No me preguntéis cómo ha sido
pero lo cierto es que las cosas han llegado a un punto en que, si os presentara
a mis Blays una por una, llegaría fin de año y no habríamos terminado. No es
algo que me disguste, al contrario! La impaciencia es la única razón que me
mueve para ensayar el “tres eran tres…”, conocéis la historia? Como licencia de
autor tunearemos un poco el final porque, a mi modo de ver, en este caso todas
son buenas :)
A Lavanda ya la conocéis, la
novedad está en el vestido que inspiró su nombre, aparte de mi pasión por la
Toscana como ya os conté :)
Ángela llegó con lacitos de color
amapola que probablemente yo nunca le quitaré :)
No le quitaré las coletas, pero sí la chaquetica :)
A veces resulta un poco respingona, pero tampoco me disgusta :)
Y Camila, qué queréis que os diga…
yo creo que lleva bajo el gorrito un cascabel :)
En fin... que tres eran tres :)
De momento...
:)