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miércoles, 20 de mayo de 2015

Casero (Zyklon B)

(Un poco cansados de tanta Literatura, tal vez de tanta Ficción, hemos buscado refugio en investigaciones, estudios e historia. El marqués y la esvástica. César Gonzáles-Ruano y los judíos en el París ocupado, nos ha dado tal ración de Realidad que nos ha dejado el contador a cero. Volveremos a la Literatura)



En el París ocupado hubo alguien que estafó a judíos para matarlos. Incluso tenía algún punto en común con Ruano: era un hombre culto, aficionado a las antigüedades y a los libros. Ejercía la medicina y aprovechaba la confianza que inspiraba su profesión para atraer a judíos ansiosos de escapar de París. Les cobraba unos 25.000 francos, supuestamente para financiar los gastos de los guías de la frontera, la estancia en lugares clandestinos, los papeles falsos y el soborno a gendarmes y aduaneros corruptos. Una vez recibida esta suma los recibía en su consulta, instándolos a que llevasen una sola maleta con sus pertenencias más valiosas. Después los encerraba en una habitación que había creado al efecto y les aplicaba una inyección letal (otros dicen que los gaseaba con un Zyklon B de fabricación casera). Se deshacía de los cadáveres aplicándoles cal viva y por medio de un horno crematorio improvisado en el patio de su casa. Fue el mal olor que provenía de esa terrible combustión lo que delató sus crímenes.
Nos referimos al doctor Petiot.

El marqués y la esvástica
Rosa Sala Rose
Plàcid Garcia-Planas

jueves, 23 de abril de 2015

Gálvezton

Agua y más agua. Agua que rompe y agua que se aleja. Agua que nunca pregunta nada. Agua que a veces responde. 


The Jinx (Andrew Jarecki, HBO) nos trae a uno de esos personajes inolvidables, Robert Durst. Mentiroso, estrafalario, sibarita, sofisticado, con cierto humor Lecteriano. También nos trae policías mesiánicos, fiscales "botoxisadas", hermanos millonarios, descuartizamientos, disfrazes inverosímiles, cartas de ultratumba, hijastros vendidos, desapariciones. 

Durst decide huir o refugiarse o esconderse en Galveston. Uno de esos Fin del Mundo que existen, un lugar sin preguntas, sin más horizonte que el agua. Agua y más agua.


Tras la espectacular primera temporada de True Detective todo lo que lleve el apellido Pizzolatto ha entrado en el radar. En Galveston, su primera novela (anterior a la serie) Roy Cady se refugia en la tranquilidad desoladora de este pueblo texano. Solo el huracán puede traer los aires del pasado (ese pequeño corazón que late en nuestro interior) Agua que vuelve. Agua furiosa. Agua llena de respuestas.


Galveston se llamaba Gálvezton en honor a su fundador, Bernardo de Gálvez y Madrid, uno de esos tipos que nadie recuerda (pero si fue Virrey de la Nueva España!) uno de esos olvidados, uno de esos que el tiempo consume, que el agua erosiona, que lentamente desaparecen. Que fueron. 
Asi es Galveston.

miércoles, 16 de abril de 2014

Casi Noventa

Al acabarse el año 2013 empecé a añorar el año 1989. 
No fue instantáneo, no, no me llego con la última uva, ni en mitad del beso atropellado con sabor a cava que nos dimos con las campanadas de fondo. Me fue llegando de a poquitos, como un leve rumor de marea que deja su huella en la arena, espuma que marca las rocas, incansable, una y otra vez, bajo la azulada inmensidad del cielo, bajo la oscuridad iluminada de la noche. 
Empecé a sentir la presencia de esos recuerdos (¿o eran invenciones mías?) cada vez más, con mayor intensidad. De día creía ver señales en cualquier sitio, en un corte de pelo, en una canción; y de noche la cama se llenaba de saltos temporales. Cuando por fin cerraba los ojos (escuchaba el crujido, de hojas que se quiebran al ser pisadas, al bajar los párpados) volvía al ochenta y nueve, onírico y extraño; pero real, como esos sueños donde nadas y al despertar estás empapado de orina. 
¿Cómo puede añorarse algo de lo que no se tiene recuerdo? ¿Cómo puedes extrañar lo que nunca fue habitual? Me preguntaba yo, con ese toque de melodrama, de telenovela que tanto te gusta de mí. ¿Cómo puedo estar en 1989? Y tú me decías que no, que por ejemplo el mundial del 90 ya había pasado, que Alemania lo gano. Y yo abría los ojos y decía que siempre están los mismos jugando las finales. Y seguías leyendo la información que venía en la wikipedia. Y yo te escuchaba atento. Y tú te reías con la fuerza de la inconsciencia. Y yo me sabía bajando descontrolado por la colina, sin posibilidad de aferrarme a una roca, a una rama, para evitar la caída. 

