ALERTA SPOILERS: Más que sobre el final de "Mad Men", vamos a hablar sobre la última escena de la serie, así que si no queréis saber nada spbre el tema, es mejor que os vayáis a un retiro hippie.
"Al mundo entero quiero dar un mensaje de amor". Así es como sonaba en español, más o menos, el icónico anuncio de Coca-Cola con el que termina "Mad Men". Para una serie que ha hecho girar bastantes de sus momentos más importantes alrededor de campañas publicitarias para Lucky Strike, Samsonite, Chrysler, Kodak o Burger Chef, no es raro que uno de los anuncios más famosos de la historia terminara siendo parte importante de la despedida de, sobre todo, Don Draper. Ha habido muchas discusiones sobre lo que esa última escena quería decir, y aunque no alcanzan el nivel del final de "Los Soprano", sí han tenido a los fans intentando discernir en qué punto dejamos de ver a Don.
El propio Matthew Weiner habló sobre el final en un acto en la Biblioteca Pública de Nueva York, y aunque no resolvió todas las dudas que han podido surgir, sí apuntó algunas cosas interesantes. Por ejemplo, sabía cómo iban a terminar Don y Betty desde aquellas desagradables negociaciones con Lionsgate y AMC para renovar la serie al final de la cuarta temporada, y también apuntó que le gusta crear ambigüedad en ciertas cosas, que prefiere que los espectadores especulen sobre lo que acaban de ver antes que explicárselo todo con pelos y señales. El retiro hippie californiano de Don, por ejemplo, parece llevar al personaje a su revelación final, al momento en el que por fin se encuentra en paz consigo mismo o, mejor aún, aprende a aceptarse tal y como es.
Lo que esa última escena de "Mad Men" parece decirnos es que Don nunca va a poder escapar de su trabajo porque es lo único en su vida que realmente se le da bien, pero que sólo cuando logra redimirse y asumir sus "pecados" puede crear una pieza publicitaria tan indeleble como ese anuncio de Coca-Cola. Varios críticos estadounidenses apuntaban que algunos de los asistentes a ese retiro iban vestidos igual que los protagonistas del anuncio, lo que ya iba dando pequeñas pistas de por dónde iba a ir esa nueva huida hacia adelante de Don. Sólo que, esta vez, no le es posible escapar de sus problemas y tiene que afrontarlos finalmente.
Ese anuncio tan de la época (es de 1971) es la representación de la aceptación de Dick Whitman (más que de Don Draper) de quién es realmente, y lleva a "Mad Men" a cerrar el círculo con sus primeros episodios. El punto álgido de buena parte de la serie era siempre las campañas que Don presentaba, desde el carrusel de recuerdos de Kodak a la familia de Burger Chef, así que no es raro que Weiner optara por dar capertazo así a siete temporadas de recorrido por la década de los 60 en Estados Unidos. Desde aquellos años, la publicidad ha vendido un ideal vital que, si no se cumplía, podía llevar a frustraciones como la de Betty, así que es normal que "Mad Men" se centrara tanto en ella. Y que acabara con uno de los anuncios más optimistas de la historia. Es la representación de Dick y Don son por fin la misma persona.
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