Este artículo pretende resumir los puntos importantes recopilados en este blog acerca de las similitudes entre la evolución orgánica y la cultural. Cualquiera de los temas aquí expuestos han sido desarrollados más extensamente en anteriores textos de este blog, pero no habían sido integrados antes en un único artículo.
EVOLUCIÓN CULTURAL, PROLONGACIÓN DE LA BIOLÓGICA.-
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Hacha de sílex y ratón de ordenador |
La Teoría de la Evolución puede aplicarse al cambio cultural con interesantes aportaciones. Muchos de los mecanismos que se dan en la evolución de los seres vivos tienen su correspondiente en la evolución cultural.
Tanto la historia natural como la cultural parten de lo simple y evolucionan hacia lo diverso y complejo. Esto no significa que lo simple no cambie, o incluso que lo simple, en el mundo vivo, no sea la mayor parte de la biomasa. Pero no puede negarse que, en general, la evolución ha posibilitado la aparición de seres vivos progresivamente más complejos a través del tiempo. Desarrollos tan elaborados como un corazón, un sistema nervioso o un cerebro, organismos tan sofisticados como reptiles, aves o mamíferos, serían inconcebibles si no se hubieran dado estos pasos hacia el aumento de complejidad.
Las diferentes culturas también se han diversificado y se han vuelto, en general, más complejas. Lo que no quiere decir, de nuevo, que no haya un cierto número de culturas que vivan con técnicas que podrían considerarse ancestrales desde el punto de vista de las sociedades que llamamos desarrolladas. Aunque no cabe ninguna duda de que las técnicas simples de los inicios de la cultura humana (técnicas de talla y modelación líticas, en madera o en hueso) se han diversificado abundantemente, llegando a sofisticaciones tan impresionantes como el mismo ordenador con el que estoy escribiendo esas líneas.
Si los resultados son tan similares en ambos tipos de evolución ¿no será que ambas evoluciones siguen procesos parecidos? Para saber si las culturas evolucionan de forma similar a como lo hacen las especies, deberemos fijarnos en las similitudes entre ambas. Veamos de forma breve
(1) en qué se parecen:
1.- Combinación y mutación.- La evolución biológica implica reproducción con variación. La cultural también. Los genes se combinan de forma diferente para configurar las características de organismos distintos. Cuando en un organismo se produce una mutación genética, lo más probable es que el resultado sea inocuo o nocivo. Pero, de vez en cuando, uno de esos cambios aporta alguna propiedad que antes no se daba. Y esa propiedad puede ser favorable. En la evolución cultural el proceso es casi idéntico. Las ideas también se combinan de forma distinta para dar lugar a culturas diferentes. Cuando una idea -o mejor una reciente acepción, surgida desde la biología, un meme
(2)- se transmite, ocurre lo mismo que con los genes: puede cambiar. Diferentes interpretaciones, o cambios intencionados, o incluso errores en la transmisión, pueden enriquecer a veces el mensaje, puesto que es posible que se añada una variante favorecedora. En este caso, no es necesario esperar una nueva generación para que la novedad se transmita. Los individuos, englobados en culturas, pueden crear ideas desde la inteligencia, o copiar soluciones procedentes de la naturaleza, o de otras culturas. De ahí que la evolución cultural tenga más potencial de avance rápido que la biológica en términos de acumulación de información.
2.- Selección natural y selección cultural.- Las especies y los tipos de organismos actuales son, obviamente, los que se han demostrado viables, al menos hasta hoy. Y son una inmensa minoría respecto a los que se han extinguido. Integran aquellos genes que han sido eficaces para su persistencia. Las culturas actuales también son sólo una pequeña representación de las que han desaparecido. E incluyen las ideas que han permitido su presencia. Mientras que la selección natural es la que dirime quién y cómo “pasa al siguiente nivel” en el videojuego de la vida, escrutando cada momento las variantes más válidas, la selección cultural descarta también las ideas inviables y potencia las válidas. En consecuencia, unas culturas se extienden y se diversifican, mientras que otras son absorbidas o se extinguen.