Casi Noventa
Huber Moisa

lunes, 14 de abril de 2014

Salinger

El escritor Marco Antonio Palacios nos daba las claves del éxito en la literatura. Y nos hablaba claramente de los beneficios (esa columna de opinión semanal, esa columna como gran reconocimiento, como Fin Máximo). Desafortunadamente el señor Salinger ya era mayorcito para haberle hecho caso. 


Salinger, Salinger, Salinger. El ermitaño del bunker. El cascarrabias del paraguas. El Bartleby. El joven prodigioso que escribió El guardián entre el Centeno en medio de la guerra. El amante de las jovencitas. El Peter Pan putero. El padre nefasto. El hijo de puta que no siguió publicando a pesar de que todos los necesitamos.  
Mucha luz aporta el documental SALINGER 
Salinger

*Aquellos que escriben la historia están condenados a no vivir la suya* (Huber Moisa) 

viernes, 14 de febrero de 2014

Teoría (No) escrita

Uno de los milagros más sorprendentes (si, incluso dentro de la categoría Milagros, los hay unos más sorprendentes que otros) es el encontrar otro lector que haya leído (aunque en este caso podríamos decir No Leído) lo mismo que tú después de pasearse por las páginas de una misma novela. Rafael Reig intenta aportar algo de luz al Misterio del Significado de los Libros:


"Este era el problema de la lectura, proyectas sobre el texto la sombra de tus deseos o de tus temores, tu propia sombra que oscurece la página hasta que sólo lees lo que esperabas leer, y todo trata de ti, y si hay una mujer muerta, no puede ser una simple montaña, ni siquiera otra mujer, qué va, tienes que ser tú, tu propio cadáver, quién si no. Lees lo que no esta escrito y, a partir de ahí, construyes al autor a la medida de tu lectura. Porque no es el autor el que crea el libro, sino al contrario: es el libro el que, para ser leído, exige un autor y por tanto lo construye a su imagen y semejanza"

Lo que no está escrito 
Rafael Reig

domingo, 22 de diciembre de 2013

Cuidadin

Ginger Baker pertenece a ese selecto (yo aún diría más: Selectisimo!) grupo de Personajes Salvajes que nos recontrachiflan. Malencarado. Peligroso. Honesto a ratos, hijodeputa casi siempre. Respetado pero no admirado. Reo a la fuga. Batería excelso, padre infame. Ama los animales. Y deja enemigos por donde pasa. Viejo cascarrabias. Pelirrojo.


La búsqueda constante de la fuerza que nos impide parpadear, sucumbir al sueño. Esa quemazón, palpitar acelerado, ese fluir desbocado de nuestra sangre. El buscar, adelante siempre hacia adelante. El saber que las adicciones no se curan, no se eliminan, adicto siempre. Ser un mejor adicto. Ser el Adicto. Buscar la fuente, la pureza, buscar la metanfetamina azul. Buscar y buscar. Cada vez más puro, más sencillo, más lento. Más lleno. 



Poseedor de unos magníficos pómulos amenzantes, el señor Baker ha sido batería de Graham Bond Organization, Blind Faith, Cream, partener de Fela Kuti......

jueves, 14 de noviembre de 2013

Viajes

Cuando lo conocí él intentaba no convertirse en lo que termino siendo. Aunque esto sólo lo vine a comprender tiempo después, claro. Digo que intentaba no llegar a triunfar porque en ese triunfo residía su derrota. Esa victoria era desentenderse de todo Aquello que me Enseño (los discos, los libros, las películas) de las noches interminables de vodka y de las madrugadas aún más interminables de vodka (de la reserva secreta: el congelador del aristocrático piso familiar), olvidarse de ese anhelo loco por estar equivocado siempre. De ese Anhelo Loco por poder decir, ves como al estar equivocado yo tenía razón. 

