Una receta sencilla para presentaros un producto, que aunque no es nuevo si es un poco desconocido.
Se trata del kéfir, un hongo milenario procedente del Caúcaso con múltiples beneficios para nuestra salud, especialmente para nuestro aparato digestivo y nuestro sistema inmunológico.
Hay cuatro tipos de kéfir, de leche, de agua, de té Kombucha y de frutas. Hoy os hablaré del de leche que es el que tengo.
La leche kefirada es un producto lácteo fermentado probiótico, en el que la leche fermenta debido a una reacción lacto-alcohólica, donde la lactosa de la leche se transforma en ácido láctico produciéndose anhídrido carbónico y alcohol.
La palabra kéfir proviene de la palabra turca "keif" que significa sentirse bien..
Con unos mínimos cuidados nos va a durar toda la vida.
Podemos tomarlo al natural, tiene una textura parecida a la del yogur líquido, tiene un punto ácido y picante debido al anhídrido carbónico, lo he probado con diferentes siropes de sabores, con miel, con sirope de arce, etc. También podemos hacer recetas con el, como el bizcocho de yogur sustituyendo éste por el kéfir. Cualquier receta que habitualmente hacemos con el yogur nos va a quedar igualmente bien.
Es difícil encontrar productos industriales con kéfir, pero si queremos hacerlo nosotros podemos comprarlo a través de la tienda on line de Comprar Kéfir su lema es: "Vendemos salud, cultivamos con amor" y en poco tiempo nos llegará a casa en una bolsita termosellada.
Para prepararlo abriremos la bolsita, la pondremos en un tarro de cristal con tapa hermética, añadiremos 1/2 litro de leche, cerraremos y dejaremos en un lugar oscuro, o que no le dé el sol y cada 24 horas lo colaremos. Volveremos a poner los gránulos de kéfir en el tarro y 1/2 litro de leche. Nos tomaremos la leche kefirada como prefiramos.
No deben usarse elementos metálicos en contacto con el kéfir, por lo tanto el colador será mejor de plástico o tela.
Y si nos vamos de vacaciones y por lo tanto vamos a estar varios días sin poder colarlo? No pasa nada. Limpiamos los gránulos y secamos bien, los ponemos en una bolsa de plástico y congelamos.
Para ampliar más información y leer sobre los diferentes tipos de kéfir podéis pasar por su web o su Facebook.
INGREDIENTES: (3 personas)
- 1/2 kg. de fresones
- 1/2 litro de leche kefirada
- bebida de zumo de grosella sin alcohol
PREPARACIÓN:
Limpiamos bien los fresones, los troceamos y ponemos en un bol.
Mezclamos la leche kefirada con un buen chorro de bebida de grosella, probamos de sabor para añadir más cantidad si nos parece necesario.
Vertemos la mezcla sobre los fresones y dejamos reposar un par de horas antes de comerlos.
Una receta fácil y sana, apta para celíacos siempre y cuando la bebida de grosella o el sirope que le añadimos no contenga gluten. También podría suprimirse esta bebida y añadir miel.
Hoy es el Día Nacional del Celíaco.