3.- Fósiles-guía y útiles-guía.- Paleontólogos y arqueólogos observan pautas parecidas. En paleontología, generalmente, cuanto más moderno es un estrato, más posibilidades habrá de que incluya tipos de organismos más complejos. En arqueología también se cumple esta regla. Los yacimientos del Paleolítico inferior muestran una simplicidad y una gama de cultura material más sencilla, que se va complicando y diversificando con el paso de los milenios. De ahí que tanto unos como otros se hagan valer de métodos similares. En paleontología, los fósiles-guía dan una referencia del momento cronológico de un estrato. El hallazgo de, pongamos por caso, un trilobites, dará una idea exacta del momento temporal en que nos encontramos, aunque sea amplio. En arqueología, ese mismo papel lo desempeñan los útiles directores. Si en un yacimiento arqueológico encontramos una cerámica
cardial , tendremos razonable seguridad del instante histórico (en este caso, Neolítico), más o menos concreto en función de la longevidad del útil director .
4.- Evolución del lenguaje.- Los estudiosos de los orígenes y evolución de los idiomas y dialectos aceptan mayoritariamente la hipótesis de que los idiomas evolucionan, divergen o se extinguen. La divergencia entre lenguaje madre y descendiente se produce principalmente por aislamiento de algún tipo. De ahí que para compararlos se empleen métodos de clasificación parecidos a los que los zoólogos utilizan para establecer grados de parentesco entre grupos. También se usan conceptos como “
tasa de cambio”
(3) para cuantificar el ritmo de variación. El panorama global resultante es un
árbol en el que los idiomas se agrupan en familias, de forma idéntica a los árboles filogenéticos.
5.- Anidación.- Cualquier gen o grupo de genes que suponga una característica determinada, o cualquier especie o tipo de organismo con una presencia concreta, puede extenderse si las condiciones le son favorables. Multitud de ejemplos naturales son aquellas especies que invaden territorios extensos y lejanos cuando habían estado recluidas en un área concreta. Por ejemplo, la expansión del cangrejo americano o del mejillón cebra en los ríos de medio mundo.
De la misma forma, una idea puede ser minoritaria, pero si las condiciones culturales cambian, puede salir de su reducto para colonizar la población. Hay numerosos ejemplos de ideas latentes, para las que aún no había llegado el momento idóneo: desde la bicicleta de Leonardo da Vinci, hasta cualquier tradición o innovación local que haya llegado a extenderse al resto del mundo.
6.- Cambio funcional.- Una determinada característica anatómica o conductual puede cambiar de función. De igual forma, una idea o conjunto de ellas también. En la naturaleza, un ejemplo de este cambio funcional son las patas. Las patas delanteras de algunos reptiles evolucionaron con el tiempo en las alas de las aves. En cuanto a la cultura, tras la invención de la rueda con el claro propósito inicial de ayudar en el transporte, ha sido utilizada en muchos otros campos, como las ruedas dentadas para maquinaria, entre otros muchos ejemplos.
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Cascos a través de la historia |
7.- Convergencias biológicas y culturales.- Por el lado natural, diferentes grupos de organismos han llegado a resultados casi idénticos desde puntos de partida diferentes. Una evidencia entre muchas es la aparición de los ojos, que se ha dado de forma independiente varias veces a lo largo de la historia de la vida. Por el lado cultural, diferentes sociedades desde distintos linajes culturales sin aparente conexión han descubierto y perfeccionado la agricultura (Próximo Oriente, China, América precolombina...), o la escritura (China, Pakistán, sumerios, ...), por sus propios medios y sin intercambio de información que sepamos.
8.- Conservación de una dirección evolutiva.- En el plano biológico, se da muy frecuentemente una tendencia constante hacia el perfeccionamiento de ciertos órganos y estructuras. Esta dirección es observable en los sistemas locomotores con mejores adaptaciones a la carrera de animales corredores, o en el sucesivo perfeccionamiento de los sistemas nerviosos hasta culminar en los potentes cerebros mamíferos, entre otros muchos ejemplos.
En el plano cultural, se puede comprobar este hecho viendo la evolución técnica desde las primitivas industrias líticas del Paleolítico Inferior hasta las más precisas y especializadas piezas líticas del Neolítico. O los perfeccionamientos graduales de los instrumentos ópticos, como microscopios o telescopios, por citar un ejemplo entre miles.
9.- Irreversibilidad.- En la evolución biológica, los cambios importantes no tienen marcha atrás (
ley de Dollo). Tampoco en la evolución cultural. No es que nada impida que se elimine una determinada característica. Sino que, si las presiones selectivas se revierten, el organismo ya no parte de la misma base genética, y por tanto el resultado no será el mismo. Una especie extinta no puede volver a aparecer idéntica. En la evolución cultural, el compendio de ideas que conforman una sociedad es único, e irrepetible. Y las ideas y conocimientos de la siguiente generación se basan en los de la anterior. La historia cultural nunca se repite, sino que evoluciona, aunque, como en la evolución biológica, haya patrones que se repitan si se demuestran viables.
