30 julio 2015

La gran apuesta de Netflix

"El objetivo es convertirnos en HBO más rápido de lo que HBO puede convertirse en nosotros". Estas declaraciones a la revista GQ de Ted Sarandos, jefe de contenido de Netflix, en 2013 ya daban pistas de las ambiciones con las que el servicio de streaming se había metido en el juego de la producción propia. No era sólo cuestión de engordar su catálogo y de no quedarse de brazos cruzados ante las productoras y cadenas que dejaban de venderles los derechos de sus series; era cuestión también de prestigio y de expansión. Netflix lo quiere todo, y lo quiere ahora, que dirían Queen, y su presentación en la gira veraniega de la TCA, que acaba de empezar, prueba esa estrategia. El primer día del evento, dedicado a que cadenas y showrunners presenten sus nuevas series para el otoño, estuvo dedicado por entero a Netflix y sus títulos, y Sarandos siguió sacando pecho de lo bien que les está saliendo la jugada.

La compañía anunció hace poco que iba a gastarse 5.000 millones de dólares en contenido propio el año que viene, y el 10% de esa cifra será para las series. Netflix ha entrado también en la producción de documentales (algunos con sendas nominaciones al Oscar y el Emmy, como "Virunga") y las películas, con ese acuerdo por varios títulos con Adam Sandler, y aunque sigue sin hacer públicos sus datos de audiencia o por qué toma algunas de sus decisiones, nadie duda de que todos estos movimientos tienen que tener sentido empresarial para ellos. En The New York Times apuntan que el negocio del videoclub por correo aún les da mucho dinero (cientos de millones dólares de beneficio), que compensa que el servicio de streaming aún no ha llegado a ese punto. Esa inversión de 5.000 millones supera a la de HBO, Showtime, Amazon y Starz juntas para este año, y no parece que Netflix vaya a reducir el ritmo en los próximos meses.

En 2016, y según una tabla recopilada por Vulture, Netflix casi duplicará el número de series propias de HBO y FX combinadas, y con su estrategia de estrenar una temporada nueva cada dos semanas, y su introducción más en serio en los programas infantiles, no para de desarrollar nuevos proyectos y de buscar nuevas ideas. En ese aspecto, le lleva ventaja a HBO, su espejo y gran rival, de la que se cuenta que siempre hay una larga cola de proyectos en desarrollo, que pueden eternizarse en esa fase. En un reportaje en The Hollywood Reporter en junio, se comentaba esa sensación de que, a veces, el gigante del cable tardaba demasiado en producir sus series, lo que lleva a guionistas y estudios a llevarse sus ideas a otro sitio que tome decisiones más rápidas. Sin embargo, aunque Netflix puede beneficiarse de ello, sigue teniendo asignaturas pendientes.

La de los premios es la más evidente. Ahí, HBO sigue ganando por goleada, porque es una marca mucho más consolidada, su maquinaria promocional está muy bien engrasada y para los académicos, probablemente, aún suene algo esotérico eso de que una serie se produzca y se emita enteramente en un servicio de streaming a través de internet. Sin embargo, la expansión de Netflix está llegando también a ese frente. La entrada de "Bloodline" y "Unbreakable Kimmy Schmidt" en los Emmy, por ejemplo, apunta a que la plataforma ya es más familiar para los votantes (los nombres de Tina Fey y los ex responsables de "Damages" ayudan también a ello) y que será cuestión de tiempo que empiece a ganar premios importantes. En ese momento, sí podrá decirse que el viaje de Netflix hacia la cima se habrá completado y llegará lo complicado, mantenerse. Y eso HBO lo sabe muy bien.

29 julio 2015

La segunda oportunidad de Longmire

Cuando una plataforma de streaming rescata una serie que acaba de ser cancelada, lo hace porque sus anteriores temporadas están en el servicio y tienen buena acogida entre los suscriptores. Por eso Amazon era la única opción posible de salvación para "Hannibal" y por eso Netflix rescató en su momento "The Killing" y el año pasado repitió la jugada con "Longmire", la serie de A&E sobre un sheriff de Wyoming, basada en los recomendables libros de Craig Johnson. Llegó a emitir tres temporadas en ese canal, temporadas que fueron haciéndose más serializadas y lidiando más con los asuntos sin resolver de todos sus personajes, y tal vez ahí fue dejándose espectadores por el camino. Lo que nos dejó a los espectadores con un cliffhanger en el que Walt estaba decidido a hacer algo que todos suponíamos que no iba a ser demasiado bueno.

"Longmire" regresará, con su cuarta temporada en Netflix, el próximo 10 de septiembre, y sus diez capítulos estarán mucho más centrados en la resolución del conflicto principal de Walt: la investigación sobre el asesinato de su mujer. Sus responsables han prometido una serie "más completa y más compleja", y quizás puede ser un buen momento para acercarse a un título de verano que ha recibido más atención mediática ahora que está en Netflix, como suele ocurrir. De hecho, si a alguien le suena a chino todo lo que hemos comentado hasta ahora, podemos resumir brevemente de qué va la serie, y por qué puede ser una buena idea echarle un vistazo antes de que se haga efectiva su resurrección.

Como decíamos, "Longmire" está basada en una serie de libros de Craig Johnson, y sigue a Walt Longmire, sheriff del condado de Absaroka en Wyoming, un lugar en el que hay una reserva india que tiene gran importancia para las tramas, y en el que casi todo el trabajo proviene de la explotación de los bosques de alrededor. Walt es un tipo de pocas palabras, que aún no ha superado la muerte de su mujer, en circunstancias poco claras, y que tiene un método de trabajo muy de la vieja escuela. Apenas utiliza su arma, hace gran parte del trabajo por sí mismo y tiene serios problemas para dejar que sus ayudantes le ayuden de verdad. Entre esos ayudantes figuran Branch, miembro de una rica familia local (y que empieza la serie aspirando al puesto de sheriff) y Vic Moretti, antigua policía de Filadelfia, y que es lo más parecido a una mano derecha que tiene Longmire.

Lo más interesante de la serie es la manera en la que se va construyendo la relación entre todos los personajes (en los que también hay que mencionar a la hija de Walt y a su amigo indio Henry), y cómo la manera de ser del sheriff, y su costumbre de actuar por su cuenta, va afectándolos a todos. "Longmire" tiene también algunos toques de humor ligero muy entretenidos y debe ser de las series actuales que más peso otorga a los indios en la actualidad. No es raro que sus costumbres interfieran a veces en los casos, o que Walt se agarre a ellas para superar algunos momentos difíciles. También consigue transmitir muy bien cómo es esa comunidad rural en la que conviven los casinos de los indios, los cazadores que trabajan para los ricachones de las ciudades y la gente que se busca la vida como buenamente puede. Y la relación entre Walt y Vic es muy entretenida de ver.

28 julio 2015

El peso del protagonista


A propósito del estreno de "Ant-Man", el guionista David Muñoz comentaba ayer por Twitter una de las críticas más habituales que se han hecho a esa película y, por ende, a casi todo el universo cinematográfico de Marvel: el escaso peso de los personajes femeninos. En concreto, se apunta que la cinta (que yo no he visto) disminuye el rol de Hope Van Dyne y la construye sólo mediante la relación con los hombres de la película (aquí hay otro punto de vista sobre ese tema). Teniendo en cuenta las críticas que Marvel ha recibido, sobre todo, por la manera en la que ignorado a Viuda Negra en el mechandising de "Vengadores: La era de Ultrón" (y por su presentación en la película, pero eso vamos a dejarlo para otro día), parecía inevitable que "Ant-Man" no fuera a observarse también desde ese prisma. Pero lo que apuntaba Muñoz en Twitter sobre Hope era interesante porque explicaba que, en realidad, lo que pasaba con ella es que no era la protagonista de la historia.

Es decir, que estuviera más o menos desarrollada como personaje respondía, principalmente, a que era una secundaria, y los secundarios están siempre al servicio del protagonista. En las series de televisión es muy fácil comprobar ese peso del personaje principal, ese tirón gravitatorio que hace que el resto de habitantes del programa orbite a su alrededor. "House" fue durante años el ejemplo más claro. El cascarrabias médico era el centro de la serie, el personaje que ejercía de motor de sus tramas, y el resto funcionaban en relación a él. El cambio del equipo de diagnóstico en la cuarta temporada mostró claramente esa dinámica cuando Cameron, Chase y Foreman se mantuvieron en la serie pero, al no tener trato directo con House, se quedaron relegados a los márgenes, a extras con frase privilegiados, y quienes pasaron al frente fueron Trece y el resto de nuevos personajes.

Además, la exploración de las posibilidades de redención y evolución de House se hacían, precisamente, a través de los secundarios; de su atracción y su historia pasada con Cuddy, de las ganas de hacer algo más con su vida de Cameron, de la ambición por ascender en su carrera de Foreman, del intento de Wilson por llevar una vida fuera del trabajo... Una de las máximas de la televisión es que el protagonista principal de una serie se mantiene inalterable, y que es el resto de piezas a su alrededor las que cambian, y el título de David Shore siguió esa fórmula a pies juntillas.

