Yo no debería estar aquí hoy. Debería
estar en Portugal, concretamente en Sagres, lista para pasar unos
días trepando por los acantilados sobre el océano. Pero un conjunto
de desafortunadas circunstancias relacionadas con la manía que
tienen las furgos ajenas de averiarse cuando más se las necesita me
tiene de vuelta en mi pisito de la Isla, con los tapones de los oídos
puestos para no escuchar una batukada que hay ahora mismo en la plaza
del Ayuntamiento, leyendo y escribiendo con la mochila aún sin
deshacer.
Ha sido surrealista.
A las ocho estaba en pie
preparando las cosas para el viaje y acarreando bultos de mi casa a
la furgo.
A las doce y pico un señor ha
embestido la furgo de mi colega en la nacional de camino a Sevilla,
amenazando con convertir un bonito viaje en un triple sandwich de
metal y carne de escaladores inocentes. Afortunadamente, no ha sido
apenas nada y hemos seguido camino con buen humor y medio rollo
de cinta americana en el guardabarros de mi colega.
A las dos su furgo hacía un ruido
raro y amenazante y hemos avisado a la grúa.
A las cinco me ha picado una avispa en
el pie.
A las seis me he metido en Sevilla con
cuarenta y ocho grados al sol a buscar una tienda de montaña, porque
aprovechando el viaje quería mirar pies de gato y total, tampoco
tenía mucho más que hacer.
A las seis y pico un yonqui ha hecho un
amago de atraco a mi furgo junto al estadio del Betis.
[Conversación
entre el yonqui al otro lado de mi ventanilla y yo:
YONQUI: ¿Puedes bajar la ventanilla un momento?
YONQUI: ¿Puedes bajar la ventanilla un momento?
YO: No.
YONQUI: Pero si es solo...
YO: Que no.
YONQUI: Per...
YONQUI: Per...
YO: Aparta o arranco.
En cualquier otro momento de mi
existencia, seguramente habría abierto la ventanilla, toda llena de
buena voluntad e intención de ayudar, pero hoy estaba claro que Dios
me odiaba mucho y no he querido tentar a la suerte]
A las seis y media he averiguado que la tienda estaba cerrada por vacaciones.
A las ocho estaba de vuelta en mi casa
con unos cuantos euros de gasolina menos en el bolsillo, muerta de
calor, agotada después de todo el día conduciendo y taquicárdica
por el café que había engullido a la vuelta para no dormirme por el
camino.
No pasa nada. Los accidentes y averías
podrían haber sido peores. Podríamos haber muerto todos, habernos
lesionado, podría habernos pasado en Portugal en el quinto coño,
podría haber sido mi furgo y no la de mi colega (esto es una visión
un tanto egoísta, lo sé, pero es lo que hay). Así que soy
positiva. Ya tengo plan alternativo para ir el martes a escalar a
Cabo de Gata con un chaval al que todavía no le he encontrado un
buen sobrenombre, y el SSHP* está casi perfilado. Lo más probable
es que pase el finde del 24 en Galicia con Batalecotal y el del 1 en
Extremadura con amigos de la vida real, y entre una cosa y otra lo
que surja. Curiosamente, los lectores que se han ofrecido candidatos
al SSHP se ubican también en Galicia y Extremadura, así que todo
parece ir bien.
Y con esto y un bizcocho, me bajo a la
calle a comprarme un helado de turrón, que me lo he ganado.
*SSHP (Summer Steinbeck-Hill Project):
Proyecto viajero que tendrá lugar a finales de este mes y que
consiste en que me voy por ahí con la furgo y por el camino voy a
tomarme algunos cafés o eervezas con aquellos lectores que estén
interesados, sin otra intención que la de no volverme majara
viajando sola por ahí, porque yo mi plomillazo lo tengo y tampoco
hay que echar más leña al fuego. Steinbeck es por John Steinbeck,
porque quiero escribir; Hill es por Lynn Hill, porque quiero escalar.
Lo expliqué en la versión privatizada del blog, por eso no pone
nada en éste)
Pues nada, ya se que en Málaga conoces a mucha gente pero si te apetece, aquí una que está dispuesta a tomarse un cafelillo o lo que encarte...un besillo!
ResponderEliminar"Yo no debería estar aquí..." Huele a relato!!
ResponderEliminarSagres mola mil,pero el Cabo de Gata...Yo creo que sales ganando. Así que dile oh-yeah al capullo de la carretera, a la avispa y al yonki. Si puedes, no te pierdas la Cala de San Pedro (llegar andando es una pasada de bonito) o Rodalquilar, que es como mi oasis privado.
Vamos a quedarnos con que podía haber sido mucho peor y la cosa se ha quedado en un par de sustos y algunas decepciones :)
ResponderEliminarVaya, qué mala pata! Me sorry! Pero bueno, espero que la experiencia en Cabo de Gata sea mucho mejor de lo que esta podría haber sido! (y sí, me das envidia)
ResponderEliminar:*