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martes, 3 de noviembre de 2020

Filantrocapitalismo, digitalización y COVID-19 en educación (Geo Saura para El Diario de la Educación)

 Artículo de Geo Saura para El Diario de la Educación

  • Apuntes para la ministra de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España a raíz de la Alianza Público-Privada HAZ.
02/11/2020

Las medidas de confinamiento y aislamiento social a raíz de la pandemia COVID-19 están obligando a digitalizar la educación de modo disruptivo y global. Las grandes corporaciones tecnológicas de Silicon Valley y las fundaciones filantrópicas de empresas multimillonarias están leyendo la pandemia global como la gran oportunidad para transformar los sistemas educativos a través de la digitalización y poder expandir sus intereses de mercado. Estas corporaciones y fundaciones son los principales actores políticos beneficiarios de la transformación digital de la educación en la emergencia sanitaria del SARS-CoV-2 por dos aspectos. Por un lado, porque poseen las herramientas, el hardware, el software, las plataformas, las redes de datos y todos los medios necesarios para producir y desarrollar procesos de enseña-aprendizaje no presenciales. Por otro lado, porque poseen grandes cantidades de capital que pueden invertir con mayor celeridad que los gobiernos y desarrollar agendas políticas más ambiciosas, más amplias y menos burocratizadas.

Bajo estas lógicas de cambio global debido a la pandemia COVID-19, el 29 de octubre de 2020 nace la Alianza por la Educación “HAZ”. La alianza HAZ es una red política de corporaciones tecnológicas y fundaciones filantrópicas para transformar la educación del Estado español. Una red política conformada por Fundación La Caixa, Fundación Endesa, Google, Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI) y Fundación Vodafone España. HAZ se presenta en el Teatro Real de Madrid, presidida por la responsable del Ministerio de Educación, Isabel Celaá, como una Alianza Público-Privada de fundaciones y empresas para transformar el sistema educativo español. Es una alianza que prosigue ese fin de transformación bajo tres ejes de actuación: la transformación digital de la educación, el fortalecimiento del rol del docente y el fomento de la educación para el cambio constante en un entorno global. Defienden que se trata de “un desafío que se torna urgente tras la crisis de la COVID-19” y las corporaciones y fundaciones de HAZ son las que están preparadas por contar con una larga trayectoria en la política educativa por haber “capacitado a 101.086 docentes, impactando en 8.932 centros educativos y llegando a cerca de 2,7 millones de estudiantes, presencial y digitalmente”.

Remedios Orrantia –presidenta de HAZ y de la Fundación Vodafone– presenta la alianza como una iniciativa “público-privada” compuesta por “actores de una sociedad civil involucrados y activos” que actúan de forma “complementaria a la administración” para “proponer soluciones para los retos que afronta la educación en España”. Además, la presidenta de HAZ, afirma que la iniciativa está “alejada de ideologías” y está basada en “un espíritu abierto y totalmente colaborativo centrado en la educación en abstracto al margen de cuestiones políticas”.

Isabel Celaá, presentando la alianza y en la misma línea que la presidenta de HAZ, manifiesta que:

“Las alianzas y los partenariados en el ámbito social, educativo y filantrópico, suelen, en general, estar más desarrolladas en otros países que en España. Por eso, el nacimiento, hoy aquí, de HAZ, Alianza por la Educación, es una excelente noticia para la sociedad española y un buen ejemplo de sociedad civil y empresarial comprometida con la proyección y el fortalecimiento de nuestro sistema educativo. Porque la unión entre diferentes para trabajar en una misión común es una clara señal de madurez democrática (…). Defendemos una escuela moderna, más abierta a la comunidad, colaboradora con partners externos capaces de formar alianza y redes de intercambio”.

Pues bien, esas declaraciones de la ministra de Educación y de la presidenta de HAZ son justamente lo que desmonto a continuación. Es decir, el propósito aquí es demostrar brevemente que esos argumentos de que en esta red política “no hay ideologías”, que es una iniciativa de “despolitización de la educación” y que se presencian, con ello, nuevos “avances democráticos”, responden justamente a lo contrario. O mejor aún –por llamar a las cosas por su nombre–, lo que hago a continuación es demostrar que la alianza HAZ es un nuevo avance de “privatización”, “neoliberalización”, “filantrocapitalismo” y “capitalismo digital” en la política educativa española.