Que los secundarios estén al servicio del "héroe" determina su retrato de manera inevitable. En "The good wife", es Alicia de quien sabemos más cosas, de la que seguimos de cerca su crecimiento como mujer en todas las facetas, y eso acarrea que gente como Cary o Kalinda pierdan importancia si no se mueven en las proximidades de la señora Florrick, si no tienen contacto directo con ella. La buena esposa del título es Alicia, no Diane, así que es normal que en temporadas como la sexta, en la que la protagonista de la serie ha centrado todavía más las tramas, las historias que atañían a los secundarios se vieran con menos chispa. El prisma del protagonista es el que muestra la serie, aunque los guionistas les den cosas que hacer a los secundarios lejos de él.

Así, algunos de esos personajes sólo empiezan a mostrar de verdad su potencial cuando dejan de operar fuera del radio de acción del héroe. El caso de Laurel Lance en "Arrow" ya ha sido muy comentado, pero es que es muy significativo de esto. El supuesto interés amoroso de Oliver Queen en la primera temporada nunca acabó de cuajar porque desconocía su identidad superheroica, lo que la dejaba al margen de la acción principal. Así, cuando se introdujo a otro personaje femenino que sí se relacionaba con Oliver mientras era el arquero verde (Felicity), terminó robándole parte de ese protagonismo. Laurel no comenzó a funcionar de verdad hasta que no descubrió quién es Arrow, lo que le permitió interactuar más cerca de Oliver y, por tanto, del centro de la serie.

27 julio 2015

Tommy y Tuppence, espías internacionales


Si pensamos en adaptaciones a televisión de obras de Agatha Christie, probablemente nos acordaremos enseguida de dos series de mediados-finales de los 80; una serie de miniseries con Joan Dickson como la señorita Marple y la famosa "Poirot" con David Suchet (que casi ha sustituido a Peter Ustinov como el intérprete más conocido del detective belga), que tuvo una breve continuación final hace dos años. De los detectives recurrentes en las novelas de Christie, son los dos más que veces han dado el salto al cine y la televisión, mientras hay otros que han terminado cayendo un poco más en el olvido. Entre ellos figuran Tommy y Tuppence Beresford, un matrimonio que tuvo un breve paso por BBC a principios de los 80, y que es de los primeros en ser recuperados por la cadena pública británica en la celebración del 125º aniversario del nacimiento de una de las grandes damas del crimen.

Esta nueva "Partners in crime" va a estar compuesta por seis capítulos, y cada mitad de la temporada adaptará un libro diferente. Los tres primeros cubren la trama de "El misterioso señor Brown", que es el libro en el que Christie los presentó al público, cambiando algunas cosas. Por ejemplo, en la serie los vemos ya casados y con un hijo en edad escolar, mientras en esa novela acaban de conocerse y aún están solteros. Se mantienen sus dificultades financieras, y lo que se añaden son varios guiños muy curiosos a otros referentes detectivescos. Por ejemplo, la referencia a Dorothy L. Sayers, cuyos libros lee Tuppence, es muy interesante, porque es otra gran dama del crimen británica, con su detective aficionado Lord Peter Wimsey y su amiga Harriet Vane. Sin embargo, en España es poco conocida, lo que es una verdadera lástima. La dinámica entre el matrimonio Beresford y el humor que destila su relación también puede recordar un poco a "El hombre delgado", el libro en el que Dashiell Hammett crea su propia pareja de sabuesos aficionados en Nick y Nora Charles, y que inspiró una divertida saga de películas con William Powell y Myrna Loy.

De hecho, la relación entre Tommy y Tuppence puede ser la parte más importante para que el espectador se enganche a la serie. Interpretados por un David Walliams y una Jessica Raine que no pueden ser más contrapuestos físicamente (en parte porque él mide 1,88 y ella, 1,68), rápidamente transmiten la curiosidad intelectual de ella y los gustos hogareños de él, y puntúan sus interacciones con esos toques de humor sutiles que convierten el primer episodio en lo que podríamos calificar como "delicioso". Y eso a pesar de que se meten, sin saberlo, en medio de una trama de espionaje que les queda, claramente, demasiado grande, pero de la que ya no pueden escapar sin llegar al fondo de todo. Porque están a principios de los 50 y en el arranque de la Guerra Fría, y los viejos aliados de guerra ahora pasan a ser enemigos, y hay que tener cuidado de en quién se confía.

En ese aspecto, es interesante esa ambientación en el Londres de aquella década, en el que aún hay barrios con casas derruidas por los bombardeos alemanes y en el que hay todo un submundo de apuestas, peep shows y delincuencia que, por cierto, ya vimos en "The Hour", que es una curiosa compañera de época, y un poco de temática, de esta "Partners in crime". Además, la serie parece que va a seguir la manera en la que Agatha Christie presentaba sus misterios, de tal manera que el lector pudiera jugar a resolverlos al mismo tiempo que sus detectives. Desde luego, yo ya tengo mi apuesta sobre quién será el misterioso señor Brown.

24 julio 2015

Aventuras estivales en Cicely

En el verano de 1990, CBS estrenaba una de las series más peculiares de los últimos tiempos; "Doctor en Alaska", que era el título español de "Northern Exposure". Llevaba a un pequeño pueblo de Alaska a un médico judío de Nueva York al que ese estado había dado un crédito para que pagara sus estudios en la universidad de Columbia, y ahora tenía que devolverlo trabajando durante cuatro años en Cicely. Era la clásica historia de pez fuera del agua en la que las clásicas neurosis de película de Woody Allen de Joel Fleischmann chocaban con la peculiar personalidad del pueblo. Porque antes que Stars Hollow, Cicely era un sitio con su propia personalidad.

Entre las costumbres de la población india (cuyas fiestas se celebraban en todo el pueblo), los aventureros que iban allí en busca de nuevas emociones, los que huían de algo, lo que querían aprovechar la oportunidad de negocio que daban sus recursos naturales, y quienes, simplemente, se quedaban en el pueblo un poco porque sí, Cicely se convertía en el verdadero protagonista de "Doctor en Alaska". Y para los espectadores era la mejor excusa para volver semana a semana. Los monosílabos que expresaban todo un mundo de Marilyn, la entrañable secretaria de Joel, bien podían ser lo que mejor representaba qué hacia a esta serie tan especial.

Y eso que es complicado explicárselo a alguien que nunca la haya visto. Se le puede contar el tira y afloja sentimental entre Fleischmann y Maggie O'Connell, piloto de avionetas; las reflexiones filosóficas de Chris en su programa matinal de radio, los intentos de negocio de Maurice Minnifield, ex astronauta, o el amor por el cine y la sencilla lógica de Ed, pero hay que verlo para poder apreciarlo. Las historias muchas veces tomaban derroteros surrealistas (hay hasta un claro homenaje a "Twin Peaks"), y no era raro que, sobre todo al principio, muchas de ellas giraran en torno al intento de Joel por escapar de allí, sólo para que el pueblo fuera ganándolo poco a poco. "Doctor en Alaska" siempre fue una serie de verano, y aunque su última temporada pierde parte de interés (Rob Morrow se había ido en la anterior), el encanto se mantiene.

Además, la lista de guionistas y productores que pasaron por ella es bastante curiosa. David Chase, por ejemplo, se encargó de llevarla durante la última temporada, si no recuerdo mal, y escribieron algunos capítulos gente como Henry Bromell y Meredith Stiehm ("Homeland"), Barbara Hall ("Madam Secretary") o Jeff Vlaming. Uno de los creadores de la serie, Joshua Brand, puede presumir de que uno de sus guiones para "The Americans" está nominado a un Emmy, además. Y Roslyn, el pueblo del estado de Washington donde se rodaron los exteriores de la serie, es un sitio que parece estar tal cual desde que Fleischmann se marchó finalmente.

Música de la semana: Vamos a adelantar esta pequeña subsección porque este blog va a estar en standby probablemente hasta el martes, así que no es mal momento para quedarnos con la canción que suena de fondo en el trailer de la segunda temporada de "Fargo", un tema setentero de Dr. John titulado "Right place wrong time".

23 julio 2015

Las personas detrás del nombre

Es curioso que los dos documentales que dirigido Asif Kapadia, y que le han dado un gran reconocimiento, se centren en dos personajes públicos que alcanzaron gran éxito y que murieron jóvenes. Ayrton Senna y Amy Winehouse procedían de mundos diferentes y se dedicaban a cosas distintas. Pero las dos películas que el realizador británico les ha dedicado son bastante similares. Tanto "Senna" como "Amy" intentan ir más allá de los iconos, de su imagen pública (ya fuera buena o mala), y revelarnos a las personas que estaban detrás del volante de un Fórmula 1 o del micrófono. Ambas evitan utilizar "cabezas parlantes"; aunque se entrevista a gente importante en sus vidas, sólo escuchamos sus voces y no les vemos en pantalla, con lo que la película se construye con imágenes de archivo, sobre todo, y los dos sujetos de los documentales están en pantalla prácticamente todo el rato.

