Mostrando entradas con la etiqueta Cinefilia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cinefilia. Mostrar todas las entradas

26 diciembre 2017

16 películas de 2017


La entrada de resumen del año más tradicional en este blog es casi la de las películas del año. Que nunca es una lista de las mejores películas, sino de las que más me han gustado a lo largo de estos doce meses. Eso implica que, como toda lista de este tipo, es muy personal y que, probablemente, no va a coincidir con muchas de las que los medios publican en estos días.

Como ocurre todos los años, además de esa consideración inicial, hay que hacer otra más, que es que estas películas sólo son las estrenadas en España a lo largo de este 2017. Eso significa que algunas cintas estrenadas en 2016 en Estados Unidos, por ejemplo, no se vieron en nuestras pantallas hasta enero de este año para aprovechar el tirón de sus nominaciones al Oscar, y muchas de las que se incluyen en los repasos de los críticos de allá no se van a ver aquí hasta 2018. Y va a faltar en esta lista "The disaster artist" porque se estrena en España el último fin de semana del año. Podéis encontrar también estas 16 películas en mi perfil de Letterboxd.

- "La La Land": El homenaje de Damien Chazelle al musical clásico de Hollywood funciona a la perfección gracias, sobre todo, a una Emma Stone muy entregada, merecido Oscar a la mejor actriz. Stone siguió esta película con otra gran interpretación que ha pasado más desapercibida, la de Billie Jean King en "La batalla de los sexos".

- "Loving": Sin hacer demasiado ruido, centrándose sólo en sus dos personajes, la película cuenta la historia de Richar y Mildred Loving, una pareja pobre del sur que consiguió que el Tribunal Supremo de Estados Unidos derogara las leyes contra el matrimonio interracial.

- "Moonlight": Delicada y poética, fue un improbable, pero justo, Oscar a la mejor película con su historia de un hombre negro homosexual, y la difícil vida que lleva por eso.

- "Jackie": Es un ejercicio de estilo, pero qué ejercicio de estilo. La dirección de Pablo Trapero y la interpretación de Natalie Portman nos meten directamente en la mente de Jackie Kennedy tras el asesinato de JFK.

- "Logan": Una película de superhéroes como western crepuscular. Pueden hacerse cosas de verdad interesantes y diferentes con los justicieros de Marvel (y de DC).



- "Déjame salir": Terror con componente racial que va desvelándose muy poco a poco. Es un malsano (y al mismo tiempo muy divertido) episodio de "La dimensión desconocida" construido al milímetro.

- "Wonder Woman": El "Superman" de Richard Donner es la inspiración de la cinta de superhéroes que ha adquirido mayor dimensión social este año por centrarse en una mujer. También es sumamente entretenida.

- "Colossal": Nacho Vigalondo y Anne Hathaway son un dúo inmejorable en esta historia de mujeres que encuentran su valía, masculinidades tóxicas y monstruos que atacan Seúl.

- "La vida de Calabacín": Que no os engañen los adorables muñecos protagonistas de la película: los huérfanos protagonistas tienen vidas muy duras, pero para todos hay una segunda oportunidad y la posibilidad de encontrar sus propias familias.

- "Verano 1993": El mayor puñetazo emocional del año lo da el final de esta película sobre una niña que no sabe cómo procesar todo lo que le pasa tras la muerte de su madre.



- "Dunkerque": Christopher Nolan nos mete de lleno en la desesperación de los soldados británicos atrapados en Dunkerque al principio de la Segunda Guerra Mundial. Y esa desesperación les lleva a hacer muchas cosas con tal de escapar.

- "Verónica": El miedo a crecer se traslada a una historia de fantasmas y posesiones. Paco Plaza vuelve al terror por todo lo alto.

- "La llamada": El cuarteto que forman Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta y Gracia Olayo imprime naturalidad, luz y energía a la adaptación del fenómeno musical madrileño.

- "La seducción": La atmósfera malsana de esa escuela de señoritas rodeada por la Guerra de Secesión está entre los logros del año. Las emociones reprimidas y el egoísmo arrogante chocan en una historia dirigida con gran pulso por Sofia Coppola.

- "La gran enfermedad del amor": Es una comedia romántica que sabe que ambos personajes tienen que ser interesantes y tener sus propios conflictos para que la historia de amor pueda funcionar. Y que esté basada en la vida de sus dos guionistas le da puntos extra.

- "Crudo": Una coming of age story de una chica estrictamente vegetariana que empieza a estudiar Veterinaria y descubre la carne, en todas sus acepciones. Mejor no digamos nada más.

Menciones especiales: la pelea de Kylo Ren y Rey en la nave en "Star Wars. Los últimos jedi", el gag del "toldo" de "Fe de etarras", el arranque a lo película de terror de "Madre!", la pelea en la antigua sala de fiestas de hologramas de Las Vegas en "Blade Runner 2049", lo que duelen las peleas de "Atómica", James McAvoy en "Múltiple", el encantador dúo que forman Oona Chaplin y Natalia Tena en "Tierra firme", el mensaje de "La librería", la fotografía de "Handia" y la mezcla de risas y lágrimas en "Bright Lights", el documental de HBO sobre Carrie Fisher y Debbie Reynolds.

Y, como todos los años, esta lista va acompañada de su correspondiente playlist de Spotify, que incluye uno de los temas de John Williams para "Los últimos jedi" sólo porque sí.



18 diciembre 2017

Los jedi, las jefas y los hombres frustrados


ALERTA SPOILERS: Si no habéis visto "Star Wars: Los últimos jedi", es mejor que no sigáis leyendo.

"El despertar de la Fuerza" relanzó "Star Wars" para una nueva generación (y bajo los mandatos de Disney) intentando recuperar todos los puntos de contacto posibles con la trilogía original. Hasta se la llegó a acusar de ser un remake encubierto de "La guerra de las galaxias", por lo que había quien temía que "Los últimos jedi" fuera a seguir ese patrón y rehiciera de nuevo "El Imperio contraataca". Sí mantiene algunos aspectos de aquella película (el personaje de Benicio del Toro es un trasunto más cínico de Lando Calrissian, por ejemplo, y la Resistencia queda seriamente tocada), pero lanza esta nueva trilogía por un derrotero nuevo. Y lo hace poniendo más énfasis en la evolución de sus personajes y en la exploración de determinadas temáticas.

Lo más destacado que hace Rian Johnson, guionista y director de la película, es centrar toda la historia en el conflicto interno de Kylo Ren. Está obsesionado con la figura de su abuelo, Darth Vader, y cree que sólo podrá demostrar su valía, su poder, si sigue sus pasos y impone por la fuerza su legado. Todo su conflicto nace de que es un joven lleno de frustraciones que no sabe gestionar. En realidad, el problema de Kylo Ren es que toda la vida ha creído que es especial, todo el mundo le ha dicho que es especial, pero él no consigue estar a la altura de esas expectativas, de la idea de sí mismo que se ha creado en su cabeza. Y el único modo que se le ocurre para lograrlo es recurrir al terror y la fuerza bruta. Por ahí (además de en la actitud impulsiva y condescendiente de Poe Dameron) vienen todos los artículos de que "Los últimos jedi" es un tratado sobre lo peligrosa que es la masculinidad tóxica.

Realmente, da la sensación de que es uno de los temas que Johnson quería explorar. Los líderes que siempre están pensando en la supervivencia del grupo y tomando las decisiones más difíciles son mujeres, como la vicealmirante Holdo, y cuando los hombres están al mando, sólo dejan a su paso destrucción sin más. Tanto Holdo como Leia y Rey intentan que esos hombres saquen la cabeza de la cabina, dejen de mirarse el ombligo y de creerse especiales y se pongan a trabajar de verdad por el bien común. Rey lo intenta con Kylo Ren en una relación que es de lo más logrado de la película. Le enseña a ella que siempre hay muchos matices de gris, que las cosas no siempre son como nos cuentan y que nuestros héroes pueden tener los pies de barro. Rey se enfrenta a la propia oscuridad que hay en su interior (ese espejo en la isla de Luke muy a lo Dagobah, o al espejo de Oesed de Harry Potter, la verdad) y aprende que en la vida va a tener decepciones y frustraciones. Si Kylo Ren hubiera sabido que sus padres sólo eran meros chatarreros que lo habían vendido para pagarse las borracheras, habría destruido toda la galaxia. El quid está en que Rey, aunque evidentemente tiene ahí un trauma enorme, no se deja arrastrar por él. Como buena heroína, sabe que tiene un camino por delante más importante que sus propios problemas.

