Si yo pudiera tener una vida en miniatura, sin duda me gustaría
vivirla en Bristol… Porque es un lugar hermoso donde aún se escucha el canto de
los pájaros y el sonido del correr del agua; porque las palabras, los
sentimientos y las emociones afloran y arraigan sin ambages, ni complejos;
porque el amor está presente en todas sus posibles formas; porque está lleno de magia, de inocencia y
calidez… Si pudiera vivir una vida en miniatura, mi deseo sería poder rodearla
de toda la belleza que siempre encontré en Bristol… :)
Desde
que lo descubrí, he seguido cada una de las nuevas entradas que Marga ha
publicado y he vivido cada una de sus historias en medio de una dulce bruma de
sueño y realidad. Cuando hace unos pocos días anunció que un nuevo proyecto
dejará a Bristol adormecido al menos durante un tiempo, el corazón me dio un
agudo quejido… Cuando descubrí que mi “Leyenda del Pájaro Cascabel” ya por
siempre tendrá un rinconcito en la historia de Bristol, sentí tal borbotón de
emoción que temí venirme al suelo. Bristol siempre ha estado en mi corazón;
ahora mi corazón hecho leyenda vuela por el bosque de Bristol y sosiega el
corazón de Albert mientras espera el regreso de Rachel… ♥
Para
quien como yo, cree firmemente en el alma de las pequeñas cosas, ver que mis
pequeños Cascabel han volado hasta el bosque de Bristol es un sueño hecho
realidad, un sueño que desde ayer, además, puedo sostener entre mis dedos,
porque al regresar a casa, encontré en mi buzón la historia impresa de ese “hasta
luego” que me ha enviado Marga.
Sobre
las minis, además de tiempo, puede volcarse técnica, arte, encanto, destreza,
imaginación, qué sé yo… pero también puede volcarse el corazón desnudo, los anhelos
y las emociones más queridas que darán a cada pequeña cosa su nombre, su
historia y su sentido, haciéndolas únicas y especiales. Creo que es ahí donde
nos hemos encontrado, Marga; que es eso lo que ha permitido que reparemos la
una en la otra y que en este inmenso océano internauta hayamos sido capaces de
unir con un hilo invisible tus historias y las mías que, probablemente son la
misma historia. :)
No
sé en qué nueva goleta te has embarcado pero, sea cual sea, apuesto por ella con el deseo de que te
lleve rumbo a un mar sereno, luminoso, cálido y tan azul como el cielo hermoso de
Bristol. :)
Con mi gratitud y mi cariño, feliz travesía, Marga! :)
:)