Bajo esos fines, lo que sigue está dividido en dos apartados. En primer lugar describo las corporaciones y fundaciones que conforman HAZ y algunas de las lógicas de actuación de sus proyectos educativos. En segundo lugar exploro la red política HAZ como la gran alianza para producir nuevos espacios de privatización y neoliberalización, y poder expandir las lógicas filantrocapitalistas y del capitalismo digital en la política educativa española.

¿Qué actores políticos y proyectos de transformación de la educación hay en la alianza HAZ?

La Fundación La Caixa es el apartado de la donación filantrópica y de responsabilidad social corporativa que CaixaBank ofrece a la alianza HAZ. CaixaBank, que tiene una larga tradición en la filantropía española, en educación actúa desde la Fundación EduCaixa. Las inversiones filantrópicas de CaixaBank hacen que la entidad bancaria se esté consolidando como uno de los principales actores políticos privados encargados de transformar la digitalización educativa en la política educativa española. Principalmente, se está expandiendo en esta lógica a través de la incorporación del programa de “Big Data: la inteligencia de los datos”. Este programa en educación tiene como fin liderar las políticas de Big Data en la política española y el desarrollo de la competencia digital docente. Con esta iniciativa, CaixaBank, se convierte en el principal actor político que está transformando la educación a través de análisis predictivos y nuevos procesos de control datificados en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La Fundación Endesa es la iniciativa de actuación filantrópica de esta corporación energética y eléctrica del IBEX35. Las inversiones filantrópicas de Endesa están destinadas esencialmente a intervenir en las políticas sociales a través de fomentar el espíritu empresarial mediante programas de emprendimiento y a través de la transformación educativa con proyectos de digitalización. La Fundación Endesa actúa, además, en educación superior a través de la Cátedra Endesa de la Universidad Pública de Sevilla y mediante enseñanzas de máster y doctorado, becas y premios a estudiantes destacados. Recientemente ha creado el Programa de doctorado interuniversitario “Sistemas de energía eléctrica” entre cuatro universidades públicas: Universidad de Sevilla, Universidad del País Vasco, Universidad Politécnica de Cataluña y Universidad de Málaga. No obstante, en la alianza HAZ, la filantropía y los intereses de mercado de Endesa se orientan hacia la digitalización de la educación obligatoria. Llevan desarrollando programas educativos previos como el “RetoTech”; donde se centra en la incorporación de Eventos y Premios para digitalizar la educación. Concretamente, RetoTech son programas de innovación educativa basados en el desarrollo de iniciativas tecnológicas a través de la robótica, la programación y la creación de apps. Este reto educativo de Endesa está ahora centrado en expandir la domótica en los hogares. La domotización que incorporan en su reto tecnológico se basa en introducir en el sistema educativo programas de inteligencia artificial, kits de robótica, aplicaciones de redes neuronales artificiales, sistemas de aprendizaje automático (machine learning), lógicas de aprendizaje profundo (deep learning) y programas de Big Data.

Google –la gran corporación tecnológica de Silicon Valley– es el actor político más importante a nivel mundial en la transformación digital de la educación a raíz de los efectos de la emergencia sanitaria derivados de la COVID-19. Ha donado, desde el inicio de la pandemia, más de 100 millones de dólares a la política educativa global para digitalizar la educación mundial. La inversión que establece en la alianza HAZ es una acción más, que lleva desarrollando desde marzo 2020, cuando comenzó a liderar la “Alianza Mundial para la Educación” de la UNESCO con el fin de proporcionar herramientas y discursos formativos en sustitución de la presencialidad de las aulas. Se consolida como la empresa más importante en política educativa global a través de la normalización y expansión de sus softwares y programas de formación docente focalizados en la digitalización educativa. Destaca la expansión global, y en todos los niveles educativos, que se está haciendo del uso normalizado de Google GSuite for Education y de su programa Google Meet. Esta filantropía de Google en las aulas comenzó en el inicio de la pandemia a través de la iniciativa “Teach from Home” y posteriormente con “Teach from anywhere”. Estas iniciativas de Google se basan en plataformas y recursos educativos donde ofrecen información, consejos, capacitación y herramientas para poder desarrollar procesos educativos no presenciales. Los objetivos de Google son muy ambiciosos para liderar la agenda educativa global durante la pandemia y lo serán en tiempos post-pandémicos.

