Porque si ayer no hice post, hoy toca porque toca.
Bien, digamos que en realidad hoy es el día de celebración, hace 201 madrugadas que inició precipitadamente una guerra que, al final, obtuvo resultados con los que vivimos hoy en día. Si bien fue una guerra no planeada bien y de la que con el paso del tiempo me voy desengañando cada vez más, porque bueno, las versiones de la historia cambian demasiado a lo que te cuentan cuando eres niño, a mí me parece que estaría muy rebuscado descubrir motivos y señalar culpables. Aprendamos de los errores y veamos hacia el frente... no nos estanquemos en el pasado, sino resolvamos el presente.
México es tan extenso, y siempre he intentado sacar algo sobre su cultura, su comida, sus tradiciones. Todo es bello, todo me fascina de distintas formas y creo que resulta simplemente interesante, pero ahora me gustaría sacar un tema que me ha estado dando vueltas a la cabeza, que es su gente.
Las cosas estan difíciles en el país, quizá siempre lo han estado, pero esta vez no puede escapar del conocimiento de nadie, son necesarios cambios y cuando entendamos que esos cambios vienen desde cada una de las personas que habitan el país, habremos dado ya un gran paso para mejorar México. Es muy fácil culpar al vecino, a los dirigentes, a los de alto mando, pero hay que preguntarse también ¿Qué estamos haciendo nosotros para poner nuestro granito de arena?
En toda la historia de la nación, podemos encontrar actos heroicos de pueblos unidos, así que se puede ver por el otro al mismo tiempo en que vemos por nosotros mismos, imaginense un pueblo unido con el bienestar social como objetivo común.... entonces encontraríamos lo que significa formar parte de un país, y ejercer ampliamente lo que hoy estamos celebrando, que es nuestra libertad.
Así pues, no menospreciemos lo que podemos hacer como ciudadanos, esos lazos entre personas son vitales para la causa. Recordemos que las pequeñas acciones son las bases para lograr algo grande. Si la inseguridad es un problema, entonces empezemos a cuidar los unos de los otros porque yo sé que las personas mueven montañas, sé que tenemos un gran corazón y que juntos lograremos hacer del país el lugar donde siempre hemos soñado vivir, no hay que perder la esperanza y que, como siempre, ¡Viva México!