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sábado, 11 de mayo de 2019

"Prevenir el absentismo escolar" (Pedro Uruñuela para EL DIARIO DE LA EDUCACIÓN)

ELDIARIODELAEDUCACION.COM publica este artículo

Las causas y los primeros pasos que acabarán en el absentismo de algún alumno suelen pasar desapercibidos. No es solo un problema escolar y otras instancias pueden ayudar y lo hacen. Hagamos prevención y actuemos lo antes posible.

La semana pasada participé en unas jornadas sobre absentismo escolar organizadas por el Ayuntamiento de Valdepeñas, en la provincia de Ciudad Real. Asistieron profesores y profesoras, profesionales de la orientación y técnicos de servicios sociales. Una vez más, hay que reconocer el esfuerzo e interés de los municipios a la hora de abordar problemas y situaciones importantes en el ámbito educativo.

Las jornadas pusieron de manifiesto temas y conclusiones importantes, de las que destaco dos: la necesidad de abordar las situaciones de absentismo desde una óptica comunitaria, que tenga en cuenta a todos los agentes sociales implicados en su solución, ya que la escuela por sí sola no es suficiente para abordar satisfactoriamente estos problemas. A la vez, se planteó la necesidad imperiosa de que este tema ocupe un lugar más importante en los propios centros educativos, constatando que apenas se le dedica tiempo en las reuniones de claustro, comisión de coordinación pedagógica y otros órganos de coordinación del profesorado.

Es fácil detectar una definición insuficiente de lo que es el absentismo que, aunque es correcta, impide plantear acciones de prevención y de actuación sobre este cuando está empezando. Suele definirse el absentismo como la ausencia injustificada, sistemática y reiterada del alumnado en edad de escolarización obligatoria, es decir, entre los seis y los dieciséis años, situando la causa de dichas ausencias en factores ajenos al propio alumnado, en su situación familiar, socioeconómica o cultural.

Definir así el absentismo supone referirse solamente a la última etapa de este problema, cuando ha alcanzado su máximo exponente, olvidando el análisis de cómo un determinado alumno o alumna ha llegado hasta ahí. Esta definición olvida el carácter procesual que tiene y, sobre todo, dificulta la respuesta que se puede dar, ya que es al final del proceso cuando se toma conciencia de este, dificultando así las actuaciones que se pueden plantear para su solución.

El absentismo es, en primer lugar, un largo proceso que recorren los alumnos y alumnas y que culmina en esas ausencias prolongadas o permanentes. Es necesario analizar cómo empieza dicho proceso, cómo se va manifestando, cómo va creciendo y, sobre todo, qué respuestas se van dando. Y, sobre todo, es necesario centrarse en el alumnado, en su decisión personal de desconectar del proceso educativo que está viviendo, en las emociones que está sintiendo, en su respuesta de rechazo a lo que le ofrece la escuela y en los diversos grados y escalas que adopta dicho rechazo.

El Observatorio Estatal de la Convivencia realizó en el año 2008 un estudio sobre la situación de convivencia que se vivía en los centros, cuyos resultados se hicieron públicos en el año 2010. En este estudio se ponía de manifiesto la buena situación general que se vivía en los centros, a pesar de los problemas puntuales que se detectaban. Una pregunta, relativa a la valoración que hacía el alumnado y el profesorado (pág. 64, tabla 48), llamó la atención: un 34,5% de los alumnos y alumnas manifestaban que apenas se enteraban de lo que explicaba el profesorado en clase, y un 67,7 % decía que apenas le interesaban lo temas que les explicaban sus docentes. He aquí el origen de muchas situaciones de absentismo.

Cuando se revisan los partes de expulsión de clase y las sanciones que impone el profesorado en la educación secundaria, se observa un porcentaje importante, en torno a un 14-15%, que hacen referencia a la pasividad que muestra el alumnado: “no hacen nada”, “no trae el material para trabajar”, “no tiene cuaderno a estas alturas del curso”, “dice que mientras no moleste puede hacer lo que quiera en clase” y otras manifestaciones semejantes. Estas conductas del alumnado suelen ser tratadas como problemas de disciplina, y se les aplica un tratamiento sancionador. Pocas veces se analizan como síntoma de un problema más profundo y, mucho menos, son consideradas como el inicio, los “pródromos” del proceso de absentismo que están empezando a recorrer estos alumnos y alumnas.