ISDI es una corporación y escuela de negocios digital dedicada a la formación en educación superior. La formación la centran en la disrupción digital de la educación, programas de emprendimiento y desarrollo de networking. La meta, como sostienen desde ISDI, es contribuir a acelerar la digitalización de la sociedad y acelerar el cambio hacia un nuevo modelo económico más competitivo y eficiente, que maximice el potencial de personas, empresas y mercados. Esta lógica de cambio de paradigma la desarrollan a través de másteres y seminarios. Los másteres de 450 horas (9 meses) ofrecidos tienen un costo entre los 18.500 euros (el más barato) y 36.850 euros (el más caro). Por su parte, los seminarios de 40 horas (una semana) tienen un costo de 7.950 euros. Aunque la enseñanza en ISDI es principalmente digital, la empresa tiene campus educativos en cinco sedes importantes: Madrid, Barcelona, Ciudad de México, París y Silicon Valley. La formación de ISDI está a cargo de relevantes corporaciones tecnológicas, consultoras y entidades bancarias, que proporcionan altas cuotas y oportunidades de negocio en redes de capital social (o networking, como lo llaman en la entidad de la alianza HAZ), tales como: Google, Facebook, Microsoft, Airbnb, BBVA, McKinsey & Company, Grupo Prisa, Telefónica, Vodafone, Twitter o KPMG.

La Fundación Vodafone España es la parte filantrópica del operador de telefonía móvil que lidera la presidencia de la alianza HAZ. La Fundación Vodafone, que actúa bajo el protectorado del Ministerio de Educación, es un actor político privado de gran importancia en la política educativa española. Destaca en educación el programa de digitalización de las aulas denominado “DigiCraft”. Este programa se basa en expandir la competencia digital del alumnado a través de propuestas didácticas que tienen como ejes centrales la gamificación y la experimentación en las aulas. Además de ostentar la presidencia de HAZ, la Fundación Vodafone es la verdadera propulsora de la alianza. En enero de 2020, previamente a la expansión de la pandemia, presentó lo que denominaron como “Alianza por la Educación”, junto a las corporaciones de Telefónica, Endesa, Google, BBVA y CaixaBank. Como se sostuvo en enero de 2020, por parte la presidenta de la Alianza HAZ, la iniciativa fue propulsada por Isabel Celaá bajo su plan estratégico de modernización del sistema educativo español “sin entrar en ideologías”.

Ministra, ¿sin ideologías? Apuntes sobre privatización y neoliberalización

Que el Gobierno ofrezca la capacidad de transformar la educación de un país a cinco empresas privadas con amplios intereses de mercado no es, ministra, una “señal de madurez democrática”. Y por supuesto, como usted bien sabe, ministra, tampoco es una despolitización de la educación. Lo que produce la unificación del Gobierno, las corporaciones tecnológicas y las fundaciones filantrópicas en HAZ es consolidar la primera gran Alianza Público-Privada de una red política educativa en el estado español. Y todo ello, es una privatización ideológica de la educación en España. Es algo que lleva dos décadas estudiándose bien en la política educativa española y, ahora, en literatura académica, lo denominamos “privatización exógena”, “privatización externa” o “exo-privatización” de la educación.

Además, ministra, esta iniciativa de privatización no es una señal de “madurez democrática” arropada bajo la falacia discursiva de “despolitizar la educación” y “alejarse de las ideologías”. La educación es y será política; está y estará defendida por formas de pensamiento productivas y discursivas que pretenden constituir nuevos órdenes (o ideologías). Ministra, convencido, al igual que otros colegas, de la necesidad de politizar las problemáticas educativas, a continuación le planteo, en forma de interrogante, una señal de madurez democrática, politizada e ideológica distinta a la privatización de la red política educativa HAZ:

¿Y si la toma de decisiones para trasformar el sistema educativo español recayera en debates públicos, de una comunidad educativa activa y democrática con principios ideológicos heterogéneos, que tuvieran como eje central la defensa de la educación pública?

Pero hay más, ministra. Estas formas ideológicas de privatización se denominan en la literatura académica bajo el término “neoliberalización”. Esto quiere decir que la teoría ideológica, política y económica del neoliberalismo, así como sus prácticas, se basan en la actualidad en una resituación constante que se readapta a los contextos y a los tiempos. Los procesos de neoliberalización se desarrollan a través de dos variables.

En primer lugar, la alianza HAZ produce una neoliberalización estructural. Esto significa que lo que hace esta red política es una expansión de prácticas político-económicas fundadas en la libertad empresarial, la libertad de mercado y la libertad de comercio. Se desarrolla a través de un proyecto de clase extensible del capitalismo a nivel global para generar políticas y modos de actuación social en una acumulación constante de orden capitalista.