En las dos, se parte de la asunción de que el público conoce de antemano el desenlace (aunque Senna no es tan conocido en Estados Unidos, donde ya tienen la NASCAR para sustituir a la Fórmula 1). El piloto brasileño murió en un brutal accidente en el Gran Premio de San Marino, en 1994, mientras la cantante británica falleció en 2011, en su casa de Londres, a causa de complicaciones cardiacas derivadas de su alcoholismo y su drogadicción. El primero tenía 34 años; la segunda, 27. Ambos alcanzaron el éxito global, pero lo manejaron de diferente manera, y no les afectó por igual. Y lo que Kapadia hace es celebrar sus vidas, mostrar quiénes eran realmente y, en el caso de Amy, intentar discernir por qué se llegó a ese final.

"Senna", de 2010, se llevó el premio del público al mejor documental en el Festival de Sundance y el BAFTA de su categoría, y su olvido en los Oscar de aquel año generó bastantes comentarios. Quizás la escasa popularidad de ese deporte en Estados Unidos pesó en su contra, porque ha terminado teniendo una sombra mucho más alargada. "Rush", por ejemplo, la cinta de Ron Howard sobre la rivalidad entre Nikki Lauda y James Hunt, está claramente inspirada por este documental, que cuenta cronológicamente la carrera de Senna desde los karts hasta su muerte. Como hemos dicho antes, utiliza enteramente imágenes de retransmisiones de grandes premios, de entrevistas televisivas de Senna y de su gran rival, Alain Prost (que es quien sale peor parado de la cinta), y es una historia vibrante sobre un piloto que se sabía el mejor y que era capaz de casi cualquier cosa por ganar. Lo que acaba siendo un tema recurrente es la duda de si Senna no arriesgaba tal vez demasiado en las carreras, y también el hecho de que la FIA no era capaz de reaccionar a la cada vez mayor potencia y velocidad de los coches, anclada en un reglamento que se había quedado obsoleto.

"Amy", por su parte, tiene un tono un poco más serio, como si dijéramos, porque las circunstancias de su muerte son más complicadas. Y eso que, al utilizar muchas grabaciones de amigos de la cantante cuando ésta no era más que una adolescente, y estaba empezando a actuar en clubes de jazz, nos permite acceder al lado de Amy Winehouse que el gran público nunca vio; el de una chica divertida, muy de barrio, a la que le encantaba hacer música, y que confesaba que temía volverse loca si algún día se hacía famosa. Lamentablemente, se cumplió su propia profecía. Kapadia tira aquí también de mucho archivo y, sobre todo, de muchas imágenes captadas por paparazzis, que persiguieron a la cantante en sus peores momentos con el fervor de tiburones oliendo la sangre. "Amy" muestra que los problemas emocionales y de adicciones de la estrella ya se venían gestando desde mucho antes, y que el enorme éxito de "Back to black" fue, probablemente, lo peor que pudo haberle pasado. Además, desvela también el gran contenido autobiográfico de sus canciones y, como dice su subtítulo, pone realmente una cara y una personalidad al nombre, a la "marca".

22 julio 2015

Los meta-dibujos

La semana pasada, la animación infantil en Estados Unidos vivió dos pequeños eventos: uno era el regreso, por fin, de la segunda temporada de "Gravity Falls" (que sigue a su ritmo) y el otro era la tercera "StevenBomb" de "Steven Universe", o lo que es lo mismo, una semana de episodios diarios que cuentan una historia concreta en cinco partes. Estos dos títulos concentran casi más atención de los fans más talluditos que de los niños, diseccionando los capítulos en busca de pistas que expliquen algunos de los misterios de las series y elaborando sus propias teorías sobre ellos. La verdadera naturaleza de Garnett y el autor del diario de Dipper han hecho correr tantos ríos de tinta digital como las profecías a Daenerys en la Casa de los Eternos o las explicaciones del humo negro al principio de "Perdidos", y tanto Rebecca Sugar como Alex Hirsch, los creadores de ambos títulos, son muy conscientes de ello.

De hecho, es muy habitual que "Gravity Falls" y "Steven Universe" incluyan guiños y metarreferencias sobre los fans y sobre las propias series, y los episodios que se vieron la semana pasada no fueron una excepción. En el caso de la primera, la revelación del pasado del tío Stan fue recibida por Soos con una expresión similar a "espero que esta explicación encaje con la teoría que me he montado en mi cabeza", y Dipper y él representaban a los espectadores, que iban a recibir por fin respuestas a uno de los enigmas en el centro de todo. Para ser un capítulo de exposición de historia pasada, "A tale of two Stans" resultó realmente divertido y mantenía al fondo algunos temas más adultos sobre relaciones familiares y cómo pueden evolucionar, y deteriorarse, con el paso del tiempo.

"Steven Universe" ha tenido muchos momentos muy meta desde su inicio, especialmente en el crossover con "Uncle Grandpa", en el que hay todo un gag consistente en tomarse literalmente lo que es un ship por parte del fandom. Sin embargo, había un episodio en esa tercera #StevenBomb que era todavía más significativo en ese aspecto, "Friend Ship". Utilizando como excusa una obra de teatro escrita, y subvencionada, por el alcalde de Beach City sobre su antepasado fundador de la ciudad, la serie se dedica a reflexionar sobre la naturaleza de los héroes en la ficción, la importancia de que no sean perfectos y de que la historia tampoco lo sea. Es un capítulo muy interesante en ese aspecto porque parece estar haciendo un pequeño comentario sobre la propia serie y sobre las Gemas de Cristal, que tienen sus pequeños defectos y son bastante más complejas de lo que podría parecer.

La autoconsciencia de ambas series no es nueva en la animación (no es tan raro que haya personajes que rompan la cuarta pared, por ejemplo), pero no deja de ser refrescante. Añade otra capa al disfrute de las aventuras de Steven y de los gemelos Pines.

21 julio 2015

¿Una nueva Xena?

Con tanta fiebre de reboot de series de los 90 (la nostalgia de los 80 ya se ha pasado de moda), en algún momento tenía que ser el turno de "Xena, la princesa guerrera". Según cuenta The Hollywood Reporter, los dos productores ejecutivos de la serie original, Sam Raimi y Robert Talpert, estarían empezando a estudiar la posibilidad de revivir al personaje en la NBC, y aunque no se ha hablado aún ni de quién llevaría los guiones, ni de quién sería la nueva Xena (ni de cómo podría seguir involucrada Lucy Lawless en el proyecto, que ya se ha apresurado a puntualizar que, en realidad, por ahora todo esto no pasa de un rumor), en esta era de las insinuaciones elevadas a noticia, todos lo hemos dado por casi seguro.

Realmente, no es una idea tan descabellada. El éxito de "Juego de tronos" ha hecho que las cadenas se animen a probar suerte con sus propios títulos de fantasía, o más o menos históricos, como MTV con "The Shannara Chronicles" o Starz con "Outlander", salvando las distancias, y hace unos años hasta hubo una heredera espiritual de Xena en sindicación, producida también por Raimi y Talpert, como era "La leyenda del buscador". El género no asusta tanto a los ejecutivos (aunque para hacerlo bien, hace falta más dinero del que se piensa), y que HBO esté interesada en él le ha dado cierta respetabilidad. Además, la princesa guerrera puede considerarse "la madre" de buena parte de las heroínas televisivas, y teniendo en cuenta que cada vez hay más proyectos de aventuras con una mujer al frente, su recuperación podría llegar en el momento propicio. Si series fundamentales para la televisión actual como "Twin Peaks" y "Expediente X" vuelven (aunque lo suyo sean más continuaciones que reboots), ¿por qué no Xena?

Da también la sensación de que el hecho de que sea una serie de culto, más que un éxito masivo del que todavía se sacan tres noticias a la semana como "Friends", facilita un reinicio de la franquicia. Recordemos que, originalmente, Xena era una villana en "Hércules" que se hizo tan popular, que acabó teniendo su propia serie y convirtiéndose en heroína total, con su propio viaje de redención, sus propios enemigos, su propio grito de guerra, sus propios intereses amorosos y sus propios sidekicks (y su propio subtexto lésbico, pero eso da para todo un tratado aparte). Y también sus propios capítulos musicales, que también dan para comentar aparte. Pero aunque es un personaje que ha terminado teniendo una gran influencia posterior, no tiene tanta visibilidad crítica como otros títulos de la misma época, y realmente sería interesante ver cómo la "modernizan" Talpert y Raimi.

20 julio 2015

Los mejores guiones, los mejores directores

El otro día, cuando hablábamos de algunas de las nominaciones musicales de los Emmy,  comentábamos que en las categorías técnicas suele haber habitualmente inclusiones curiosas, y no es raro que se abran a títulos que tienen muy complicado entrar en las principales. Es cierto que guión y dirección caen más del lado de las categorías de principales, y sus estatuillas se entregan en la ceremonia principal, pero probablemente sean de las menos glamourosas y comentadas de todas. Sin embargo, representan una interesante radiografía de las series que más han llamdo la atención de los votantes, aunque luego no hayan recibido tanto reconocimiento.

Como, además, los Emmy juzgan capítulos sueltos, y no temporadas enteras, puede ser interesante ver qué episodios están nominados en esas dos categorías para tener un panorama más o menos amplio de qué es lo que más ha gustado a los votantes este año. No tiene porqué servir como predicción de nada (y lo más habitual es que no lo haga), pero si tenéis curiosidad por echar un vistazo a los capítulos que verán los académicos para decidir a quién le dan el premio, puede ser un buen ejercicio. En los próximos días también sabremos qué capítulo deciden enviar los actores nominados para que los juzguen los votantes, y la posibilidad de que alguno de ellos se lleve el Emmy depende en gran medida de que su selección sea acertada.

