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viernes, 12 de diciembre de 2014

PORQUE AMARTE...


Porque amarte fue lo más hermoso
de la vida, y tú lo sabes,
y ese amarte es realidad
y está presente en mis sentidos,
porque amo tu figura tan sencilla,
tu mirada de cristal,
tras esos ojos tan azules,
la sonrisa de tus labios infantiles,
el suspiro que se escapa de tu boca,
el galope impetuoso de tu pecho
cuando siente mi presencia
tan cercana,
y a tus manos impacientes de las mías,
que suplican que las tome,
que les hable con caricias
y las diga que te quiero
con mis besos.

Y si amarte es algo hermoso,
nada digo de mirarte y escucharte
en el silencio,
en los ratos compartidos los dos solos,
en la música sin nombre que desgranan
los oídos,
en los cientos de susurros
que se escapan de los labios
y que llevan un mensaje a las estrellas,
en los besos que recorren tu figura singular
y que dibujan arabescos por tu cuerpo,
en la luz parpadeante de tus ojos,
en el verso que se escapa de tus manos
y que dejas en mi pecho
tembloroso...

Porque amarte es algo más que todo esto;
es estar y compartir un sentimiento
más allá de las palabras tan bonitas,
es mirar con esos ojos que tú miras,
es beber el mismo agua de la fuente
cristalina que tú bebes,
es buscar esa caricia de tus manos
y tus labios
y es sentir como tú llegas y recibes
todo eso que yo guardo en mi costado
y en mi alma.

Y si amar es algo más que un vendaval
y un remolino de pasiones desatadas,
yo lo asumo y hago mío
y eso quiero,
pues le pido al fiel nordeste que me ayude
en esta empresa
y me preste los favores de la brisa
para ser ese suspiro que desnude
los vestidos de tu cuerpo
y te haga estremecer, en un segundo,
como un lirio entre mis brazos,
mientras oyes mis palabras
que te dicen al oído que te quiero
y que te amo...

Rafael Sánchez Ortega ©
07/12/14

sábado, 22 de noviembre de 2014

RECUERDO QUE HACE TIEMPO...



Recuerdo, que hace tiempo,
yo pude disfrutar de un viejo acordeón,
que con su música, y la paz, tan relajante,
que emitía, me embriagaba.

La música sonaba en el pasillo y el andén
que llevaba a la parada de los metros,
y lo hacía con pasión y sin descanso,
dejando melodías quinceañeras
y un dulce bamboleo de la mente
en la distancia.

De pronto distinguí, porque escuché,
que otro violín le acompañaba
dejando suaves notas en el aire
que llegaban al oído.

Era un dúo incomparable el que formaban
y trazaban en la mente y en los sueños,
con relieves y arabescos,
de una música sin nombre,
los perfectos instrumentos,
y unas manos que arrancaban de los mismos
mil suspiros y gemidos, entregándome sus sueños
y caricias.

No podía resistirme a tanto encanto
y temblaron mis pupilas complacidas.

Soñé con pajaritas de cristal
que creaban unas manos inocentes,
con preciosas mariposas de colores
que volaban sin descanso por mi vientre,
con las rimas y gorriones de la infancia
que escapaban de unos versos y un poema,
con resacas de una playa solitaria
que aguantaba los envites de las olas muy furiosas,
con las fuentes cantarinas de la aldea
que tomaban, sin descanso, unas lágrimas del cielo,
con el bosque solitario de los robles
y los elfos y las hadas que pisaban sus alfombras tan doradas,
con el tierno amanecer de las mañanas en el monte
y ese manto de rocío que cubría las praderas,
con la nieve que adornaba los tejados
y la forma caprichosa de la luz y del carámbano de hielo,
con la mano que pedía una limosna
en la puerta de una iglesia,
con el barco que rompía el horizonte
y lo hacía estremecerse en un segundo,
con el beso que se daban las estrellas
mientras yo las contemplaba con envidia,
con el junco tembloroso de la orilla
que vibraba como un niño abandonado,
con las olas que llegaban a la playa
y que, en ella, se estiraban y dormían,
con la calma y el susurro de la tierra
y el silencio sepulcral del campo santo,
con tus ojos y mis ojos que miraban a lo lejos
y buscaban ese mundo de ilusión y de utopía,
con tus manos y mis manos que se hacían mil novillos
y trazaban lo imposible,
con tus labios y mis labios, temblorosos e impacientes,
que jugaban a ser niños,
con tu abrazo y con mi abrazo, irreverente y tan nervioso, 

siempre lleno de pasión y sentimientos
que querían ser eternos...

Y te amé, mi corazón, amé a ese mar
y a su tic-tac,
a ese latir apresurado que venía con las olas y resacas,
a ese mundo de emociones contrapuestas,
a ese encanto tan sublime de una música olvidada
y perdida en los andenes y pasillos.

Y perdí, sin darme cuenta, aquel vagón
del viejo metro que debía trasladarme
a la rutina del trabajo y de mi vida
para ir hasta tus brazos.

Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/14

martes, 14 de octubre de 2014

CIERRA LOS OJOS SIN MIEDO...