En segundo lugar, la alianza HAZ produce una neoliberalización basada en la gubernamentalidad como racionalidad de gobierno. Esto significa que es el Estado quien crea y potencia las lógicas de mercado a través de la competencia. Se desarrolla bajo la racionalidad y la capacidad que tiene el Gobierno para involucrar a actores políticos privados y avalar sus lógicas de “conducción de las conductas” que son materializadas a través de prácticas de subjetivación, emprendimiento, individualidad y competitividad.
Ministra, ¿sin ideologías? Apuntes sobre filantrocapitalismo y capitalismo digital

La alianza HAZ es el último gran avance de gobernanza filantrocapitalista en la política educativa española. El filantrocapitalismo es la hibridación de las lógicas de producción del sistema capitalista con las nuevas formas de actuación de las fundaciones filantrópicas de corporaciones multimillonarias. Estas acciones filantrocapitalistas se basan en expandir los principios del capitalismo a través de grandes donaciones que se materializan en agendas políticas y discursos para erradicar las desigualdades sociales. Lo que hacen las fundaciones filantrocapitalistas, es crear las políticas con la pretensión de paliar las desigualdades sociales mediante enormes donaciones, al mismo tiempo que pueden recibir beneficios económicos y sociales de las inversiones realizadas. Las fundaciones filantrocapitalistas, como la que conforman la alianza HAZ, están encontrando, con la pandemia global COVID-19, nuevas y ventajosas “ventanas de oportunidades” para entrar en la arena política y poder ampliar los escenarios de mercado. El filantrocapitalismo actúa en alianzas de redes políticas heterogéneas (actores públicos y privados) mediante donaciones multimillonarias que se realizan de modo acelerado y experimental para transformar las políticas públicas. Y todos estos cambios, como bien sabe la comunidad educativa, ministra, son ideológicos, producen una politización muy activa de la educación y no son para nada democráticos.

Además, esta red política de gobernanza filantrocapitalista es la primera expansión del capitalismo digital en la educación que viene producida por el Gobierno de España. El capitalismo digital es un sistema económico y social en el que los medios de producción se basan en tecnologías digitales y son de propiedad privada y, además, las lógicas de mercado son las que asignan los recursos, y el capital es la fuente que actúa como generador de riqueza. O dicho de otro modo, se expanden las tecnologías digitales bajo nuevos procesos de producción y acumulación capitalista a través de la economización digital de todas las esferas sociales. El capitalismo digital de la alianza HAZ se fundamenta en el solucionismo tecnológico de Silicon Valley y las lógicas del capitalismo de vigilancia. Las donaciones que realizan las corporaciones de la alianza HAZ para paliar los efectos de la pandemia del SARS-CoV-2, hacen que los filantrocapitalistas tomen especial protagonismo en la configuración y puesta en marcha de las políticas educativas públicas, a la vez que transforman la educación expandiendo el capitalismo digital. Y por todo lo anterior, ministra, estas corporaciones tienen muchos intereses ideológicos, políticos y de mercado para expandir el capitalismo digital en educación.

En definitiva, ministra, en esta gobernanza filantrocapitalista para paliar los efectos de la pandemia COVID-19 y transformar la educación en España, “sí hay ideologías”, y no es una “señal de madurez democrática”. Lo que hace la alianza HAZ, es consolidar en el sistema educativo del Estado español los últimos avances de la privatización y la neoliberalización a través del filantrocapitalismo y el capitalismo digital. O lo que es lo mismo, se consolida en la política educativa española el “filantrocapitalismo digital en educación”.

Continuará…

Geo Saura es profesor de Política Educativa en la Universidad de Granada.
geosaura@ugr.es

Profesor Ayudante Doctor en la Universidad de Granada (2018-2023). Ha sido Investigador Postdoctoral en la Universitat Autònoma de Barcelona (2015-2018). Fue Investigador Predoctoral (2012-2015) entre Universidad de Granada y University of Roehampton desarrollando su PhD internacional sobre políticas y neoliberalismo, que recibió el Premio Extraordinario a la mejor Tesis Doctoral en Ciencias Sociales. Es en la actualidad Investigador Principal de Proyecto Precompetitivo para jóvenes investigadores sobre Redes Políticas de Gobernanza Filantrópica.

jueves, 30 de abril de 2020

Save the money – Save the children (Ana M. Valencia Herrera y Eduardo Luque Guerrero para Viejo Topo)