Viajes y botines aunque parezca mentira es una buena combinación

Me grabó a un compilado en casete de Morralla Cósmica. Me asesoró legalmente en un despido (ojo! cuando era difícil que uno lo despidiesen), nos embarcamos en mil amanecidas y una vez fuimos bajados de un taxi al dudar de la honorabilidad del conductor (duda razonable tras varios miles de pesetas de taxímetro y un trecho largo aún por recorrer hasta nuestro destino) Luego pasaron esas cosas que algunos llaman La Vida y hasta hoy que:

Ahora asesora a un gobierno tercermundista sobre cosas complicadísimas. Extraña a sus hijos al estar fuera de casa por el trabajo. Vive en un pueblo de la sierra madrileña ("con quinientos vinilos y cerveza fría"). El vodka lo tienta a veces pero resiste. Me recomendó que leyese Viaje al final de la noche. 
Gracias

"cuando los grandes de este mundo comienzan a amarnos es porque van a convertirnos en carne de cañón"
Viaje al fin de la noche

"Decidí escribir para poder comprarme un apartamento"
Céline  

jueves, 1 de agosto de 2013

Una de Rumanos

A propósito de la fabulosa historia de los falsificadores de Ferraris les voy a contar una de Rumanos:

El Maradona de los Cárpatos es otro ejemplo mas de "Ferrari Valenciano"

En cuanto ajusticiaron a los Ceaucescu, los buscadores de tesoros se pusieron a trabajar. Las residencias, varias y lujosas, que tenían por todo el país empezaron a ser saqueadas. Los huaqueros se afanaban por encontrar cajas fuertes y dobles fondos. La "grandeza" de los sátrapas siempre se ha medido por su excentricidad, por sus caprichos y por su avaricia. Valía la pena el riesgo, pensaron. 

El hambre de riqueza (y también el hambre física) guió a nuestro descubridor a una estancia secreta. para su desgracia no había tesoro, estaba abarrotada de whiskey. Botellas por cientos, acumuladas sin ton ni son. Se necesitaría un San Fermin de unos seis meses para acabar con todas las existencias, según mis cálculos. Nuestro joven rumano indignado, con la barbilla temblorosa y las lágrimas más saladas que nunca, necesito varios minutos para asimilar todas esas botellas que habían acumulado mientras el pueblo pasaba hambre. Whiskey JB.

Para beber Jotabe no hace falta convertirse en dictador, hombre! 

Si, whiskey JB.

miércoles, 24 de julio de 2013

Arte Moderno

Ante la incredulidad de sus tías, primas y vecinos, la Junta le concedió una subvención para llevar a cabo, lo que el mismo definía como la Brutalización del Capitalismo. Aquel acto fundacional y reaccionario inauguraría, pensaba el artista, una nueva etapa histórica: el Consumismo Sentimental. (Todos los estudios posteriores descubrían como estos novedosos conceptos no eran más que actualizaciones semánticas de las ideas de Alfred Witsek y la comuna del 84)   

La obsesiva lectura de biografías lo llevo a la conclusión de que entre más admiraba al protagonista del libro, generalmente pintores, más interesante era su vida (aunque también ampliaba el espectro a políticos y árbitros de fútbol). Como él mismo era el material de trabajo podría llevarla a cabo, pensó y dejo escrito en su solicitud de subvención. Su gran obra inconclusa y fuente de frustración, mi ballena blanca, solía decir, era un cubo de mil ciento treinta y dos kilos de cocaína que debía exponerse en la plaza mayor de Salamanca. La falta de presupuesto y la "inoperancia de la casta política" fue lo que impidió llevarla a cabo.

