La bandera de Venezuela ondeando en lo lato del hotel Sacher.
Este año tuve la suerte de poder ir al festival de música de Salzburgo (Salzburger Festspiele), uno de los más prestigiosos del mundo. Este año, Venezuela y su Sistema Nacional de Orquestas fue la invitada de honor, y por eso ondeaba la bandera venezolana en el hotel Sacher junto a la bandera Austríaca y Europea. Sin duda muy emocionante ver una ovación de más de 15 minutos a la Sinfónica Simón Bolívar y dirigida por el carismático y talentoso Gustavo Dudamel, el que es hoy en día el joven (32) director más célebre de orquesta al cual le han dedicado muchos documentales junto al Sistema.
Para emprender nuestro viaje de vuelta al otro día, decidimos ir a desayunar al hotel Sacher que tiene un café con unas bonitas vistas al río Salzach. El café es agradable, la atención irregular y sin duda su fuerte son su famosa tarta Sacher y algunos postres tradicionales. Por lo demás, los desayunos son un poco caros para la calidad que ofrecen. Probamos cruasán y tostadas, y la verdad es que eran de calidad muy mediocre, al igual que el café.
Lo mejor es pedirse alguna tarta tradicional vienesa o su celebérrima Sacher, porque sin duda el lugar con buen tiempo es muy agradable. Aún así, nada nos arruinó el buen sabor del concierto y de haber disfrutado del ambientillo del festival de Salzburgo, cita obligada para los melómanos de lo clásico.
Café Sacher
Schwarzstr. 5-7
Salzburgo, Austria
Teléf.: +43/ (0) 1514 560
Me alegro mucho de que disfrutaras tanto el concierto. ¿Que el café no es bueno? Ains... A mí hay pocas cosas que me amarguen más el día que un café malo. Eso, hoy en día, no tiene perdón. El cruasán no estaría muy bueno, pero a mí, que aún no he desayunado, me parece que tiene una pinta estupenda. Pero la música lo vale todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Que pinta tiene la tarta con su nata, tiene que estar de muerte besos
ResponderEliminarHabía leido el otro dia en la prensa internetera lo de la orquesta Simón Bolívar, y me pareció muy interesante. Ver el video de Euronews que has puesto en tu blog, me ha dejado ya muy favorablemente impresionado. Debo ser sincero: nunca había pensado que en pleno Caribe hubiera una cosa así, aber Mein Gott! qué maravilla.
ResponderEliminarY bueno, si el café y los croissants son malos,,, pues bueno, ahí está Salzburgo para compensar. Cuando yo estuve, hace tiempo, oí cantar a un mirlo (sí, un mirlo, un pájaro, como el de "blackbird singing in the mid of night" de MacCartney), con una modulación y unos trinos que me hicieron pensar: ¡sólo en Salzburgo puede un pájaro cantar así!
Me alegra mi querido Sorokin, la verdad es que los directores europeos se matan por dirigir la Orquesta juvenil y la Sinfónica de Venezuela, y los festivales prestigiosos siempre quieren abrir con G. Dudamel, hay miles de cosas en internet de él.
EliminarEn cuanto adesquitarse culinariamente, tengo un post bajo la manga de Salzburgo con su respectiva estrellita Michellin.
Abrazos
Será caro pero tiene que merecer la pena esa tarta sacher... irresistible ese desayuno!
ResponderEliminarAy, el café malo, es toda una lacra. En Madrid a veces sirven unos cafés torrefactos... matadores!!!!
ResponderEliminarQue lujazo de viaje y de postres.
ResponderEliminarBesos.
Yo me quedo con esa Sacher y el festival de música reina, una buena compañía al lado y no me hace falta café para nada jejejeje.
ResponderEliminarbesies