Artículo de Ana M. Valencia Herrera y Eduardo Luque Guerrero para Viejo Topo

29-4-2020
El capitalismo es mucho más que una estructura económica, es un sistema que está dando forma permanentemente al mundo y a la forma de pensar de sus gentes, también está alterando las creencias profundas de la sociedad. El capitalismo en curso cambia sus modos, sus leyes y sus imágenes continuamente, en realidad funciona alimentando su propio circuito cultural (medios de comunicación, fundaciones, instituciones, agencias, consultoras, escuelas de negocios, academias etc.) Este circuito tiene como objetivo la creación de opinión pública y también su control. Su nueva cara y negocio se denomina filantrocapitalismo; es la cara oculta de una nueva fase de expansión del capital bajo el disfraz de las instituciones de caridad. La situación es más peligrosa aún porque reemplaza la justicia social y la igualdad por un falso humanitarismo. Las viejas-nuevas ideas filantrópicas-caritativas están ocupando el lugar de las antiguas y descreditadas herramientas de la globalización. En una era en la que la propaganda y el espectáculo han tomado por lo general el lugar del pensamiento y la memoria, y solo prospera la publicidad revestida de información, una estrategia como esta promovida a golpe de talonario solo puede triunfar.
Para  nadie es un secreto que la extensión del COVID 19, como otros desastres que se han producido en la historia reciente de la humanidad, iba a ser aprovechada para adelantar dos,  tres o diez páginas de golpe en la agenda del capitalismo global, sería una ingenuidad pensar  que la crisis actual y sus consecuencias iban a traducirse en un mundo más justo ni más sostenible; por el contrario no es difícil presagiar que de esta saldremos con un capitalismo más reforzado y que habrá encontrado nuevos caminos para engordar a costa del sufrimiento y la miseria de tantos en el planeta.
Uno de estos caminos de enriquecimiento además de la sanidad será la educación. Ya antes de la crisis se estaba convirtiendo merced a la privatización y a la cesión de capital público a manos privadas en uno, sino el mayor, de los negocios más lucrativos del mundo, con unos beneficios astronómicos que debían ascender para el año 2025 a ocho trillones de dólares (según las previsiones de las principales consultoras). Buena parte de los cuales debían proceder del llamado e-learning (educación a distancia o vía dispositivos electrónicos), es decir, condenar a los sistemas educativos de todo el mundo no solo a un devastador consumo de aparatos electrónicos sino también de herramientas y energía, con un resultado sumamente incierto. La educación, mediante esta estrategia, se suma así al también lucrativo negocio de la venta y compra de datos.[1]
Sin embargo, pese a los esfuerzos y la inversión hecha por la amplia y compleja red de fundaciones, empresas y organismos pro-negocio, las cosas no iban tan deprisa como querían. La penetración del nuevo modelo tropezaba con un fuerte rechazo. En nuestro país la presión de los padres había hecho fracasar parcialmente las pruebas de diagnóstico, por ejemplo. El Ministerio de Educación, poco antes de iniciarse la pandemia había propuesto ya un nuevo borrador de Ley Educativa, un calco de la anterior en muchos sentidos. La educación en su conjunto se resistía un tanto a los cambios introducidos, cambios siempre muy veloces y solapándose unos con otros en una espiral a la que es imposible verle más sentido que el del negocio. La vaga promesa de un futuro en el que para triunfar todos los niños y niñas debían de haber crecido pegados a un ordenador haciendo actividades tipo test, no había sido lo suficientemente convincente, y la intuición (o sea lo intelectualmente comprendido sin verbalizar) dictaba que no había absolutamente ninguna certeza, ni evaluación seria y no interesada, de que la introducción masiva de los artefactos, plataformas didácticas y programas electrónicos hubieran  proporcionado ninguna mejora significativa en las aulas. Más bien las encontramos en sentido contrario: enfermedades oculares por las horas frente al ordenador. Además de ojo seco, visión borrosa, irritaciones etc.[2]   Podemos leer estudios rigurosos que plantean los riesgos para la salud de la exposición a la luz led de las pantallas. Por no mencionar otros trastornos mucho más complejos relativos al comportamiento y al aprendizaje; no es este el lugar pero baste con remitirnos a lo que el eminente neuropsiquiatra alemán  Dr Manfred Spitzer resume en su trabajo de divulgación “Demencia digital”[3] en el que reiteradamente expone que la utilización de estos dispositivos dentro del sistema educativo no tiene más que una explicación puramente económica, y que muy contrariamente a lo que se nos quiere hacer creer estos aparatos  dificultan seriamente el aprendizaje y pueden derivar en problemas más serios como el de dificultades cognitivas, déficit de atención o un aumento de la agresividad. En el mismo sentido el profesor Robert Gajewski de la universidad de tecnología de Varsovia termina concluyendo en uno de sus trabajos: “Todas estas trampas y trucos de la e-educación nos llevan a concluir que en absoluto es este el remedio a los problemas de la educación”[4]. Naturalmente podemos seguir desechando argumentos y estudios racionales y sustituirlos por la propaganda o por los estudios financiados por las empresas interesadas en la promoción del e-learning, pero ¿realmente queremos exponer a nuestros niños y jóvenes a estos riesgos?