Cierra los ojos sin miedo
y no temas. Porque así volverás
sin querer a la vida...

...Sentirás la febril impaciencia
de escuchar sus latidos.
Notarás el oscuro silencio
que precede a las sombras.
Una llama de ardiente pasión
correrá por tus labios.
Y una eterna lujuria brotará
en tus entrañas...

...Y sin prisas ni pausas cerrarás los ojitos
y vendrás a mi lado,
a sentir el latido que nace en mi pecho,
a escuchar el arpegio que grita tu nombre,
a mecer en la cuna dorada tus sueños
y a mirar como llega la luna de otoño
y se pierde en los cielos.

Serás tú la que rompa las sombras,
la que rasgue la oscura cortina
que oculta el silencio,
la que llene de música alegre la casa,
la que traiga la dulce sonrisa de plata
que tanto enamora
y esa luz deseada, que buscan los ciegos,
los hombres que quieren ser niños de nuevo,
los niños que hablando se aman.

Tú serás esa llama que brota del fuego,
la pasión que enamora,
el suspiro que brota despacio,
el susurro que lleva mi nombre,
el temblor de la piel en la noche,
la locura que mueve mis dedos
y el reloj que detiene las horas
y el tiempo.

Y al final estaremos unidos
por lazos de seda,
con miradas y frases que junten
sus hilos,
con caricias y roces que suban de tono,
con resacas profundas y a veces ligeras,
con aromas que dejen salitres y rosas,
y con fuego que agote a las almas y cuerpos
y les haga sentir ese amor que desean,
la pasión que precisan los pechos ardientes,
y la tierna emoción de sentir a la mano querida
rozar a tu pelo
y extenderse a tu espalda...

Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/14

viernes, 10 de octubre de 2014

SENSACIONES CONFUSAS Y AGRADABLES...


Sensaciones confusas y agradables
se amontonan en mi cabeza
y tú eres el recuerdo de las mismas,
la figura central de ese pequeño universo
que ahora late y que palpita en mi corazón
enamorado.
Porque todo, de pronto, se ha transformado.
Todo ha cobrado vida.
Todo tiene un color diferente,
quizás como este otoño que ahora tenemos
y que la naturaleza nos brinda
con tanta generosidad.

Hay aromas en el aire que se mezclan y confunden
y el salitre y el almíbar son perfumes embriagantes
y que enervan los sentidos.
Hay olores a tomillo y a lavanda
que se mezclan con las fresas esparcidas
por tu cuerpo sabiamente
y que unos dedos colocaron muy nerviosas.
Allí esperan a que vayan unos labios en su busca,
a que arranquen sensaciones muy diversas,
a que toquen y a que rocen esas fibras
tan sensibles de tu alma
y a que saquen de tu piel esos suspiros,
el deseo de tu cuerpo que proclama que le bese,
que le abrace y acaricie,
que recorra con mis labios sus senderos,
que succione con mi lengua esas gotas,
tan sabrosas, del almíbar que ha bajado
de tus senos.

Y es así como llegamos al momento tan sublime
donde explota la pasión,
y la lujuria se hace carne y se mezcla
con la sangre, y el deseo de los cuerpos y las almas,
con las manos temblorosas que se buscan,
con los labios vacilantes que pronuncian
las palabras añoradas,
con los ojos que se miran y se hablan
y se dicen tantas cosas en silencio,
con el roce de los cuerpos que precisan del calor
del cuerpo amado
y también de su ternura y sus caricias,
como brisa enamorada, que les roza
y que les llega.

Y así nacen los poemas en el día.
Y así duermen los amantes en el lecho,
bajo el manto de la noche que los cubre
y amparados por el verso inagotable del amor
que se renueva y que renace
tras volver de la batalla...

Victoriosos y contentos, con el alma enamorada,
compartiendo las delicias que lograron de sus cuerpos
y sintiendo la hermosura del presente
y de un momento que lograron extasiarse
y congelar ese tic-tac de los relojes de su vida.

Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/14

jueves, 9 de octubre de 2014

NUEVO DÍA...


Nuevo día y nuevo cielo
que se asoma en la ventana.
A lo lejos las agujas de la torre de la iglesia
y su lindo campanario se destacan orgullosas.
Unas tejas, indiscretas,
no me dejan ver los montes
que,sin duda, se deslizan suavemente
en la distancia.

Es bonito abrir los ojos y sentir que con la luz
una vida renovada te recorre las pupilas.
Hay esencia de poemas en el aire,
hay sutiles madreselvas invisibles
que nos llegan y acarician,
hay retazos de esos sueños, que en la noche,
nos cubrieron y abrazaron con su manto,
hay un nombre que perdura entre los labios
y es tu nombre y una frase y dos palabras
susurrando que "te quiero".

Es hermoso comprobar que los poemas
se fabrican en el alma y que surgen en el pecho
y que brotan a los dedos
y se escapan, con la brisa y el nordeste,
para ir hasta tu lado
y decirte con palabras sugerentes
lo que pienso y lo que siento,
aunque luego me despierte de mi sueño
y contemple a mi cara soñolienta en el espejo
y a la barba ya crecida que me espera
y a los ojos semiabiertos
deseando que les quite las legañas,
y a esa ducha necesaria que me haga estremecer
y me devuelva nuevamente hasta la vida.