Poco a poco el proceso va creciendo, y se va concretando en retrasos (a primera hora, después del recreo…), en ausencias puntuales (a una clase concreta, no más de cinco ausencias al mes), en ausencias más habituales (a una determinada materia, a primera o a última hora) en una ausencia ya más permanente (faltar una semana, quince días), hasta llegar a ausencias importantes de un mes o más días y a una situación de desescolarización. Paralelamente, el control y papel de la familia va perdiendo fuerza y presencia, pasando de justificar cualquier ausencia a no contestar los requerimientos que se le hace desde el propio centro.

Son muchos los factores de tipo familiar, económico y sociocultural que pueden estar condicionando estas conductas, pero me parece importante, por ahora, centrarnos en aquellos factores propios del centro, los que pueden ser controlados por el profesorado y que permiten una actuación eficaz sobre el mismo. Es necesario preguntar al profesorado y plantearse como equipo docente la atribución de las causas de estas conductas, a qué o a quiénes se atribuye la responsabilidad de lo que sucede en el centro.

Suelen predominar atribuciones externas, señalando la responsabilidad que corresponde a instancias ajenas al propio centro: las conductas aprendidas en la familia, la influencia de la televisión y otros medios de comunicación, la sociedad que favorece e impulsa este tipo de conductas, etc. Pocas veces se parte de un análisis sistémico de lo que sucede en el centro, un estudio de los factores interdependientes que tienen lugar en el aula, las relaciones existentes o el curriculum en sus diversos aspectos. Nos centramos en los cambios que debe realizar el alumnado, olvidando otros posibles factores causales.

Señala Pennac (Mondadori, pág. 228) que el profesorado suele tener una idea equivocada respecto de su alumnado, considerando que el alumno/a más normal es el que está deseando estudiar y recibir las enseñanzas de su profesorado. Por el contrario, el alumno más habitual es el “zoquete”, a quien no solamente hay que enseñarle la propia asignatura, sino también la importancia que tiene el conocimiento y el aprendizaje. Sólo un cambio de estas ideas previas puede hacer posible una respuesta adecuada al absentismo y al desinterés del alumnado que aparece al inicio de este problema.

Es necesario también plantearse la repercusión que las acciones del profesorado tienen en sus alumnos/as. O, lo que es lo mismo, cómo damos clase los profesores/as y cómo estos planteamientos condicionan la respuesta y actitudes del alumnado. No sólo son éstos quienes deben cambiar, también debemos hacerlo el profesorado, ya que el alumnado no es el único responsable de lo que sucede en el aula y en el centro.

Es necesario, en primer lugar, revisar y plantear cómo son las relaciones interpersonales que tenemos con el alumnado, cómo es el clima de aula, cómo estamos construyendo el grupo, cómo es la comunicación habitual en la clase, cómo gestionamos los conflictos, cuál es el papel del alumno/a, si es pasivo o, por el contrario, tienen suficiente protagonismo. En segundo lugar, es necesario revisar los “elementos motores” del alumnado, es decir, sus emociones y sentimientos y, a la vez, los motivos que les mueven en relación con su trabajo. Es necesario, por último, analizar también los elementos internos del aula: los contenidos academicistas e inabarcables; la metodología poco activa para el alumnado; las formas de evaluación no formativa; la estructura espaciotemporal de la secundaria, la organización del aula, las normas y sanciones en el aula, la forma en que tratamos las conductas disruptivas; la ausencia de una tutoría eficaz y pedagógica …

Es cierto que este planteamiento no agota los problemas del absentismo, que se trata de un fenómeno más complejo que necesita la actuación de otras instancias, como he señalado. Pero no olvidemos lo principal: hagamos prevención, actuemos lo antes posible y no dejemos que el problema empiece a crecer y a hacerse incontrolable. Pongámoslo entre las prioridades y temas importantes del centro educativo.