Naturalmente esta promoción de lo electrónico y la educación a distancia tiene una explicación económica. Las grandes empresas tecnológicas se veían expuestas a algo más que una seria crisis debido al estallido de la burbuja que ellas mismas venían creando. Durante más de una década todas las grandes de las Tic con Microsoft, Google, Facebook, al frente han solicitado créditos para recomprar sus acciones y poder repartir dividendos, una espiral que no puede parar y que estaba a punto de estallar. En otras palabras, pedían créditos para comprarse ellas mismas acciones y hacer que estas subieran para ganar una cantidad exorbitante de dinero y poder repartir beneficios. Están endeudadas hasta las pestañas:
Eran numerosos los medios que se preguntaban si la burbuja de las grandes tecnológicas, de nuevo, no estaría a punto de estallar.
Parece que se ha encontrado una solución al menos provisional, la extensión a escala planetaria de la educación on line pretende asegurar el retorno de las ganancias al sector de las TIC. El modelo experimentado durante el confinamiento es visto por las grandes compañías como un ensayo a gran escala para que ante las previsiones de futuras pandemias se convierta en el modelo educativo triunfante (no es extraño que Bill Gates sea el principal vocero de pandemias mundiales, véase su experimento “Event 201 Pandemic Exercise” , publicado el 4 de noviembre de 2019 por el Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins y realizado el 18 de octubre de 2019[5]). Hoy, con el 91,2 % de los estudiantes en casa según las estadísticas de la Unesco  y con cincuenta millones  de profesores y profesoras que a las alturas del 28 de marzo se habían descargado ya la aplicación didáctica propuesta por Google[6], según informaba la propia empresa, se están cubriendo las expectativas de estas multinacionales y el que habrá de ser uno de los negocios más rentables y peligrosos  del planeta; la alianza del gigante educativo Pearson con el gigante del control de la información Google  tiene el éxito  garantizado.[7]  Aunque las voces de alarma no han llegado a nuestro país, allí donde el proceso está más avanzado sí lo han hecho.
El interés de estas empresas en la educación viene de antiguo, así como su papel capital en la constitución del entramado de organizaciones que articulan la red mundial del negocio educativo. El modelo utilizado es el del parternariado privado-público, ese invento para que las empresas vayan usurpando el poder poco a poco, mientras minan el estado desde dentro. Su camuflaje filantrópico convenientemente financiado ha ido calando en una sociedad que no dispone de las fuentes de información independientes ni accesibles para comprender lo que sucede. Algunos grupos de investigación, trabajando en las instituciones públicas que van quedando o financiados por los usuarios, están poniendo el acento precisamente en esta compleja red de intereses cuyos vínculos no aparecen con claridad; así la americana Little Sis[8], que se dedica a investigar el complejo mundo de estas relaciones, ha añadido una sección documentada que directamente se denomina “ojo a los vínculos” la cuestión de la peligrosa red de contacto, influencias  e intercambios de dinero entre estos negociantes.
Tomemos el ejemplo de los firmantes de la “carta  abierta a la ministra” de la ONG Save the Children[9]. En realidad esta carta sigue la corriente de otras empresas como Microsoft Google-Pearson o instituciones como el Banco Mundial[10] que están agitando el panorama educativo todo lo que pueden para alentar sus negocios. Y lo hacen desde el catastrofismo y la amenaza de siempre, la doctrina del shock, ofreciendo la salvación a través de su propuesta mercantil, así nos va. Entre los firmantes de la carta versión española aparecen todas las triquiñuelas propias de este negocio: para que abulte más aparece de un lado firmando la propuesta la fundación Trilema, institución católica propietaria de varios colegios, y separados de la misma como firmantes el supuestamente independiente filósofo, aficionado a la cuestión educativa, J. A. Marina, que en realidad es uno de los patronos de esta fundación, y su socia Carmen Pellicer, que es a su vez la directora de la misma. Se encuentra también como firmante la fundación Jaume Bofill, una de las promotoras del proyecto privatizador “Escola Nova 21”.  Otro de sus ponentes es Ismael Sanz, un hombre que viene del negocio de las pruebas  PISA  y del grupo de la exconsejera Figar (de los “ultracatólicos” cielinos) en la Consejería de Educación de Madrid, ellos fueron los que promovieron el fiasco de otro de los grandes grupos firmantes “empieza por educar”, la filial española de la controvertida Teach for America; un grupo ultraliberal y conservador que financiado por el Banco de Santander y amadrinado por Ana Patricia Botín lleva tiempo intentando implantar su ideología y el modelo americano entre los colectivos más vulnerables, según el nuevo lenguaje neocon (pobres, que diríamos en castellano). Y así suma y sigue hasta configurar la compleja trama de relaciones, nos encontramos con que también de la firmante plataforma para la infancia forman parte Save the Children,  y por supuesto EDUCO y otras muchas más, tantas que consiguen que la red  se vuelva incomprensible. ¿Reciben sus fondos de los miembros que a su vez reciben fondos de otros terceros? ¿Se trata de un circuito? La palma se la lleva la fundación COTEC[11], presidida por los dos Reyes (el emérito y el nuevo) y de la que forman parte todos los bancos y empresas del país empezando por Telefónica y la Caixa, siguiendo por el BBVA, el Santander  y  terminando por Repsol, Abertis , Facebook etc, etc.  Claro, uno no puede dejar de preguntarse ¿de dónde esta preocupación empresarial por la educación y por el final de curso?  Y sobre todo ¿de dónde viene este interés por los más pobres –perdón, “vulnerables”– que en una gran medida ellos han contribuido a crear? Viene a ser: primero te desahucio o despido a tu padre, y después quiero que los voluntarios de mi fundación te den clase para hacerte resilente. No es de extrañar pues que las aulas el próximo mes de Julio se abran para todas estas ONG y sus voluntarios dispuestos a dar lo mejor de su ideología a las desamparadas criaturas. Tras dos o tres meses de encierro, el pretexto es avanzar en unos temarios que ya venían juzgándose como poco importantes. ¿No decían las autoridades educativas y los “expertos” hace poco que lo importante era educar en valores? ¿Por qué ahora tanto interés por los contenidos y la promoción?