Así pues, Néstor Osvaldo Garcimendi recibió ciento cuarenta mil euros para recrear La Vida Desaforada, "que la publicidad y el lobby judío quieren imponernos" (el entrecomillado era el subtítulo original. Fue retirado por misteriosas presiones). Grabaría su progresivo deterioro físico y mental al abandonar sus costumbres "ascéticas y cristianas". Si la vida es una gran obra mi gran obra será mi vida, es el título de un poema-río de ciento catorce versos alejandrinos que el mismo Néstor dejo como guía para futuros biógrafos y discípulos.   

El resultado lo pueden encontrar sin dificultad en los vídeos de youtube que él mismo sube. Aunque soporíferos no están exentos de humor, sobretodo en lo tratante a la utilización de las nuevas tecnologías en el fútbol. 

viernes, 7 de junio de 2013

La Masacre de Jonestown

La primera vez que oí hablar de la masacre de Jonestown fue a raíz de los Davidianos y todo lo que paso en Wako, Texas (Wako, dígase ue-i-ko, siempre se tiene que rematar con lo de Texas, dígase tek-sas. Es una ciudad con apellido, no vaya a ser que la confundamos con otra ue-i-ko) a mediado de los noventa. Una secta. Un Líder. Unos locos. Unos muertos. 


Jim Jones. Prodigios y milagros de un predicador apocalíptico. El título ya lo dice todo. El que quiera saber más del Reverendo lo tiene fácil. Las búsquedas arrojaran abundante material gráfico, de vídeo y audio. Especialmente sobrecogedor son las últimas palabras del reverendo, mientras hace que más de novecientas personas se envenenen y cometan lo que su anfetamínico y paranoide cerebro quiere: Un Suicidio Revolucionario.    


Lo edita esa editorial, que bajo la apariencia de una sociedad secreta, se dedica a revelar los mejores secretos de su tiempo, La Felguera. Una de las ventajas de habérselo comprado directamente a ellos es que te hacen llegar la Última Voluntad y Testamento del Templo de la Gente. 79/100 leo en la esquina superior derecha. Mi firma parece poco precio para lo que se me ofrece: La Vida Eterna.

martes, 26 de junio de 2012

Perno

"La historia era sencilla e inverosímil. Dos años antes de rodar El mariachi Robert Rodríguez viajó a México. Durante unos días vagabundeó por la frontera entre Chihuahua y Texas y luego bajó hasta el sur, hasta el DF, en donde se dedicó a tomar drogas y a beber. Cayó tan bajo, dijo Charly Cruz, que entraba en una pulquería antes del mediodía y salía sólo cuando cerraban y lo echaban a patadas. Al final terminó viviendo en un congal, es decir en un bule, es decir en un berreadero, es decir en la catera de las baldosas, es decir en un burdel, en donde se hizo amigo de una puta y de su chulo, al que llamaban el Perno, que es como si al chulo de una puta lo apodaran el Pene o la Verga. Este tal Perno simpatizó con Robert Rodríguez y se portó bien con él. A veces tenía que subirlo arrastrando hasta la habitación donde dormía, otras veces entre él y su puta tenía que desnudarlo y meterlo bajo la ducha porque Robert Rodríguez perdía el conocimiento con suma facilidad.Una mañana, una de esas raras mañanas en que el futuro director de cine estaba medio sobrio, le contó que unos amigos querían hacer una película y le pregunto si él se veía capaz de hacerla. Robert Rodríguez, como ustedes se imaginarán, dijo okey maguey y el Perno se ocupo de los asuntos prácticos.
El rodaje duró tres días, según creo, y Robert Rodríguez siempre estaba borracho y drogado cuando se ponía detrás de la cámara. Por supuesto, en los títulos de crédito no aparece su nombre. El director se llama Jhonny Mamerson, lo que evidentemente es una broma, pero si uno conoce el cine de Robert Rodríguez, su manera de hacer un encuadre, sus planos y contraplanos, su sentido de la velocidad, no cabe duda, se trata de él. Lo único que falta es su manera personal de montar una película, por lo que queda claro que en esta película el montaje lo realizó otra persona. Pero el director es él, de estoy seguro."