Pedro Mª Uruñuela Nájera. – Asociación CONVIVES

sábado, 16 de junio de 2018

El adelanto de las recuperaciones a junio dispara el absentismo aunque es obligatorio seguir yendo a clase (Sofía Pérez para EL DIARIO)

Reproducimos esta noticia de ELDIARIO.ES

Principios de junio. Los institutos de Madrid tienen una estampa muy distinta a la de otros años. Los pasillos no bullen porque quedan pocas alumnas y alumnos. En los despachos, los equipos directivos departen cada día decenas de notificaciones de faltas a las familias.  "Los que han aprobado ya ni vienen, pese a que informamos de que tenían que seguir acudiendo a clase hasta el día 22", dice Miguel Recio, director de un centro público de San Fernando de Henares.
En su centro, el IES Vega del Jarama, están al 50% de capacidad. Está pasando en casi todos los de la región: a clase ya solo acuden los adolescentes con asignaturas pendientes. Los exámenes se han adelantado por primera vez a junio y la implantación del nuevo calendario "se ha hecho con una nula planificación", lo que  ha disparado el absentismo, según los profesores. 


"La Consejería de Educación nos pasó un listado de buenas prácticas aprobado en el Consejo Escolar que no se pueden poner en práctica. ¿Cómo vamos a hacer excursiones con los alumnos si unos cuantos tienen que usar ese tiempo para estudiar y recibir refuerzo?", explica Recio, también delegado de CCOO.
La Comunidad de Madrid envió a los centros un documento en febrero, al que ha tenido acceso eldiario.es, con propuestas generales como organizar "talleres de lectura o escritura" o hacer "cine-fórum". Fuentes de la Consejería de Educación aseguran, en respuesta a las preguntas de eldiario.es, que en los institutos se están haciendo actividades diferenciadas: "lectivas de refuerzo" para los suspensos y "talleres, laboratorios y actividades culturales" en el caso de los aprobados. "Todo el marco de autonomía organizativa de los centros", justifican. 
En los institutos, sin embargo, afirman que, como no hay más refuerzos, no se pueden hacer desdobles y en las aulas se junta el alumnado que ya tiene cerrado su expediente con todo aprobado y el que se juega el curso en las próximas dos semanas. "Algunas familias nos han protestado porque se han visto privadas de dos semanas lectivas. No quieren tener a los niños en casa, pero si vienen dicen que es un rollo. No es fácil atender a chicos y chicas con necesidades tan diferentes", apunta.
La consejería dirigida por Rafael Van Grieken ya sospechaba de alguna manera de que el absentismo podía ser un problema y, a través de la inspección, dio a los centros la orden de controlar especialmente las faltas en el mes de junio y "realizar una valoración que incluya datos cuantitativos de asistencia por grupos". Muchos institutos han enviado circulares a las familias para recordarles que el curso acaba el día 22 de junio y que, hasta entonces, sus hijos e hijas tienen que seguir atendiendo a clase. 

Circular enviada a las familias en un instituto público.
Circular enviada a las familias en un instituto público.
La FAPA Giner de los Ríos ha criticado la "inacción" de la Consejería ante esta circunstancia y ha exigido la retirada del borrador del calendario para el próximo curso, que será igual que este. 