La dicotomía entre ambos personajes, y la arrogancia de Snoke que acaba siendo su final, es lo mejor de una película que entrega un gran espectáculo, aunque ciertamente su metraje es demasiado largo.  "Los últimos jedi" quiere mostrarnos que no hay buenos y malos tan evidentes en el universo de "Star Wars" al viajar a ese casino donde todos sus clientes son traficantes de armas que se hacen millonarios vendiendo tanto a la Primera Orden como a la Resistencia. También lo muestra en la impresionante (y muy japonesa) lucha de Rey y Kylo contra los guardias de Snoke, que explicita más aún el conflicto entre ambos. Kylo sabe que proviene de una familia con un legado importante y se obsesiona con seguirlo sin, realmente, plantearse quién es él más allá de dicho legado. Rey, sin embargo, no tiene ningún pasado familiar que le dé indicaciones de su camino vital; tiene que decidirlo por sí misma.

Podríamos estar hablando mucho sobre "Los últimos jedi"; su compresión (y alteración, éste es uno de sus fallos) de la línea temporal en la que transcurre la acción, la introducción de Rose, el último gran sacrificio de Luke, la manera en la que la Fuerza vuelve a ser algo mágico y todopoderoso, el impresionante look de escenas como la batalla en Crait, la maniobra kamikaze de Holdo o esa pelea en el salón del trono de Snoke, pero vamos a dejarlo por ahora. El fandom va a estar discutiendo hasta el infinito porque Johnson ha jugado con sus expectativas y no les ha dado lo que creían que iba a pasar. ¿Cómo cerrará el episodio IX la historia?

P.D.: No hemos hablado nada del papel de Leia y de la interpretación de Carrie Fisher en la película. Es una lástima que falleciera el año pasado porque tenía toda la pinta que la novena iba a ser su película, su momento de ser la mentora de Rey y de sacrificarse por la derrota de la Primera Orden y de su hijo. La Leia de "Los últimos jedi" es una gran despedida.

28 junio 2017

Las guerreras


Desde que se estrenó "Wonder Woman", a principios de junio, no han dejado de sucederse las historias sobre su impresionante éxito de taquilla, sobre el balón de oxígeno que sus críticas, generalmente buenas, dan al DCU y sobre lo que significa que, por fin, haya una superheroína comandando su propia película. Han surgido también los debates sobre si es feminista o no, sobre si es demasiado naif o no, sobre si es fiel a sus orígenes en el cómic y sobre cuánto le debe a "Capitán América. El primer vengador", cuando en realidad bebe directamente de la primera película de "Superman", y las críticas hacia la película han llegado todas en relación a alguna, o a todas, de estas cuestiones.

Es una gran presión para una cinta que acierta justo por apostar por una trama sencilla y por darle a su heroína un viaje y unos objetivos muy claros y definidos desde el principio. Diana todavía no es Wonder Woman, pero está aprendiendo a serlo, y quiere ayudar al mundo a librarse de la Maldad que Ares insufla siempre en los corazones de los hombres. Ya está. Por el camino se enamora de un espía al servicio de los británicos durante la Primera Guerra Mundial y descubre hasta dónde llegan sus poderes. Y hasta dónde llega el afán destructivo del hombre. Esta sencillez permite que "Wonder Woman" se preocupe por construir personajes que funcionan y, sobre todo, por dejar que Gal Gadot sea una Diana poderosa, ingenua, magnética, divertida y entregada y dé a la película el tono que la hace tan entretenida. El dúo que forma con Chris Pine en el interludio londinense es una cápsula de la mejor comedia romántica, la que se acuerda de que los dos personajes deben verse de igual a igual. Aunque, en realidad, Steve Trevor es plenamente consciente de que Diana está a un nivel superior que él. Cosas de ser descendiente de un dios del Olimpo.

Efectivamente, la costumbre de que el final de las películas de superhéroes sea una carrera por ver quién destruye más cosas de la manera más espectacular afea un poco los logros de la cinta, pero en su creencia de que son los personajes los que impulsan la historia es donde se salva. Y la secuencia de la tierra de nadie es realmente efectiva porque deja bien claro qué tipo de héroe es Wonder Woman.


Ha resultado curioso ver cómo, en algunos cines de Madrid, se pasaba el trailer de "GLOW", nueva serie de Netflix, antes de "Wonder Woman" y no porque sus protagonistas sean superheroínas, sino porque también es una historia sobre mujeres que, a través de la lucha, encuentran su lugar en el mundo. Es una lucha de pega, coreografiada y guionizada como el wrestling, pero el mensaje vale igual. Las catorce que se suben a ese ring a mediados de los 80, preparándose para participar en un programa de televisión que fuera el reverso femenino de la WWE (o WWF, como se llamaba entonces), proceden todas de ambientes sociales diferentes y tienen sus propios viajes personales que superar, pero es en el cuadrilátero donde se dan cuenta de su valía.

Ruth, la actriz en paro que no consigue un papel por mucho que lo mendigue, y Debbie, la ex estrella de telenovelas que se sentía marginada en la serie y que ahora se ve agobiada por su nuevo rol de madre que se queda en casa, son las dos caras más visibles de todo el reparto, y es notable que ninguna de las dos encaje en la protagonista fácil de simpatizar. Ruth (Alison Brie) puede ser demasiado intensa y Debbie (Betty Gilpin), demasiado pagada de sí misma cuando, en realidad, ambas se sientes inseguras del lugar en el que se encuentran en sus vidas y necesitan más que nunca alguien en quien apoyarse, aunque no se atrevan a reconocerlo en voz alta.

El ring les permite descubrir quiénes son de verdad. Al adoptar esos exagerados y caricaturescos personajes en los combates, todas encuentran nuevas facetas de sí mismas que desconocían y, como es tradición en estas historias deportivas, descubren también que son una suerte de familia extendida. Los matices que hay en Ruth, Debbie y Sam (un estupendo Marc Maron) elevan "GLOW" de una comedia más o menos inspirada, con una ochenterísima banda sonora, a una serie bastante más interesante.

31 enero 2017

Las personalidades de Shyamalan


ALERTA SPOILERS: Se puede hablar sobre la película "Múltiple" sin spoilers, pero como lo que más me interesa es, precisamente, la revelación que va construyéndose durante todo su metraje, es mejor que no sigáis leyendo si no la habéis visto.

A principios de los 2000, todas las películas de M. Night Shyamalan se vendían como cintas de terror. Daba igual que fueran dramas sobre el miedo al exterior, como "El bosque", o cuentos como "La joven del agua", los trailers y la promoción enfatizaban siempre lo mismo: un aire inquietante que no siempre estaba ahí.

Una de las que sufrió más la consecuencias de esa discrepancia fue "El protegido" ("Unbreakable"), una historia en la que Bruce Willis daba vida a un hombre corriente que era "irrompible", podía sobrevivir a todo tipo de accidentes y sucesos violentos, y al que buscaba desesperadamente un Samuel L. Jackson cuyo personaje era su opuesto, alguien que desde pequeño había tenido huesos de cristal y había acabado confinado en una silla de ruedas. Ni siquiera que Jackson fuera un fan de los cómics dio pistas en su momento al público de que no estaban viendo una de miedo, sino una de superhéroes. "El protegido" es, en realidad, la historia de origen de un héroe y un villano, que se va desvelando poco a poco. Parece que, al principio, estamos viendo un drama alrededor de la familia del personaje de Bruce Willis, y las cartas superheroicas se muestran con el paso de los minutos.

Algo similar ocurre con "Múltiple", la última película de Shyamalan. Inicialmente, da la sensación de que vamos a ver una de terror con tres chicas a merced de un psicópata que, además, tiene trastorno de personalidad múltiple, pero se ni van ofereciendo pistas de que, tal vez, estemos ante otra cosa. La charla de la psicóloga de que las personas como Kevin pueden ser un paso más allá en la evolución, de que puede considerarse un superpoder que sean capaces de fragmentar su personalidad como respuesta a un gran trauma, ya hace sospechar de que Shyamalan es muy fan de los mutantes de X-Men. La manera en la que aparece la personalidad número 24, la Bestia, y el hecho de que sea algo así como su propia versión del Increíble Hulk es un gran indicador de que "Múltiple" es la historia de origen de un supervillano.

El propio Shyamalan ha explicado que Kevin, en realidad, debería haber salido en "El protegido", pero que era demasiado potente y nunca terminaba de encajar en la película que él quería contar. Así se explica esa última escena en el restaurante, que conecta ambas cintas como pertenecientes a un mismo universo, el de los superhéroes de Shyamalan. Y éstos están a pie de calle, y sus poderes aparecen como respuesta a algo muy concreto que ocurre en sus vidas. ¿Llegaremos a ver un David Dunn vs La Horda?

