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domingo, 12 de noviembre de 2023

Si ustedes estan bien, yo estoy mejor...

Actualizándoles mi situación de salud mental, que al releer algunas de mis viejas entradas, veo que de verdad ilustré lo fatal que me sentía en ese momento, les tengo muy buenas noticias: he mejorado sustancialmente en el último año, al grado que soy feliz de salir rumbo al trabajo y hasta hacer productividad extra viendo gente en las listas de espera de unifila.
El año pasado mis jefas de turno al saber por mi propia boca que estaba atendiendo terapia psicológica, y no me estaba bastando, me mandaron buscar una valoración psiquiátrica complementaria, y resulta que ese era el elemento faltante para ayudarme a enfriar mi cabeza, ordenar mis pensamientos, darme más resiliencia e incluso volverme super eficiente en mis manejos de tiempo y mi capacidad de razonamiento (¡bendita Citalopram y bendito Metilfenidato!).
Desde entonces, las terapias psicológicas comenzaron a fluir, mejoré la precepción pública de los derechohabientes (aunque se siguen quejando de mi cara, ugh), y he logrado por fin aceptar que por más bien que quiera hacer las cosas y educar a la gente, es un desperdicio en aquellos necios que creen estar por encima de los hechos...y eventualmente regresan con la cola entre las patas facilitándome el trabajo al convencerse solitos.
También aprendí durante este mes de crecimiento que lo peor que le puedes hacer a alguien que genuinamente solo busca provocarte es desearle un hermoso día, que vaya con Dios (pero no tan aprisa), y que se le colme de bendiciones. Es como ver a un vampiro sisear ante salpicaduras de agua bendita.

Con esto, espero que a partir de ahora las publicaciones sean menos sombrías u recuperen un poco de la amenidad de antaño.

sábado, 8 de agosto de 2020

Hoy lo intenté. De verdad lo intenté. Quise enfocarme en solucionar problemas, en ser pragmático, en solo formular diagnósticos y dar tratamientos, pero no pude.
Me tratan de contar historias largas y pendejas cuando pregunto por síntomas concretos, me dan diagnósticos absurdos formulados por la comadre o sus imaginaciones hiperactivas, me dicen al final de la consulta que tienen otro padecimiento totalmente omitido por ellos cuando les hago el interrogatorio, se les olvidan sus malditas contrarreferencias y así me vienen a exigir recetas, me reclaman que no les dí un fármaco y resulta que ni siquiera leen las putas recetas para darse cuenta que el error fue de farmacia, no pueden ni decirme qué medicamentos se toman ni a qué dosis, se desesperan si hago preguntas como mi pinche trabajo me lo manda, no obedecen indicaciones, no prestan atención a nada que uno dice, mienten para no quedar como unos peores valemadres, me hacen caras si me tardo unos minutos más porque el otro lo necesita o su puta receta es larga, y encima se sorprenden de que me hagan enojar o exprese en mi rostro desesperanza al ver que todos mis esfuerzos caen en saco roto.
Creen que mi ira y frustración vienen de casa, cuando allá me cura el amor de mi esposa y me regodeo en mi cama con mis gatos cariñosos. Es en realidad el hastío de lidiar diario con gente con poco sentido común e instinto de autopreservación el que me hace desear morir en esos momentos.

De verdad siento que algo en mí se muere cada día que voy al trabajo, cuando antes en este blog dejé testimonios de alegrías y satisfacciones en el ejercicio de la profesión.


Simplemente odio estar a disposición de los pendejos.