Dos semanas para recuperar

"Hacemos lo que podemos, no hemos tiempo tiempo ni tenemos recursos para implementar esta nueva medida", asegura Ana, profesora de Lengua y Literatura en un instituto de Getafe. La docente se muestra descreída con que, pedagógicamente, adelantar los exámenes vaya a dar resultados positivos. Es decir, mayor porcentaje de aprobados. "A ver cómo sale, ojalá muchos puedan sacar el curso", dice. 
Los alumnos y alumnas tienen dos semanas para preparar las asignaturas. Un tiempo que, para algunos, no es suficiente. Sara, de cuarto de la ESO, tiene dos pendientes. "Las tengo encarrilladas, pero si te has descolgado en algún momento del curso es difícil. En general es bastante paliza", explica esta alumna del IES Isabel La Católica.
Al mismo centro va Paula, de primero de Bachillerato. Ha aprobado todas y ya no va a clase. Asegura que el resto de compañeros y compañeras en su situación tampoco acuden. Sus expedientes están cerrados hasta el curso que viene, de manera que las faltas no se incluyen en ellos, pero igualmente se apuntan y se informa a las familias porque son menores de edad. 
Adelantar los exámenes de recuperación a junio es un cambio que ha calado en muchas comunidades autónomas. Madrid no es la excepción. Canarias, Castilla y León, Comunitat Valenciana, Euskadi, Extremadura, Navarra, La Rioja y  Cantabriaya lo aplican, aunque unas solo en segundo de Bachillerato y otras, como la última, solo en la ESO. En la Comunidad de Madrid el nuevo calendario computa para toda la Educación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato y su efecto tiene tantos seguidores como detractores dentro de la comunidad educativa. 
Para Recio, "pedagógicamente es una decisión acertada porque la evaluación tiene lugar como consecuencia lógica del proceso de enseñanza". "Si pones el examen en septiembre refuerzas el papel del profesor como evaluador, no como persona que enseña. Además, el verano lanza a los alumnos al arbitrio de que sus familias puedan pagarles una academia o ayudarles y eso no es razonable", abunda.

No se adelanta el inicio de curso

El director, con todo, teme que este año se multipliquen los repetidores. "Septiembre tiene un efecto importante sobre la repetición y salva a un tercio de los suspensos, según nuestros datos. Veremos a ver qué porcentaje sale ahora", asume. Ana, como docente, ve otro problema añadido: adelantar la evaluación ordinaria obliga a "comprimir los contenidos", a dar el mismo programa en menos semanas. Este recorte de semanas no se compensa, sin embargo, con un inicio del curso más temprano. El que viene comenzará la segunda semana de septiembre para los más pequeños de la ESO y en los días sucesivos para el resto. 
Los sindicatos CCOO y UGT pidieron la semana pasada a la Consejería que destinara recursos adicionales para asumir "la carga extra" que suponía para los docentes el cambio del calendario escolar. El Gobierno niega el extremo de que aumente el trabajo y asegura que la medida redunda en una "mejor organización de los centros".
"Han cambiado los exámenes pero no el sistema de evaluación. Y en todo caso, lo que nos transmiten desde los centros es que la Consejería lo ha querido hacer a coste cero", denuncia Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de CCOO en Madrid. Desde UGT llaman a que también se tenga en cuenta que este mes también hay oposiciones a Secundaria y un "importante número de profesores interinos que inician los procesos el día 23".
CCOO advierte, además, de los problemas que está generando el nuevo sistema informático –el programa Raíces– con el que se ponen las notas. Al haber fallos constantes, la Consejería ha permitido a los centros usar el antiguo programa en esta evaluación extraordinaria lo que "adelanta", según el sindicato, "los plazos para cerrar el curso".

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jueves, 5 de octubre de 2017

Actuaciones en materia de Educación en los últimos dos años de la Junta de Distrito de Usera

Plataforma por la Escuela Pública Usera nos envía esta información que difunde la Junta de Distrito de Usera



Campamentos urbanos: de finales de junio a comienzos de septiembre en el CEIP República de Brasil, Puerto Rico y República de Venezuela, ofertando 911 plazas gratuitas que incluyen comida y merienda: 283 para familias a propuesta de los servicios sociales, 82 para alumnado con necesidades educativas especiales y 546 plazas abiertas al distrito. A su vez, se ofrece un campamento para alumnxs con necesidades especiales en el Joan Miró.
 
Programa de Prevención y Control del Absentismo escolar, al que le hemos incrementado un educador desde el 1 de abril con el fin de fortalecer el programa y aumentar su eficacia hasta un total de 5 educadores. Durante el año 2016 atendió a 396 y logró la escolarización regular o casi regular del 40%.