La pregunta previa que es necesario plantear es: ¿Por qué una ONG  y en concreto Save the Children lidera esta propuesta? En torno a las ONGD se edifica una construcción ideológica extremadamente frágil y contradictoria. Por una parte han sido capaces en ocasiones de fijar y modificar las agendas de grandes conferencias internacionales como la Cumbre de Seattle o de la OMC. Alrededor de estas organizaciones se ha creado un entramado de justificaciones morales en una sociedad que cuestiona cada vez más la militancia política. Los medios han creado un nuevo héroe moderno que sirve de justificación moral para casi todos los desastres: el cooperante solidario prototipo de virtudes morales y auténtico “Robin Hood” de la sociedad neoliberal. Las ONGD son presentadas como portadoras de nuevos valores solidarios: mientras, vemos cómo mantienen vivas actuaciones meramente caritativas y asistenciales, cuando no directamente responden a los intereses de gobiernos o grupos de poder. Se nos muestra a las ONGD como agentes autónomos de los estados al margen de la política oficial. Nada más lejos de la realidad. Numerosos dirigentes políticos, entre ellos la realeza europea, han hecho de la solidaridad un medio de justificación de su propio estatus; desde la reina emérita,  a la que tanto vemos en África como en Iberoamérica visitando a cargo del erario público proyectos de solidaridad, como la fallecida  “princesa del pueblo” Lady Di, por dar solo algunos ejemplos. Esta propaganda de fuerte impacto emocional oculta la desaparición de los servicios sociales que debería prestar el estado que, por otra parte cede este campo a las organizaciones “humanitarias”. Así, la promotora de la carta tiene como importante colaborador a MOAS, ligada a Avaaz.org (donó 500.000 € a las operaciones de búsqueda y rescate de MOAS). Avaaz.org actúa como la sucursal europea de Moveon.org, una organización estadounidense propiedad de George Soros. Esta ONG también está financiada   por la Open Society Foundation y está siendo investigada por la Fiscalía italiana, que la relaciona con las mafias de tráfico de inmigrantes[12].  Parece que no tiene mucho sentido que una organización investigada por la fiscalía italiana por tráfico de personas, y que ha protagonizado ya numerosos escándalos, fáciles de seguir por la prensa, se convierta en la líder de las propuestas educativas españolas[13]. Pero la desinformación y la propaganda triunfan, confiamos en cualquiera que ofrezca una buena marca, a ser posible en inglés.
Por otra parte el controvertido informe PISA asegura una y otra vez que las diferencias en el rendimiento escolar proceden de las condiciones socioeconómicas de las familias y no de la escuela. Pero los grandes complejos económicos internacionales, que ignoran esta parte del informe, siguen agravando y ahondando las diferencias sociales. La pobreza generalizada es el caldo de cultivo donde medran los grandes filántropos internacionales. Se abusa del poder, se evaden impuestos de todas las formas posibles y se amasan fortunas obscenas. ¿Hemos de creer que los grandes filántropos que son los que llenan el planeta de transgénicos y pesticidas como Bill Gates y la Monsanto-Bayer son precisamente los más interesados en salvar al mundo?  ¿Que todas estas empresas tecnológicas a través de sus think tanks y fundaciones, quieran sustituir la música y el arte por un cachivache electrónico no debería llenarnos de sospechas? ¿Proporcionar un teléfono móvil o una tablet para hacer los mismos deberes mecánicos y absurdos en Nueva Orleans que en Albacete no es uniformizar y formatear el pensamiento? Se pretende sembrar en las familias más pobres la vaga ilusión de que sus hijos podrán salir de la miseria gracias al progreso que supondrá el e-learning. De este modo no tendrán que enfrentar los peligros de las pandemias en trabajos precarios y podrán quedarse en casa a salvo, entretenidos con las redes sociales.
No se pueden hacer generalizaciones en la educación, no es lo mismo la enseñanza  preescolar que la universitaria, cada una exige una respuesta diferenciada a esta crisis, pero todas han de hacerse en interés del bien común  y con perspectiva social, han de estar promovidas por las instituciones públicas, elaboradas y consensuadas por el profesorado, los sindicatos, las familias y los auténticos especialistas, como los firmantes de esta otra carta que ha pasado casi desapercibida[14]. En este sensato “Manifiesto por otra educación en tiempos de crisis” Se ofrecen veinticinco propuestas racionales y bien ajustadas que van a tener pocas opciones de éxito, de un lado porque no están avaladas por un macropoder del negocio de la educación, y de otro porque proponen regresar desde el modelo de la des-información de vuelta al modelo del conocimiento con una perspectiva eco-social.
La educación no puede caer, ni siquiera en estos tiempos duros y dolorosos, en manos de unos cuantos negociantes deseosos quizás de que seamos todos más tontos, para que estos billonarios versión moderna de las antiguas “damas del ropero” puedan pasar por benefactores de la humanidad, algo muy diferente de lo que en realidad son.