Nuevo día el que ahora empiezo
y de nuevo me sonríe el universo
con su risa silenciosa,
con detalles y con gestos
que se acercan a mis ojos
y que atrapan los sentidos,
porque todo es poesía en esta vida
y la magia y la hermosura está en su esencia
y es allí donde el sediento
tiene el agua necesaria,
la locura irreverente del poema que precisa,
el embrujo que le brindan las palabras silenciosas
de las cosas y personas que pasean a su lado.

Sin embargo me detengo en el paseo
y a lo lejos veo el mar azul celeste
con sus olas hoy dormidas.
Veo el mar y te recuerdo.
Una dulce melodía me estremece
y es aquella que escuchamos en la noche,
y es la misma que albergó nuestros deseos,
nuestros besos silenciosos,
los abrazos y caricias que nos dimos,
y los besos renovados de unos labios
que querían ese beso apasionado
y el suspiro de ese pecho tan amado.

Rafael Sánchez Ortega ©
01/10/14

miércoles, 8 de octubre de 2014

SUPONGO Y...


Supongo y pienso que es una fortuna
poder abrir los ojos y ver que estás muy cerca,
y a mi lado,
que tus ojos me persiguen y que buscan mi figura,
y que miras como voy a la ventana,
como corro las cortinas y me quedo contemplando
más allá de los tejados y la plaza,
a las nubes muy cercanas que ahora pasan embobadas
y también a las palomas, que en el parque,
van buscando aquellas migas invisibles por el suelo.

Supongo y creo que es un sueño lo que veo
y lo que siento
y que es mi mente la que juega un papel en esta escena
y me presenta todo aquello que he soñado por la noche
y hasta el sueño irreverente de tu cuerpo
entre mis brazos,
de tus labios en mis labios
y mis manos recorriendo tu cintura
y las tuyas apoyadas en mi pecho y en mi espalda,
con el bello y sugerente caramelo de tus labios
con sabor a miel y a fresas, que agradezco.

Supongo y tengo la completa seguridad de saber que no,
que no es un sueño lo que veo
y lo que captan mis sentidos,
porque cerca, y a mi lado está tu ropa en una silla,
está tu cuerpo en ese lecho
y estás Amor, con la dulzura de tus ojos
persiguiendo mis latidos
y mis idas y venidas por el cuarto.

Supongo y siento, que es amor lo que me embarga,
que es la sangre que ha cobrado nueva vida,
que es, en fin, la poesía la que ha llegado
en esta noche del otoño con su magia y con su embrujo
a decirme que me amas,
que han venido mariposas con el alba
a dejar el colorido de sus alas en mis ojos
y también en tus pupilas,
que han llegado los cometas de la infancia
a volar y a discurrir por esos cielos
en un baile sin control y sin sentido,
perseguidos por tus dedos y mis dedos,
entre risas y jadeos.

Supongo y quiero, que se hagan realidad estos anhelos,
que las almas se liberen de grilletes y cadenas,
que mis ojos hoy te busquen
y se encuentren con los tuyos,
que tu voz tan singular a mí me llegue
y que llene mis oídos con la música sublime
de esos labios que yo ansío y que deseo
y que tiemble el corazón enamorado
y se rompa en dos mitades al sentir
la dulce flecha de Cupido
que atraviesa mi costado
para darte y entregarte
tanto Amor que por ti siento.

Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/14

lunes, 6 de octubre de 2014

ES POSIBLE...


Es posible que las flores se marchiten en otoño
y las fuentes se vacíen de las aguas;
que los ríos cantarinos ya se duerman
y se queden silenciosas sus riberas.

Es posible que los niños se apresuren,
en los buses,
cuando marchan al colegio en la mañana,
cuando salen presurosos en la tarde
con los ojos aburridos y cansados
de unos temas que no entienden
y que encima, les obligan a seguir,
en sus cuadernos, los perfectos profesores
que olvidaron los rincones de su infancia.

Es posible que el amor esté perdiendo la batalla
en un mundo donde prima el egoísmo,
donde el hombre no respira sin su móvil,
donde vaga el sentimiento entre las sombras
y el recuerdo,
de una época pasada y ya lejana,
de una oscura prehistoria que se pierde en la memoria,
de una piel endurecida que ha tenido que adaptarse
a los guiones que le marca el día a día.

Es posible que perduren corazones solitarios
y que vayan por la noche en esa playa
solamente con la luz de la linterna,
esperando rescatar de entre las sombras,
la figura estremecida que soñaron, siendo niños,
y que hablaba con palabras muy sencillas
del amor y de los sueños.

Es posible corazón, que tengas miedo,
y que pienses, como tantos,
que la vida se termina,
que el pasaje que has pagado llega al fin,
en este tren, con sus vagones, que te lleva
y que te arrastra hasta un andén muy solitario,
porque nadie está esperando tu llegada,
y las dudas y el vacío, bien se esconden
tras sus puertas.

