
Según Centurión, Gallego leía un diario cuando se anotició del doping positivo del uruguayo Diego Aguirre, que era compañero del Búfalo en Olympiakos de Grecia. Al saberlo exclamó sin percatarse de la presencia de Centurión: “!Que hijo de puta¡. Debe haber sido … (Funes) otra vez”.
Centurión había arribado a River a principios de 1986. Llegaba de Boca donde había tenido muchos líos con la barra brava. Se acopló rápido a un club con otro estilo e idiosincrasia. La venta de Francescoli le reportó muchos minutos en cancha, que fueron recompensados con goles y buen juego en la Copa ganada en el 86. Era un delantero difícil de clasificar. Tenía habilidad, tenía carácter, repentizaba, era dúctil pero a la vez potente, fuerte de arriba y con buen olfato. Su lugar en el equipo no tuvo discusión hasta la llegada de Funes para la fase final de la Libertadores. El puntano entró con el pié derecho y sus goles en las finales ante América de Cali lo afirmaron como titular e ídolo. Sin embargo tenía en Centurión un competidor fuerte para el puesto. Pasó a Grecia en 1987. Mas tarde volvió a Vélez Sarsfield y estuvo coqueteando con Boca Juniors cuando le detectaron una anomalía cardíaca que lo retiró del fútbol y le quitó la vida en 1992.
El affaire del doping sucedió en la previa del arranque del triangular de la segunda fase de la Copa. Centurión fue suspendido en el torneo local, pero pudo continuar actuando en la Libertadores. Debido a esto, viajó a Japón para preparar el cotejo ante Steaua de Bucarest. Allí le comunicaron que también quedaba descartado para el choque final. Esa fue una de las jornadas mas felices en la historia de River, solo una persona no estaba del todo contenta ese mediodía de Tokio. Ese era Ramón Centurión. Luego del parate volvió e incluso conquistó algunos goles importantes (el 2-1 a Boca en la final de la Liguilla de 1989), pero cargaba sobre sus hombros un peso difícil de soportar. Pasó por Estudiantes de La Plata y se retiró en el club que lo vio nacer. Unión de Santa Fe.
Los argumentos de Centurión podrán o no parecer disparatados. En todo este meollo es bueno consignar un par de datos de la realidad, que en el análisis de los acontecimientos pueden tener una gran trascendencia: Juan Gilberto Funes no jugó esa tarde ante Temperley. Es más, Funes ni siquiera había debutado en River Plate cuando el hecho ocurrió. Lo hizo 27 días después, el 21 de Septiembre, ante Independiente por el torneo local. 4 partidos fue Funes suplente de Centurión en la Copa, recién le quitó el puesto en el famoso desempate ante Argentinos en cancha de Vélez.

domingo, 8 de mayo de 2011

¡DANGER!

River Plate 0 - 2 All Boys
Torneo Clausura 2011 - 13ª fecha.
Estadio Monumental - 08/05/11.



RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrero (5), Maidana (5) y Román (4); Ferrari (4), Ballón (5), Almeyda (5), Pereyra (4) y Lamela (6); Funes Mori (4) y Pavone (4). Posteriormente González Pirez (5), Buonanotte (4) y Lanzini. DT: Juan José López.
ALL BOYS:
Cambiasso; Rudler, Casteglione, Domínguez y Soto; Rodríguez, Sánchez, Barrientos y Zárate; Matos y Gigliotti. Luego Rimoldi y Fabbiani. DT: José Romero.
GOLES: Emanuel Gigliotti (AB) 37 pt. Juan Pablo Rodríguez (AB) 46 st.
ARBITRO: Gabriel Favale -mal-
MAN OF THE MATCH: Nicolás Cambiasso (All Boys)
RESULTADO MORAL: River Plate 3 - All Boys 1.

