hay fuego cuando estamos juntos,
lo guardamos aquí,
en el corazón,
en el estremecimiento del delirio
y de los sueños.
qué bonito es soñar,
gota a gota,
un manantial de deseo sin hablar,
una catarata de besos
y gritar
al momento empleado del amor,
y a los días eternos de fiesta.
en cada átomo de tu cuerpo hay placer
en cada átomo de tu cuerpo hay flores, piernas y bosque,
setas,
mareo,
embriaguez,
humedad,
alimento y euforia.
por cada átomo de tu cuerpo un corredor aturdido en mi cerebro
y deambulo embriagado por tu vientre y por tus ojos
porque cuando te miro,
amor
y me veo,
no comprendo muy bien por qué me amas,
pero se me amplia el mundo y la felicidad.
seguir el agua que ha encharcado el camino,
que nos ha separado las piernas,
para llegar a la fiesta de la lana negra
que nos eleva,
que nos estremece,
como un poeta cepellón
cubierto de raíces y tierra.
escribo y un avión rasga el cielo.
siempre me turbó esta imagen,
es como poema anegado de dolor,
suplicante de cuerda floja y suicidio.
amor,
no permitas que me mueva de ti,
te lo ruego.
en tus manos,
en tu marea,
mi camisa es de hierba.