Es posible que te aferres a la vida
y que quieras renacer de tus cenizas,
rehuir ese final al que te llevan los railes
y volver a ver los versos, con la luz y la esperanza,
de un mañana diferente,
de una mano, en el presente, que te busque muy nerviosa,
de unos dedos que te hablen solamente con caricias
y unos ojos que susurren en los tuyos
mil poemas sin palabras.

Es posible que te busque sin descanso
y que añore el contenido de tu risa cantarina,
y ese timbre de tu voz, tan armoniosa,
que me embriaga los sentidos,
y la hermosa sinfonía de tu cuerpo y tu figura
por mis sueños de cristal,
en esas hojas que el otoño deposita, lentamente,
en estos días con su encanto.

¡Es posible...!

(Pd. Y como hoy hace un día maravilloso
y el sol luce en todo su esplendor,
creo que todo "es posible",
y hasta amar y querer así es más sencillo
y verdadero,
ya que la vida surge de una manera sincera
y sin prisas,
con la palabra en los labios,
con la mirada buscando en la distancia
y con los dedos sintiendo ese roce invisible,
de otros dedos, que llegan y los rozan
con un beso y con un verso en este otoño...)

Rafael Sánchez Ortega ©
27/09/14

jueves, 2 de octubre de 2014

LA VERDAD ES QUE ES...


La verdad es que es bonito,
y tan sencillo amarte,
que basta cerrar los ojos
y sentirte así, a mi lado,
en cada instante.

Basta cruzar los dedos
y notar los tuyos entre los míos,
y besar el aire con mis labios
para notar la brisa
buscando los míos dulcemente.

Basta abrazar mi cuerpo
para sentir al tuyo estremecerse
entre mis brazos
y escuchar el galope desenfrenado
de tu corazón.

Basta cerrar los ojos un segundo
y dejarse deslizar entre las sombras
y las sábanas,
y encontrar tu desnudez junto a la mía
y fundirse en un temblor dos cuerpos,
ya de adultos, que se aman y desean
en la eterna juventud de un paraíso renovado.

Basta estirar los brazos en el lecho
y sentir que la almohada cobra vida
y es tu cuerpo el que respira
y es tu sangre quien circula en cada pliegue
de la cama,
y es tu oído el que me escucha
y tu boca quien respira
y es tu aliento el que me dice que prosiga
en esa búsqueda incesante por tu cuerpo
intentando hacer vibrar
cada rincón de ese poema tan hermoso
que es tu cuerpo y es tu vida...

Rafael Sánchez Ortega ©
19/09/14

lunes, 29 de septiembre de 2014

¡QUÉ FÁCIL ES AMAR...



¡Qué fácil es amar siguiento tus pisadas
y dando tanto amor como tú diste,
pues somos una vida que reclama
y que se apaga en la distancia,
y llora, en el silencio,
pidiendo tu presencia.

¡Ayúdanos Señor, y no nos abandones,
pues solo somos niños
en esta inmensidad llamada vida...!

Rafael Sánchez Ortega ©
Haus, Schladming
10-09-14

domingo, 21 de septiembre de 2014

TE MIRO Y TE SOSTENGO LA MIRADA...


Te miro y te sostengo la mirada
desde estas pupilas legañosas y cobardes.
Mis sueños no te avalan ni te rozan,
apenas son pavesas y utopías
nacidas entre versos y suspiros.
Nacieron por Amor, entre las rosas,
y duermen con dolor ya para siempre.

Te miro desde un puente que se esfuma,
difuso y con matices muy diversos,
él tiene las respuestas de la vida
y entiende las razones de mis miedos.
Le miro y le pregunto, en la distancia,
y creo que responde con suspiros;
no sé si está dormido como el agua
que corre por el río en la ribera.

Retorno a las montañas que he pisado
y trato de apartarlas de la niebla,
las nubes se resisten y son fuertes
y el niño y la razón están vencidos.
Se mueren los cometas, sin el viento,
igual que los poemas sin las letras.

Recuerdo los momentos de la infancia
los pactos alcanzados sin peleas,
la risa compartida con el viento
y al niño que contaba las estrellas
en la noche.

Mas quiero controlar las emociones,
la lengua y a mi voz, también de trapo.
No quiero que se alteren los sentidos
por culpa del Amor.
Quiero al Amor en mí y aquí, en mi costado,
que venga para estar
y que, en mis sueños, se duerma
y que descanse hasta que el alba nos despierte.

Por eso te hablo ahora, y yo te digo:
que empieza la semana y aquí sigo,
igual que el mar y las montañas,
que muy cerca me rodean.
Que tengo una silueta perezosa,
un alma muy cansada que conoces,
los ojos de un color semiapagado
y en pelo plateado ya en su ocaso.

Yo vivo en una villa marinera,
aquí, donde los barcos y traineras
trazaron y crearon mil leyendas,
y el agua de la mar mojó, con su ternura,
los pies de aquellos niños, que en sus juegos,
se acercaban hasta ellas.

