sábado, 27 de octubre de 2018

Muriel Spark / Una escritora que nunca estuvo de moda





Muriel Spark
(1918 - 2006)

Narradora, poeta y crítica literaria británica nacida en Edimburgo en 1918 y fallecida el 13 de abril de 2006 en Florencia.

Nacida en el seno de una familia judía de origen italiano, su obra refleja con ironía y mordacidad el lado más desquiciado de la vida moderna, siempre desde una perspectiva gobernada por la fe católica, a la que se convirtió en 1954.

Interesada desde que era muy joven por los asuntos sociales, viajó al Cono Sur de África para conocer directamente la realidad de sus pobladores. Después de pasar algún tiempo en la República Sudafricana, residió durante varios años en Rhodesia (actual Zimbabwe), donde contrajo matrimonio con S. O. Spark, de quien tomó el apellido que la haría célebre como escritora. En 1944 se separó de su marido y regresó a Inglaterra, para desempeñar un cargo en el Departamento de Propaganda Antinazi del Ministerio de Asuntos Exteriores británico.

Posteriormente, su conversión al catolicismo la llevó a afincarse en Roma, ciudad en la que ha pasado la mayor parte de su vida. Allí, sus continuas reflexiones acerca de la lucha entre el bien y el mal empezaron a plasmarse en una serie de novelas que la han consagrado como una voz profundamente original en la narrativa europea de la segunda mitad del siglo XX.

En 1957 dio a la imprenta su primera entrega narrativa, titulada Los que consuelan(1957), obra a la que siguió una segunda novela, Memento Mori (1959), en la que ya se advierte nítidamente una predilección por la que habría de ser una constante temática dentro de su corpus narrativo: la contemplación del aspecto monstruoso de la vida moderna, sometida a un enfoque sarcástico que acentúa sus tintes grotescos. Esta novela recibió una excepcional acogida por parte de críticos y lectores, y confirmó a Muriel Spark como una de las grandes revelaciones de la narrativa contemporánea escrita en lengua inglesa.

Alentada por este reconocimiento, en 1960 volvió a los anaqueles de las librerías con su tercera novela, La balada de Peckham Rye, donde continuó explotando ese filón insólito y grotesco que, tres años después, volvería a ser dominante en otra entrega narrativa suya, titulada Las señoritas de escasos medios (1963). Entre una y otra obra, publicó la que está considerada como su novela más afortunada, Los mejores años de Miss Jean Brodie (1961), una obra en la exhibe con altivez y orgullo sus valores religiosos y morales, sin dejarse arrastrar por esas concesiones a la duda y la compasión que son tan frecuentes en la narrativa centrada en temas espirituales. En esta novela, Muriel Spark construye con singular acierto la figura de una joven alumna que, obnubilada por un excéntrico maestro de Edimburgo a quien admira profundamente, acaba decepcionada tras descubrir los muchos defectos que ocultaba su ídolo. El éxito de Los mejores años de Miss Jean Brodie propició una famosa adaptación teatral y una no menos célebre versión cinematográfica (por la que obtuvo un Oscar de Hollywood a la mejor actriz la inglesa Maggie Smith), obras que acabaron por dar difusión internacional al nombre y a la creación de Muriel Spark.

Así las cosas, ya consagrada como una de las voces más representativas de la novelística comprometida con la fe católica, en 1965 Muriel Spark dio a la imprenta La puerta de Mandelbaum, un espléndido relato donde, desde un rigor testimonial cercano al documento histórico y al reportaje periodístico, abordó la tensa situación vivida en Oriente Medio por judíos y palestinos. Posteriormente, incrementó su ya considerable producción narrativa con otros títulos que le supusieron nuevas críticas favorables, entre los que sobresalen El asiento del conductor (1970), El invernadero junto al río (1973), La abadesa de Crewe (1974), La toma de posición (1975) y Derechos territoriales (1979).

En la década de los años ochenta, Muriel Spark dio nuevas muestras de su fecundidad creativa por medio de dos grandes novelas que pusieron un brillante broche de oro a su larga andadura como escritora. En la primera de ellas, titulada Vago con alevosía (1981), la escritora británica, desde la lúcida valentía que le otorgaba su madura autoridad, volvió a enfrentarse con su permanente debate entre las fuerzas del bien y el mal, sin dejar de exponer sus opiniones personales. Finalmente, en El único problema (1984) ofreció una audaz e inteligente reflexión acerca del Libro de Job.