Comedia 
"Louie", "Silicon Valley", "Transparent" y "Veep" son las cuatro series que cuentan con candidatura en mejor comedia, además de sendas nominaciones en guión y dirección, y lo habitual es que sean por capítulos diferentes. De "Louie", los episodios seleccionados son "Bobby's house" (en dirección) y "Sleepover" (en dirección), y ambas candidaturas son para Louis CK. "Silicon Valley", por su parte, demuestra que tiene tirón entre los votantes al tener incluidos "Two days of the Condor" (guión) y "Sand Hill shuffle" (dirección), y algo similar ocurre con "Veep", favorita de los Emmy desde hace ya unos pocos años. Aquí, los elegidos son "Election night" y "Testimony" (éste en dirección). La última con candidatura múltiple (y en mejor comedia) es "Transparent", en la que Jill Soloway opta por el guión del piloto y la dirección de "Best new girl".

Entre los otros títulos que completan estas categorías está una de las sorpresas del apartado, "Last man on Earth", cuyo primer episodio esta nominado tanto en guión como en dirección. Sus responsables son Phil Lord y Christopher Miller, que tal vez sean los directores de comedia de moda en Hollywood actualmente gracias a "La LEGO película" y las dos películas de "Infiltrados en clase". La última serie es "Episodes", que sólo tiene una nominación a mejor guión para el noveno episodio de la cuarta temporada.

Drama
Es curioso lo que pasa en esta categoría; sólo "Juego de tronos" duplica las nominaciones en guión y dirección, y "Mother's mercy" es el único episodio presente en ambas categorías, mientras "Unbent, unbowed, unbroken" (el polémico capítulo de la boda de Sansa) es el otro candidato en dirección. Ahí hay nombres fácilmente reconocibles: Steven Soderbergh por el primer capítulo de "The Knick", Tim Van Patten por "Eldorado", que fue el último episodio de "Boardwalk Empire", y Leslie Linka Glatter por "From A to B and back again", de "Homeland".

En guión encontramos más variedad todavía, aunque "Mad Men" continúa dominando las nominaciones en este apartado, como ha hecho en sus siete temporadas. Sus capítulos candidatos son "Lost horizon" y el último, "Person to person". Los otros dos nominados han sido las dos pequeñas revelaciones de la categoría. Por un lado, está "Better call Saul" y "Five-O", el capítulo dedicado al pasado de Mike, y por el otro, la gran revelación, "The Americans", que ha conseguido colar en los premios el libreto de "Do mail robots dream of electrical sheeps?" Esta nominación al mejor guión suele ser habitual en esas series que los Emmy ignoran sistemáticamente en las categorías "grandes", algo así como una manera de decir "sabemos que existís, pero no sois lo suficientemente famosos para nosotros".

19 julio 2015

Maestros de lo gótico

A "Masters of Sex" siempre le han hecho daño las comparaciones con "Mad Men". Están ambientadas en, aproximadamente, la misma época y tienen en su centro también a un personaje masculino complicado, con secretos y con sus dificultades para relacionarse con su esposa y con el resto de la gente que le rodea. "Masters of Sex" es también una serie más ligera que el título de AMC, y no pasa nada porque lo sea. Comparte con "Mad Men" los jardines en los que se mete cada vez que intenta integrar hechos históricos de los 60 con la trama de sus personajes, y su segunda temporada tuvo sus altibajos, pero también sus propias virtudes, que esperemos que se potencien más en una tercera temporada en la que Masters y Johnson están a punto de hacerse muy famosos.

La publicación de su estudio cambiará no sólo la manera en la que la sociedad estadounidense afrontaba el sexo, sino sus propias vidas. Éstas ya son suficientemente complicadas (básicamente, estamos viendo un matrimonio a tres en el que todos saben lo que está pasando, pero nadie lo dice abiertamente), y es probable que aún lo sean más en cuanto salgan de ese anonimato del que Masters ha luchado tanto por salir. El arranque de la tercera temporada apunta sólo a algunas de las complicaciones que se les van a presentar, y también adolece de uno de los puntos fuertes de la serie: sus secundarios.

Desde el principio, "Masters of Sex" tiene la misma facilidad que "The Good Wife" para presentar personajes secundarios y hacerlos interesantes en menos de un episodio. Betty es imprescindible porque, por ejemplo, ofrece otra energía a la dinámica entre Masters y Johnson, y su actitud pragmática de llamar a las cosas por su nombre resulta refrescante en un entorno en el que todo el mundo se mueve más por sobreentendidos. Los Scully, Jane, Lester, la doctora DePaul en la segunda temporada... Todos acaban robándole su parcela de la serie a los protagonistas y enriqueciéndola. Y teniendo en cuenta que la vida de Masters y Johnson entra en un terreno que puede ser muy interesante, será curioso ver si los personajes se apuntan también a esa revolución sexual que empezaba a aparecer en 1965.

La tercera temporada de "Masters of Sex" ha sustituido en Showtime a la segunda de "Penny Dreadful", que terminó dándonos, por fin, el enfrentamiento entre Vanessa Ives y Miss Poole que estábamos deseando ver. La segunda ha sido una villana entretenida, manipuladora y poderosa, y ha puesto a los protagonistas en suficientes dificultades para que nos preguntáramos en serio qué podían hacer para evitar que se saliera con la suya. Ha presentado una amenaza mucho más directa y menos etérea que el ente vampírico de la primera temporada, y justo por eso ha elevado un poco el nivel de la serie. Además, y como había quedado claro ya al principio, los ha obligado a enfrentarse más seriamente a los demonios que habitan en sus corazones, que son los verdaderos villanos.

En ese sentido, ha resultado muy interesante ver interactuar a Vanessa Ives con John Clare, alias la Criatura de Frankenstein. De una extraña manera, ambos se comprenden mucho mejor de lo que pueden hacerlo otros personajes, y él encuentra a alguien que lo trata como una persona más o menos normal, y no sólo como un monstruo cuyo destino es ser exhibido como una atracción de feria. Todas sus escenas (que no han sido muchas) han figurado entre lo mejor de la temporada junto con el episodio en el que descubrimos el origen de la Vanessa Ives que conocemos ahora, y ese momento "Carrie" en casa de Dorian Gray.

Eva Green va a ser la nueva Tatiana Maslany en cuanto a olvidos en los Emmy, más teniendo en cuenta que "Penny Dreadful" ha girado mucho más alrededor de su personaje. El duelo final ha sido un mano entre Green y Helen McCrory que resumía perfectamente los aspectos que mejor han funcionado de la temporada, pero ésta ha dejado algunos otros aspectos curiosos. Por ejemplo, el señor Lyle, el excéntrico y afeminado egiptólogo, ha resultado ser un personaje mucho más interesante (y divertido) de lo que aparentaba a simple vista, y todos los experimentos de Frankenstein por fin cobran sentido al final de la entrega. Da la sensación de que la tercera temporada nos va a contar una historia nueva, una en la que los rivales apuntan a ser también formidables porque aún tienen menos consideraciones morales.

Música de la semana: "Mr. Robot" está siendo una mina en cuanto a selecciones musicales. En su último episodio, una de las canciones que suenan durante las alucinaciones de Elliot es "Queen", del proyecto al alza de Mike Hadreas, Perfume Genius.

18 julio 2015

Sintonías de Emmy



Las nominaciones de los Emmy van más allá de las principales que siempre se suelen comentar. Entre las categorías técnicas, cuyos galardones se entregan una semana antes, es posible encontrarse con algunos candidatos realmente curiosos, y no sólo porque Steven Soderbergh esté nominado a la mejor dirección de drama por "The Knick". Ya sabéis que las bandas sonoras para televisión son uno de los temas que más se siguen en este blog, y echar un vistazo a los candidatos en esos apartados en cada edición de los Emmy es, habitualmente, una opción bastante curiosa y hasta interesante.

Estos premios tienen varias categorías musicales, desde canción original a banda sonora, y luego tienen dos apartados dedicados a los títulos de crédito: el diseño y la música. En el primero, una de las nominadas es la cabecera de "American Horror Story: Freak Show", que podéis ver arriba, y sus rivales son "Bosch", "Halt and catch fire", "Manhattan", "Daredevil" y "Olive Kitteridge". En el segundo, encontramos algunos nombres muy interesantes que afianzan esa sensación de que la manida edad de oro de las series está también en aspectos técnicos, de diseño de producción, de fotografía y también de música. Por ejemplo, uno de los nominados, Daniele Luppi (por "Marco Polo") había trabajado antes en televisión en "Magic City", pero quizás sea más conocido por el disco que sacó junto a Danger Mouse, "Rome", que incluía canciones como aquella "Black" que seguramente les suene a los fans de "Breaking Bad".

