Estaba sentado en casa, viendo las noticias, escuchando a Alfredo di Stéfano agradecerle al mundo su recuerdo y percibiendo las risas de fondo que las palabras del maestro provocaban en los presentes, me removí inquieto y una vez más, me dio por pensar qué hubiese sido del fútbol si no hubiese aparecido Alfredo di Stéfano, qué hubiese sido del Madrid si no hubiese aparecido Alfredo di Stéfano.
En una época en la que los sistemas se encorsetaban por clases, números y puestos definidos, la llegada a España de Di Stéfano supuso un giro de ciento ochenta grados a la noria del clasicismo. Si hasta entonces los nueve habían jugado de nueve y los diez de diez, tras su llegada el nueve comenzó a jugar de nueve, y de diez, y de ocho, y de seis. Con ello, el diez y el ocho pudieron despreocupar sus labores y buscar el área con más ahínco, el seís pudo liberar su corsé y ocupar su zona sin agobios porque cada vez que sentía el aliento del rival encontraba la presencia salvadora de don Alfredo dispuesto a darle salida al balón, y los extremos sintieron el alivio del desmarque despreocupado porque sabían que junto a la cal llegaría un pase perfecto que les permitiese avanzar con ventaja.
En una época en la que el Real Madrid comenzaba a sentirse portador de los infortunios, Di Stéfano supuso un cambio radical en el mecanismo de sus ambiciones. El nuevo estadio, una obra faraónica impulsada por un presidente que soñaba en grande, la mitad norte de la ciudad y media docena de buenos jugadores, soñaban y buscaban una victoria que hacía años se resistía por motivos inconcretos. Di Stéfano no solamente enseñó al Real Madrid a jugar al fútbol, su legado llega más allá de un balón, un desmarque o una llegada al área; su herencia, su recuerdo y sus goles son el símbolo más claro de un club que desde entonces no ha parado de ganar. Desde el veintinueve al cincuenta y tres, el Madrid solamente había ganado dos ligas, desde el cincuenta y tres hasta hoy, el Madrid ha ganado veintiocho. Aparte quedan las Copas de Europa, los records de goles, las cifras, los números, las estadísticas. En todo ello reside el valor más importante del Real Madrid y que lo distingue de cualquier otro equipo del mundo: ganar por encima de todas las cosas. Di Stéfano enseñó al Real Madrid a ganar. Aquí reside la principal virtud del equipo. Sin Di Stéfano, el Madrid seguiría siendo un buen equipo. Gracias a él, se convirtió en el más grande.
Es por ello que, rivalidades aparte, no pude evitar esbozar una sonrisa ante la presencia de quien le dio una vuelta al fútbol para proponer modernidad y prestigio. Sin él, mi Atleti quizá seguiría siendo el primer equipo de Madrid. Sin él, mis ojos quizá no hubiesen tenido que sufrir decenas de celebraciones televisivas. Pero sin él, el fútbol no hubiese avanzado treinta años cuando más lo necesitaba y sin él, muchos equipos no hubiesen intentado cuajar sus leyendas con el único propósito de destronar al Real Madrid. Por ello aplaudo la iniciativa del Madrid de dar un homenaje en vida a quien más se lo merece y aplaudo a Di Stéfano porque, colores aparte, fue de los tipos que más intención puso para que este deporte que tanto amo se convirtiese en el amo y señor de las pasiones que recorren el mundo.
7 comentarios:
No creo que sea el responsable Di Stéfano de que el Atleti no sea ya el primer equipo de Madrid. Es cierto que en aquellos tiempos había otra rivalidad, cierto que hizo mucho por el fútbol y que en cierto modo, lo modernizo. Pero la caricatura que es ahora nuestro Atleti tiene nombres apellidos los de la familia Gil y los de Enrique Cerezo. Sin ellos, a lo mejor tampoco seríamos el primer equipo de Madrid, pero por lo menos tendríamos la casta y el orgullo de hace 20 años y el resto de equipos, los árbitros y la prensa nos respetarían un poco más.
Un beso
Helena
Portador es ahora Di Stefano de la esencia y la identidad del Madrid, de los valores que lo hicieron grande para siempre, y por eso es un personaje tam importante en el fútbol.
Homenaje más que merecido.
La historia del Madrid no sería igual sin Di Stéfano. Cambia el devenir del fútbol español.
un abrazo.
Uno de los mas grandes de todos los tiempos, sin dudas. Gran post!
Gracias por comentar mi blog, seguimos el intercambio de opiniones.
Un abrazo!
El R. Madrid le debe a Di Stéfano lo que es en gran medida. Fue el que nos hizo grandes, el que nos enseñó el camino de la grandeza notoria y suprema. Florentino tuvo un gran detalle en nombrarle Presidente de Honor. Un grande 'La Saeta Rubía'.
Un abrazo, Pablo.
La Saeta un ejemplo en muchos ordenes de la vida... y ademas un gran jugador de futbol...
abrazo de gol
www.tremendamentemotivados.blogspot.com
Volvimos con todoooo!!!!
Ruben
Bueno, parece claro que cambió la historia, ¿no? El Barça renunció a él y la cosa le salió cara: la hegemonía del fútbol español y europeo fue para el Madrid, cuando pudo haber sido al revés.
Hele Atlética, yo tampoco estoy a favor de los Gil, pero antes de ellos tampoco éramos el primer equipo de Madrid, vamos a ser claros. Y antes de Di Stéfano quizá sí.
Un saludo!
Publicar un comentario