Obedece, hormiga
Hay formas de parasitismo increíbles. El hongo Cordyceps fungus coloniza el cuerpo de una hormiga, y se adueña de su conducta. Ejerce un poder tal en el cerebro del anfitrión, que le obliga a ascender a una rama alta. Así, su cadáver, una vez crezca el hongo, podrá esparcir hacia abajo sus esporas, y el hongo tendrá más posibilidades de acceder a otra víctima.
El efecto de parasitar un cerebro de este modo no es muy diferente a cuando se transmite una idea con la intención, consciente o no, de manipular la voluntad del "infectado". Probablemente todas las creencias irracionales con un grupo dirigente al mando, las sectas y las religiones funcionan así. El estado previo requerido es la ignorancia, y la emoción que se provoca es el miedo, para luego ofrecer seguridad. Aquí, un vídeo estremecedor de una secta cristiana que pregona el fin del mundo inminente:
Una vez captados para la causa, los fieles extenderán el credo (la venida de Cristo y sandeces asociadas) a su alrededor, como esporas en el bosque. Si el aleccionamiento es de bien pequeños, mejor que mejor para los objetivos de la secta. Tanto en Occidente como en Oriente se educa (por decir algo) desde la más tierna infancia no en la razón, sino en la mitología local. Aquí, un vídeo de la instrucción particularmente dura de niños musulmanes en Sudán:
Todas las religiones que conozco obran del mismo modo, inoculando sus principios desde la más tierna infancia. Si la mitología local se impartiera en la mayoría de edad, nadie se tragaría sus cuentos. A pesar de la parafernalia y el efectismo con que adornan sus mensajes:
Pero no nos engañemos. El estar embebido en cualquier cultura implica asumir una serie de valores, muchos de ellos sin sentido. Toda cultura es, de alguna manera, una secta. Sólo una educación amplia y diversa permite escapar de ese determinismo cultural.
No sólo estos grupos sociales funcionan con estos procesos de copia ciega. También la economía, las modas, las costumbres, y muchas conductas habituales que no han pasado el filtro de la racionalidad y el escepticismo siguen ese modelo. Tal vez uno de los campos donde se ve el tremendo poder de la infección de ideas es el fenómeno fans entre los adolescentes, revestidas y reforzadas en este caso con cuerpos deseables, con lo que se unifica el hambre de reproducción genética (sexo) y memética (hambre de novedad). Todo ello aderezado con la seguridad que proporciona el sentimiento de pertenencia a un grupo.
También la publicidad suele esparcir sus esporas en forma de eslóganes sobre la población para que una serie de anfitriones de ese meme adquieran el producto, y así beneficiar al emisor. Que aumentará sus ingresos y, en consecuencia, su capacidad de reproducción genética y memética. En definitiva, se trata de otra modalidad de aprendizaje. La adquisición de ideas es positiva, puesto que las ideas son los materiales con los que la inteligencia construirá conductas. Siempre y cuando sean sometidas a la duda previa y a criterios estrictos de racionalidad. Y a estar dispuestos a cambiar ante explicaciones mejores.
Banda sonora del artículo: La Gran Engañada (Gatillazo, 2007):