La Selección Argentina se debatía por sobrevivir en el Mundial de Alemania. El país estaba expectante por la –mala- salud de su Presidente Juan Domingo Perón. Y entre tanta convulsión interna, Montoneros, Triple A, Rucci, Isabel y López Rega; River y Boca salían de gira por el interior, como artistas consagrados promocionando un disco nuevo.
El Tour superclásico (nomenclatura inventada por quién esto escribe, claro está) tuvo a Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Santa Fe, Bahía Blanca y Cipolletti, como ciudades elegidas. Los partidos se jugaron en estadios precarios y abarrotados por un público expectante y emocionado por ver a sus héroes jugando en su tierra. La idea, manejada por Aragón Cabrera y el Puma Armando tenía una sola finalidad: La recaudación; Mas allá de medirse con el rival eterno, en épocas de parate por la disputa de la Copa del Mundo en Europa.
La primera parada de la ronda fue en San Miguel de Tucumán. Fue la noche del martes 16 de abril, en plena disputa del Torneo Oficial de AFA. En la cancha de Atlético Tucumán, River le ganó a Boca 2-1 con dos tantos de Carlos Morete. El Puma, hacía 15 días se había despachado con un triplete ante el xeneize en el Monumental por el Metropolitano. Letanú descontó sobre el final para el cuadro que orientaba Rogelio Domínguez. Teodoro Nitti arbitró y expulsó al Chino Benítez.
Por esos días, River y Boca mostraban caras muy dispares. River era un equipo en decadencia, con jugadores devaluados y aplastados por el peso de 17 años sin salir campeón, y con la inminencia del cierre del segundo ciclo de Pipo Rossi como entrenador, tras un nuevo fracaso por llegar a las finales del Metro. Boca, en cambio, estaba gestando un equipo de alto vuelo (Potente, Ferrero, García Cambón, Trobbiani, Mané Ponce) que quedaría en la memoria de su hinchada, pese a que no logró dar vueltas olímpicas.
El estadio de Central Córdoba de Santiago del Estero fue la sede del segundo choque entre los colosos del fútbol Nacional, el 4 de junio de 1974, también martes por la noche. Estaba en juego la Copa “Madre de Ciudades” y ante 15.000 personas, Boca se impuso 2-0 con tantos de Enzo Ferrero y Ramón Ponce. El arbitro fue Oscar Veiró.
River volvió a vencer a Boca la tarde del sábado 15 de junio en la Tacita de Plata de Jujuy. Fue 2-0 con tantos de Víctor Marchetti y Carlos Morete. Y repetiría el éxito la noche del jueves 20, en el Cementerio de los Elefantes de Colón. En este caso el triunfo millonario fue por 1-0 con un gol convertido por Ernesto Mastrángelo a los 20 minutos del segundo tiempo, un hombre sumamente efectivo en los clásicos, sin distinción de camisetas.
La ronda se estiró hasta Bahía Blanca. El partido se jugó el domingo 23 de junio en el estadio Roberto Carminatti de Olimpo. Fue el único empate de la gira. 0-0. Fueron a los penales y Boca se impuso por 5-3. Mostaza Merlo falló su penal ante Rubén Sánchez. Previamente, Passarella, Pena y Avanzi por River, y Mouzo, Carregado, Letanú, Ponce y Ferrero por Boca, habían señalado los tantos en la definición.
El último de los partidos se realizó en la ciudad rionegrina de Cipolletti. Fue el domingo 30 de junio de 1974. A falta de 15 minutos para el cierre, un impacto de Juan José López le dio la victoria a River por 1-0. Triunfo que peligró cuando, sobre el final, el juez Roberto Barreiro sancionó un penal para Boca, que fue ejecutado en forma desviada por Mané Ponce.
Como antecedente se puede citar lo ocurrido en 1993, cuando River y Boca se enfrentaron 4 veces en menos de un mes en partidos de verano. Pero si se tienen en cuenta los cotejos oficiales del Metropolitano 74 (2-5 y 3-1) y el Nacional 74 (0-1 y 1-1), mas el superclásico de verano, jugado en el estadio General San Martín de Mar del Plata (0-0), Millonarios y xeneizes se enfrentaron ese año un total de 11 veces. Una exageración, sobre todo en tiempos donde la televisión no había comenzado su negocio.