También nos encontramos un ganador del Oscar como Mychael Danna, por "La vida de Pi", y que es candidato por la música de "Tyrant" junto con su hermano Jeff, que también es el responsable de la música de "Continuum". El otro compositor que ha estado nominado, pero a los Globos de Oro, por sus trabajos en cine es Abel Korzeniowski, que tiene dos candidaturas a los Emmy por su banda sonora gótica y romántica para "Penny Dreadful" (la otra es a banda sonora de drama). Es curioso que "W.E.", aquella película dirigida por Madonna sobre la historia de Wallis Simpson y el príncipe Eduardo de Inglaterra, y que fue un fracaso, apenas haya influido en las carreras del compositor y de sus dos protagonistas, Andrea Riseborough y James D'Arcy.

Otros candidatos son veteranos en esto de la música para televisión cono Jeff Beal, candidato por "The Dovekeepers" y que ha compuesto también las bandas sonoras de "House of Cards" o "Roma", por mencionar sólo dos, y John Debney, nominado junto con Bruce Broughton por la cabecera de "Texas Rising". Debney tiene un largo currículum tanto en cine como en televisión, pero siempre será el compositor de la sintonía de "SeaQuest". Y entre tanto nombre ya consagrado aparece Dustin O'Halloran, candidato por la delicada música de "Transparent". Este pianista representa un poco la nueva ola de compositores seriéfilos junto a Max Richter ("The Leftovers"), y aunque no sea tan famoso como los demás (está más dedicado al cine indie), quizás se le reconozca más por "María Antonieta" o "Like Crazy". Las opciones son bastante interesantes en esta categoría de los Emmy.

16 julio 2015

Cuando los Emmy hacen las cosas bien

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Las nominaciones a la 67ª edición de los Emmy se conocen desde hace unas horas, y aunque hay series y actores que han vuelto a ignorar otra vez, este año parecen haber querido incluir alguna que otra opción un poco diferente para darle otro color a la gala del 20 de septiembre. Las sorpresas agradables han sido la tónica general de esas candidaturas, incluso aunque después sepamos que Viola Davis es la candidata a batir en actriz de drama, o que en comedia, "Modern family" está más cerca de su sexto Emmy que de ser destronada, pero ver a su lado a "Parks and recreation" o a "Unbreakable Kimmy Schmidt" ya ha servido para alegrar la tarde a más de uno. Igual que no pocos fans de "Orphan Black" habrán reproducido el baile de los clones al ver que, tres años más tarde, Tatiana Maslany lograba ser nominada a mejor actriz protagonista.

Desde luego, esa candidatura bien puede deberse a que, a lo largo de estos tres años, su nombre se ha ido haciendo más conocido en la industria televisiva, y su perfil se ha ido haciendo más elevado. Por lo que se dice, estuvo cerca de arrebatarle a Felicity Jones el papel protagonista de 'Star Wars: Rogue One', y la serie ha ido ganándose algunos fans un poco más conocidos. Que no consiguiera nominación el año pasado hasta fue parte del sketch de Seth Meyers y Billy Eichner en la ceremonia de entrega de las estatuillas. Sigue siendo una pequeño título canadiense de ciencia ficción que se emite en BBC America, pero figurar en los Emmy es ya un triunfo enorme para ella.

La entrada de tantos nuevos nominados es una de las mejores cosas de estas candidaturas. Aunque no todas hayan conseguido ser nominadas a mejor comedia, encontrarse por ahí a "Last man on Earth", "Grace and Frankie" y "Black-ish" en diferentes categorías (y ver que Jim Parsons no está nominado) da un poco de esperanza a un apartado que llevaba bastantes años un poco apolillado, por decirlo de algún modo. Comedia se ha vuelto casi tan disputada como drama, donde ver a Kyle Chandler nominado por "Bloodline" ha debido darle pesadillas a Jon Hamm. Como decían esta tarde algunos críticos estadounidenses, Hamm está entrando en el terreno de Susan Lucci de un montón de candidaturas a los Emmy sin premio, y no habría que dar como algo tan seguro que la última temporada de "Mad Men" le dé realmente el galardón que siempre se le ha escapado por ser Don Draper.

Aunque podríamos quejarnos de que Lorraine Toussaint no haya podido ser reconocida por "Orange is the new black" (cuyo cambio a drama es un pooco ridículo, teniendo en cuenta que "Shameless" se ha quedado en comedia), es mucho más divertido celebrar las candidaturas que sirven para que imitemos a Helena en esa fiesta. Del narrador de "Jane the virgin" a la música de "Penny Dreadful" y "Outlander", el guión de "The Americans" o los efectos especiales de "The Flash", los Emmy han oferecido algunas cosas que nos permitirán estar más animados de lo normal ante los premios. Hasta que llegue la gala y se vuelva a optar por las opciones seguras, pero eso ya seré problema de nuestros yos de septiembre.

15 julio 2015

La caja de Pandora

AVISO: "Person of interest" está siendo la serie con la que estoy poniéndome al día este verano (y el pasado verano). El visionado ha llegado a la tercera temporada, así que sois un poco sensibles con los spoilers, no sigáis leyendo si no sabéis a qué pinta Radiohead en su último capítulo.

"Esto nunca fue sobre ganar. Esto iba de sobrevivir". Esa afirmación de Root en el final de la tercera temporada de "Person of interest" refleja perfectamente el tono que la trama serializada adopta en esa entrega, y probablemente el que seguirá en la cuarta. El cierre de la subtrama de HR y la corrupción policial, y el paso definitivo al frente de las personas que quieren controlar la Máquina, o que quieren construir otra mucho más poderosa, hace que la serie dé un notable salto cualitativo que no sólo tiene que ver con el mayor protagonismo de Amy Acker y Sarah Shahi. El aspecto más de ciencia ficción de "Person of interest" es el de esas inteligencias artificiales capaces de discernir, en el mejor estilo "Minority report", cuándo se va a producir un acto violento, sea terrorista o no, y su vigilancia total sobre la ciudadanía (que es un aspecto que hace tiempo que dejó de ser ciencia ficción), y la tercera temporada se mete de lleno en él, explorando las consideraciones éticas que implica la puesta en marcha no sólo de Samaritan, sino también de Northern Lights.

Ése es un lado que puede ser muy interesante de cara a una cuarta temporada que yo aún no he visto. La manera que Décima y Finch tienen de relacionarse con sus máquinas respectivas es muy diferente. La de Finch puede haber desarrollado cierta autoconsciencia y cierta capacidad de decisión por sí misma, pero está al servicio de los humanos y tiene incluidos de serie, como si dijéramos, también ciertos límites en sus actividades. Samaritan, por contra, no tiene ninguna cortapisa a su poder y sus "responsables" humanos están, en realidad, a su servicio. En la segunda temporada se ve que la Máquina se preocupa por Finch y por sus agentes. ¿Será eso una debilidad, del mismo que puede serlo que ellos pongan por encima de todo la conservación de la vida humana (como se aprecia en el capítulo en el que pueden matar al congresista que posibilita la puesta en marcha de Samaritan)?

Esta tercera entrega lleva a los personajes por caminos bastante coimplicados emocionalmente. La pérdida de Joss Carter (que se afronta en un capítulo con un arranque sensacional a los compases de Johnny Cash) arroja una larga sombra, sobre todo, sobre las acciones de Reese, que se da cuenta de que la guerra que están librando requiere de acciones más drásticas de las que Finch está dispuesto a tomar. Por su parte, Shaw (que es la verdadera revelación de la temporada) ya no es la misma asesina fría y desconectada que antes, y hasta Root empieza a preocuparse más por las personas a su alrededor. El equipo de la Máquina se humaniza más mientras sus rivales, el Equipo Samaritan, se vuelven más "robóticos", en aras de la seguridad nacional. Y del beneficio de las empresas privadas a costa de trabajos que, tradicionalmente, eran competencia del estado.

La tercera temporada de "Person of interest" termina con la caja de Pandora abierta y todos los males del mundo, personificados en Samaritan, sueltos por ahí. Aunque la esperanza sea lo único que quede en su fondo, Finch, Reese y compañía no lo van a tener tan fácil para plantar cara a esa nueva amenaza que, de cara a la galería, se presenta como la gran garante de la protección de los ciudadanos, a costa de espiarlos hasta en sus esferas más privadas. ¿Hasta dónde evolucionarán lqs dos inteligencias artificiales? ¿Estará la clave en la que sea capaz de pensar más como los humanos, más "fuera de la caja"?

14 julio 2015

Los hombres malos de Vinci, California

ALERTA SPOILERS: ¿Habéis visto el tiroteo del cuarto capítulo de la segunda temporada de "True Detective"? Si no sabéis qué tejemanejes se traía Ben Caspere con las tierras alrededor de Vinci, mejor no sigáis leyendo.

La visión del mundo que tiene "True Detective" (y su creador, Nic Pizzolatto) ya quedó bien reflejada en una de las citas más célebres de su primera temporada: "El mundo necesita hombres malos. Mantenemos a los otros hombres malos lejos de la puerta". Para la serie, el mundo está dominado por tipos que, en cuanto alcanzan cierto poder y dinero, se creen con el derecho de poseer lo que les dé la gana. Están seguros de que las leyes no van a tocarles, de que pueden tratar a todos quienes consideren inferiores a ellos como peones o, directamente, herramientas necesarias para cumplir sus deseos, y su idea del disfrute de su éxito, y de la demostración de su estatus, es tener la mansión más grande en la zona más cara de la ciudad, el coche deportivo más costoso y potente y las fiestas con las chicas más explosivas.