2666 
La parte de Fate
Roberto Bolaño


jueves, 31 de mayo de 2012

La Anguila

La Histeria se apodero del Mundo. Estaba claro que el Planeta no iba a explotar ni desaparecer. Pero algunos desconfiabamos ("y si...") y otros lo esperaban con impaciencia. Todos los discos pasaron a titularse "Las 100 mejores ______ del Milenio" y los libros se llenaron de miles de listas para hacer Antes de Morir. El Efecto Y2K iba a precipitar la venida del futuro de los Terminators. El Milenarismo iba a llegar arrasando y la ira de los dioses nos abofetaría como una señorita de película en blanco y negro justo antes de ser besada. 

Como algunos sabréis el Mundo no se acabo con la llegada del Nuevo Milenio. Y para celebrarlo nos lanzamos, en una inmersión asesina y colérica, hacia el Hermanamiento de la Humanidad.

Y entonces aparece La Anguila como víctima propiciatoria. 

Nadie le aviso: debajo del agua no se puede respirar

Durante casi dos minutos Eric Moussambani lucho con todas sus fuerzas contra la trampa mortal que El Comité Olímpico le había tendido. En un ataque de sadismo extremo,  el plan inicial consistía en ver como se ahogaban tres pero el caprichoso azar dejo solo a La Anguila ante una multitud enfervorizada que se dejaba la piel de las manos aplaudiendo y jaleando, ansiosas por ver, como se Hundía el Sueño Africano.


Eric Moussambani cumple hoy 34 años. Sigue teniendo el record de los 100 metros libres de Guinea, en donde transmite sus enseñanazas (el No Morir Ahogado) a los jóvenes. 
Ídolo y Referente

jueves, 29 de marzo de 2012

Paseito

Un paseo por el lado salvaje, es una maravilla. 


Dove Linkhorn no es más que un condenado a la desgracia, hijo de la América más profunda, un réprobo. Marginal de nacimiento, solo tiene una meta: largarse de su pueblo, llegar a la Ciudad, triunfar, es decir, ganar dinero. Un ignorante en todo sentido.

"En el sueño, su rostro parecía furtivo pero inocente, como el de alguien que ya ha sido condenado por un crimen que todavía no ha podido cometer por no haber crecido lo suficiente. Cuando creciera para cometerlo, descubriría cuál era el delito."


Nelson Algren (Titán! tendrá más adelante una entrada para el solito) no deja que la sórdidez del mundo en el que se desenvuelve la novela afecta a su prosa. Las situaciones, los personajes (chulos, putas, perdedores, borrachos) contrastan con el constante soplo poético que arropa las páginas (409) que vuelan al ritmo de canciones, las que aparecen en boca de todos los personajes, canciones gospel, canciones tradicionales, letras y versos que animan vidas grises, avocadas al llanto, al golpe de pecho.

"Y caminó tranquilamente y sin que lo vieran por delante de hombres hundidos y otros que se hundían: drogotas, negratas, tipos extravagantes y de miradas retorcidas; jovencitas, reinonas y putas raídas, Pedigüeños ulcerosos tullidos y cancerosos, vendedores ambulantes de lápices tuberculosos, borrachos tambaleantes. Gatos viejos y enfermos de todas partes que maullaban al pasar."


Algren nos muestra el otro lado del Sueño Americano. No es precisamente una pesadilla, es solo un sueño extraño, de indigestión. La noche y el día. Los callejones oscuros y las persianas bajadas. El camino curvo, no el recto. Donde los billetes desaparecen víctimas de los vicios, las amistades que vuelan, los bares, ah! los bares que bien los conoce Algren y que bien los describe,

" Gracias a su aire tan viciado, al pésimo whisky, a las bebidas tan caras y a que resultaba tan difícil llegar al local, todo el mundo iba al Dockery's Dollhouse noche tras noche mientras otros bares se quedaban vacíos.
Todo el mundo, claro, menos los agentes de la ley. A esos tugurios caóticos y torcidos, donde hasta el suelo se inclinaba ligeramente, nunca iba la policía. Cuando se oía el silencio  que avisaba de que se avecinaban problemas, el viejo cerraba los postigos hasta que pasaban los problemas".