24 enero 2017

Matemáticas y matrimonio basados en hechos reales


Por esas casualidades de las fechas de estreno en la cartelera española (que a principios de año está dominada por las aspirantes a los Oscar), han coincidido dos películas que cuentan historias poco conocidas de la lucha por los derechos civiles de la comunidad negra en Estados Unidos. Una de ellas es "Figuras ocultas", centrada principalmente en Katherine Johnson, matemática que empezó a trabajar para la NASA calculando las trayectorias de sus primeros vuelos tripulados, los del Proyecto Mercury, a principios de los 60. La otra es "Loving", centrada en Richard y Mildred Loving, que en 1968 consiguieron que el Tribunal Supremo de Estados Unidos derogara todas las leyes contra el matrimonio interracial que aún estaban en vigor en el país. Ambas se ambientan, más o menos, en el mismo periodo temporal, pero la manera en la que cuentan sus historias no podrían ser más diferentes.

"Figuras ocultas" es un clásico crowd-pleaser, una película con vocación de éxito masivo con tres protagonistas con fuerza y mucha personalidad, que lanzan one liners, miradas retadoras y discursos de indignación y empoderamiento en cuanto tienen ocasión. La película las presenta como tres heroínas (Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson fueron pioneras muy importantes en la NASA) que tienen que superar la doble discriminación de ser mujeres y, además, negras. La primera las constreñía al trabajo de computadoras, a hacer los cálculos básicos de los proyectos en los que trabajaban los ingenieros; la segunda restringía hasta su acceso al cuarto de baño, y las confinaba en un edificio aparte, nombrado con el eufemismo de "Grupo Oeste de Computación". La película construye personajes atractivos y logra que en Katherine (Taraji P. Henson) lo más importante sea su brillante capacidad matemática (aunque no puede librarse de la inevitable trama romántica). "Figuras ocultas" tira más del efectismo (los "villanos" son demasiado unidimensionales), pero lo que cuenta es interesante y atractivo.

En el otro lado del espectro está "Loving", que es una película independiente escrita y dirigida por alguien con un estilo muy marcado como Jeff Nichols. Su tema es muy importante (Loving v Virginia fue la base para que el Tribunal Supremo estadounidense legalizara en 2015 el matrimonio homosexual) y podría haber dado para una película en la que se enfatizara el proceso judicial, la injusticia del caso y se potenciara el lado heroico de la pareja central. Sin embargo, "Loving" huye de todo eso. Opta por contar la razón por la que el caso llegó al Supremo, que es la historia de amor entre Richard y Mildred, dos personas sencillas, pobres, de una comunidad rural en la que nadie cerraba con llave las puertas de sus casas y que sólo querían criar a sus hijos en su hogar del estado de Virginia. Richard, sobre todo, hablaba poco y no le gustaba la atención, y la película sigue la personalidad calmada de sus protagonistas.

No hay grandes alegatos contra la injusticia, ni siquiera grandes expresiones abiertas de racismo, aunque queda muy claro en todo momento el clima al que se enfrentan los Loving. Y el retrato de ambos, a cargo de Joel Edgerton y Ruth Negga, es tan intimista, sensible y digno, y nunca busca la pornografía emocional, que todavía es más destacable. No deja de ser curioso que dos películas ambientadas en, más o menos, la misma época y con personajes que pelean porque se reconozcan sus derechos sean tan diferentes en su manera de abordar sus tramas.

20 enero 2017

El ciclo del hype y el backlash


El próximo martes se anuncian las nominaciones a los Oscar, lo que quiere decir que este fin de semana va a llegar la avalancha de películas con posibilidades de estar presentes en la gran ceremonia del 24 de febrero. La gran favorita, a priori, aterrizó en los cines españoles el viernes pasado y, desde entonces, se ha producido el inevitable ciclo del hype y el backlash que sigue a todas las películas y series que llegan precedidas de una gran expectación. En el caso de "La La Land", en España ese ciclo se ha comprimido en apenas una semana, y motivado por los meses de críticas entusiastas tras sus primeros pases en los festivales de Venecia y Toronto y sus victorias en los pasados Globos de Oro.

Se ha pasado de decir que es una película para quedarse a vivir en ella a sacarle punta a todos los defectos de su guión (parte de estas dos corrientes de pensamiento se refleja en el podcast especial que La sexta nominada dedicó a la cinta de Damien Chazelle), y después de arrasar en los premios de HFPA, se han multiplicado las think pieces en Estados Unidos criticando todo lo criticable sobre ella. Es un asunto de acción y reacción, o el efecto "Brokeback Mountain"; cuantos más elogios recibas, y más aura de favorita al Oscar tengas, más fuertes serán los palos que te van a dar. Y más todavía en una película como "La La Land", con una apuesta estilística y emocional muy clara, y que crea tanto adhesiones incondicionales como rechazos fervientes.

A cualquier hype elevado, le seguirá una dosis similar de backlash, y la fórmula se hará más intensa cuanto más tiempo pase entre las primeras reacciones y el visionado por parte del gran público. Si las películas en concreto se salen del cinismo que parece dominar actualmente las críticas en redes sociales, las opiniones en contra aún se harán notar más. Y, como hemos comentado muchas veces, no hay nada peor que verlas con la preconcepción de que, como todo el mundo las da como favoritas a tener muchas nominaciones al Oscar, tienen que ser todas lo mejor que ha hecho nunca Hollywood, o nos parecerán una decepción.

De momento, "La La Land" apunta a funcionar más que bien en taquilla (conseguir entradas en los cines de VOSE de Madrid el pasado fin de semana era complicado) y a llegar a los Oscar con serias posibilidades de convertirse en una de las protagonistas principales de la noche. Nos hartaremos de ver a Ryan Gosling y Emma Stone en actos promocionales diversos y de leer artículos a favor y en contra de la película, y a lo mejor hasta su éxito incrementa la popularidad de "Dear Evan Hansen", el musical que los dos letristas de las canciones, Justin Paul y Benj Pasek, tienen en cartel en Broadway.

08 enero 2017

Las luces del viejo Hollywood


La última aparición pública de Bette Davis fue el Premio Donostia que el Festival de San Sebastián le concedió en 1989. La actriz tenía 81 años y una salud muy delicada, y planificó al dedillo todo el evento. Estuvo varios días sin salir de su habitación del hotel María Cristina y, cuando llegó el momento de recibir el premio, compartió anécdotas y se dejó llevar por la admiración y el cariño de todos los allí presentes. Moriría pocos días después, en París. Esa historia viene a le mente en bastantes momentos de "Bright Lights", el documental que HBO acaba de estrenar sobre Carrie Fisher y Debbie Reynolds y que, por cosas de la vida, ha acabado siendo un homenaje póstumo a la relación de esas dos mujeres, que fallecieron el pasado mes de diciembre con sólo un día de diferencia una de la otra.

Dirigida por Fisher Stevens (actor y amigo de Carrie Fisher) y Alexis Bloom, la película cuenta la historia de la familia Fisher y, sobre todo, de la manera en la que Reynolds concebía el show business, pero termina siendo más una obra sobre el amor entre una madre y su hija. Debbie y Carrie eran vecinas en Beverly Hills, y la hija se preocupaba constantemente porque su madre, ya con más de 80 años y una salud frágil, se empeñaba en seguir ofreciendo actuaciones en teatros y en Las Vegas, en lugar de retirarse definitivamente y descansar en los últimos años de su vida. Pero esa no era la manera en la que el Hollywood de los estudios, donde llegó desde Texas siendo una adolescente, la había criado. Cantar y actuar era lo que de verdad llenaba la vida de Debbie Reynolds y no pensaba dejarlo hasta que no fuera capaz de estar de pie sobre un escenario.

"Bright Lights" se mete en las casas de madre e hija, y en la del otro hijo, Todd, y muestra lo especial que era su vínculo. Las personalidades de las dos quedan bien reflejadas en el documental, desde el sarcasmo de Carrie a la nostalgia y la resistencia de Debbie, que en un momento recuerda algo de los viejos tiempos y añade "yo soy los viejos tiempos". En ella vivía todavía el espíritu del viejo Hollywood, el de ofrecer siempre al público tu mejor versión, el de que el espectáculo debe continuar aunque la procesión vaya por dentro. Que la película termine con una simpática versión casera de "There's no business like show business", justo en la noche en la que Reynolds recibe el premio a toda una carrera del SAG, es de lo más apropiado.

La sesión doble más apropiada con este documental es "Wishful drinking", el monólogo autobiográfico que Carrie Fisher representó en el teatro hace siete años, y que HBO grabó como si fuera uno de sus especiales de comedia. Y, después, podemos todos preguntarnos cómo nadie consiguió que toda la impresionante colección de memorabilia del Hollywood clásico de Debbie Reynolds nunca tuviera su propio museo.