10.- Permanencia de estructuras funcionales.- Cuando una estructura adquiere un funcionamiento eficaz, tiende a permanecer igual, o con mínimas modificaciones, a través del tiempo y las generaciones. Una vez seleccionada la configuración del sistema nervioso, el corazón, el estómago o el cerebro, si es funcional, persiste a través de las especies. De igual manera, cuando alguna idea funciona, se mantiene a través de las culturas. Las matemáticas o la agricultura se extendieron, y no se perdieron una vez descubiertas, persistiendo en diferentes culturas.
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Evolución del casco griego |
11.- Radiaciones biologicas y culturales.- La historia de la vida nos habla de diversas explosiones de diversidad, generalmente asociadas a la adquisición de una habilidad o propiedad nuevas, a la colonización de un nuevo territorio, o a un cambio ambiental. La radiación cámbrica o la mamífera son ejemplos claros. En el ámbito cultural, una innovación importante también posibilita muchas veces una diversificación cultural acelerada, en forma de incremento de la innovación. Un ejemplo reciente ha sido el desarrollo de las tecnologías de la información en los últimos tiempos.
12.- Complejidad creciente.- Si bien es cierto que ha habido disminuciones puntuales de la complejidad orgánica (por ejemplo, tras episodios de extinciones masivas) en general, en los organismos vivos se observa, a través de las eras geológicas, una tendencia al aumento de la complejidad a largo plazo. El árbol filogenético, visto como un todo, es inicialmente simple, y se va diversificando y volviéndose más complejo.
Las formas de vida más complejas se caracterizan por estar más estructuradas y disponer de una organización funcional más especializada. Esta especialización se alcanza mediante la división y centralización de funciones (riñones, hígado, corazón, cerebro...).
Las culturas también han seguido esta línea. Los ideas, como los genes, se agrupan en conjuntos cada vez más diversificados y más complejos. Los descubrimientos, los inventos y las ideas son acumulables, al igual que las mutaciones o las recombinaciones genéticas. Como muestra, tomemos una ciencia cualquiera. Por ejemplo, la Geología. Desde sus inicios, la Geología se ha desarrollado en múltiples ramas: estratigrafía, sedimentología, cristalografía, etc. Y este fenómeno es constante en muchos campos del conocimiento humano.
La especialización de los órganos anatómicos, como el corazón o el cerebro, tiene su correspondiente cultural en las especializaciones sucesivas de las sociedades humanas. En las primeras ciudades neolíticas escasamente se aprecia una división del trabajo. Sin embargo, posteriormente comienzan a aparecer primero artesanos alfareros, herreros, comerciantes,... hasta llegar a la variada gama de nichos laborales que pueblan las metrópolis actuales.
Y también en la misma organización de las sociedades humanas se aprecia una creciente complejidad. Hemos pasado del núcleo familiar a la agrupación de familias en una tribu; a la agrupación de tribus en un “pueblo”, y así sucesivamente hasta llegar a los modernos Estados, e incluso a las asociaciones de estados en entes políticos más amplios (O.N.U).
13.- Clinas biológicas y culturales.- La composición genética de una especie no es un bloque homogéneo e invariable. Por el contrario, presenta una gradación a través del espacio geográfico, gradación más marcada cuanto más extenso y diverso sea el territorio. Una clina puede definirse como una línea que une diferentes puntos de iguales características genéticas o fenotípicas, en el campo biológico, o culturales, en el ámbito ideológico. En cuanto a biología, hay varias especies que se extienden a lo largo de un gran territorio en forma de arco, de manera que los individuos de cada porción del arco pueden cruzarse y tener descendencia fértil, excepto los dos extremos del arco, cuya diferenciación es ya tan grande como para impedir su reproducción
(4).
Como evidencia de clinas culturales, los ejemplos son múltiples. Por citar sólo uno, vemos como países como Turquía combinan el laicismo europeo con el estado confesional árabe, o formas políticas y sociales mezcla del mundo occidental y árabe, en una coexistencia que podríamos calificar de híbrida.