Esos hombres han sido durante décadas el centro del género negro, de las historias de mafiosos, de los casos que los detectives ficticios más famosos han tenido siempre que solucionar. En "L.A. Confidential", en la trama de corrupción policial hay incluida una de prostitutas de alto standing que se parecen a estrellas de cine, y siempre acaba demostrándose que todo está conectado. Las raíces de la oscuridad se extienden muy profundamente y lo tocan todo, que es algo que estamos viendo, de manera menos poética y gótica, en la segunda temporada de "True Detective". Los cuatro episodios emitidos hasta ahora están reforzando esa visión del mundo (unos dirían que deprimente, otros que realista) y también la posición de la serie dentro de ese movimiento de los antihéroes, y de la exploración de los ideales de masculinidad modernos, que han dado pie el 90% de los títulos considerados por los críticos como los mejores de la historia.

En ese aspecto, esta segunda temporada sigue tan a rajatabla los códigos del noir ambientado en California, que no es extraño que haya quien piense que Pizzolatto está jugando con nosotros y "troléandonos", pisando a veces el terreno de parodias como "Darkness at noon", la serie a la que Alicia Florrick está enganchada en "The Good Wife". El alto nivel de escrutinio hacia ella dificulta que se la pueda juzgar por lo que estamos viendo, más que por lo que creemos que deberíamos estar viendo. Es cierto que "True Detective", ahora mismo, no es tan diferente de "Bosch" o "The Bridge", y que tiene de vez en cuando diálogos demasiado literarios que suenan artificiales. También es verdad que mantiene la capacidad de entregar secuencias energéticas como el tiroteo que cierra el cuarto capítulo, un episodio en el que empieza a quedar claro que, como decíamos antes, la corrupción de Vinci llega en realidad mucho más lejos de lo que se pensaba.

Todo está conectado; Caspere une la trama de la corrupción alrededor del proyecto de la línea del ferrocarril con esa otra historia de las fiestas con prostitutas de alto nivel, y el pasado del padre de Ani Bezzerides va a darle una unión temática, probablemente, a las dos temporadas de "True Detective".

13 julio 2015

Protege el cliffhanger

Acabar una temporada de una serie con el destino de uno de los personajes en el aire es uno de los cliffhangers más viejos del manual. La desesperación de los fans por saber qué va a pasar está casi garantizada para todo el verano, e incluso aunque sepan que ese personaje no va a morir (esos amagos de que Mulder había muerto que hizo varias veces "Expediente X"...), la intriga por saber cómo saldrá de ésa es más que suficiente para dar tema de conversación hasta que vuelva la serie a la programación. Sin embargo, parte de la gracia está en no hacer de menos ese cliffhanger. Serie y espectadores asumen que, hasta nuevo aviso, ese personaje ha muerto, y en ese pacto se basa el impacto del último capítulo y la expectación con la que se recibirá el primero de la nueva temporada.

En 2007, cierta serie de Syfy (aunque entonces aún era Sci Fi) mataba a uno de sus protagonistas en la recta final de su tercera temporada. Los fans se echaron las manos a la cabeza, incapaces de creer que se hubiera producido aquello que acababan de ver, e intentaron averiguar de todas las maneras posibles si no era un engaño, si la serie no estaba jugando con sus sentimientos. Para el resto de los personajes, aquella muerte era un mazazo y les obligaba a replantearse algunas cosas; era una muerte que tenía mucha importancia para la serie, y los implicados en ella dijeron por todas partes que lo que se veía en pantalla era exactamente lo que parecía. Algunos capítulos más tarde, aquel personaje reaparecía en la serie, y la sorpresa entre los fans era lo que se quería salvaguardar (si queréis saber a qué serie nos estamos refiriendo, en este artículo del Los Angeles Times explican todo el asunto). Pero para que esa revelación tuviera relevancia, se tenía que proteger el cliffhanger anterior.

El final de la quinta temporada de "Juego de tronos" se encuentra en la misma tesitura. Hay un personaje importante que parece estar muerto, y desde la emisión de aquel último capítulo, fans y prensa se han vuelto locos intentando averiguar si es así o no. Que si se ha visto al actor en tal sitio, que si ha cambiado de estilismo, que si tiene tal proyecto... El destino de ese personaje viene debatiéndose también entre los lectores de los libros de George R.R. Martin desde hace años, y aunque hay teorías al respecto, los responsables de la serie han tomado esa última escena en serio. Si parece que está muerto, es que lo está. Como ocurría con aquel título de Syfy, tienen que proteger el cliffhanger, no pueden devaluarlo diciendo de repente que ese personaje volverá para la mitad de la sexta entrega, por ejemplo. Lo que pasa es lo suficientemente relevante para tratarlo como tal.

Si en la pasada Comic-Con, por ejemplo, de repente dicen que ese actor va a volver, el cliffhanger se va a la basura, el impacto emocional que debería llevarnos hasta la próxima temporada no vale de nada. Y la sorpresa de su regreso, si es que regresa, se neutraliza. En la época actual de la sobreinformación, los rumores tratados como noticias seguras y los cortes de pelo utilizados como confirmaciones de la permanencia o no de un actor en una serie, proteger esos giros se ha convertido en algo crucial. No hace falta llegar al nivel de spoilerofobia de Matthew Weiner, pero hay que honrar esos cliffhangers como se merecen. Sobre todo porque la especulación loca de los fans sobre su resolución es también parte importante de la experiencia de seguir las series.

12 julio 2015

La otra edad de oro de las series



Un tema recurrente cuando se habla de series de televisión, y de esa ya manida expresión de "la edad de oro de las series", es mencionar que los guiones más inteligentes e interesantes se han mudado del cine a la televisión. El último en afirmarlo fue Dustin Hoffman hace unos días, y esa afirmación siempre es recibida con incredulidad desde el lado de las películas. También es cierto que hay que matizarla un poco, porque siempre que se dice que el cine está en un estado penoso y que las series le han robado todo el momento creativo, a lo que los críticos se refieren habitualmente es a los grandes taquillazos, a las superproducciones de los estudios, que ya sólo producen remakes o secuelas parea asegurarse el retorno de la inversión.

Los blockbusters han empujado fuera del mainstream de Hollywood a las películas de presupuesto medio, que el cine independiente tampoco puede asumir porque no es tan fácil conseguir financiación. Y, a veces, hasta las películas de presupuestos más bajos se encuentran con dificultades para ponerse en marcha. En la industria televisiva han entrado en juego nuevas cadenas u nuevos proveedores de contenido y hay más oportunidades de que esa idea que no es una película de 90 millones de dólares, sino a lo mejor de veinte, se haga realidad. De hecho, esa mayor presencia de cadenas buscando sus propias series que producir no sólo ha impulsado la célebre burbuja seriéfila, sino que ha dado pie a lo que podríamos llamar la otra edad de oro de las series. No todo el mundo puede hacer las mismas series que HBO, AMC o FX, pero las otras cadenas más "pequeñas", con menos reconocimiento en ese sentido, se animan a probar otros contenidos.

Resulta curioso, por ejemplo, que dos de las revelaciones de lo que llevamos de verano televisivo provengan de Lifetime y USA, canales a los que jamás en la vida nadie incluiría en el canon seriéfilo de excelencia. Pero "UnReal" y "Mr. Robot" son dos títulos muy estimables que buscan presentar un punto de vista original acerca de un tema ya muy visto, como los hackers, o acercarse a un tema que, curiosamente, nadie ha tocado aún, como lo que pasa detrás de las cámaras de un reality show. Ya sea a través del personal estilo visual y narrativo de "Mr. Robot" (y de su inmersión total en lo fácil que es corromper el mundo interconectado actual), o de la poca compasión emocional que "UnReal" tiene por sus personajes, las dos son opciones que demuestran que hay vida fuera del cable premium, y que esa vida puede hasta ser más estimulante que, por ejemplo, las comedias que HBO ha estrenado para su verano.

La edad de oro de las series está también en que un canal como MTV, que hasta ahora se había dedicado a las comedias de instituto (con buenos resultados) y a las series sobrenaturales juveniles, y que decide lanzarse de cabeza a una serie de fantasía que, aunque se ha rodado en Nueva Zelanda, no ha optado por el encanto cutre de "Xena, la princesa guerrera", por ejemplo, sino que ha ido directamente a por el look de franquicias cinematográficas como "El Señor de los Anillos". "The Shannara Chronicles", que está basada en una saga literaria de Terry Brooks, puede ser la serie que ponga un poco más en el mapa a MTV. No tiene por qué ser dentro de las listas de lo mejor del año de los críticos, sino que puede hacer por ella lo que "Outlander" ha terminado haciendo por Starz. No va a reportarle premios, probablemente, pero ha hecho que la percepción hacia el canal cambie ligeramente, que sea tomado un poco más en serio. Y, por cierto, ¿qué habría costado que "Crónicas de la Dragonlance" hubiera tenido una adaptación que, por lo menos, luzca tan bien como parece hacerlo la de "Shannara" en el trailer?