Escuelas infantiles: una de las 9 proyectadas por este Ayuntamiento se encontrará en el barrio de Moscardó. El pasado 21 de septiembre de 2017 se aprobó el contrato de obras de esta escuela que se incorporará a la red municipal el próximo curso. +

Biblioteca San Fermín: Actualmente el proceso participativo para pensar esta futura equipación municipal, llevado a cabo de manera conjunto entre administación, el personal técnico y la vecindad del barrio, se encuentra en su segunda fase de definición de la gestión de la biblioteca. La primera fase empezó en septiembre de 2015 para desarrollar el diseño del edificio y el espacio exterior y tuvo una participación de casi 400 personas comprometidas con el proyecto. +




Obras de mantenimiento y reparación en centros de Educación infantil y primaria. Así, entre este año y el que viene la Junta prevé invertir 5.600.000 euros entre este año y el que viene en la mejora de los coles de nuestros pequeños y pequeñas. [+] 

martes, 11 de febrero de 2014

Baja la impuntualidad de los alumnos en su llegada a clase, pero el absentismo escolar casi duplica la media europea

EL PAÍS.COM: La factura del absentismo escolar


Los niños españoles son tan puntuales en clase como la media de los países de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero más absentistas. Casi el doble. El 28% de los alumnos de 15 años declara haber faltado uno o más días a clase sin justificar en las dos semanas previas a la evaluación de las pruebas de PISA, frente a una media del 15% en la OCDE, según muestran los datos de esa evaluación anual. ¿Pasa factura ese absentismo al rendimiento académico? Indudablemente sí, aunque hay más factores. En las pruebas PISA se observan hasta 93 puntos —el equivalente a dos años completos de escolarización— de diferencia en los resultados en matemáticas entre los que se saltan la mitad de las clases y los que no.
Esta ausencia de las aulas afecta de forma negativa no solo por las lecciones perdidas, sino porque denota una total desmotivación, opinó Andreas Schleicher, director del Informe PISA, en la XVIII Semana de la Educación de la Fundación Santillana. “El alumno se pregunta: ‘¿Por qué tengo que atender a eso y no estoy haciendo otras cosas?’ Es difícil captar su interés cuando Internet te abre ventanas a todas partes”, subrayó en las jornadas el sociólogo Mariano Fernández-Enguita. Ello explica, en su opinión, que hayan subido las tasas de déficit de atención por hiperactividad. “Pero es casi imposible irse de la escuela. Se enfadan los padres, se pierde a los amigos… Y, sin irse, registramos el absentismo interior. Alumnos que están sin estar”, prosiguió.
La impuntualidad, en cambio, baja cinco puntos en esos nueve años de PISA. En las últimas pruebas, el 34% de los españoles dijo haber llegado tarde al menos una vez en las últimas dos semanas, en la media de la OCDE (35%). La diferencia en la calificación de matemáticas es de 47 puntos, más de un curso, para quien se retrasa al menos la mitad de los días.
Fuente: OCDE / EL PAÍS
Las diferencias entre regiones son grandes. En País Vasco y Galicia había llegado fuera de hora el 53% de los alumnos en esas dos semanas previas a la evaluación de las habilidades de los estudiantes que la OCDE lleva a cabo cada año; mientras que en Baleares tan solo lo hizo un 17%. La incidencia de la impuntualidad en los resultados del informe PISA es cada mayor.
En entornos humildes y de escasa preparación —en los que las expectativas de estudios de los padres no son altas—, la tardanza o el absentismo es ocho puntos porcentuales mayor. Diversos estudios indican, de hecho, que los hijos de trabajadores no cualificados tienen el triple de riesgo de fracaso que los de universitarios.
Schleicher, en su documento básico Fortalezas y debilidades de la educación española, que presentó en la Semana de la Educación de Santillana, lamenta que en España los directores sean más permisivos con las malas conductas —la impuntualidad y el absentismo se califican de faltas leves si no son reiterados— que en el resto de la OCDE. Y, en casos más graves, el director de PISA remarca diferencias con el resto: “El 20% de los españoles asiste a centros escolares cuyo director indicó que el acoso escolar afecta al aprendizaje, en comparación con el 32% de la OCDE”.
Para atraer a clase a los alumnos aburridos, el ministro José Ignacio Wert reclama “complicidad a la comunidad educativa” con el objetivo de crear en la Red “entornos personalizados de aprendizaje” que se adapten a los nuevos tiempos. El absentismo está muy unido a los repetidores. Estos faltan 226 horas en primer ciclo de ESO, según la Fundación La Caixa. “La repetición es el retraso de la detección precoz de las dificultades de aprendizaje”, reflexionó Wert en las jornadas.
¿Se consiente demasiado en España? “Me quedo hasta tarde chateando con mis amigos y se me pegan las sábanas”, cuenta Andrea, de 16 años, alumna de un centro público de Madrid. “Aunque mi madre me mete prisa, me retraso, pero como a primera hora me dejan entrar diez minutos tarde… A veces hasta 15”, sigue la estudiante, que empezó a retrasarse cuando sus padres dejaron de llevarla a clase. A su lado, Antonio recuerda el día que no le dejaron hacer un examen. “Entré 10 minutos tarde y la profesora me dijo que estaba suspendido, que debía aprender a ser puntual, que uno no puede llegar tarde al trabajo”.
Un problema mayor es el de los absentistas durante largas temporadas, práctica minoritaria (menos del 1%) pero ilegal: la escolarización es obligatoria hasta los 16 años. En Madrid son unos 4.000 los ausentes crónicos, de ellos más de la mitad eran de etnia gitana el pasado curso. Un especial apego al centro es clave para que este colectivo no deje el aula. Por eso, Madrid desistió el pasado curso en su idea de cerrar un colegio de fuerte presencia gitana: cabía el riesgo de que no acudiesen al nuevo centro. En Andalucía, por su parte, 16.000 niños están en un programa que busca frenar el absentismo. “El problema es que es un sistema educativo muy rígido, que expulsa personas con facilidad y recoge con dificultad”, concluye la exministra Mercedes Cabrera.