Música de la semana: Hace unos días hablábamos de "Search Party", la muy particular comedia hipster de misterio de TBS. Su sintonía corre a cargo de Purity Ring, dúo canadiense de electro-pop, que aporta la canción "Obedear".

18 diciembre 2016

11 películas de 2016


Hemos llegado al final de los repasos de lo más destacado del año. Después de las series y los capítulos de 2016 (siempre "in my oponion, Your Honor"), es el turno de las películas del año para este rincón bloguero, y es un top un poco más corto de lo habitual, sólo con once inclusiones, porque me faltan por ver algunas que, probablemente, podrían entrar también (como "La doncella"). En este muy personal resumen de las películas de 2016 hay que hacer, igualmente, algunas consideraciones, como que muchas de las cintas que están apareciendo en las listas de los medios estadounidenses no se han estrenado aún en España, y que otras de las que se incluyen en las listas de estrenadas en nuestro país en este año ya aparecieron en el top macguffinero de 2015 (como "Carol").

Así que, sin más dilación, éstas son mis 11 películas de 2016, sin un orden particular.

- "La bruja": Es una historia de miedo sobre las brujas del siglo XVI en las primeras colonias inglesas en Norteamérica contada mostrando, de la manera realista, cómo vivían aquellas personas, y cómo ese modo de vida potenciaba aún más sus supersticiones. Es realmente inquietante.

- "Hitchcock/Truffaut": Este documental muestra en imágenes las entrevistas entre Alfred Hitchcock y François Truffaut que dieron pie al libro "El cine según Hitchcock", y que mostraron al mundo que Hitch era mucho más que un cineasta popular. Ésta es mi debilidad personal de la lista.

- "Bone Tomahawk": El western es un género en el que es difícil encontrar nuevas propuestas porque casi todas están ya hechas. La de S. Craig Zahler destaca por la sobriedad de su historia de cuatro hombres en busca de varias personas secuestradas por los indios, que se dan de bruces con una tribu de caníbales.

- "Spotlight": ¿Cómo trasladar al cine la investigación que el Boston Globe hizo del escándalo de pederastia en la diócesis de Boston? Como si fuera un reportaje periodístico serio y evitando el amarillismo y el efectismo. Y por eso se llevó el Oscar a la mejor película.

- "Todos queremos algo": Un grupo de jóvenes actores en alza muy conjuntados y una mirada nostálgica y divertida es lo que hace destacar esta película de Richard Linklater sobre la emoción de empezar un nuevo capítulo en la vida que puede ser ir a la universidad.



- "Midnight special": Jeff Nichols va directo al Oscar con "Loving", pero antes de esa película firmó una historia de ciencia ficción con un niño con misteriosos poderes, un padre que quiere protegerlo y un aire al cine fantástico de los 80 mucho más interesante que la propuesta de "Stranger things".

- "Elle":  Perturbadora y retorcida como sólo puede serlo una película de Paul Verhoeven en la que Isabelle Huppert interpreta a una mujer que es violada por un desconocido en la primera escena, es también imprevisible y, al final, un interesante estudio de su protagonista. Y hasta es bastante divertida.

- "La llegada": Una historia de primeros contactos alienígenas en la que la lingüistica, y no la acción, es el principal motor es una de las cintas más sorprendentes del año. Su efectividad está en el lado emocional que aporta Amy Adams.

- "Kubo y las dos cuerdas mágicas": Pocas aventuras ha habido este año más entretenidas, bonitas de ver, espectaculares y emocionantes que la nueva película del estudio Laika. Y acaba con una curiosa versión de "While my guitar gently weeps", de Regina Spektor, que va que ni pintada con la historia de Kubo.

- "El hombre de las mil caras": La historia real de Francisco Paesa y el escándalo de corrupción de Luis Roldán se cuenta en una película que avanza sin descanso y que se mueve entre los códigos de una historia de espías y una de ladrones.

- "Amor y amistad": Una novela no publicada de Jane Austen se convierte en un despliegue de maquinaciones para conseguir marido (y dinero) impulsadas por una estupenda Kate Beckinsale y la revelación de maravillosamente idiota personaje que interpreta Tom Bennett.

Menciones especiales: el tramo final de "Rogue One", la impredecible Jillian Holtzman de "Cazafantasmas" y el momento Beastie Boys de "Star Trek: Más allá".

Música de la semana:  Este fin de semana, Netflix ha estrenado "The OA", una serie que estaba envuelta en el misterio. Uno de sus personajes está en el coro del instituto, y la canción que les vemos ensayar en un par de ocasiones es "Better man", de Pearl Jam.

Actualización: Como es ya tradicional, esta lista tiene su playlist de Spotify.


30 noviembre 2016

El orden de "Star Wars"


En poco más de dos semanas, Lucasfilm inicia realmente su plan para expandir la franquicia de "Star Wars" todo lo que pueda. El estreno de "Rogue One" da inicio a esas historias de antología con las que se quiere llenar el espacio entre los episodios de la saga principal, de tal manera que haya una película de este universo todos los años durante los próximos cinco. Son el nuevo universo expandido de la saga, desarrollado en cine y televisión en lugar de en libros y cómics (aunque también estén publicando unos cuántos de ellos), y siempre existe la tentación de que alguien se anime a sumergirse por primera vez en él con una de las nuevas películas.

Porque "Rogue One" parece lo suficientemente independiente como para que ese pueda ser el caso. Si se mueve por el lado de misión bélica que proponía su primer trailer, puede atraer a nuevos fans a "Star Wars", y algunos de ellos pueden sentir la tentación de ponerse al día con el resto de historias. Que últimamente parece ser algo que está muy de moda cada vez que vuelve a la actualidad alguna de estas franquicias. Cuando se estrenó "El despertar de la Fuerza", por ejemplo, hubo quienes se vieron las seis películas anteriores para no ir al cine sin distinguir a Chewbacca de Maz Kanata.

Para los que estén pensando ponerse en plan completista y empaparse de todas las cosas de "Star Wars" que puedan ante de que llegue "Rogue One", vamos a ofrecer un visionado en orden cronológico de todas las películas y las series de televisión (menos aquellas animadas de los ewoks y los droides, que no aportaban gran cosa). Conste que es orden cronológico según la historia que cuentan, porque en realidad, la iniciación en este universo siempre debe hacerse por la trilogía original de George Lucas, da igual que sean los episodios IV, V y VI. Las precuelas asumen que sus espectadores las han visto. Dejando eso de lado , ésta es la línea temporal de la saga "Star Wars", sólo en cine y televisión.

- "La amenaza fantasma": El principio de la historia de Anakin Skywalker, cuya sombra se nota en toda la franquicia.

- "El ataque de los clones": Aquí empieza el principio del fin de la República Galáctica.

- "The Clone Wars": Hay dos series de animación con este título, una breve de 2003 y otra de 2008. Las dos se centran en las Guerras Clon que se ven al final del episodio II.

- "La venganza de los Sith": Aquí vemos el ascenso del Imperio.

- "Star Wars Rebels": Otra serie de animación, que cuenta los primeros momentos de la formación de la Alianza Rebelde.

- "Rogue One": La misión para robar los planos de la Estrella de la Muerte que se menciona en el episodio IV.

- "La guerra de las galaxias" : El arranque de la historia de Luke Skywalker.

- "El Imperio contraataca"

- "El retorno del jedi": La victoria de los rebeldes sobre el Imperio.

- "El despertar de la fuerza": Varias décadas desde el final del episodio VI, ahora seguimos a Rey y la lucha contra una misteriosa orden malvada.

A partir de aquí tienen que estrenarse la película de antología sobre la juventud de Han Solo y los episodios VIII (previsto para el año que viene) y IX. Pero ya hablaremos de ellos cuando podamos verlos.

07 noviembre 2016

La presentación del héroe


La crítica más habitual a "Doctor Strange", la última película de Marvel, es que visualmente es muy imaginativa y espectacular, llevando mucho más allá los efectos especiales de "Origen", que Tilda Swinton casi le roba la película a Benedict Cumberbatch y que la trama cae en la fórmula habitual de presentación de héroes del estudio. "Iron Man", "Thor", "Capitán América. El primer vengador"... Al ser todas la  primera película en la que aparecía ese superhéroe en concreto, lo que veíamos era una historia de origen (una origin story); conocíamos al protagonista como un hombre corriente (o todo lo corriente que pueden ser el Dios del Trueno o Tony Stark) que sufre un contratiempo y, como resultado, adquiere superpoderes para superarlo.

