Esta entrada de Ro ha sido el empujón para lanzarme a
escribir una entrada que de hecho, ya pensé escribir cuando leí su primera
parte.
Estas son algunas de mis cien razones por las que vivir
1.
Poder dar a luz. El momento final del parto y
cuando ves a tu hijo por primera vez, para mi han sido los momentos de mayor
subidón de mi vida. En ese momento me creo capaz de todo, con una fuerza y una
alegría irrepetible.
2.
Enamorarse. A pesar del insomnio, los nervios y
la inseguridad que suelen acompañar a la primera fase del enamoramiento,
compensa infinito. Lastimica de vida sin un buen enamoramiento de esos de hasta
las trancas.
3.
Ser madre. Ojo que no es lo mismo que el punto 1
en el que solo me refiero al hecho biológico de parir, y hay más formas que te
permiten llegar a ser madre.
4.
Reír. Pero reír con ganas de esas que te da
dolor de tripa y se te saltan las lágrimas.
5.
Comer. Comer es un placer. Huevos fritos con
puntillitas untados en un pan recién hecho. Un buen paté con una copa de rivera.
Un arroz caldoso en un chiringuito mirando al mar. Unas patatas fritas untadas
en kétchup. Unos gambones a la plancha con sal gorda. Una ensaladilla rusa con
una cervecita en un bar madrileño… Hay tanto por disfrutar en materia
gastronómica, que claramente merece la pena vivirlo.
6.
Salir de juerga con las amigas. Esto hace mucho
que no lo hago en condiciones, pero lo bien que lo he pasado yo saliendo de
copas y a bailar con mis amigas, no lo sabe nadie.
7.
Leer. Un buen libro es un bien escaso pero
cuando das con uno, da muchas ganas de vivir. Un libro normal, que te
entretiene, que te permite vivir otras vidas y conocer otros mundos, también es
un motivo razonable para vivir.
8.
Amistad. Los primeros amigos que haces en la
vida, los que duran a lo largo del tiempo, los que solo duraron mientras
vuestras vidas coincidieron en el espacio-tiempo, los circunstanciales y los
eternos. Todos son buenos motivos para vivir. La amistad es algo bonito, que te
permite sintonizar con otra persona y te reconforta.
9.
La música. La música evoca, transmite
sentimientos, te evade, te permite revivir momentos ya pasados. Sin la música
la vida sería mucho más plana.
10.
Superarse. Enfrentarte a retos que parecen
imposibles y salir triunfal de ellos.
11.
Escribir. A mano, en hojas sueltas, a boli BIC
azul, a pluma, en los márgenes del libro de texto que se supone que estudias
cuando estás en primero de BUP, a lápiz en un cuadernillo que cae en tus manos.
A ordenador, con un teclado que repiquetea. En el móvil, con un solo dedo y una
velocidad que nunca pensaste que adquirirías. Escribir es vivir.
12.
Nadar. En mar de agua salada que se te mete en
las comisuras de los labios. Bucear. En una piscina vacía, con gafas que te
permiten ver el fondo al que te aproximas lentamente como a cámara lenta,
regodeándote en cada brazada.
13.
Celebrar. Cumpleaños, aprobados, bodas,
nacimientos... Celebrar es bien. Tendríamos que celebrar mucho más de lo que lo
hacemos. Ponernos guapos, regalar y hacer comidas ricas.
14.
Comprar zapatos preciosos de esos que hacen la
vida más bonita.
15.
Los Viernes. Salir del trabajo con la
perspectiva de un montón de tiempo por delante para ti, para hacer lo que te
plazca sin la esclava obligación del trabajo. Esa euforia porque la semana
laboral ha terminado.
16.
Sentir el sol cuando por fin termina el
invierno. Ese primer sol que calienta pero no quema.
Por hoy lo dejo aquí. No se si llegaré a las cien cosas,
porque me parece que he condensado bastante. Casi cada punto se podría
desgranar en varios, pero soy muy de sintetizar.