Aunque cada vez lo parezca menos, el fútbol sigue siendo un juego y aquí (como en todo juego) el azar continúa teniendo la última palabra. Y cuando no ligás, no ligás. Aguardamos ansiosos y expectantes las cartas para esta mano y en la orejeada descubrimos dos cuatros y un cinco de distinto color. Bareiro en la hora mete la cabeza y le da a Olimpo la victoria con 10. Tigre resuelve fácil su pleito con Colón en Victoria. Boca gana en La Paternal con Palermo otra vez en racha. Todo hubiera sido irrelevante si All Boys no se hubiera disfrazado de verdugo y nos dejara con la boca abierta de la incredulidad y con el bocho lleno de preguntas. No hubo señales positivas en ningún momento y el weekend millonario no dio ni para mentiras.
Hemos visto miles de partidos donde quien es peloteado largo y tendido termina festejando. Así y todo sigue resultando difícil de explicar el porque. De principio a fin River fue más. Exigió a Cambiasso a efectuar atajadas extraordinarias para mantener virgen una valla que siempre tambaleó. Lo hizo con bastante ímpetu y con mucha ceguera, canalizando la presión en nervios y sin darse el mínimo tiempo para pensar el camino a seguir. All Boys argumentó su planteo con una solidaridad encomiable y una precisión brutal a la hora de aprovechar lo poco que generó. Una vez hecho el daño, cabeceó, fouleó, demoró como lo hacen todos en esta circunstancia. Nuestra falta de jerarquía y escaza fortuna hizo el resto.
Será esta una semana para comerse la cabeza. Pensando en el clásico que viene y mirando a cuatro ojos la tabla de abajo. Resta un sprint final de 6 fechas y una cosa queda clara: Los directos están casi sentenciados para Huracán, GELP o Quilmes. Hay una miserable plaza de la Promo sigue dando vueltas como una bala perdida y somos varios los que estamos en la línea de fuego. Por eso es que suena la alarma y suena tan fuerte como hacía rato no sonaba. Suena y sería bueno que todos la escuchemos. Para meternos de una vez en lo que realmente importa y dejar de soñar sin ningún tipo de fundamento. Así las cosas ¿a alguien se le sigue pasando por la cabeza la idea de pelear el campeonato?
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jueves, 5 de mayo de 2011

EN BOSNIA TAMBIEN SE CONSIGUE


La Guerra de los Balcanes desmembró la antigua Yugoslavia. Y no fue precisamente una separación en buenos términos. Tantas particularidades poblacionales, tantas etnias disímiles, tantas religiones opuestas, terminaron por convertir a esa pequeña porción de tierra recostada sobre el Adriático en un polvorín en el cual se desangraron millones de personas, y que fue tierra fértil para que afloren varias de las peores miserias de las que el ser humano puede ser capaz.. Esta Guerra culminó lo que otra contienda había comenzado. La Segunda Guerra Mundial, saldada allí con la victoria de los partizanos de Tito, trajo consigo cambios muy drásticos en el estilo de vida eslavo. Las Repúblicas de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Serbia, Macedonia y Montenegro fueron anexadas para conformar un único país muy particular, que adoptó el modelo socialista, pero que no se circunscribió a los designios de Moscú.
El fútbol en la vieja Yugoslavia también vivió cambios drásticos. Las ligas de cada país (que simbolizaban la autonomía y la independencia de cada suelo) fueron disueltas, conformándose un único certamen oficial en el que predominaban los conjuntos de Croacia y Serbia. En las principales ciudades y en los pueblos mas pequeños, las actividades culturales se redujeron dramáticamente trayendo consigo la muerte de muchas instituciones. Varios clubes fueron prohibidos, varios de ellos se vieron obligados a desaparecer. El KSK Zrinjski de Mostar, nuestro River en Bosnia, fue uno de ellos.
Fundado en 1905 (les suena el año?) por un grupo de estudiantes bosniocroatas, El Hrvatski Športski Klub Zrinjski Mostar, tal su nombre completo, se convirtió en la entidad futbolística más antigua de Bosnia y participó desde sus albores en los campeonatos regionales del país. El terremoto provocado luego de la contienda mundial y el arribo de la nueva Yugoslavia obligó a cerrar las puertas definitivamente por una cuestión muy obvia: El Club -aglutinante de toda la etnia croata en la ciudad de Mostar- hubiera sido un enorme foco de resistencia a la autoridad imperante. Casi 48 años después, tras la eclosión del comunismo a nivel mundial, un grupo de memoriosos y soñadores, impulsados por la primavera liberal provocada por la ola independentista, reflotó aquella idea del viejo club truncado.
El Zrinjski de Mostar volvió a cobrar vida y desde allí no paró de crecer. Se enroló en la flamante liga de su país y ha obtenido desde entonces 2 torneos locales y una Copa Nacional. Juega sus partidos con una hermosa casaca de banda roja que lo hace querible al instante, y que no es más que una adaptación libre del cuadriculado rojo y blanco que tanto distingue a los croatas en el mundo entero
.
Tal vez todos conozcamos Bosnia por el escalofriante sitio de Sarajevo y por los horrores de una guerra fracticida que desangró entero a un país, y de la cual todavía no se ha recuperado. Tal vez sean menos los que ubiquen a la ciudad de Mostar, pequeño municipio de 120.000 habitantes, situado a la vera del río Neretva, y que recibe su nombre por el famoso puente Stari Most, y que es un símbolo de la lucha independentista. Pero para los millonarios, Bosnia y Herzegovina guarda además el secreto de otra banda roja que aflora en el mundo. Una banda roja que, por más nombre difícil que tenga, banda roja queda.