14.-Diferenciación por aislamiento.- El mecanismo más habitual de divergencia entre especies es el aislamiento. De ahí que las islas y regiones aisladas alberguen una gran proporción de especies y géneros únicos. También en entornos de aislamiento se dan singularidades culturales, especialmente patentes antes de la generalización de la navegación y las telecomunicaciones. El “efecto fundador” se cumple, tanto genética como culturalmente. Cuando un pequeño contingente colonizador llega a una isla o a una región aislada, o queda aislado por algún factor, los pioneros representan sólo una pequeña parte del abanico genético de la población original. De igual manera, esa población sólo lleva una fracción de los conocimientos, conductas y tradiciones de la zona madre. Este hecho, junto con las diferentes condiciones medioambientales con que se encontrarán en el nuevo territorio, y con la ausencia de contacto con los flujos genéticos o de ideas del continente, hará divergir muy probablemente a los pioneros respecto a la población originaria.
Por poner sólo un ejemplo biológico, tenemos las archiconocidas islas Galápagos. Como ejemplo cultural, podemos fijarnos en la transformación del megalitismo continental al llegar a las islas del Mediterráneo Occidental, conformando endemismos culturales como las taulas, navetas, talaiots, nuragas... O en la diferenciación lingüística por barreras geográficas o culturales. O en el alto grado de peculiaridad cultural de cualquier sociedad aislada.
CONCLUSIÓN.-
Estos son algunos fenómenos que demuestran la convergencia entre la evolución biológica y la cultural, expresada tanto a nivel metodológico (evolución de las lenguas, fósiles-guía y útiles-guía) como a nivel de sus mecanismos de cambio. Tal variedad de coincidencias no puede ser casualidad. Por tanto, no puede haber un abismo insondable entre ambas evoluciones. Son un continuo. Mientras que en la evolución biológica son los genes los que se combinan y articulan para conformar las características de un determinado tipo de organismo, en la evolución cultural son los memes los que configuran los rasgos que caracterizan las culturas, los que se organizan, pueden acumularse y son objeto de selección cultural, siendo copiados u olvidados.
Las diferencias entre ambos tipos de evolución emanan de la vía de transmisión de innovaciones (reproducción en el caso biológico, aprendizaje en el caso cultural). Como consecuencia de basarse en los mismos procesos, ambas evoluciones alcanzan resultados similares de diversificación y aumento de complejidad. Las diferencias son básicamente dos:
Por un lado, en cuanto a la
transmisión, la evolución cultural puede darse a un ritmo mucho más alto que la biológica porque no tiene que esperar a la siguiente generación para reproducirse. Al poder transmitir los cambios de individuo a individuo instantáneamente, en forma de red horizontal, el mensaje puede circular veloz. Mientras que el patrón de transmisión de información en la evolución orgánica es mayoritariamente una estructura arborescente vertical, generación tras generación, mucho más lento.
Por otro lado, en cuanto a la
innovación, individuos con una cierta inteligencia y capacidad de aprendizaje pueden idear o descubrir nuevas variantes conductuales, nuevas ideas, que el azar genético tardaría mucho en desarrollar (y eso contando que lo hiciera).
En síntesis, la evolución cultural es una prolongación de la biológica, con unas tasas de innovación y de selección potencialmente más elevadas. Del hecho de que ambas evoluciones siguen procesos similares y llegan a resultados parecidos se deriva que es necesario un enfoque conjunto, con la aplicación de métodos de análisis semejantes, y que contemplen también las especificidades de cada evolución.
AGRADECIMIENTOS: Agradezco a quienes han aportado sus matices y correcciones, algunos de las cuales han sido incorporados. En especial, a Paco, a Txema M., a Sa Monea, a Hurakanpakito, a Martín Cagliani y al
Paleofreak. Y a todos aquellos que han ofrecido sus observaciones en el blog.
Espero aportaciones y criticas que puedan enriquecer o rectificar cualquier detalle, para que la nueva síntesis sea más completa.
(1).- Algunas de estas similitudes las detalla Bernhard Rensch en Rensch, Bernhard (1980): Homo Sapiens: de animal a semidiós. Editorial Alianza. Básicamente, creo que mis aportaciones son la comparación entre las radiaciones de la evolución orgánica y la cultural, clinas culturales y la diferenciación por aislamiento.
(2).- Meme: unidad de transmisión cultural. Dawkins, Richard (2000): El Gen Egoísta. Editorial Salvat.
(3).- Pagel, Mark et al. (11 October 2007): Frequency of word-use predicts rates of lexical evolution throughout Indo-European history. Nature 449, 717-720 :
(4).- Las gaviotas Larus argentatus y Larus fuscus, o las salamandras californianas del género Ensatina representan clinas extremos de la misma gradación, de manera que, mientras que en todo el territorio hay interfecundidad, ésta no se da entre los representantes de ambos extremos del arco territorial. Dawkins, Richard (2004): El cuento del antepasado (pag. 408-411). Editorial Antonio Bosch.