Esta luz nítida, esta naturaleza luminosa, es la raíz última de todas las mentes; siempre indestructible, siempre inmutable como un diamante.
Nuestra mente básica es esencialmente pura, naturalmente exenta de problemas desde el principio.
Pura desde el principio y dotada de una naturaleza espontánea, esta mente diamantina es la base de todo desarrollo espiritual.
La mente diamantina, aunque genera numerosas concepciones buenas y malas, como deseo, odio y perplejidad, está libre de contaminacion de estas corrupciones, como el cielo que se extiende al otro lado de las nubes.
El agua puede estar extremadamente sucia, pero su naturaleza permanece limpia.
De igual modo, por muchas emociones nocivas que genere esta mente diamantina y por muy poderosas que sean, la mente básica permanece inmune a la corrupción; es buena de principio a fin.
Nuestra mente básica es esencialmente pura, naturalmente exenta de problemas desde el principio.
Pura desde el principio y dotada de una naturaleza espontánea, esta mente diamantina es la base de todo desarrollo espiritual.
La mente diamantina, aunque genera numerosas concepciones buenas y malas, como deseo, odio y perplejidad, está libre de contaminacion de estas corrupciones, como el cielo que se extiende al otro lado de las nubes.
El agua puede estar extremadamente sucia, pero su naturaleza permanece limpia.
De igual modo, por muchas emociones nocivas que genere esta mente diamantina y por muy poderosas que sean, la mente básica permanece inmune a la corrupción; es buena de principio a fin.
Los siete pasos hacia el amor
Dalai Lama
Dalai Lama