Como apuntaban en Vox, hay por ahí además un personaje femenino (interés amoroso del protagonista, por lo general) que lo ata a su antigua vida y un villano menos interesante de lo que parece en un principio, y ya está la fórmula Marvel de presentación de superhéroes. Esa fórmula, de todos modos, no es exclusiva del estudio. "Batman Begins" y los sucesivos reinicios de Spider-Man la han seguido también, por lo que no es extraño que, para cuando "Doctor Strange" llega a las pantallas, haya espectadores que estén un poco cansados de que todas esas primeras cintas sean iguales. Y hay maneras de que presentar al superhéroe sin tener que pasar por este trámite; "Batman", de Tim Burton, es un buen ejemplo de ello.

Pero esa palabra, trámite, tiene la clave de todo el asunto. Las sucesivas fases de Marvel siguen los dictados más de las series de televisión, con una primera película que cumple las mismas funciones de presentación de personajes y de su situación de partida que un episodio piloto y, en teoría, "lo bueno" empieza a partir de la segunda cinta. Los espectadores ya conocen a todo el mundo, y la acción puede centrarse en algo más interesante. Después de "Doctor Strange", el estudio tiene en preparación "Capitán Marvel" y "Pantera Negra", y es muy probable que ambas vuelvan a plegarse a la misma fórmula, pues constituyen la presentación al gran público de Carol Danvers y T'Challa, aunque a éste ya se le viera en "Capitán América. Civil War". ¿Caerá igualmente "Spider-Man: Homecoming" presa de la misma trampa? ¿Cuántas veces podemos ver la picadura de la araña a Peter Parker o el asesinato de los padres de Bruce Wayne?

Música de la semana: La elección esta semana ha sido bastante fácil; "Heaven is a place on Earth", de Belinda Carlisle, una canción que está ya tan indisociablemente unida a "Black Mirror" como "Anyone who knows what love is".

21 octubre 2016

Tus musicales favoritos


Parece que el cine musical va a volver a acaparar bastante atención en la próxima temporada de premios gracias a "La La Land", esa película de Damien Chazelle que todas las críticas dicen que recupera el espíritu de los musicales de la época clásica de Hollywood (o de "Corazonada"). Aquellas películas eran grandes producciones, rodadas en gigantescos platós, que adaptaban en muchas ocasiones éxitos de Broadway y que se regían por la norma número uno de los musicales: los personajes empiezan a cantar cuando no pueden contener la emoción dentro de ellos. O, como explica Anna Kendrick en esta entrevista con Stephen Colbert, los personajes no son conscientes de que están cantando y las canciones avanzan la historia.

Ese tipo de cine musical ya no es tan habitual en Hollywood (incluso "Chicago" vestía sus canciones como si fueran números en un teatro o un cabaret), pero tiene grandes películas y grandes momentos. Así que, por aquello de que hoy es viernes, vamos a hacer un pequeño listado de momentos favoritos de algunos de mis musicales favoritos. Y sí, las películas de Disney encajan perfectamente en esta categoría. Y podría incluir todos los números de "Cantando bajo la lluvia", pero mejor que sea variado.

"Cantando bajo la lluvia": "Good morning"



"Siete novias para siete hermanos": "Barn-rising dance"



"West Side Story": "Tonight"



"La bella y la bestia": "Belle"



"Mary Poppins": "Sister Suffragette"



"Los productores": "Springtime for Hitler"



"Hairspray": "Good morning, Baltimore"



"Frozen": "Do you want to build a snowman"



"Sombrero de copa": "Cheek to cheek"



"Aladdin": "Prince Ali"



"Cabaret": "Mein Herr"



"The Rocky Horror Picture Show": "Sweet Transvestite"



"Pesadilla antes de Navidad": "This is Halloween"



Y porque en alguna parte hay que parar, de "My fair lady", la versión que Jamie Cullum hizo de "I could have danced all night".

22 agosto 2016

Tres homenajes a los 80

Es curioso que esa historia de amor de la cultura popular actual con la de la década de los 80 se haya concentrado tanto esta primavera-verano, y eso si ignoramos los relanzamientos en televisión de "MacGyver" y "Arma letal". Ya se ha comentado en varias ocasiones que parte de la culpa de que se recuperen tipos de cine que funcionaban entonces se debe a que quienes los disfrutaron siendo niños entonces están ahora sentados en posiciones de poder en Hollywood, o son guionistas y directores que quieren volver a sentir las sensaciones que aquellas películas les proporcionaron cuando todavía no soñaban con dedicarse al cine y a la televisión. Jeff Nichols, por ejemplo, reconoció que ésa parte de us motivación a la hora de hacer "Midnight Special", una película que podría acompañar, sin problemas, una sesión doble, y maratoniana, con el fenómeno estival de "Stranger things".

Es curioso comprobar las diferentes maneras en las que puede afrontarse un proyecto de este tipo, enraizado en el cine de entretenimiento de esa demasiado mitificada década de los 80. Una es, claramente, el remake o reboot de una franquicia exitosa entonces, como "Cazafantasmas". La cinta original, de 1984, dirigida por Ivan Reitman, encapsula perfectamente ese tipo de cine para toda la familia, pero con algunos chistes un poco más "adultos". En su caso, seguía la tendencia de las comedias un tanto alocadas que habían protagonizado los actores de "Saturday Night Live" al dar el salto al cine, tipo "Desmadre a la americana". La actitud ligona de Bill Murray y que todos los cazafantasmas sean inadaptados sociales (o por "empollones" o por ir a su bola, directamente) era muy clásico de la época, más las aventuras con toques fantásticos.

La versión de 2016 mantiene el mismo espíritu de aventuras para toda la familia, propósito de divertirse y humor incansable, que descansa más en la dinámica que se crea entre las cuatro protagonistas (y su recepcionista). Es un blockbuster contemporáneo, con su tercer acto a lo grande, con el alma de una comedia pequeña de personajes, y acaba pagando el peaje de tener que plegarse justo a esos mandamientos. Pero si el relanzamiento de "Cazafantasmas" está en extremo de estos homenajes ochenteros, en el otro estaría el patchwork de "Stranger things". Lo suyo es más el pastiche, la mezcla afortunada de referencias tan explícitas, que hay planos exactamente iguales a "Cuenta conmigo" (o, curiosamente, a "Under the skin", que no podría estar más lejos de este tipo de cine).

Mete en su coctelera todo lo que les gustaba a sus creadores, los hermanos Duffer, cuando eran niños, de Stephen King a "E.T.", "Poltergeist" o "Dungeons & Dragons", lo agita y sale una historia de niño especial, con poderes, que ayuda a otros chavales y al que persigue el gobierno. Y de un monstruo terrible que aporta el toque más fantástico y menos de ciencia ficción, que es donde se sitúa la ya mencionada "Midnight Special". En ésta hay otro niño con habilidades especiales que emprende una huida, pero aunque el tema y la trama sean claramente ochenteros, el tono de la película es muy de cine indie actual, de drama familiar intimista. O de ciencia ficción de los 70, que también podría valer (su director se confiesa muy fan de "Encuentros en la tercera fase"). Ésta se situaría más en el punto medio, en el de la película que cuenta algo original tomando como inspiración, que no como referencia, aquellas películas.

Música de la semana: "Midnight Special" es también una canción de Creedence Clearwater Revival, pero no va a ser esa nuestra selección de la semana, sino uno de los temas que suena en el final de temporada de "Preacher", una serie que ha quedado claro que es muy fan de Johnny Cash. En este caso, es la versión que Cash hizo de "Personal Jesus", uno de los primeros éxitos de Depeche Mode.

15 agosto 2016

¿Quién tiene miedo de las cazafantasmas?


Las taquillas de los estrenos de verano están siendo, en general, deprimentes para los estudios de Hollywood. Su táctica de estirar todas sus películas para convertirlas en franquicias, de dedicar sus grandes apuestas, sus tentpoles, a secuelas variadas, ha fracasado en los meses estivales de 2016, y parece que la única película que va a poder sacar pecho como casi el único éxito de taquilla de este periodo va a ser, paradójicamente, "Escuadrón Suicida". En esa tendencia a la baja ha caído también "Cazafantasmas", de la que se apuntó en estos últimos días que podría representar unas pérdidas de entre 50 y 70 millones de dólares para Sony, que quería utilizarla para lanzar, cómo no, su propia franquicia resucitando una marca que fue un rotundo éxito hace más de 30 años. Pero esta noticia no merecería una atención tan destacada en medio de los fracasos, de crítica y de público, de "Independence Day: Contraataque" o de esa "Warcraft" a la que la taquilla china va a permitir maquillar un poco sus resultados, si no fuera por la fea polémica que la acompaña desde que se anunció el proyecto.