Entendemos y compartimos la fascinación que a lo largo de los años ha generado esta novela

 
Lou Reed
Take a Walk on the Wild Side

jueves, 22 de marzo de 2012

Futuro Pasado

El sueño fue así:

Una ráfaga de Futuros frente a mí. 
Una sucesión de rostros. Imágenes sin parar, una detrás de otra, como un profesor que enloqueciera al pasar las diapositivas, que perdiera el ritmo, que ametrallara a sus alumnos con imágenes, imposibilitando así que tomen apuntes. Fabricando el suspenso.
Rostros que en algún momento conocí, algunos que Ame. (Amores consumados y quemados, amores que no prendieron, amores cobardes y amores imposibles, amores no natos y amores jubilados).
Rostros familiares y desconocidos. Rostros que al mirarlos me permitían, como un flash dentro del flash, ver un pasado. Un pasado del que yo era parte. Felicidad y tristeza. Sin ninguna dosis, un cóctel desequilibrado, una borrachera infame. Un Ying Yang girando descontrolado.
Claro que era un futuro mentiroso por improbable. Era un futuro que Nunca se cumpliría. Todo el pasado, el flash dentro del flash, ya había pasado sin mí. Eran Futuros Pasados.
No era premonitorio ni de advertencia. No era el fantasma de las Navidades Futuras el que venía a visitarme. No hay chance de cambio. Ya fue. No aceptamos el arrepentimiento para reducir la condena.
Rostros y Rostros, que con una solo mirada, a lo mejor alguna frase, me permitían conocer todo ese futuro que me perdí y ya nunca llegaría a ser.
Una vecina,  una compañera de clase, de trabajo, una chica del autobús. Rostros y Rostros desfilando ante mí, apareciendo de repente, como sucede en los sueños, sin explicación sin un porque, sin un orden. No había botón de pausa. Ni de rebobinar o adelantar. Un zapping demencial.
Aunque había algunos Futuros bastante Buenos, me alegraba estar en un sueño, de la imposibilidad de que se cumplieran. Los Futuros Malos tampoco estaban mal. Pero igualmente me alegraba de no haber formado parte de el.
El Futuro no para de suceder.
 
Un mal cuerpo me acompaño todo el día, una especie de resaca palpitante, sin dolor de cabeza, sin la euforia de la borrachera.
Supongo que será el cumplir años. Y el quedarme dormido leyendo cosas, tal que así:

“Las olas del corazón no estallarían en tan bellas espumas ni se convertirían en espíritu si no chocaran con el destino, esa vieja roca muda.” 

Friedrich Hölderlin

miércoles, 22 de febrero de 2012

Aquí Antes

- ¿Ves ese Strabucks?
- Si, ¿qué había antes ahí, un apeadero?
- No, un Burguer King

Más o menos así son un par de líneas de Modern Family cuando en el antiguo coche familiar van a un mirador y desde lo alto, el padre mientras mastica una hamburguesa, habla con añoranza y nostalgia de sus años de Juventud a sus hijos.
Los que vivimos en Madrid (aunque es aplicable para cualquier ciudad) al salir un poco de los límites de la misma, el paso del tiempo nos abofetea con enormes torres de edificios, supermercados kilométricos y centros comerciales imposibles. Y hacemos lo que creímos no hacer nunca, hablamos como nuestros padres o los padres de ellos y nos sorprendemos diciendo, Antes Aquí no había nada.

 El mítico edificio Bin Laden que me hace sentir viejo cada vez que lo veo

Cierra el hotel más antiguo, en funcionamiento se entiende, de Madrid. Un negocio más que cierra, dirán. Normal, ante el empuje de las nuevas cadenas, de las nuevas alianzas, dirán otros. Es cuestión de supervivencia, de selección natural, rematará otro. Signo de los tiempos o Síntoma de la crisis, podría titular alguna columna. Probablemente tengan razón todos.