Música de la semana: "Mr. Robot", por cierto, se une a "The Good Wife" y "Hannibal" en la lista de series que utilizan de una manera muy destacable música clásica para algunas de sus escenas más relevantes. Su elección de canciones es muy curiosa, como "Steal my sunshine", el one-hit wonder de Len, para una secuencia de Elliot intentando ser normal, en el mejor estilo de "Trainspotting".

10 julio 2015

Lecturas comiqueras de verano

Los cómics parecen haber ganado algo más de relevancia en los últimos años. Todas las películas de Marvel y las series basadas en novelas gráficas han conseguido que los tebeos no se vean tanto por encima del hombro como antes, y ya no nos referimos sólo a cómics independientes o a autores como Art Spiegelman o Marjane Satrapi. Los cómics de superhéroes también parecen haberse visto reivindicados desde la trilogía de Batman de Christopher Nolan y las historias de Frank Miller de las que bebía, y ahora ya no se ve tan friki que alguien quiera leerse algún volumen de La Liga de la Justicia o de la saga de Ultrón de Los Vengadores.

Como ocurre siempre, con el verano es inevitable que aparezcan las listas de lecturas para llevarse a la playa o a la piscina; la literatura noir es un clásico de dichas listas aprovechando la celebración de la Semana Negra de Gijón, pero ya que este fin de semana es el de la Comic-Con de San Diego, puede estar bien acercarse a algunos cómics que pueden ser interesantes o divertidos (o ambas cosas a la vez). Eso sí, yo no soy ninguna experta en este tema. Lo que puedo saber de cómics no llega ni al 1% de lo que saben los chicos de Noveno Podcast, por ejemplo, y esto no son más que algunas sugerencias de libros que a mí me han parecido interesantes. Así que vamos con cinco cómics para leer este verano.

"Ojo de Halcón", de Matt Fraction y David Aja: Si sólo conocemos a los Vengadores por las películas (culpable), Ojo de Halcón no es precisamente el personaje que más puede llamar nuestra atención. Eso fue hasta que, en 2012, el guionista Matt Fraction y el dibujante David Aja le dieron una vuelta de tuerca muy divertida, imaginativa y entretenida al seguir a Clint Barton en su vida diaria, lejos del supergrupo de Marvel. El éxito de los tres volúmenes publicados hasta ahora ha sido tremendo. Hagamos campaña para que Kate Bishop, el otro Ojo de Halcón, se pase por "Agents of SHIELD".

"Saga", de Brian K. Vaughan y Fiona Staples: A Vaughan a lo mejor lo conocéis por su paso por "Perdidos" y por el arranque de "Under the dome", pero realmente se hizo conocido gracias a "Y, el último hombre", un cómic post-apocalíptico que lleva años intentando dar el salto al cine (o a televisión), y que también merece mucho la pena. "Saga" nos lleva a un sistema planetario en guerra y a una pareja que huye de ella con su hija recién nacida, y es justo lo que indica su título, una saga familiar de aventuras increíbles.

"Fatale", de Ed Brubaker y Sean Phillips: Brubaker y Phillips son conocidos por sus cómics noir, como "Criminal", y el primero, también por sus historias de superhéroes tanto para Marvel como DC. "Fatale" es una curiosísima, y muy efectiva mezcla, de género negro y terror estilo Lovecraft, con una femme fatale que utiliza su poder de seducción sobre los hombres para escapar de una horrible entidad demoníaca. Es una historia que se cuenta a lo largo de diferentes épocas y géneros, y que alcanza una conclusión que parece la única posible.

"Gotham Central", de Ed Brubaker, Greg Rucka y Michael Lark: Si tenéis mono de "Gotham" hasta que llegue su segunda temporada, o si queréis leer una buena historia de policías a la sombra de Batman, "Gotham Central" es vuestra mejor opción, y más ahora que está reeditándose en español. Los cuatro volúmenes del cómic siguen a los detectives del departamento de policía de Gotham investigando casos en los que hay archivillanos involucrados, y que intentan resolver sin tener que recurrir a un Batman que a veces es más un problema para ellos que una ayuda.

"Ms. Marvel", de G. Willow Wilson y Adrian Alphona: Quizás el mayor fenómeno de los cómics estadounidenses el año pasado fue la reinvención de Ms. Marvel en Kamala Khan, una adolescente mususlmana de Nueva Jersey, de origen paquistaní, que una noche descubre que tiene superpoderes. Lo que es justo lo que faltaba a Kamala, que ya suficiente tiene con las tradiciones de su familia y las costumbres de cualquier adolescente estadounidense. Es entrañable y divertida, y un gran personaje que, desde luego, merece el éxito que está teniendo.

09 julio 2015

El pasado de los sensates

Así, casi sin que nadie se haya dado cuenta, "Sense8" ha terminado siendo una de las series del verano. El pequeño experimento televisivo de los Wachowski en Netflix, del que aún no se sabe si tendrá continuación, ha tenido altibajos y ha funcionado más por momentazos, pero ha resultado una propuesta más ambiciosa de lo que estábamos acostumbrados a ver en Netflix hasta ahora, y en entretenimiento veraniego divertido si entrábamos en su juego. También ha dado una nueva relevancia a actores que, en ocasiones, no eran demasiado conocidos y, en otras, eran conocidos en determinados círculos.


"Sense8" ha sido la presentación en Estados Unidos de Miguel Ángel Silvestre, al que en España conocemos no sólo de "Velvet" sino de, sobre todo, "Sin tetas no hay paraíso". Su Duque fue todo un fenómeno de fans (y de fans ya talluditas, además), pero no era la primera vez que el actor se encontraba con toda una legión de seguidoras. Su verdadera presentación en sociedad fue "Motivos personales", aquel thriller completamente loco en el que era el hijo de la villana de la función. Silvestre sólo estuvo una temporada en la serie; la dejó para dedicarse al cine y lo sustituyó Alex González.

Los hermanos Wachowski suelen colaborar a menudo con la misma gente. Joe Pantoliano, por ejemplo, que protagonizó su primera película, "Lazos ardientes", está en "Sense8", y Tuppence Middleton, que da vida a Riley, había pasado antes por "El destino de Júpiter". Middleton ha hecho mucha tele en su Reino Unido natal, y sólo el año pasado se la pudo ver en la película de la serie "Spooks" (al lado de Kit Harrington) y en "The imitación game", donde aparecía brevemente como la chica con la que liga el personaje de Matthew Goode en un bar, si no recuerdo mal. Tiene en preparación para el año que viene la miniserie de "Guerra y paz" de la BBC.

Brian J. Smith apenas tenía currículum en cine y televisión cuando le tocó el papel del teniente Scott, uno de los militares que aparece en una nave espacial con destino desconocido en "Stargate Universe". La serie sólo duró dos temporadas, pero para él fue un buen trampolín hacia otros títulos como "Gossip Girl" o "Blue Bloods". "Sense8" es, probablemente, el proyecto con mayor proyección que ha hecho hasta ahora.

El que sí tiene una carrera bastante extensa en Alemania es Max Riemelt, Wolfgang en la serie de Netflix. Gran parte de sus películas y series no son demasiado conocidas en el resto de Europa, con la excepción de "La ola", una cinta que mostraba un experimento, que salía mal, de un profesor de instituto para enseñar a sus alumnos cómo se vive en un estado totalitario.
Sun es lo más parecido a una superheroína que tiene "Sense8", y su intérprete, Doona Bae, es otra vieja conocida de los Wachowski, con los que trabajó en "El atlas de las nubes" y en "El destino de Júpiter". Pero es que, además, en Corea del Sur ha participado en dos de las cintas que más reconocimiento han logrado fuera de sus fronteras: "The host" y "Sympathy for Mr. Vengeance", a la que pertenece el fotograba de arriba.

Capheus, el joven conductor de autobús nigeriano, está interpretado por Aml Ameen, otro de esos actores negros británicos que deciden probar suerte en Estados Unidos. Su gran oportunidad fue, probablemente, "Harry's Law", a la que pertenece la foto de arriba, y donde coincidió con Kathy Bates, Brittany Snow y Rob Corddry. La serie duró dos temporadas en NBC, pero a Ameen no le ha faltado trabajo. Antes del estreno de "Sense8" se le pudo ver en "El mayordomo" y en "Beyond the lights", y también participó en "El corredor del laberinto".

Después de Laverne Cox, Jaime Clayton bien puede ser la actriz transexual que ha conseguido un escaparate mayor en la ficción televisiva estadounidense. Su camino hasta la interpretación también es curioso, porque empezó a hacerse conocida por el reality "TRANSform me", en el que participaba con Cox y que era un makeover show de manual. Clayton fue después una de las clientes de Ray en "Hung" y ha tenido pequeños papeles aquí y allá hasta recaer en "Sense8", en un rol escrito especialmente para ella.

Si mencionamos a Nomi, hay que hacerlo también con su novia Amanita, a la que interpreta una Freema Agyeman muy conocida por los fans de "Doctor Who". De ella ya hemos incluido en otras ocasiones trabajos anteriores, así que aprovecharemos para recordar "Human nature/Family of blood", dos grandes capítulos de la tercera temporada de la serie de la BBC, y para reivindicar un poco a Martha Jones.