¿No sabéis de qué polémica estamos hablando? La que afirmaba que relanzar "Cazafantasmas" con cuatro mujeres al frente (y ninguna en el estilo de Megan Fox en "Transformers") era un sacrilegio. Y eso utilizando una palabra tirando a blanda en comparación con todo lo que se dijo, y se sigue diciendo, en internet sobre la película de Paul Feig. Si queréis perder la fe en los fans interneteriles, echad un vistazo a los comentarios en YouTube al trailer de la cinta (no hace falta que os remontéis al Gamergate; ese horror no debería tener que sufrirlo nadie), o a lo que se comentó también cuando Disney lanzó el trailer de "Rogue One". ¿Dos películas seguidas de "Star Wars" protagonizadas por mujeres? ¿Pero qué invento es esto? Esta nueva "Cazafantasmas" tenía, por tanto, dos enormes obstáculos que superar: uno era el cansancio del público con la insistencia de Hollywood por relanzar cualquier cosa que tuviera un mínimo de éxito en la década de 1980 ("Stranger things", también te estoy mirando a ti), y el otro, la campaña sexista lanzada por todos esos "fans" que afirmaban que les estaban destruyendo retroactivamente la infancia.

Así que es difícil abstraerse de semejante clima cuando, finalmente, se tiene la ocasión de ver la película. Es curioso porque, en varias entrevistas, el propio Feig ha comentado que le habían ofrecido dirigir, primero, algo así como una "Cazafantasmas 3", en la que algunos de los personajes de la original pasarían el testigo a un nuevo equipo. Nunca terminó de ver claro ese enfoque, sobre todo, porque le parecía que siempre estaría a la sombra de las primeras películas. Hasta que, de repente, se le ocurrió que podía hacerse con cuatro mujeres que tuvieran su propia "historia de origen" como cazafantasmas, con guiños hacia el filme de Ivan Reitman, y de este modo podrían tener su propio viaje, sin estar tan sujetas a las comparaciones con el original. Que se pueden hacer, por supuesto. La estructura de esta nueva "Cazafantasmas" es muy parecida a la de 1984, pero es cierto que sus protagonistas tienen unas personalidades diferentes y un ritmo distinto, que vienen del propio estilo de las comedias de Feig.

En ese aspecto, el mayor éxito de la cinta es el cuarteto formado por Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones, con la hilarante aparición robaescenas de Chris Hemsworth. Verlas a ellas charlar e improvisar en su cutre cuartel general es, de largo, lo mejor de todo, y lo que podría justificar esa secuela que, de momento, pinta improbable. La imprevisibilidad de McKinnon, el entusiasmo de McCarthy, el ímpetu de Jones y las peculiares salidas de Wiig (casi todas provocadas por su atracción hacia su secretario) impulsan, en gran parte, la diversión que proporciona "Cazafantasmas". Luego hay un villano que parece más que pasaba por allí (y que, spoiler, es un poco Jonathan de "Buffy, cazavampiros") y un tramo final lleno de acción que, aunque sea lo menos interesante, sí despliega unos efectos especiales con los fantasmas espectaculares y llenos de colorido. De hecho, éstos bien pueden ser, visualmente,  los mejores fantasmas el cine reciente, junto con los de "La cumbre escarlata". Al final, "Cazafantasmas" es una película muy divertida y entretenida, que mantiene esa querencia de Paul Feig por los inadaptados (por los freaks y los geeks) y por anclar sus filmes en historias de amistades que se han descuidado, y se tienen que volver a reforzar. Nadie tiene miedo aquí de los fantasmas, sean del tipo que sean.

Música de la semana: Una de las peores cosas de esta nueva "Cazafantasmas", y en eso sí podemos estar todos de acuerdo, es la versión de la canción de Ray Parker Jr. que se ha marcado Fall Out Boy. Más cuando, al final, es probable que el momento musical que más se recuerde está propiciado por esta ochentera a tope "Rhythm of the night", de DeBarge. Pero la canción con la que vamos a quedarnos es otra que suena también en la cinta, "American woman", de un dúo de Nashville llamado Muddy Magnolias que mezcla el R&B y el country de una manera muy curiosa.

08 agosto 2016

Fans vs críticos: la venganza

Las terribles críticas y el espectacular primer fin de semana en taquilla de "Escuadrón Suicida" va camino de convertirse en una de las historias cinematográficas del año. En un verano en el que los aspirantes a taquillazos se han quedado, en general, cortos en Estados Unidos, y donde hay películas a las que la taquilla china va a salvar de ser fracasos, como "Warcraft", la narrativa de si Warner/DC tiene de verdad un plan para hacer frente a Marvel, y si ese plan funciona, es ya uno de los temas favoritos de los periodistas que cubren más los tejemanejes de la industria que las películas en sí.

Los blockbusters que funcionaron fueron los que se estrenaron en abril-mayo, hasta el punto de que, en la lista de las cintas más taquilleras en lo que llevamos de año, la primera es "Buscando a Dory", que es cierto que se estrenó a mediados de junio, pero las siguientes son dos películas que llegaron a los cines en el primer semestre: "Capitán America: Civil War" (mayo) y "Deadpool" (febrero). La décima, sólo con las cifras de su primer fin de semana, es esta "Escuadrón Suicida" que ha sido recibido con cuchilladas por parte de un volumen muy importante de los críticos, pero a la que los fans han apoyado en masa, hasta el punto de generarse una controversia interneteril que puede ser otro argumento más dentro de aquella discusión, de hace unos meses, sobre si el fandom estaba "roto" o no.

En parte, llegaba por la campaña claramente sexista (es lo que es) contra el remake de "Cazafantasmas", y en parte, por todas las polémicas que ha ido habiendo en diferentes fandoms en internet durante el año. Con "Batman v Superman", la división entre las críticas y lo que los fans opinaban por internet alcanzó un punto que no ha hecho más que acrecentarse con el segundo intento de DC de poner en pie su propio universi cinemático. En Rotten Tomatoes, el abismo es evidente al ver que sólo alcanza un 27% de "frescura" entre los críticos, porcentaje que sube al 72% entre el público, y los fans lanzaron una petición para que esa página cerrara porque consideraba que trataba injustamente a las cintas de DC.

Simplemente que alguien tuviera esa idea, y que ahora mismo haya superado las 22.000 firmas, da una idea de que sí, es verdad de que hay desconexión entre críticos y fans, y que se basa no tanto en diferencia de gustos o de criterios a la hora de decidir si una película es buena o mala, sino en una actitud: la actitud de tomarte como un ataque personal las críticas hacia algo que te guste. Por supuesto, a todos nos encanta que algo de lo que somos muy fans sea recibido lanzando flores a su paso, pero eso no es fácil. Con "Escuadrón Suicida" están pesando también las noticias de precipitación y tensiones entre los ejecutivos de Warner para poner en marcha ese DC Universe que compita con una Marvel que les lleva varios años de ventaja, y para muchos críticos es inevitable no ver la película, en parte, bajo ese prisma.

Para algunos fans, por otro lado, basta con que refleje los cómics que a ellos les gustan. En las reacciones a "Batman v Superman" se apreciaba claramente eso: quienes preferían el Superman inicial (que es de la primera trilogía), no conectaban con la historia y el tono propuestos por Zack Snyder; quienes idolatran a Frank Miller estaban encantadísimos. Siempre ha habido división de opiniones y guerras de fans. Es el altavoz de internet lo que las ha cambiado.

07 agosto 2016

Las sagas relanzadas


El cine comercial funciona en la actualidad a base de sagas. El éxito de la estrategia de Marvel, que básicamente está haciendo una carísima y muy larga serie de televisión en pantalla grande con todos sus superhéroes conectados, ha hecho que todos los estudios quieran explotar sus propias trilogías, tetralogías, heptalogías y lo que haga falta, buscando un valor más o menos seguro en taquilla. Los estudios ya sólo hacen grandes blockbusters (las tentpoles, que las llaman, porque son los estrenos que anclan todo el año) y películas que puedan promocionar para los Oscar, y para los primeros hace falta que internacionalmente tengan también potencial para recaudar cientos de millos de dólates,

El resultado es que se recurre a los superhéroes, en el caso de Disney/Marvel y Warner/DC, o se desempolvan otras sagas que ya funcionaron bien antes, como ocurre con Universal y Jason Bourne. La historia del espía amnésico que intenta averiguar quién es, y por qué la CIA lo está persiguiendo por media Europa, arrancó en 2002 con "El caso Bourne" y alcanzó sus mayores cotas con las siguientes dos entregas, dirigidas por Paul Greengrass. Su estilo visual, sobre todo para rodar las peleas cuerpo a cuerpo, cambió la manera en la que se mostraba la acción en bastantes cintas, buscando algo, dentro de lo que cabía, más realista, y con "El mito de Bourne", en 2007, parecía que la historia ya había alcanzado su punto y final.

