Hace unos años un Mago Enmascarado se dedico a mostrar los entresijos y la tramoya detrás de cada truco de magia, de ilusionismo. Sin embargo hubo uno que no pudo desvelar, el truco definitivo, uno que aúna conocimientos ancestrales, concentración y maquinaria moderna: conducir con los ojos vendados. El Mago Enmascarado no pudo revelarlo por una sencilla razón: no conocía la autoescuela Boned.