08 julio 2015

Las que echamos de menos



"Gone, but not forgotten". Se han ido, pero no las hemos olvidado. Ése podría ser el resumen de una entrada que se ha publicado hoy en ¡Vaya Tele!, en la que se hablaba de algunas series que hace tiempo que ya no estaban en emisión, pero a las que sus espectadores siguen echando de menos. Puede ser que extrañemos simplemente escuchar su sintonía todas las semanas, o que lo que echemos de menos sea la sensación de felicidad, o de diversión que experimentábamos cuando las veíamos. En la lista original, por ejemplo, hay dos que estarían también entre las series que yo más echo de menos, como "Perdidos" (que era sumamente entretenida) y "Battlestar Galactica" (en la que nunca sabías lo que te ibas a encontrar), pero podrían añadirse otras cuantas a ellas.

"Pushing daisies", por ejemplo, era un mundo lleno de ingenio, colorido y humor juguetón (y canciones variadas) al que era un gusto regresar todas las semanas durante las dos temporadas escasas que duró. Es el sino de Bryan Fuller, que ninguna de sus series pueda aguantar demasiado en antena. No era apta para todos los paladares (las quejas, superficiales, de que era demasiado empalagosa eran una constante), pero era altamente disfrutable. De aquella misma temporada 2007/08 es "Life", una serie de policías muy recomendada para quienes no les gusten los procedimentales. La principal razón era la química entre sus protagonistas, Charlie Crews y Dani Reese, dos opuestos obligados a trabajar juntos, y una opción muy entretenida si alguien quiere ver a Damian Lewis y Sarah Shahi en unos papeles menos conocidos de sus carreras.

El gran clásico, en mi caso, de las series que más echo de menos es "Veronica Mars". Aquí siempree entra en juego un factor que acaba siendo muy personal, que es lo que te divertías viendo una serie, y lo que tardabas en ver el episodio una vez que se emitía, y en ambos casos, Neptune lograba valores muy altos en la gráfica. El ingenio y el lado oscuro del personaje de Kristen Bell se ven rara vez en televisión, así que es normal que acabemos buscándolos en otros sitios que, a lo mejor, no son tan maravillosos (como la estimable, aunque liviana, "In plain sight"). De todos modos, para policías implacables, nadie mejor que Brenda Johnson en "The Closer", otra de la que se extraña el cuidado que se ponía en el retrato del equipo de Brenda y en sus casos durante las primeras temporadas.

Se echan de menos las tontunas y los "Good God, Lemon" de "30 Rock", los diálogos como ametralladoras de "Las chicas Gilmore"... Bastantes de ellas (aunque no todas) se extrañan porque eran nuestros lugares felices, nuestros rincones de diversión, y esos pueden llegar, a veces, de donde menos te lo esperas. Antoine Batiste, en "Treme", constituía uno de esos sitios para mí.

07 julio 2015

Los monstruos de la semana de "Expediente X"


El anuncio del regreso de "Expediente X" a FOX el año que viene ha hecho que bastantes espectadores, que en su momento no la vieron, tengan ahora cierta curiosidad por echarle un vistazo a una de las series más influyentes de los últimos tiempos, aunque a mediados de los 90 no lo pareciera. Se suceden las listas de capítulos para hacerse una idea de qué la hacía especial, las listas de Skipabble sobre los episodios obligatorios que ver para ponerse al día antes de esa pseudo-décima temporada y todo tipo de recordatorios y curiosidades. Uno de los últimos llega desde Carrusel de Series, que ofrece a los novatos de la serie una recopilación de capítulos mitológicos que ver para afrontar ese revival con un conocimiento más completo de la conspiración a la que se enfrentaban Mulder y Scully.

Sin embargo, esa lista deja fuera los episodios autoconclusivos, los "monstruos de la semana", que era donde estaba buena parte de la grandeza de "Expediente X", y donde muchas veces se desarrollaba más la relación entre sus dos protagonistas. Así que, como me han retado por Twitter a preparar una lista similar, pero de capítulos no relacionados con la mitología, ahí va la mía. Eso sí, si queréis ver la nueva miniserie con pleno conocimiento de causa, tenéis que ver después la segunda película, por muy mal que os la pongan. En la relación de Mulder y Scully representa un paso importante. Ésta es la lista de los mejores capítulos autoconclusivos de la serie. En negrita, se marcará el más destacado de todo ellos.

TEMPORADA 1
En este arranque, la serie crea algunos de sus monstruos más célebres, como Eugene Tooms, y también ofrece vistazos al pasado tanto de Mulder, que está más relacionado con la mitología, como de Scully ("Beyond the sea"). Y hay algunos homenajes al cine de terror de los 70 y los 80 muy logrados, como el de "Ice" con "La cosa".

  • 1x03 "Squeeze"
  • 1x08 "Ice"
  • 1x11 "Eve"
  • 1x13 "Beyond the sea"
  • 1x20 "Darkness falls"
  • 1x21 "Tooms"
  • 1x23 "Roland"
TEMPORADA 2
Los capítulos en teoría autoconclusivos empiezan a tener aquí conexiones con la trama serializada cuando menos te lo esperas, así que ésos se han quedado fuera. Además, también comienza en esta temporada la mejor época de esos episodios relacionados con la conspiración, pero hay unos cuantos monstruos de la semana inquietantes, divertidos y que hasta se pusieron de actualidad algunos los más tarde.
  • 2x14 "Die hand die verletzt"
  • 2x19 "Dod kalm"
  • 2x20 "Humbug"
  • 2x23 "Soft light"
  • 2x24 "Our town"
TEMPORADA 3
El inicio de la época dorada de "Expediente X", con algunos de los mejores episodios de su historia y un gran manejo de la trama serializada. También hay en esta entrega algunos de sus capítulos autoparódicos más logrados, y otros en los que parece ponerse a prueba la relación entre Mulder y Scully. Y atentos a ese "usted no morirá" que le dicen a Scully, porque algunos fans creen que se hace realidad tres temporadas más tarde.
  • 3x04 "Clyde Bruckman's final repose"
  • 3x13 "Syzygy"
  • 3x17 "Pusher"
  • 3x20 "Jose Chung's From outer space"
  • 3x22 "Quagmire"
TEMPORADA 4
Ciertos acontecimientos que atañen directamente a Mulder y Scully fuerzan que esta temporada sea la más oscura de todas, la que tiene los casos más gore y desasosegantes, y también la que tiene el episodio humorístico más dirigido directamente a los shippers de la pareja de agentes del FBI. Esta tanda de capítulos reportó a "Expediente X" su único Emmy importante, el de mejor actriz de drama para Gillian Anderson.
  • 4x02 "Home"
  • 4x03 "Unruhe"
  • 4x10 "Paper hearts"
  • 4x12 "Leonard Betts"
  • 4x13 "Never again"
  • 4x20 "Small potatoes"
  • 4x23 "Demons"
TEMPORADA 5
Se suele considerar esta entrega como el final de la era dorada de la serie, aunque aquí la mitología ya estaba desbarrando de una manera muy seria. Aún así, "Expediente X" no le perdió el pulso a los autoconclusivos, y esta quinta temporada tiene algunos realmente notables y divertidos. Hay que tener en cuenta aquí también que, al mismo tiempo que se rodaba la temporada, se estaba grabando la primera película, por lo que David Duchovny y Gillian Anderson tenían que ir alternando una y otra y, de resultas, estaban separados en bastantes capítulos.
  • 5x03 "Unusual suspects"
  • 5x04 "Detour"
  • 5x05 "Post-modern Prometheus"
  • 5x10 "Chinga"
  • 5x12 "Bad blood"
  • 5x19 "Folie a deux"
TEMPORADA 6
Chris Carter aprovechó esta temporada para poner un poco de orden en la mitología, cerrando la trama que había estado contando en las cinco entregas anteriores y empezando otra. Para intentar atraer a los espectadores que habían visto la película sin ser seguidores de la serie, esta temporada tiene relativamente pocos episodios mitológicos, y los autoconclusivos son mayoría. Aquí, además, están los dos capítulos que lidian más directamente con la relación entre Mulder y Scully ("Triangle" y "Milagro"), y la conclusión a la predicción de Clyde Bruckman en la tercera temporada.
  • 6x02 "Drive"
  • 6x03 "Triangle"
  • 6x04-05 "Dreamland"
  • 6x07 "Terms of endearment"
  • 6x10 "Tithonus"
  • 6x14 "Monday"
  • 6x18 "Milagro"
TEMPORADA 7
"Expediente X" empieza aquí su declive, en parte por la decisión de Duchovny de aparecer menos y, finalmente, de irse de la serie. Aún hay "monstruos de la semana" entretenidos y simpáticos y es la temporada en la que los shippers se volvieron locos intentando averiguar si la tensión sexual entre los dos protagonistas se había resuelto o no. 

  • 7x04 "Millennium"
  • 7x05 "Rush"
  • 7x08 "The amazing Maleeni"
  • 7x12 "X-Cops"
  • 7x19 "Hollywood A.D."
  • 7x21 "Je Souhaite"
Hasta aquí vamos a llegar. Mis conocimientos de las últimas dos temporadas, en las que los agentes Doggett y Reyes sustituyen a Mulder y Scully, son mucho más superficiales, y con la lista anterior ya tenéis más que de sobra para pasar un verano de lo más entretenido.