massobreloslunes: Doce horas

sábado, 11 de agosto de 2012

Doce horas


Yo no debería estar aquí hoy. Debería estar en Portugal, concretamente en Sagres, lista para pasar unos días trepando por los acantilados sobre el océano. Pero un conjunto de desafortunadas circunstancias relacionadas con la manía que tienen las furgos ajenas de averiarse cuando más se las necesita me tiene de vuelta en mi pisito de la Isla, con los tapones de los oídos puestos para no escuchar una batukada que hay ahora mismo en la plaza del Ayuntamiento, leyendo y escribiendo con la mochila aún sin deshacer.

Ha sido surrealista.

A las ocho estaba en pie preparando las cosas para el viaje y acarreando bultos de mi casa a la furgo.

A las doce y pico un señor ha embestido la furgo de mi colega en la nacional de camino a Sevilla, amenazando con convertir un bonito viaje en un triple sandwich de metal y carne de escaladores inocentes. Afortunadamente, no ha sido apenas nada y hemos seguido camino con buen humor y medio rollo de cinta americana en el guardabarros de mi colega.

A las dos su furgo hacía un ruido raro y amenazante y hemos avisado a la grúa.

A las cinco me ha picado una avispa en el pie.

A las seis me he metido en Sevilla con cuarenta y ocho grados al sol a buscar una tienda de montaña, porque aprovechando el viaje quería mirar pies de gato y total, tampoco tenía mucho más que hacer.

A las seis y pico un yonqui ha hecho un amago de atraco a mi furgo junto al estadio del Betis.
[Conversación entre el yonqui al otro lado de mi ventanilla y yo:
YONQUI: ¿Puedes bajar la ventanilla un momento?
YO: No.
YONQUI: Pero si es solo...
YO: Que no.
YONQUI: Per...
YO: Aparta o arranco.
En cualquier otro momento de mi existencia, seguramente habría abierto la ventanilla, toda llena de buena voluntad e intención de ayudar, pero hoy estaba claro que Dios me odiaba mucho y no he querido tentar a la suerte]

A las seis y media he averiguado que la tienda estaba cerrada por vacaciones.

A las ocho estaba de vuelta en mi casa con unos cuantos euros de gasolina menos en el bolsillo, muerta de calor, agotada después de todo el día conduciendo y taquicárdica por el café que había engullido a la vuelta para no dormirme por el camino.

No pasa nada. Los accidentes y averías podrían haber sido peores. Podríamos haber muerto todos, habernos lesionado, podría habernos pasado en Portugal en el quinto coño, podría haber sido mi furgo y no la de mi colega (esto es una visión un tanto egoísta, lo sé, pero es lo que hay). Así que soy positiva. Ya tengo plan alternativo para ir el martes a escalar a Cabo de Gata con un chaval al que todavía no le he encontrado un buen sobrenombre, y el SSHP* está casi perfilado. Lo más probable es que pase el finde del 24 en Galicia con Batalecotal y el del 1 en Extremadura con amigos de la vida real, y entre una cosa y otra lo que surja. Curiosamente, los lectores que se han ofrecido candidatos al SSHP se ubican también en Galicia y Extremadura, así que todo parece ir bien.

Y con esto y un bizcocho, me bajo a la calle a comprarme un helado de turrón, que me lo he ganado.

*SSHP (Summer Steinbeck-Hill Project): Proyecto viajero que tendrá lugar a finales de este mes y que consiste en que me voy por ahí con la furgo y por el camino voy a tomarme algunos cafés o eervezas con aquellos lectores que estén interesados, sin otra intención que la de no volverme majara viajando sola por ahí, porque yo mi plomillazo lo tengo y tampoco hay que echar más leña al fuego. Steinbeck es por John Steinbeck, porque quiero escribir; Hill es por Lynn Hill, porque quiero escalar. Lo expliqué en la versión privatizada del blog, por eso no pone nada en éste)

4 comentarios:

  1. Pues nada, ya se que en Málaga conoces a mucha gente pero si te apetece, aquí una que está dispuesta a tomarse un cafelillo o lo que encarte...un besillo!

    ResponderEliminar
  2. "Yo no debería estar aquí..." Huele a relato!!

    Sagres mola mil,pero el Cabo de Gata...Yo creo que sales ganando. Así que dile oh-yeah al capullo de la carretera, a la avispa y al yonki. Si puedes, no te pierdas la Cala de San Pedro (llegar andando es una pasada de bonito) o Rodalquilar, que es como mi oasis privado.

    ResponderEliminar
  3. Vamos a quedarnos con que podía haber sido mucho peor y la cosa se ha quedado en un par de sustos y algunas decepciones :)

    ResponderEliminar
  4. Vaya, qué mala pata! Me sorry! Pero bueno, espero que la experiencia en Cabo de Gata sea mucho mejor de lo que esta podría haber sido! (y sí, me das envidia)

    :*

    ResponderEliminar