El Tour superclásico (nomenclatura inventada por quién esto escribe, claro está) tuvo a Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Santa Fe, Bahía Blanca y Cipolletti, como ciudades elegidas. Los partidos se jugaron en estadios precarios y abarrotados por un público expectante y emocionado por ver a sus héroes jugando en su tierra. La idea, manejada por Aragón Cabrera y el Puma Armando tenía una sola finalidad: La recaudación; Mas allá de medirse con el rival eterno, en épocas de parate por la disputa de la Copa del Mundo en Europa.
La primera parada de la ronda fue en San Miguel de Tucumán. Fue la noche del martes 16 de abril, en plena disputa del Torneo Oficial de AFA. En la cancha de Atlético Tucumán, River le ganó a Boca 2-1 con dos tantos de Carlos Morete. El Puma, hacía 15 días se había despachado con un triplete ante el xeneize en el Monumental por el Metropolitano. Letanú descontó sobre el final para el cuadro que orientaba Rogelio Domínguez. Teodoro Nitti arbitró y expulsó al Chino Benítez.
Por esos días, River y Boca mostraban caras muy dispares. River era un equipo en decadencia, con jugadores devaluados y aplastados por el peso de 17 años sin salir campeón, y con la inminencia del cierre del segundo ciclo de Pipo Rossi como entrenador, tras un nuevo fracaso por llegar a las finales del Metro. Boca, en cambio, estaba gestando un equipo de alto vuelo (Potente, Ferrero, García Cambón, Trobbiani, Mané Ponce) que quedaría en la memoria de su hinchada, pese a que no logró dar vueltas olímpicas.
El estadio de Central Córdoba de Santiago del Estero fue la sede del segundo choque entre los colosos del fútbol Nacional, el 4 de junio de 1974, también martes por la noche. Estaba en juego la Copa “Madre de Ciudades” y ante 15.000 personas, Boca se impuso 2-0 con tantos de Enzo Ferrero y Ramón Ponce. El arbitro fue Oscar Veiró.
River volvió a vencer a Boca la tarde del sábado 15 de junio en la Tacita de Plata de Jujuy. Fue 2-0 con tantos de Víctor Marchetti y Carlos Morete. Y repetiría el éxito la noche del jueves 20, en el Cementerio de los Elefantes de Colón. En este caso el triunfo millonario fue por 1-0 con un gol convertido por Ernesto Mastrángelo a los 20 minutos del segundo tiempo, un hombre sumamente efectivo en los clásicos, sin distinción de camisetas.
La ronda se estiró hasta Bahía Blanca. El partido se jugó el domingo 23 de junio en el estadio Roberto Carminatti de Olimpo. Fue el único empate de la gira. 0-0. Fueron a los penales y Boca se impuso por 5-3. Mostaza Merlo falló su penal ante Rubén Sánchez. Previamente, Passarella, Pena y Avanzi por River, y Mouzo, Carregado, Letanú, Ponce y Ferrero por Boca, habían señalado los tantos en la definición.
El último de los partidos se realizó en la ciudad rionegrina de Cipolletti. Fue el domingo 30 de junio de 1974. A falta de 15 minutos para el cierre, un impacto de Juan José López le dio la victoria a River por 1-0. Triunfo que peligró cuando, sobre el final, el juez Roberto Barreiro sancionó un penal para Boca, que fue ejecutado en forma desviada por Mané Ponce.
Como antecedente se puede citar lo ocurrido en 1993, cuando River y Boca se enfrentaron 4 veces en menos de un mes en partidos de verano. Pero si se tienen en cuenta los cotejos oficiales del Metropolitano 74 (2-5 y 3-1) y el Nacional 74 (0-1 y 1-1), mas el superclásico de verano, jugado en el estadio General San Martín de Mar del Plata (0-0), Millonarios y xeneizes se enfrentaron ese año un total de 11 veces. Una exageración, sobre todo en tiempos donde la televisión no había comenzado su negocio.