Te hablo, una vez más y te recuerdo
que esta tarde volveré hasta la playa que conoces
a buscar esas sirenas de la infancia,
la botella con mensajes de socorro
que lanzara algún confuso navegante
y también aquella luz, que desde el faro,
señalaba las entradas de la barra.
Pero sé que tantos sueños y recuerdos
quedarán almacenados en un cofre de coral
y tendré que recurrir a la mochila de mi vida
para ir hasta su fondo y rescatar
esa libreta donde escribo,
donde salen los poemas,
donde viven en silencio y se consumen
sin remedio.

Te hablo y te suplico que me escuches
y quizás, por ser cobarde,
te diré que no tardes en venir,
en esta espera, en que consumo los segundos,
que me mires, que me hables, que te quedes,
y me ayudes a lanzar estos mensajes
por el mar de nuestra vida,
a través de otra botella de cristal,
que es invisible, y los lleva
por las calles y las casas,
por aceras y portales, tras las sombras
que reflejan los cometas de una época
caduca y añorada.

Por eso te suplico que me atiendas,
que me lleves en tu vuelo,
y que selles con tus besos mis palabras
a tus labios.

Quizás así, estos sueños, hoy dormidos,
cobren vida y mi alma reaccione.
Es posible que tus labios puedan ser,
lo que yo anhelo y necesito para amar
y estar contigo eternamente,
"Poesía..."

Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/14

domingo, 17 de agosto de 2014

ES DE NOCHE YA EN EL ALMA...


Es de noche ya en el alma
y es, por eso, que yo evito los cristales
esparcidos por el suelo.
No quisiera tropezar y hacerme daño
y que ellos empañaran los recuerdos de aquel sol
que me llegaba con tus besos.

Porque es cierto que la brisa,
que venía con las sombras,
me besaba y desnudaba lentamente
y con ella el aire fresco de tus labios,
producendo sensaciones muy diversas
y hasta extraños remolinos y sonidos
de una música sin pausa,
de una lluvia caprichosa de reflejos
y de estrellas,
y el embrujo irreberente
de tus ojos que me hablaban,
"sin palabras".

Reconozco que he pensado en la derrota,
en rendir y abandonarme entre las sombras,
en huir y en digerir las amapolas
confundidas de mis sueños y utopías.

Porque todo es poesía en esta vida,
y es Amor lo que creí que allí nacía
de mi alma.

Sin embargo no es momento de reproches
ni tampoco de suspiros
y si acaso de evitar esos cristales destrozados
que amenazan a mis pies en el camino,
esas lágrimas traidoras que pudieran
escaparse de unos ojos infantiles,
esas nubes temblorosas y cargadas de tormenta
que me ciegan las pupilas,
y esa fiebre diluída por la sangre
y por el alma con profunda taquicardia.

Yo sé bien que la distancia es el motivo
de esta escena,
de esta muerte prematura,
de este amago de locura
de este tierno balbuceo de dos niños
que jugaron a mayores sin saber, ni darse cuenta,
que el Amor estaba allí, entre sus manos,
y no fuera y por la calle,
entre cantos de sirenas y princesas,
y en las bellas mariposas que narraban los poemas
y llegaban a su encuentro
y en los lazos de cometas caprichosos
que volaban por la playa,
ni en la magia de la luna y las estrellas,
ni tampoco en la sonrisa y en la luz
que les dejaba el arco iris tras la lluvia.

...Es de noche ya en el alma
y ahora ciega la razón al corazón,
que vacila con sus miedos,
con la carga insoportable de las dudas,
con el brillo parpadeante de esos cientos
de cristales malheridos y deshechos
que se encuentran por el suelo,
esperando y muy sedientos a una sangre
que no llega
para así calmar la sed ardiente en sus entrañas.

Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/14

martes, 5 de agosto de 2014

LA VERDAD ES QUE ESTOY SOLO...


La verdad es que estoy solo, sin saberlo,
y en medio del silencio me estremezco
y entreabro la ventana.

Pienso en ti y en tus caricias.
En esas palabras que pronunciaban tus labios
y que apenas entendí porque eran balbuceos
de tu pecho.

Te acurrucabas buscando mi cuerpo y mis dedos
en ese abrazo interminable de la noche.
Y yo dejé que tus manos jugaran
y se estiraran a lo largo de mis brazos
y que recorrieran mi espalda
y que luego rozaran levemente mi cuello,
porque quería sentirte así y allí,
deseaba ese dibujo inmaculado de tus dedos
por mi piel,
como si fueran los pinceles de una artista,
que desnuda, despertaba mis sentidos.

Cerré los ojos y me dejé llevar por mis sueños.
Mezclé mi imaginación con la tuya
para fundir la pasión y el deseo
en el crisol del amor
y ví brotar la lava del volcán
que suspiraba sin descanso
y hasta escuché el susurro de los ríos
de tus venas
pronunciando una palabra con mi nombre.
Porque estabas a  mi lado y en mis brazos.
Te encontrabas soñolienta en un mar de fantasía
y hasta el tiempo se paraba
y no avanzaban los relojes en su marcha.