Pero Universal no tiene los derechos de James Bond, por ejemplo, y no ha tenido tampoco sagas juveniles que estirar más allá de los tres libros en los que se basan, así que tiene que intentar relanzar cosas como las historias de espionaje, traiciones y acción a raudales de Bourne. Su primer esfuerzo, "El legado de Bourne", tenía a Jeremy Renner como un suplente que buscaba aprovechar el tirón que pudiera tener de su participación en "Los Vengadores", pero para relanzar a este letal agente de operaciones encubiertas había que recurrir de nuevo al tándem Damon-Greengrass. Es lo que ha hecho "Jason Bourne", que abre otra vez el libro del pasado de su protagonisra para buscar una nueva historia, para reabrir de algún modo la que parecía cerrada al final de la tercera entrega.

Como es habitual en todas estas películas que quieren relanzar una saga, con el propósito de llegar a todo un nuevo público que antes no era fan, "Jason Bourne" resume, más o menos, quién es su protagonista, y por qué se mantiene oculto de los omniscientes ojos de la CIA y la NSA, pero lo hace fiel a su estilo, de la manera más parca en palabras posible. Ni siquiera se elabora demasiado el principio de la rivalidad entre los personajes de Tommy Lee Jones y Alicia Vikander en la agencia; se va directamente a lo que mejor se le da, a las persecuciones y la acción sin descanso. Lo que ha perdido es la novedad de las primeras películas que, en una época en la que el cine había ido escorándose más y más hacia una acción a lo "Matrix", optaron por un esquema más de la vieja usanza, con luchas a puñetazos en sitios estrechos.

Hasta la televisión ha mejorado y superado ya aquel esquema, por lo que a "Jason Bourne" le queda utilizar de fondo la táctica de la inteligencia estadounidense de monitorizar todas las comunicaciones que hagan los usuarios de internet. Entretiene, que ya es bastante, pero lo que es esa película se encapsula bastante bien en el nuevo remix de la canción con la que acaban siempre todas las cintas de Bourne, "Extreme ways", de Moby: es lo mismo, pero no es exactamente igual.

Música de la semana: La fiebre por "Stranger things" no se ha calmado todavía, así que no está mal repescar una de las canciones de su banda sonora. En este caso, es el mayor éxito de Modern English, banda británica que, en 1982, lanzó "I melt with you". Es una canción tan fácilmente reconocible de la época, que no sólo la utilizado "Stranger things", sino también "The Americans", "The Carrie Diaries", "Gossip Girl", "Scream Queens" o "The Goldbergs".

21 marzo 2016

Antologías de secuelas


En diciembre de 2013, Beyoncé publicaba online su quinto disco, titulado con su nombre, sin que nadie hubiera sabido antes que estaba grabándolo o que iba a lanzarse en aquella fecha. La única noticia de que iba a salir un álbum de la cantante estadounidense fue el post en Instagram con el que ella misma anunciaba su publicación, pillando por sorpresa a una industria musical muy poco acostumbrada a estas sorpresas. Cinco años antes, el productor J.J. Abrams y el director Matt Reeves habían conseguido algo similar al lanzar un trailer, por sorpresa, de un proyecto del que nadie había sabido nada hasta entonces, "Cloverfield" (o "Monstruoso", como se tituló en España). Costó unos 25 millones de dólares y recaudó más de 80 sólo en Estados Unidos, y mostró que podía escaparse de la era de la saturación informativa alrededor de Hollywood.

Su ejemplo no fue seguido, sin embargo, por los estudios, que prefieren "crear" la necesidad en el público de ver sus grandes taquillazos meses antes del estreno (o hasta años, a juzgar por la campaña de "Batman v Superman"). Pero Abrams y los suyos son muy dados a los misterios, las sorpresas y la preservación, en todo lo posible, de la experiencia del visionado de una película, así que repitieron táctica con "Calle Cloverfield 10", una secuela en espíritu de "Monstruoso" de la que no se había informado nada en ninguna web y de la que nadie tenía ningún conocimiento hasta que, de repente, apareció un trailer a mediados de enero que enseñaba a tres personas en un búnker. La preservación del secreto, para Abrams, cumple el objetivo de preservar la anticipación del público por ver una película de la que no tenían ni idea y que, además, lanza un trailer a falta de dos meses para su estreno, evitando que la gente se canse de ver teasers, fotos y promos variadas semanas antes de que vayan al cine.

En el mismo reportaje de Rolling Stone en el que explicaba cómo habían conseguido "marcarse un Beyoncé", otra vez, con la película, J.J. Abrams también apuntaba que no sabía si su órdago iba a funcionar. Aunque lleve el nombre Cloverfield en el título, ésta no es una secuela directa de "Monstruoso" sino algo más en la línea de "La dimensión desconocida", una influencia reconocida por su director, Dan Trachtenberg, en varias entrevistas promocionales. Y es significativo que el referente del universo Cloverfield sea televisivo porque, después de tanta discusión sobre cómo el MCU de Marvel parece más una serie, estas dos películas llevan a la gran pantalla ese modelo antológico que "American Horror Story" volvió a poner de moda recientemente en televisión.

"Monstruoso" y "Calle Cloverfield 10" son dos historias independientes bajo el paraguas de esa denominación, "Cloverfield", que da pistas al público del tono y del género de la película que va a ver. La historia de una no tiene continuación en la otra, pero espiritualmente, como quien dice, se las podría considerar parte de la misma antología de ciencia ficción. La referencia de "La dimensión desconocida" es, en este caso, muy acertada hasta por la cinta que es esta opera prima de Trachtenberg. Gira alrededor de tres personajes (muy bien interpretados, por cierto, por John Goodman, Mary Elizabeth Winstead y John Gallagher Jr.) y de unas circunstancias que son tan desconocidas para ellos como para la audiencia, que tiene que ir decidiendo si lo que le están contando es realmente lo que está pasando en la película. Pero, aunque pueda parecerlo, ésta no engaña al espectador ni juega con él de un modo deshonesto. Es otra manera de afrontar un género bastante explotado, y por eso también es una secuela espiritual de "Monstruoso".

07 marzo 2016

La lista de la Muestra Syfy


El fin de semana dedicado al cine fantástico y de terror que es la Muestra Syfy ya ha finalizado, por lo que toca ahora hacer balance de todo lo visto en estos cuatro días de selección de películas que han pasado por el Festival de Sitges o por certámenes tan exóticos como el de Jerusalén, o tan prestigiosos como el Fantastic Fest de Austin. En otras ocasiones hemos comentado que esta Muestra tiene tradiciones como las presentaciones de Leticia Dolera antes de cada película (aderezadas siempre con bromas sobre "Canino", con lanzamientos de Huesitos el último día y, este año, con un divertidísimo audiocomentario improvisado de un par de minutos de "Nina Forever" cuando hubo un problema con los subtítulos), o que en las sesiones golfas se proyecten cintas que dan pie a que los comentarios del público sean mucho más entregados que de costumbre.

También se ha mantenido una curiosa tendencia del año pasado, y es que las primeras proyecciones, salvo con una excepción, han deparado algunas de las sorpresas más gratas del fin de semana, y ha sido divertido comprobar a qué se aplaudía durante la promo genérica del canal Syfy que precedía muchos de los pases (y que era casi igual a ésta): la luna llena y Nicolas Cage se llevaban siempre los vítores de la sala, pero era gracioso comprobar cómo una parte importante del público no entendía por qué grupos muy pequeños, pero ruidosos, aplaudían las apariciones en la promo de "Dark Matter", "Los 100" y hasta "Bella y Bestia".

De hecho, el lado más televisivo de la Muestra fue uno de sus highlights con la proyección, en una de las salas pequeñas del Cine de la Prensa en Madrid, de "Once more, with feeling", el capítulo musical de "Buffy, la cazavampiros". Desde la presentación de la propia Dolera (que estaba realmente emocionada) a los asistentes cantando todas las canciones y aplaudiendo como locos a Spike y a Anya, fue uno de los momentos álgidos de cuatro días de películas de las que puede elaborarse una particular lista de las cinco más destacadas, sin un orden especial:

"La invitación": De la película que inauguró la Muestra ya hablamos hace unos días, así que no vamos a añadir nada más sobre esa cena de amigos en la que se va acumulando la tensión. En España se estrena el día 25.

"Bone Tomahawk": Un western con canibalismo. Éste sería el resumen rápido de la cinta de S. Craig Zahel, un hombre que ha vendido un montón de guiones en Hollywood, sin que ninguno llegara a producirse, y que se quita esa espina debutando en la dirección con una película del Oeste muy clásica. Tanto, que lo que cuenta es una partida de rescate de tres personas raptadas de un pueblo por los indios. O eso creen ellos. Tiene unos grandes diálogos y una sobriedad hasta en su casi inexistente banda sonora que funciona a la perfección. Y su reparto, con Kurt Russell y Richard Jenkins a la cabeza, está sensacional.