martes, 3 de mayo de 2011

CAMPAÑA 1955


El 16 de Junio, bombas caen sobre la Plaza de Mayo. Las arroja la Marina sublebada buscando matar a Perón. No lo logran, pero si ciegan la vida de centenares de inocentes. Esa noche, grupos peronistas incendian la Curia Porteña. La situación no da para más. En Septiembre otro alzamiento, mucho menor a éste, termina con el primer ciclo del General en el poder. Cañonera paraguaya y exilio. En Estados Unidos, Martin Luther King lidera el Movimiento por los Derechos Civiles de los afroamericanos. Polonia, Albania, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Hungría y la URSS firman el Pacto de Varsovia. En Anaheim, estado de Florida, abre sus puertas el Disney World. Mueren José Ortega y Gasset, Alexander Flemming y Albert Einstein. Comandando un Mercedez Benz, Juan Manuel Fangio gana otro Mundial de F1.
Es otro año exitoso para River Plate. Pipo Rossi retorna de su experiencia en Colombia para ser de nuevo el patrón del mediocampo. Es la temporada consagratoria de Enrique Omar Sívori, confirmado como titular luego de su debut la campaña anterior, siendo el goleador del equipo con 11 tantos. Ese año se licita la construcción de la cuarta tribuna del Monumental, que se financiaría con su venta a la Juventus 2 años mas tarde. River le saca 3 puntos de ventaja a su escolta, Racing Club. Se asegura en campeonato una mañana en La Bombonera, ganando el superclásico por 2-1 y tomándose revancha de un doloroso 0-4 en la primera rueda en la cancha de Racing. Es el tercer título en cinco años, pero lo mejor aún estaría por venir.

CAMPEONATO AFA 1955

1- Tigre 1-0 - Vernazza.
2- Chacarita Jrs. 2-2 - Loustau, Molinari (ec) / Costa, Esquide.
3- Gimnasia (LP) 3-2 - Labruna (2), Loustau / Loiácono, Papa.
4- Newell's O.B. 1-0 - Loustau.
5- Huracán 3-2 - Menéndez, Sívori, Loustau / Montaño, Filgueiras.
6- Ferro C.O. 2-1 - Labruna (2) / Piovano.
7- Lanús 2-2 - Vernazza (2) / Reynoso (2).
8- Independiente 1-0 - Vernazza.
9- Platense 1-2 - Gómez / Sayago (2).
10- Estudiantes (LP) 2-0 - Sívori (2).
11- Rosario Central 2-2 - Sívori, Loustau / Cazaubón (2).
12- San Lorenzo 4-2 - Vernazza (2), Labruna, Gómez / Benavídez, Sanfillippo.
13- Vélez Sarsfield 0-1 / Sansone.
14- Boca Juniors 0-4 / Navarro (2), Pizzutti, Cucchiaroni.
15- Racing Club 2-2 - Gómez, García Pérez (ec) / Rodríguez, Maschio.
16- Tigre 0-0.
17- Chacarita Jrs. 3-1 - Menéndez (2), Labruna / Pavez.
18- Gimnasia (LP) 2-0 - Sívori, Labruna.
19- Newell's O.B. 2-2 - Menéndez, F. Vairo / Ramaciotti (2)
20- Huracán 2-1 - Menéndez, Rossi / Montaño.
21- Ferro C.O. 1-1 - Menéndez / Berón.
22- Lanús 1-0 - Zárate.
23- Independiente 0-0.
24- Platense 2-1 - Prado, Sívori / Sayago.
25- Estudiantes (LP) 2-1 * - Gómez, Zárate / Rolando.
26- Rosario Central 2-1 - Sívori, Vernazza / Massei.
27- San Lorenzo 1-0 * - Zárate.
28- Vélez Sarsfield 5-2 - Zárate (2), Sívori, Gómez, Labruna / Ferraro (2).
29- Boca Jrs. 2-1 - Labruna, Zárate / Etcheverry.
30- Racing Club 2-2 - Sívori, Gómez / Blanco, Simes.

* Ambos partidos fueron suspendidos por incidentes. En los dos, River ganó los puntos.


GOLEADORES:
Enrique Omar Sívori 10- Ángel Amadeo Labruna 9- Santiago Julio Vernazza 7- Walter Gómez 6- Roberto Oscar Zárate 6- Félix Loustau 5- Norberto Menéndez 5- Federico Jorge Vairo 1- Néstor Raúl Rossi 1- Eliseo Prado 1- Marcelino Molinar (Chacarita Juniors -EC-) 1- José García Pérez (Racing Club -EC-) 1.


FORMACIÓN BASE: Amadeo Carrizo; Alfredo Pérez y Federico Vairo; Oscar Mantegari, Néstor Rossi y Gilberto Sola; Santiago Vernazza, Enrique Omar Sívori -Eliseo Prado-, Walter Gómez -Norberto Menéndez- , Ángel Labruna y Félix Loustau -Roberto Zárate-.