El sudor de nuestros cuerpos se mezclaba
y el aroma inconfundible de los mismos
producía sensaciones muy diversas.
Tú buscabas con tus manos a mis manos
y las mías recorrían las colinas de tu cuerpo,
los senderos invisibles que guiaban a mis dedos
a seguirlos,
a encontrar la flor sagrada
y el clavel que dulcemente palpitaba en esa noche.

Y así fue como sentimos ese rato inolvidable,
ese mundo de emociones que vivimos
y ese instante en que se unieron nuestros cuerpos
y las almas suspiraron de emoción y de alegría
al ser luz y poesía, al mismo tiempo,
con un lazo indisolube del amor que allí nacía y rebosaba,
entre los besos y caricias,
del incienso permanente que emanaba
de aquel lecho.

Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/14

domingo, 3 de agosto de 2014

LA ESPERA...



(Con todo mi respeto y admiración a Mario Benedetti y su poema "Espero" que ha sido el causante de estos versos. Las palabras entrecomilladas pertenecen a su poema. Igualmente el argumento está inspirado en el poeta uruguayo. Por lo tanto casi nada es mío en estos versos, y así lo reconozco).

***********

Te busco cuando la noche convierte en fantasía
las ilusiones del día ya perdidas.

Sin embargo yo sé que no estarás ni vendrás,
que tendré que conformarme con tu ausencia,
porque la distancia es grande
y la noche tiene el hielo
que desprenden de sus ojos las estrellas.

Y también sé que no estarás para mí
porque, como decía el poeta,
"creo saber todo de ti"
y aunque me equivoque no lo reconoceré.

Yo sé que la noche pasará y con ella las lágrimas,
que vendrá un nuevo día,
y también sé que tu amor es real,
pero eso nunca lo dirás,
ni yo lo escucharé tampoco de tus labios.
 
Reconozco que soy un idiota al buscarte,
al pensar en ti, al llevarte en mi corazón,
al sentir como siento,
porque en el fondo sé que nunca estarás
para mí.

Sé que vivimos dos vidas diferentes
y que tú estás allá, en tu mundo y en tu vida,
y yo aquí, añorando un pasado y un recuerdo
donde un beso, una voz y tu palabra
marcaron ese punto de inflexión y despedida
sin vuelta ni retorno.

Y sí, ya sé que "es triste hablar así",
cuando el alba se oscurece por mis lágrimas,
cuando la luna se oculta avergonzada
al ver la soledad que me rodea.
Porque en realidad "me siento sólo y lo sé"
y debo admitir que esta soledad,
es el reflejo que devuelve mi figura
al mostrarse en el espejo de tus ojos.

Perdóname si alguna vez te he ofendido
porque nunca mi intención fue la de herirte.
Siempre soñé con amarte y quererte
y quizás forjé, con esos sueños,
mil utopías sin sentido.
 
Mi vida se acaba y lo sé.
Me ahogo con tu ausencia en esta espera.
Tú eras la razón de mi existir
y ahora no soy yo el que te llama
sino unos labios heridos y sedientos.
 
¿Por qué estoy aquí, escribiendo y no allí,
en silencio y a tu lado?

Quizás porque mi mundo es la poesía y tú lo sabes;
y en él, la fantasía y realidad se mezclan y confunden
produciendo este delirio.

Quizás porque las noches pasan y yo quedo
enjugándome unas lágrimas resecas
producidas por tus labios y quizás por mi ceguera.

Y sin embargo las preguntas siguen ahí:

¿Por qué no te olvido y me olvido de que existes?
¿Por qué esta soledad tan angustiosa?
¿Por qué te busco a pesar de que sé que no vendrás
ni atenderás a mis llamadas cuando más te necesito?

Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/14


viernes, 1 de agosto de 2014

PORQUE ES FUEGO...



Porque es fuego lo que el alma
necesita,
yo lo exijo y lo preciso
y que venga hasta mi lado
esa llama incombustible que reduzca
hasta el rescoldo y las cenizas
este amor inconsistente,
ese hermoso balbuceo
que palpita en mi costado,
ese canto misterioso
que soñó con mil princesa
y la dulce melodía
que brotaba de mis labios.

Porque quiero que ese fuego
lo devore con sus ansias
y que lleve por los cielos
tantos sueños infantiles,
tanta vana poesía que salía
de mis dedos,
tanta blanca primavera
que empañaba las pupilas
y se deje, para siempre,
esas ramas abrasadas cual siluetas
de un pasado ya caduco y sin retorno.

Y ese fuego es el que quiero
y yo deseo que ahora venga
y que me abrase los rincones más ocultos
de mi pecho,
y que incendie los poemas y las letras
que surgieron en virtud de las palabras
y las voces
de unos labios que yo amaba y escuchaba
y los manden a la nada
de ese frío recipiente del olvido
con las rimas y utopías
que brotaban de mis sueños sin saberlo.

Yo quisiera que ese fuego
me borrase tanta risa de mis labios,
tanta lágrima escapada de mis ojos,
tantos tiernos adjetivos emanados de mi pecho
con suspiros incluidos,
pero sé que es imposible
y que el fuego solo hará, purificar,
con su viveza,
las semillas de una nueva primavera,
de un verano caluroso
y un otoño, ya presente,
con olores siempre vivos
de esperanza y de misterio.