Al margen de las novelas citadas, Muriel Spark cultivó también otros géneros como la poesía y la crítica literaria, terrenos en los que dejó una producción mucho menos relevante que la cosechada en el campo de la narrativa. Asimismo, escribió varios relatos breves que quedaron recogidos en el volumen titulado Relatos de Muriel Spark (1985).




MÁS QUE GRAN DAMA
Actualizado 16/04/2006 - 02:51:24

Mujer de mirada húmeda y grande, también fría como el iceberg que choca con la realidad y la convierte en ficción, la escritora Muriel Spark tuvo la suerte de no ponerse demasiado de moda. Practicaba el arte de la novela con una fineza oblicua y maléfica, horadando túneles hacia alguna forma de trascendencia. Se había ido a vivir a Italia. Le gustaban los coches bellos, la jardinería a la medida de lo humano, lo cual significa morirse -como ha hecho- en la Toscana.Sus novelas tratan el problema de qué clase de verdad puede narrarse en una novela. En todo, una intensa presión estilizadora, hasta reducir la dimensión de la novela con una maestría incomparable. En España ha sido traducida de forma irregular: por ejemplo, «Merodeando con aviesa intención», «El único problema», «Una mujer al volante», «La imagen pública» e, inevitablemente, «El punto dulce de la señorita Brodie», encarnada en el cine por la gran Maggie Smith. Sobre Muriel Spark logró cierta preferencia mediática Iris Murdoch, sobre todo desde que su marido se puso a contar declives físicos y mentales.



Sumó el humor ácido a la omnisciencia narrativa: dos esfuerzos complementarios que dan como fruto una suerte de ficción teológica, comedia de las últimas verdades, todo bajo control, bajo la mirada gélida de la novelista. «Currículum vitae» fue su autobiografía, de formación coralina y filo acerado, «finesse» que desborda las formas del refinamiento y percibe el tacto de la tragedia. Ahí se despachó a gusto con el recuerdo de un antiguo novio. Convertida al catolicismo, acabó por situar en una abadía una intriga inspirada en el caso Watergate. Nada era imposible para la imaginación de Muriel Spark, ni por supuesto la crueldad.

Tanta sutileza ambigua irradiaba su extraña luz en las antípodas de la literatura más actual, tan carente de espíritu. Apareció hace unos años por Madrid, invitada por el «British Council», con una cojera ideal de algo más que gran dama. Leyó una páginas de su obra y la sala se pobló de ángeles con sonrisa de diablo y diablos con aspecto de escribir novelas que en gran parte son poesía. Muriel Spark muere sobrada de dotes para toda ficción superior.

VALENTÍ PUIG



BIBLIOGRAFÍA
Novelas
The Comforters (1957)
Robinson (1958)
Memento Mori (1959)
The Ballad of Peckham Rye (1960)
The Bachelors (1960)
The Prime of Miss Jean Brodie (1961)
The Girls of Slender Means (1963)
The Mandelbaum Gate (1965)
The Driver's Seat (1970)
Not to Disturb (1971)
The Hothouse by the East River (1973)
The Abbess of Crewe (1974)
Territorial Rights (1979)
Loitering with Intent (1981)
The Only Problem (1984)
Symposium (1991)
Reality and Dreams (1996)
Aiding and Abetting (2000)
The Finishing School (2004)

Otras obras

Tribute to Wordsworth, (1950), edit. con Derek Stanford.
Child of Light (1951), sobre Mary Shelley.
The Fanfarlo and Other Verse (1952)
Selected Poems of Emily Brontë (1952)
John Masefield (biografía) (1953)
Emily Brontë: her life and work (1953), con Derek Stanford.
My Best Mary (1953), cartas de Mary Wollstonecraft Shelley, ed. con Derek Stanford.
The Brontë letters (1954)
Letters of John Henry Newman (1957), ed.con Derek Stanford.
The Go-away Bird (cuentos) (1958)
Voices at Play (cuentos y piezas) (1961)
Doctors of Philosophy (teatro) (1963)
Collected Poems (1967)
Collected Stories (1967)
The Very Fine Clock (1968), libro infantil, ilustrado por Edward Gorey.
Bang-bang You're Dead (cuentos) (1982]
Going up to Sotheby's (poemas) (1982)
Curriculum Vitae (1992), su autobiografía.
Complete Short Stories (2001)
All the Poems (2004)
You Should Have Seen the Mess (cuentos)