Eso es lo que acaban de poner en cuestión algunos de los miembros del equipo de Atapuerca.
José Mª Bermúdez de Castro y colaboradores acaban de publicar un estudio en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS) en el que analizan una mandíbula probablemente femenina de entre 15 y 16 años (equivale a 17 o 18 años en nuestra especie) aparecida en el año 2003 en el estrato TD6 de Gran Dolina -coloquialmente llamado "Aurora"-del fecundo yacimiento de Atapuerca, en Burgos. Se la ha datado en unos 800.000 años, y confirma el primer canibalismo, sea ritual, sea alimenticio de los homínidos de Atapuerca, puesto que la mandíbula presenta 7 claras marcas de cortes hechos con instrumentos líticos.
TD6 es el mismo nivel arqueológico en el que aparecieron los restos humanos que dieron lugar a la creación de una nueva especie, el Homo antecessor, según los autores. Homo antecessor se definió con los fósiles hallados entre 1994 y 1996, y la deslumbrante nueva especie se describió en un artículo publicado en "Science" en 1997.
El nombre asignado reflejaba la opinión de que Homo antecessor ocupaba una posición de ancestro tanto de la humanidad moderna como de los neandertales (podéis ver la posición que se le atribuía en el árbol evolutivo humano aquí, al menos hasta que lo actualizen). Ese adjetivo de 'antecesor' indicaba, pues, la voluntad de remarcar ese aspecto de antepasado directo. Del estudio de "Science" se deducía el origen africano de Homo antecessor. Se postulaba que algunos antecessor que quedaron en Africa debieron dar lugar a Homo sapiens.
Ahora, el estudio de la mandíbula reafirma la categoría de especie de Homo antecessor, sobre la que había reticencias derivadas de que el especimen tipo es un individuo adolescente. Pero acrecienta las dudas respecto a esa relación directa con Homo sapiens, con los neandertales y con el origen africano directo de las poblaciones de Homo antecessor. La mayor proximidad se da con los fósiles Homo erectus de Asia, concretamente de los yacimientos de Chukutien y Lantian, en China.
Bermúdez señala que la mandíbula exhumada en TD6 no se parece a las africanas de la época: "Mientras que la de Atapuerca es grácil, las africanas son mucho más robustas" y eso "obliga a replanteranos el origen africano de Homo antecessor". Lo cual es tranquilizante, puesto que explicaría porqué no aparece Homo antecessor en el registro africano, según indica Bermúdez.
Además, la industria asociada a Homo antecessor en Atapuerca corresponde al Modo I, el más rudimentario, mientras que los homínidos africanos de esta época ya empleaban el Modo II, más avanzado. Sin embargo, en Asia los homínidos contemporáneos seguían empleando el Modo I . Otro argumento para asociar Homo antecessor con los homínidos asiáticos.
En resumen: Homo antecessor no es antecesor de Homo sapiens, ni de los neandertales, ni procede de África, sino de Asia.
En respuesta a la pregunta de si se precipitaron al afirmar en su primera interpretación el origen africano y su posición de antecesor de los neandertales y de Homo sapiens, Bermúdez contesta: "Con los datos que teníamos entonces, el antecessor era el mejor candidato para ser el ancestro común de las dos especies. No estaba claro que lo fuera, pero no había ningún candidato mejor".
Sé que no es la postura más común, pero siempre he pensado que es tan importante la información relativa a humanos como la de cualquier otra rama de la evolución. Lo contrario es antropocentrismo. Pero como esa no es la postura más habitual, sorprende el hecho de que alguien reniegue de tener un eslabón perdido entre sus objetos de estudio, en estos tiempos en los que todo arqueólogo que se precie pretende tener "el primer...tal", "el más...cual" o, en cualquier caso, algún antepasado humano intermedio. Parece que si el fósil no está en nuestra filogenia, sólo es un bicho.
Pues eso es lo que han hecho José Mª Bermúdez de Castro y colaboradores al cuestionar la posición de Homo antecessor de Atapuerca en nuestro linaje, cuando ellos mismos lo habían situado allí. La noticia podría haber salido de algún otro equipo, y sin embargo han sido ellos quienes han rectificado. Ole por Bermúdez, porque esto supone normalmente menos repercusión mediática y, en consecuencia, menos financiación. Pero los datos son los datos.
Es fascinante que cada nuevo hallazgo haga replantear nuestra genealogía, lo que demuestra la precariedad de nuestros conocimientos actuales.
Lo que según la nueva interpretación queda sin explicar es que en toda la inmensa extensión de Europa y Asia no haya yacimientos o pruebas del supuesto paso de Homo antecessor desde Asia hasta Europa, cuando sí que las hay en los dos extremos, es decir, Atapuerca y Pekín. Y también se me escapa hacia dónde fue después. Si tienen razón en la nueva hipótesis, toda Eurasia estará trufadita de antecesores de antecessor -perdón por el chiste fácil ;)- esperando a que los encontremos. Nuevos descubrimientos ayudarán a ratificar, o rectificar, la hipótesis del origen asiático de Homo antecessor.
Apasionante.