Algunas cifras

  • El 24% de los escolares españoles reconocieron en las pruebas PISA haber faltado uno o dos días en las últimas dos semanas; un 3%, tres o cuatro días; y un 1%, más de cinco.
  • En los extremos de la lista de la OCDE están como más impuntuales los suecos, los portugueses y los israelíes —más de un 50% demorados—, y como más puntuales los japoneses (9% tarde).
  • Un estudio de la Fundación La Caixa afirma que nueve de cada 10 alumnos que abandonan en la ESO son repetidores. La mayoría, además, absentistas (226 horas de ausencias sin justificar en el primer ciclo de ESO).
  • La OCDE calcula que el 24,9% de los mayores de 16 años ha dejado el sistema educativo con no más de la secundaria obligatoria.

sábado, 19 de octubre de 2013

Figar se atreve a dar la razón a su homólogo balear en no escuchar a la comunidad educativa y continúa su campaña de desprestigio a los docentes

LIBERTAD DIGITAL.ES: Figar apoya la reforma educativa de Bauzá: "Espero que no rectifique"


La consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, ha dicho en Es la mañana de Federico de esRadio que el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, "es el único que se ha atrevido a cuestionar el modelo de enseñanza y a enfrentarse a unos sindicatos de izquierda y nacionalistas". "Está haciendo una labor colosal, hay que apoyarle y espero que no rectifique", ha añadido.
La consejera madrileña ha dicho que el Gobierno de Baleares está permitiendo que el español, el catalán y el inglés tengan un peso proporcionado, labor que no se puede desarrollar "de la noche a la mañana". Figar ha declarado que la reforma educativa de Bauzá "es un paso en la buena dirección" y que "está dando una gran batalla, y hay que ganarla".
La consejera de Educación madrileña se ha vuelto a referir a los 14.000 profesores que se presentaron a las oposiciones y que cometieron errores gravísimos en los exámenes. Figar ha tranquilizado a los padres, porque "los que obtuvieron la plaza de funcionario sacaron buenas notas". Además, la política popular ha mostrado su preocupación por el profesorado, porque "es esencial tener a los mejores".
Preguntada por la Formación Profesional Dual, Figar ha afirmado que, hace dos cursos, "estábamos en un piloto con seis empresas, y ahora tenemos acuerdos con 140". La consejera ha añadido que "en un plazo razonable de una década podríamos transformar esto, del mismo modo que hemos hecho lo del bilingüismo".
Además, se ha referido al absentismo del profesorado: hace tres años, la tasa era del 10% -5.000 docentes faltaban a su puesto de trabajo-; actualmente, "hemos sido capaces de reducirlo a la mitad". "Si un profesor está de baja larga se manda un sustituto al colegio; si no, el departamento del colegio se debe hacer cargo. Lo que no puede ocurrir es que los alumnos se queden sin clase", ha añadido.