 Conspiraciones Filipinas, título impactante para la novela que nunca escribiré

En el Hotel Inglés de Madrid, en funcionamiento desde 1886 (Guerra con Estados Unidos, Independencia de Cuba y Filipinas, I Guerra Mundial, II República, Guerra Civil, Dictadura, II Guerra Mundial, Monarquía Parlamentaria) se fraguo, al menos intelectualmente, la Independencia de Filipinas. Como cerebro de todo, José Rizal. (Personaje Salvaje, sin duda).
Al pasar por su fachada, por la calle Echegaray, esperemos que alguien, alguno diga, Antes Aquí Había Algo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Obsolescencia Cultural Programada


Las coordenadas de "El mapa y el territorio", última y magnífica novela, de Michel Houllebecq, son las mismas que las de sus predecesoras. Un personaje solitario, la muerte (por voluntad propia),  la enfermedad, la decrepitud del ser humano, la Francia en la que vive y la que cree que vendrá, el sexo (esta vez menos), la búsqueda de la verdad y el dinero. Como siempre, no teme a expresarse, no teme a hablar con su voz, no quiere agradar ni ser correcto, no pretende ser el nuero perfecto. Habla para adultos y no para adolescentes disminuidos.



Así como un fino fajador del peso Welter nos suelta combinaciones poderosas, uno-dos, de jab y de recto, al hígado y a la barbilla, golpes severos que no tumban pero si debilitan el paso, que hacen temblar las rodillas:

“Es curioso, podría creerse que la necesidad de expresarse, de dejar huella en el mundo, es una fuerza poderosa; y, sin embargo, por lo general, no basta. Lo que mejor funciona, lo que empuja la gente con la mayor violencia a superarse sigue siendo la pura y simple necesidad de dinero.”

“Ser artista, en su opinión, era ante todo ser alguien sometido. Sometido a mensajes misteriosos, imprevisibles, que a falta de algo mejor y en ausencia de toda creencia religiosa había de calificar de intuiciones.”



Pero Houllebecq tenía preparada una pequeña sorpresita, un giro, una bofetadita, Houllebecq se sitúa a si mismo como un personaje del libro. No el personaje principal, no la voz que nos narra la historia. Es un personaje importante pero secundario. Houllebecq se describe como un viejo extraño, borracho y bipolar, que alterna el éxtasis por los embutidos con la depresión profunda. Un tipo que da pena. Así, dice:

“Lo que más me gusta ahora es el final del mes de diciembre. Entonces me puedo poner el pijama, tomar mis somníferos y meterme en la cama con una botella de vino y un buen libro. Vivo así desde hace años. El sol sale a las nueve; bueno, entre que te lavas y te tomas un café es casi mediodía, me quedan cuatro horas de luz que aguantar, normalmente lo consigo sin grandes agobios. Pero en primavera es insoportable, las puestas de sol son interminables y espléndidas, es como una puta ópera, hay continuamente colores nuevos, resplandores nuevos, una vez intenté quedarme aquí toda la primavera y pensé que me moría, cada noche estaba al borde del suicidio con este crepúsculo que no termina nunca.”
Un imbécil que se cree su propio papel, como le hace ver otro personaje.

 Houllebecq siendo un "loco excéntrico"


Sin duda la Mejor novela (si, mejor que "Las partículas elementales" o "Ampliación del campo de batalla") de Houllebecq. Llena de una inteligencia propia de los tiempos, con reflexiones inquietantes, con verdades incómodas. Con preguntas razonables que No nos queremos hacer. ¿Cómo cuáles? dice, algún escéptico, pues como esta reflexión sobre la obsolescencia programada, sobre otro tipo de obsolescencia mucho más peligrosa y que pasa de puntillas, la obsolescencia cultural:

“También nosotros somos productos – continuo- productos culturales. Nosotros también llegaremos a la obsolescencia. El funcionamiento del mecanismo es idéntico, con la salvedad de que no existe, en general, mejora técnica o funcional evidente; solo subsiste la exigencia de novedad en estado puro.”

