La primera barca
Según la web History of Human Technology, la primera canoa se halló en Pesse (Holanda), con una antiguedad de 8.400 años. La citan Grahame Clark y Stuart Piggott en su libro Prehistoric Societies. No he encontrado imágenes ni más información.
Le sigue de cerca en antiguedad ésta: una larga canoa africana (ver foto derecha) hallada en 1987 en el yacimiento de Dufuna (NE de Nigeria), al parecer hundida entre los sedimentos de una corriente fluvial.
Su datación es entre 7.670 +/-110 b.p. y 7.264 +/-55 b.p., previa calibración.
Pisando los talones viene la barca del yacimiento neolítico de Kuahuqia (ciudad de Xiaoshan, provincia de Zhejiang, al este de China), de 7.500 años de antiguedad. Es, como las anteriores, de madera, y mide 2 metros de largo por 70 cm. de ancho y por 15 centímetros de profundidad.
Tiene dos tocones de madera a ambos lados, que -supongo- servirían para fijar los remos. Anteriormente, ya se había encontrado en China, esta vez en el yacimiento de Suzhou, provincia de Jiangsu, una embarcación de 5.000 años de antiguedad. Con el nuevo hallazgo, se retrotrae la navegación en China 2.500 años más.
Y -como para confirmar la multiregionalidad de la navegación neolítica- en Inglaterra ha aparecido lo que se interpreta como un remo de 7.000 años de antiguedad.
También se autoproclama como la primera barca - los autores consideran que las canoas, por su sencillez, no cuentan- una descubierta en As-Sabiyah (!desierto de Kuwait!!). Los arqueólogos aseguran que entonces As-Sabiyah era una península.
Se la data entre 5.511 y 5.324 a.C. Estaba recubierta con una capa de betún -técnica que aún hoy emplean algunos constructores de barcos del Oriente Medio- que la impermeabilizaba.
Más modernas son las barcas halladas en Egipto, de primorosa factura, que ya pueden considerarse como la generalización de la navegación, puesto que no faltarán ejemplos posteriores. De hecho, no se trata ya de simples canoas, sino de sofisticados barcos.
Egipto dispondrá a partir de ahora de una tradición de navegación -mayoritariamente fluvial, aunque esporádicamente marina- que no abandonará. En la foto de la derecha podéis ver la barca egipcia más antigua, la barca de Abydos (foto derecha), que data del 3.000 a.C. aproximadamente.
Otro excelente e impresionante ejemplo de barco egipcio es el del faraón Keops. El barco fue enterrado junto a la mayor de las pirámides, y está actualmente expuesto a su lado, en un edifico que recrea la forma de la nave.
Ya véis. El título de barca más antigua del mundo está disputado. Hay dos posibilidades: o bien la invención se produjo una sola vez y tiene una mucha mayor antiguedad, pero la naturaleza corruptible de la madera no nos ha permitido encontrar las canoas primigenias; o bien el descubrimiento de la barca se dió simultáneamente en diferentes regiones, sin relación entre sí. El registro arqueológico apoya por el momento la segunda hipótesis. Las primeras barcas son neolíticas, y aparecen en diferentes zonas del mundo. Y ninguna paleolítica.
Lo que queda claro es que, una vez descubierta la navegación, por lo que sabemos en el Neolítico,-sea por un inventor puntual o por varios simultáneos- se extendió vasta y rápidamente por todo el mundo, potenciando el intercambio no sólo de bienes, sino también-y más importante aún- de memes, entre ellos el de la propia nave.
El meme de la navegación se reprodujo exponencialmente, y ya no se extinguiría en el futuro. Y esa primera nave -o esas primeras naves, en el probable caso de ser varias- es, en cierto sentido, la abuela de la que muchos siglos después descubriría América. Y tatarabuela de esa extraña nave metálica que nos llevó a la Luna.
Ésta es la evidencia. Pero no hay que olvidar que, muchísmo antes, Homo había atravesado océanos para llegar, por ejemplo, a la isla de Flores y a Australia. Y probablemente también al sur de la Península Ibérica con anterioridad al millón de años, como lo atestiguan los yacimientos de Fuente Nueva y Barranco León, en la zona de Orce. Y posteriormente en Atapuerca. Además, también se ha propuesto recientemente el paso de los neandertales a través del estrecho de Gibraltar.
Si sólo se hubiera producido el cruce de un mar una sola vez, podría pensarse en navegación accidental, agarrados a troncos, o a nado. Pero los indicios de que la navegación paleolítica se repitió van aumentando. Además, recientes estudios genéticos hablan de que la humanidad tiene una vinculación con las zonas costeras mayor de lo pensado hasta ahora.
Así que no creo que sea aventurado afirmar que encontraremos canoas paleolíticas. Al tiempo.