Los chicos de su tiempo no jugaron con muñecas así que sostenerla en brazos con apenas unos minutos de vida lo alcanzó desprevenido... pareciera que tuviera entre las manos una bolita de algodón :), tan suave y liviana era... "Dios mío, no permitas que la deje caer!!!"
Cloe... Nunca se le hubiera ocurrido pero a la mamá le gustaba y hacía unos meses que él era incapaz de negarle nada :), además, Cloe no estaba mal :)
Como una saeta sintió el apremio de llevársela a casa... cuántos días los retendrían en el hospital? Quería verla acostada en su cunita...
Arroparla y contarle todos los cuentos que recordaba y todas las historias que fuera capaz de inventar...
"Verás cuántas cositas hay en la pared de tu habitación! :) Yo puse todos los clavos, Cloe :), lo mandó mamá :)... ella bordó el cuadrito :)... te gustará :)..."
Y aquellos zapaticos... cómo pudieron parecerle diminutos alguna vez? Viendo ahora los piececitos de porcelana de su pequeña se le representaban albarcas :)
Los chicos de su tiempo no jugaron con muñecas, por eso sostenerla en brazos con apenas unos minutos de vida lo alcanzó desprevenido y lo atrapó... Así quedó escrito y así se ha cumplido hasta hoy :) Ella hace muchísimo tiempo que lo sabe... él creo que aún no se ha dado cuenta :)
La Cloe de las fotos es de Victoria Heredia, una mujer encantadora y una espléndida artesana; las sábanas de la cuna las bordó Violeta Llaneza, un hada que no sabe que lo es :) y la Cloe de la historia no se llama Cloe :), está en la playa y mañana vuelve a casa. Feliz regreso, "pequeñaja"! :)