sábado, 17 de agosto de 2013

Tras eliminar la compensatoria y otras intervenciones de carácter socio-educativo, el PP pide estudiar fórmulas para prevenir el absentismo escolar

europapress.esEl PP pide estudiar fórmulas para prevenir el absentismo escolar

MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

El PP insta al Gobierno a elaborar, en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación, propuestas efectivas contra el absentismo escolar como medida para mejorar el fracaso y el abandono escolar, previo estudio de las actuaciones de prevención e intervención contra el absentismo escolar que desde el ámbito educativo, social y penal se están llevando a cabo.

Se trata de una proposición no de ley, recogida por Europa Press, registrada para su debate en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados.

Según defiende el PP, el derecho a la educación es uno de los principios fundamentales establecidos en la Constitución y forma parte del catálogo de derechos y libertades individuales que configuran el Estado de Derecho.

Así, sostiene que el absentismo escolar es un problema educativo que puede conducir al fracaso escolar y al abandono del sistema educativo, y con ello se convierte en un problema social, en la medida que puede dar lugar a distintas formas de marginalidad o exclusión social.

"La complejidad del problema del absentismo exige la colaboración de las administraciones, de los centros educativos y de las familias para la elaboración y ejecución de programas de prevención y control de este problema de naturaleza socio-educativa. Los procedimientos que aplican los centros para combatir el absentismo son diversos territorialmente", agrega.

En este sentido, indica que hay comunidades autónomas que cuentan con su propio plan de intervención contra el absentismo escolar, así como ayuntamientos con programas de actuación, como el programa pionero 'Ayúdate' de la Concejalía de Educación de Algete (Madrid), que ha involucrado a muchas familias de esa localidad con hijos absentistas sancionados con expulsión, a realizar servicios sociales para la comunidad, de forma que el alumno reflexione sobre el comportamiento que ha tenido en la acción que ha realizado y tome conciencia de su conducta.
UN DELITO PENAL

Pero por otro lado, y como último recurso, el PP señala que, una vez agotadas todas las intervenciones de carácter socio-educativo, la Administración de Justicia, a través de la Fiscalía de Menores (por ser ésta la encargada de velar por la protección de los derechos del menor), puede abrir diligencias contra los padres por un presunto delito de abandono de familia al privar a sus hijos del derecho a la educación, en el supuesto de que quede demostrado que son ellos los culpables de que los chicos falten de forma reiterada a clase.

Es más, recuerda que el delito está recogido en el artículo 226 del Código Penal con penas de hasta seis meses de prisión y con ello, apunta a la Memoria de la Fiscalía General del Estado 2012 que reflejaba que los casos "más graves" se producían a partir de los 14 años en jóvenes con largo historial de fracaso escolar y expulsiones, cuya reincorporación al curso o nivel en el que se detecta el absentismo deviene ya impracticable.

No obstante, añade que cuando con los apercibimientos policiales o fiscales se logra la normalización escolar, el centro educativo acuerda casi inmediatamente la expulsión. "Este fenómeno sugiere la incapacidad de respuesta en el ámbito educativo y, en todo caso, que el fracaso escolar no es consecuencia del absentismo sino una de sus causas. Todo ello no obstante reconociendo que se han reducido los casos", ha apostillado.

Por todo ello, el PP considera "conveniente" en el ámbito educativo compartir experiencias de intervención del absentismo escolar que se están llevando a cabo en municipios, comunidades autónomas, o los protocolos de centros educativos, porque son instrumentos positivos que han logrado reducir notablemente las tasas de absentismo y, por consiguiente, de fracaso escolar.