Y es que el fuego tan sagrado no se olvida
y me recuerda tantos versos compartidos,
tanta túnica sagrada
descubierta en una noche,
cuando fuimos desnudando nuestras almas,
cuando juntos y temblando
se besaron nuestros labios,
cuando ambos despertamos, con los dedos,
nuestros cuerpos,
bajo el manto protector
de aquella luna
descubierta por el hombre
y unos niños, sorprendidos,
se miraban con el fondo a sus espaldas
de la orquesta y de la fiesta
que formaban las estrellas.

Es por eso que preciso de ese fuego
en esta hora,
porque quiero ser hereje y pecador
y no ser el Peter Pan de los hambrientos,
de los niños que han perdido su princesa
y que la buscan nuevamente
en el mundo singular de la utopía
y los recuerdos
como a un canto de sirena irrepetible,
por las playas de la vida.

Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/14

miércoles, 30 de julio de 2014

NO TE PARES Y MIRES AL PASADO...



No te pares Amor, ni mires al pasado.
No estoy ahí, viajo contigo,
en ese carrusel de tus latidos
y en el tren que te acerca hasta la nada.

Soy esa brisa fresca del nordeste
que a tu lado se acerca y que te abraza.
Soy esa luz que llega de los cielos,
y te inunda y te llena de hermosura.
Soy el rumor del mar y las mareas,
que llega y que te envuelve
con aromas de salitre y de salmuera.
Soy el suspiro ahogado de los robles,
que cortejan a las hayas en los bosques.
Soy el candor del río en la bahía,
que se extiende por sus aguas
bajo el manto protector de la luna
y las estrellas.

Soy para ti, el niño y el poeta,
que un día te escribió, sin que supieras,
los versos del amor y la esperanza,
con letra estremecida de sus dedos,
y luego los guardó, quizás nervioso,
en el cuaderno gris de sus entrañas.

"...No te pares Amor, ni mires al pasado
porque sigo viviendo, con mis sueños,
y lo hago para ti, aunque haya muerto..."

Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/14

martes, 29 de julio de 2014

QUIZÁS...



Quizás somos más los que lloramos silenciosamente
y buscamos a esa persona,
esa "madre" y esa "amiga", entre comillas,
a quien confiar lo que nos pasa,
a quien nos escuche en silencio,
a quien nos diga solamente, con caricias,
que lo que pasa es cosa de la vida y del hoy,
que mañana será otro día
y que de nuevo volverá a salir el sol
y las nubes reirán con sus formas caprichosas
y las estrellas bailarán por la noche
en un acto irreverente,
y nosotros, seguiremos en nuestra locura,
y borraremos esas lágrimas traidoras
que se quedarán olvidadas en la playa
del recuerdo.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/14

lunes, 28 de julio de 2014

¿POR QUÉ NO...?



¿Eso me digo, ¿por qué no?...
¿Por qué no dejar volar la imaginación
y volar y soñar?,
¿por qué no cerrar los ojos,
parar en la lectura y dejar que los dedos
digan todo aquello que la mente piensa?,
¿por qué no hacer versos en esta hora sagrada
y tratar de sustraer un poco de uno mismo
y convertirlo en un suspiro que intentarías
llevar al ser amado,
que puede dormir cerca o lejos, según se mire,
o estar en ese duermevela impaciente
y desasosegado por el calor...?

Sí, es así,
si puedes parar en la lectura,
si eres capaz de centrarte en lo que haces,
entonces no lo dudes y ve hasta el teclado.
Allí deja a tus dedos que hablen,
que sigan los dictados de tu alma
y que expresen todo aquello que guarda la misma.
Que fabriquen versos
y que renazcan los besos de antaño,
que junten las margaritas y las rosas
de una tarde con las estrofas balbuceantes
que puedan surgir de ese pecho.
Y si aún tienen fuerzas, al final,
quizás logren recuperar y redactar
aquel suspiro velado y arrancado
que unos labios emitieron una noche junto a tu oído
y aquel nombre sagrado: "tu nombre",
que tanto te hizo estremecer.

Porque la vida es así de sencilla,
quizás como ese poema que la mano traza lentamente,
y que los dedos van depositando
en el cuaderno con las letras nerviosas
y ese miedo irreverente
a dejar una palabra mal colocada,
una sílaba deforme y sin rima asonante
y un ritmo desmedido y chirriante,
cuando lo que se buscaba
era la palabra exacta y sensible,
la mirada tierna que llegara al corazón,
el roce preciso y sublime
que acariciara el cuerpo amado
y le arrancara mil suspiros
y el beso interminable dejado
en una frente soñadora que dormía a tu lado.

Así que me digo nuevamente:
¿y por qué no intentarlo?,
¿a qué tengo miedo?,
¿quizás a pronunciar la palabra sagrada del amor?,
¿a decir te amo a quien de verdad amas?,
¿a refrenar los latidos del corazón acelerado
que lo proclama una y otra vez constantemente?