"The Piper": Adaptación coreana del cuento de "El flautista de Hamelin" que, siendo fiel a la historia de los hermanos Grimm, le añade un par de toques con la guerra civil entre el norte y el sur de ese país en los años 50. Sitúa toda la historia en un pueblo aislado y dominado por un jefe dispuesto a lo que sea para mantener su control, en el que la llegada del flautista y su hijo va a suponer toda una revolución. La ignorancia, las supersticiones y el miedo al exterior hacen el resto, hasta con toques de comedia costumbrista al principio.

"El niño y el mundo": La sesión matinal infantil del sábado por la mañana se reservó para esta cinta brasileña, nominada este año al Oscar a mejor película de animación. Fue toda una sorpresa porque casi nadie esperaba que la historia de un niño que lleva mal que su padre se vaya a la ciudad a trabajar, contada con un dibujo falsamente infantil y sin diálogo, sólo a través de la música, lance una feroz crítica social a la deforestación del Amazonas, la opresión política y social y los peligros del capitalismo extremo. Y resulta sumamente efectiva.

"Demon": El demonio del título es un dybbuk, un fantasma de la tradición judía que se adhiere al cuerpo de una persona viva y lo posee. En esta película polaca, esa posesión ocurre durante la boda más alcohólica que veréis en mucho tiempo, y entre toques de humor un poco negro muy conseguidos, y recordatorios a la turbulenta historia del país (y al peligro de olvidarla y borrarla de la vista), se construye una cinta que funciona perfectamente.

Habría que dar mención especial a ese experimento en sátira social y política desatada y excesiva que es "High-Rise", a la gran estética de "Vulcania" (aunque el resto de la película se quede a medias de todo) y a la sarcástica novia muerta de la ya mencionada "Nina Forever". Y el año que viene, más.

04 marzo 2016

Invitación a la Muestra

Desde hace 13 años, marzo es sinónimo en Madrid de Muestra Syfy, el pedacito del Festival de Sitges en la capital de España que, de hecho, se inauguró anoche justo con la ganadora del premio a la mejor película en la última edición, "La invitación". Las 20 cintas que se proyectan en los tres días que dura el evento (más tres sesiones infantiles y, este año, "Dentro del laberinto" y el capítulo musical de "Buffy, la cazavampiros") ofrecen una panorámica bastante variada del estado de salud del género fantástico y de terror en el mundo. Hay historias más indies, de misterio, de casquería, de ciencia ficción más o menos alocada y sesiones golfas en las que, francamente, lo que se echa de menos es un buen maratón de "Sharknado", y el público que se acerca a la nueva sede del Cine de la Prensa es igualmente heterogéneo.

Por ahora, el tono que han establecido tanto "La invitación" como "La bruja", que sirvió como presentación y adelanto de la Muestra, es el de contar historias a priori típicas del género desde una óptica diferente. En el caso de la película de Robert Eggers, era a través de una minuciosa reconstrucción de la vida de unos colonos puritanos ingleses en la Nueva Inglaterra del siglo XVI, y en la cinta dirigida por Karyn Kusama, es utilizando el punto de vista de su protagonista, Will, un hombre que arrastra un trauma que rompió años atrás su matrimonio. Un día, recibe una invitación para cenar en casa de su ex mujer y su nuevo novio, de los que hace dos años que ni él, ni ninguno de sus amigos, sabe ni una sola palabra.

La llegada de Will a la cena es incómoda por sus propios problemas y porque, desde el principio, algo no parece encajar en toda la situación. Pero la película juega con la idea de que puede ser idea de Will, porque sus amigos se comportan como si todo fuera perfectamente normal. Un poco raro, sí, pero inofensivo, que esto es Los Ángeles. La propia Kusama decía que "La invitación" es un poco un comentario sobre las normas de educación en estos casos, aparte de representar diferentes maneras de afrontar el dolor y la pena, y va construyendo poco a poco el clímax de su parte final, donde el estudio de las dinámicas internas de ese grupo de amigos deja paso a otra cosa.

Es un buen arranque para una Muestra que, en los últimos años, se había decantado más por los preestrenos de blockbusters, y que tiene aún por delante todo un fin de semana para descubrirnos otros películas que, de otro modo, no serían tan fáciles de ver (sin recurrir al DVDrip, nos entendemos).

28 febrero 2016

El Oscar de Leo

Scott Feinberg, el experto en los Oscar de The Hollywood Reporter, escribía el día que se anunciaron las nominaciones a esos premios que "si Leo empieza (en las fiestas) a charlar un poco más y a mostrarse amigable -que no es lo que más le gusta-, esto es suyo". Se refería a la candidatura a mejor actor que Leonardo Di Caprio ha recibido por "El renacido", su quinta y cuarta desde 2004, y la primera en la que tiene posibilidades muy reales de alzarse con la victoria esta noche. La película de Alejandro González Iñárritu es el tipo de cinta que gusta mucho a los académicos (en Vox creen que es la favorita, aunque sea la que tiene peores notas de los críticos de las ocho nominadas), rodada con la idea de ofrecer al espectador una experiencia inmersiva en las penalidades que sufre Hugh Glass, un trampero del siglo XVIII, para sobrevivir en tierras salvajes y heladas.

Los planos secuencia, la brutalidad del mundo en el que se mueve Glass, la espectacularidad de los escenarios naturales en los que se desarrolla la historia y la total entrega de Di Caprio a un papel al que no dejan de pasarle desgracias, y que resiste movido casi exclusivamente por la venganza, le dan muchos puntos extra ante una Academia que encuentra irresistibles estos tour de force, y que justo por eso puede tomarse lo suficientemente en serio al actor para entregarle un Oscar que se le resiste. ¿Pero por qué no lo ha ganado hasta ahora? Más allá de ese movimiento a su favor que se ha generado en internet desde hace unos años (y de ese divertidísimo videojuego retro), es muy probable que haya una razón de peso por la que, hasta este año, los Oscar han ignorado a Di Caprio; que no le gusta hacer campaña.

Uno de los nominados que se estrenan en 2016, el compositor Carter Burwell, explicó en una entrevista que, hasta este año, nunca se había preocupado por participar en la campaña a los Oscar de las películas en las que participaba. Confiaba en que, si a los académicos les gustaba su trabajo, lo votarían, pero eso nunca pasaba. Una banda sonora tan icónica como la de "Fargo" se quedó fuera ante las músicas de "El paciente inglés" (que ganó), "Hamlet", "Sleepers", "Shine" y "Michael Collins", por ejemplo. Sin embargo, Burwell vio que tenía posibilidades este año con la partitura para "Carol" y se aplicó a participar en Q&A post-proyección de la película, mesas redondas, actos variados para los académicos... ¿El resultado? Ha conseguido su primera nominación al Oscar, y sólo la sensación de que Ennio Morricone tiene que ganar por los servicios prestados (más que por la banda sonora de "Los odiosos ocho") se lo puede arrebatar.

Con Leonardo Di Caprio pasa algo parecido. Ir de fiesta en fiesta, de evento en evento, de alfombra roja en alfombra roja, participar en esa "campaña política de alta precisión", como la llama esa actriz secreta que está escribiendo para The Guardian, que es la temporada de premios de Hollywood no ha sido nunca plato de gusto para el actor. Y eso le ha pasado factura. No basta con que des una buena interpretación en una buena película; tienes que mostrar que el Oscar te importa, que realmente "lo mereces". También en The Guardian se apunta que es la narrativa que se establece durante los meses previos lo que acaba decantando quién se lleva la estatuilla. Sí, el rodaje de "El renacido" fue tan complicado como la propia supervivencia de Glass y, además, se han publicitado mucho las disputas que hubo entre el director y los actores por las condiciones de rodaje. "Mad Max: Furia en la carretera" también fue un rodaje difícil, pero ahí todo el mundo parecía llevarse bien y eso no vende.

La cuestión es que si Di Caprio pierde el Oscar esta noche, no será más culpa que de él. Todo juega a su favor: su física y entregada interpretación, las penalidades pasadas haciendo la película, la sensación de que ya le ha llegado la hora de ganar el premio y, lo más importante, que este año sí ha pasado por el aro de hacer campaña. Internet tendrá que buscarse otro objetivo para sus memes de los Oscar.

Música de la semana:  La semana pasada, "The Walking Dead" dio a sus personajes un pequeño respiro, lo que quiere decir que Rick pudo fastidiar un poco a Daryl poniendo música en el coche. Una de esas canciones fue "If my heart was a car", de Old 97's.