
Sin embargo, un bichejo de cuatro patas que merodea por mi casa, me despertó a eso de las siete (que son las ocho…) reclamando su desayuno. Aunque no os lo creáis mi gata Kattalin tiene un relojito, que aunque no lo he visto nunca tengo claro que existe, y que hace que todos los días me despierte a las siete en punto de la mañana, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Pues nada, que a las siete (que son las ocho…) me levanté con el susto en el cuerpo, y gracias a mi gata solo llegué un cuarto de hora tarde al taller de Iban. Allí nos encontramos Juantxo, Teba, Olaia y yo dispuestos a disfrutar de un taller super interesante, en el que además de aprender los secretos de la ciabatta, la focaccia más deliciosa que he probado nunca y los panes alemanes de centeno hablamos de algo que ni siquiera sabía que existía, los prefermentos: Biga, Poolish, Esponja...todo un mundo para mejorar (si es que se puede) la calidad, textura y aroma de unos increíbles panes artesanales.
Fotografía de Teba
A la sesión de la tarde se animaron Ohiana, Maddi, Idurre y Aitor, y seguro que se lo pasaron tan bien como los de la mañana.
Apunte: Iban nos presentó su recién inaugurado Foro del Pan. Pasaros por ahí, merece la pena.
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