...Supongo que se puede amar de muchas maneras,
igual que ayer, igual que ahora
y puede que como mañana,
pero siempre con la fe y la esperanza
de saber que alguien te escucha,
que alguien te espera
y que alguien, sencillamente,
cuando recibe unas letras parecidas,
siente un pequeño cosquilleo en su alma
y esa coraza que tiene puesta,
se resquebraja un poquito
y se hace más humana y más mortal,
a la vez que se humedecen sus ojos
sin darse cuenta.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/14

domingo, 27 de julio de 2014

"SIN PALABRAS"


 
Si un niño me hace daño
en su inocencia, no le riño,
le perdono,
pero si es un adulto el que lo causa
entonces me convierto en niño
y lloro.

Rafael Sánchez Ortega ©
26/07/14

miércoles, 16 de julio de 2014

HOY QUISIERA...


Hoy quisiera soñar y volar
y mezclarme con el viento
en una comunión interesada,
para llegar deprisa hasta tu vida
y allí rozar mis labios con tus labios,
para robar tus besos poco a poco,
para sentir tu cuerpo estremecerse
y para amarte amor,
en un delirio de pasión y de lujuria.

...Porque la brisa fresca del nordeste
y ese salitre del mar y las mareas,
serían sí, los dedos primorosos,
que nerviosamente te fueran desnudando
y así sentir ese jardín de seda y piel estremecerse
y a ese volcán, ardiente y sin palabras,
decir y amar hablando su mirada.

Hoy quisiera soñar y volver hasta tu lado,
para tomar tu mano
y caminar despacio, junto al río,
recibiendo la luz y la alegría de tus ojos
y aquel mensaje entregado no sé cuando.

...Porque al abrigo del chopo, en la ribera,
buscaríamos ese rincón precioso que allí existe,
para darte y recibir,
ese montón de besos retenidos
y ese clavel que guardo en mi costado
para robarte así, si tú me dejas,
del corazón, el néctar deseado.

Hoy quisiera soñar y dormir en una nube
y que tú te durmieras en mi pecho,
descansando en ese lugar de paz y amor,
para escuchar sin prisa mis latidos,
para contar las veces que ellos dicen que te amo,
para sentir las brumas de la noche
que llegarían a cerrar tus ojos
con una nana que te hiciera estremecer.

Rafael Sánchez Ortega ©
08/07/14

domingo, 13 de julio de 2014

YA SÉ...


Ya sé que puede parecer que los poetas
son como todo el mundo
y que sus deseos son los mismos que todas
las personas desean,
pero hay algo diferente en su forma de ser,
en su mirada y en su manera de sentir
y eso no sé si es bueno o malo
y es que, en mi caso,
quizás como ese poeta que puedo ser
y llevar en el alma,
me gusta soñar cada instante del día
y tratar de hacerlo realidad.

Lo bueno y lo malo de mis sueños es, que en ellos,
estás tú, desde hace tiempo,
y por eso es inevitable que cuando sueñe
vengas conmigo y vueles si yo vuelo,
que navegues por el mar si voy en mi velero
o que contemples la distancia desde una cumbre
si yo estoy allí, mirando al infinito.

Por eso, cuando te hablo,
con esa voz semiapagada de las tardes soñolientas,
y en las noches, entre el humo del cigarro
que se apaga,
yo te digo lo que me gustaría hacer y no hacer
cuando estemos juntos,
y trato de envolverte en esa "magia"
que desearía nos cubriera entonces,
para ser nosotros mismos,
esos niños que en el fondo del alma
están y existen en ella,
esperando quizás poder salir a la luz.

Y es entonces cuando te hablo de escribir
y compartir un poema
y un relato entre los dos,
pero no lo hago para emular ni recordar
viejas historias de mi vida,
sino para crear y tejer un sueño contigo,
una nueva vivencia, una gestación inédita
que sepamos concebir, procrear y dar forma
y hacerlo realidad.

De la misma manera te hablo de que me gustaría
que leyeras mis poemas
para escuchar tu voz infantil
y llena de ternura
y que los sintieras profundamente,
para darlos vida y forma, a tu manera,
aunque ya sé que es así y que lo haces
en tu interior,
pero me gustaría verlos cobrar vida en tus labios
para poder ir robando letra a letra, de los mismos,
las cerezas y fresas compartidas
y, con ellas, confeccionar nuevos versos
que conseguirán estremecerme mientras te escucho
y te contemplo,
desnuda, en cuerpo y alma, sobre una nube de cristal,
en nuestros sueños.

Es entonces cuando una sacudida recorrerá mi cuerpo
y una voz me dice y me pide que la luz
llegue hasta lo oscuro del alma
y que me ciegue,
para que extienda las manos
y busque entre las sombras tu imagen
y tu cuerpo,
para que palpe y sienta el calor de tu piel
entre ellas,
el escalofrío sutil de tus senos,
y el suspiro silente que sale de tus labios,
y cuando esto suceda note el abrazo envolvente
de esa luz, con tu amor,
que penetre por mis venas.

Rafael Sánchez Ortega ©
02/07/14