Damien Hirst, el rey de la cultura con obsolescencia programada


Y sobre el final, como sin querer, como ese te quiero que solo nos atrevemos a pronunciar en el último momento, en la puerta de embarque cuando ya todo es inevitable y ella se va lejos, en ese instante, morir matando se dice a si mismo el viejo borracho, el puto francés, y nos suelta, la que tal vez, pero solo tal vez, sea la clave:
“Y él pensaba en verdad que había sido, la mayoría del tiempo, un policía honorable, en todo caso un policía obstinado, y la obstinación es quizá en definitiva la única cualidad humana valiosa no solo en la profesión policial sino al menos en todas las que tienen que ver con el concepto de verdad.”

Todas las citas son de "El Mapa y el Territorio" de Editorial Anagrama. 

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mitad de Semana

Hay semanas en las que no puedo esperar a que llegue el Viernes:

" Pero en aquellos días de juventud en París yo creía que la alegría era una tontería y una vulgaridad imperdonable y, con notable impostura, fingía leer a Lautréamont y no paraba de molestar a los amigos insinuando a todas horas que el mundo era triste y que no tardaría en suicidarme, pues sólo pensaba en estar muerto. Hasta que un día me encontré con Severo Sarduy en la Closerie des Lilas y me preguntó qué pensaba hacer el sábado por la noche. “Matarme”, le respondí, muy circunspecto, con dejo sumamente trágico. “Entonces quedemos el viernes”, dijo Sarduy."

Enrique Vila-Matas
La desesperación en negro
(leído en la revista Malpensante)

martes, 9 de agosto de 2011

La Liga (I)

" Ya no solo tenía que enviar mano de obra a las fábricas alemanas sino que también tenía que ocuparme de mantener en mantenimiento la burocracia de aquella región polaca en la que siempre llovía, un triste territorio provinciano que intentábamos germanizar, en donde todos los días eran grises y la tierra parecía cubierta por una mancha gigantesca de hollín y nadie se divertía de manera civilizada, con el resultado de que hasta los niños de diez años eran alcohólicos, figúrese usted , pobres niños, unos niños salvajes, por otra parte, a los que sólo les gustaba el alcohol, como ya le he dicho, y el fútbol.
A veces los veía desde la ventana de mi despacho: jugaban en la calle con una pelota de trapo y sus carreras y saltos eran verdaderamente lamentables, pues el alcohol ingerido los hacía caerse a cada rato o fallar goles cantados. En fin, no quiero abrumarlo, eran partidos de fútbol que solían acabar a puñetazo limpio. O a patadas. O rompiendo botellas de cerveza vacías en la crisma de los rivales. "
2666
La parte de Archimboldi
Roberto Bolaño

viernes, 29 de julio de 2011

Medio-Hombre

El sonido del cañón. El silencio atronador. Pierde la pierna izquierda.
El sonido del cañón. El atronador silencio. Pierde el ojo izquierdo.
El sonido de un mosquete. Pierde la movilidad del brazo derecho.
25 años y un apodo: MedioHombre.
Y sin embargo, Blas de Lezo protagoniza la batalla más épica de cuantas se libraron en el Caribe, la resistencia más heroica y en cierta medida la mas olvidada: el Sitio a Cartagena de Indias de 1741.
Medio-Hombre contaba con 3000 soldados, 600 arqueros y 6 naves.
Vernon, inglés engreído y arrogante, contaba con más de 30.000 soldados y 186 naves.
Cartagena fue salvada. El Imperio Británico humillado
Blas de Lezo moriría al poco tiempo por culpa de la peste.
Hoy pocos en España lo recuerdan.

Blas de Lezo es el más grande, el más Salvaje, Blas de Lezo, señores, Blas de Lezo!!!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Diga: No!

En el momento estelar de su existencia, de inspiración, poseído por el espíritu de la rebeldía y sin temor a las consecuencias, dijo: No!. Probablemente su mujer se cabreara, lo amenazara sin sexo, enarcase las cejas o torciera el morro. Pero él dijo: No! no más museos. Y se quedo en la calle, hablando con los lugareños, departiendo y aprovechando el, digamos, buen clima de Liverpool en agosto.

Diga: No! Salga a la calle. No vaya a museos. Mire a la gente caminar con los brazos en jarra. Hable con la policía. Salga en portada. Quéjese de los "chiflados que caminan descalzos". Y por favor, sea como el gran Paul Cole y no se haga famoso.