Notas

[1] En nuestro país  la CRUE (Conferencia  de rectores de las Universidades Españolas) cedió gran parte de sus bases de datos a los grandes bancos españoles (en especial al Santander) La creación por parte del Banco de Santander de una app específica con los datos “voluntariamente” cedidos por los propios alumno y la Universidad coloca a esta entidad en una posición única para ofrecer servicios financieros (créditos estudiantiles) a futuros estudiantes. Una copia del desastre que se vive en EEUU donde más de 4000000 de estudiantes no podrán afrontar los costos de sus préstamos (el salario de los empleos se ha deteriorado tanto que aún con trabajo es muy difícil devolver esas cantidades). El ejemplo explicado incluso por el expresidente Obama para conseguir dinero para sus hijas es muy revelador, considerando que es una familia sin excesivas dificultades económicas.
[2] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0039625705000093.
[3] Spitzer. M. Demencia digital (El peligro de las nuevas tecnologías).Ediciones B. 2013. Barcelona.
[5] El Evento 201 fue una simulación donde intervenían desde el Banco mundial, la Universidad John Hopkins. la OMS, el FMI, todo financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, donde se presumía una Pandemia mundial iniciada por “curiosamente” un coronavirus en Latinoamerica y que tenía una alcance planetario, el objetivo era establecer líneas de actuación en ese espacio.
[6] Google Classrom
[8] https://littlesis.org/
[9] https://www.savethechildren.es/actualidad/carta-la-ministra-de-educacion
[12] https://www.opensocietyfoundations.org/newsroom/george-soros-pledges-initial-4-million-quake-relief-haiti Médicos sin fronteras (MSF) tripula varios de estos barcos, como el  AQUARIUS o el Dignidad 1, que pertenecen también a la Open Society Foundation.
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