sábado, 25 de julio de 2020

Mis sentimientos son míos

Desde que me enrolé a mi sitio de trabajo actual, en los cursos de adherencia a las normas y conducta mencionan mucho que es común que tratar diario con todo tipo de gente puede generar situaciones como la descrita anoche, y sin embargo dejan muy pocos recursos para lidiar con ello.
Estando conciente que no es lo mejor dejarme llevar por las emociones negativas, y que la gente irremediablemente va a cagarla siempre como lo han hecho por milenios, he buscado además de terapia, otros métodos para el manejo de la ira.
Lo más recurrente con lo que me he topado, es la racionalización de ésta y su génesis: la ira no la originan los actos de las personas o sus palabras, sino la interpretación que yo elijo darles, y la forma en la que externo los sentimientos es pura obra y gracia mía, y de mí depende cómo la canalizo. 
Así, he optado por no ocultar mi frustración, pero opto por emplear las palabras correctas para minimizar el daño, emplear el tono de voz menos agresivo posible y asumir totalmente la responsabilidad de éstas al explicar por qué me enojo, por qué me desespero y por qué necesito que respondan a mis preguntas y cooperen con las maniobras de exploración que debemos hacer en un tiempo muy limitado. Al final, cierro con una disculpa por las molestias, malentendidos o roces, prometiendo que ya con la información que me proporcionaron las siguientes consultas serán más llevaderas y directas.
También procuro hacer cambios agradables al consultorio que me distraigan un poco de esos malos ratos, impregnando el ambiente de incienso de varios aromas (con la habitación bien ventilada, no quiero ataques de asma en mis pacientes), y pequeñas decoraciones con motivos de gato que me evoquen a mis pequeñitas en casa.
Y ya como recurso final, un mantra muy que redacté hace meses que me sirve de recordatorio de que la gente acude a mí sin saber qué hacer, que es común que no sepan ni cómo explicarme qué tienen, que es típico que empeoren el problema tratando de resolverlo solos, que es mi labor guiarlos hacia otro camino, las elecciones buenas o malas que tomen no deben de importarme, y que debo enfocarme en terminar el trabajo y volver a casa con mi familia, por quienes procuro dar lo mejor de mí.

No soy un ser de luz, soy imperfecto. Pero no quiero que eso sea un obstáculo para que sea una mejor persona cada día y que alcance la anhelada paz mental sin hacer daño a nadie.

Vómito Mental

Jamás me he considerado a mí mismo un modelo a seguir: tengo muy mal genio desde hace tanto tiempo que aprendí a aceptarlo como parte integral de mi persona, sé que eso a lo largo de toda mi vida me ha metido en problemas, me ha ganado enemigos, me ha dificultado hacerme de amigos y que en general la gente tiende a evitarme con tal de no verme la cara o tener que fingir que me traga por pura convención social. Sin embargo, también he aprendido a contener todo ese veneno con silencio bajo el entendido de que no quiero ser una molestia para nadie por pura consideración a los demás.
Estaba haciendo un trabajo espléndido disfrutando de la vida, de las nuevas etapas que vivo en mi nuevo hogar con mi recién formada familia, cuando de repente ir a mi sitio de trabajo se convierte en la nueva puerta por la cual la ira se asoma a saludar. Antes podía escuchar pacientemente a una señora de barrio contarme toda su historia de hasta 15 años atrás que no tiene nada qué ver con su padecimiento actual, y ahora desde el momento que contestan con alguna burrrada que no sea la respuesta a 'Buenas tardes, ¿cuál es el motivo de su consulta hoy?' me obliga a tornarme en un inquisidor amenazante para sacar la información mínima de manera agresiva para establecer un diagnóstico, pronóstico y tratamiento, hacer en friega una receta y órdenes para estudios, explicar en menos de 2 minutos el plan a seguir, y sacarla del consultorio para ver al que sigue con tal de no salir minutos o hasta una hora más tarde de mi horario de salida por culpa de divagaciones pendejas en sus cabezas.
Cada día que pasa se repite la misma historia, habiendo muy contados casos de gente que a la primera me dice lo que necesito saber o que su problema es tan serio que me obliga a bajarle al ritmo de trabajo, hacer un par de llamadas telefónicas rápidas a mis jefes, y armar una nota que se enfoque en tratamiento, documentación y preparación para un envío a segundo nivel.
Algunas veces también me topo con gente que sí me toca el corazón, me hace reír, me hace llorar o al menos me inspira confianza de compartirle algo de mi vida personal, pero esos pacientes son cada vez menos frecuentes, abundando más personas que mandan al diablo su tratamiento, se automedican a lo bestia, me comentan una fake news sobre la conspiración de la OMS esperando que les dé la razón, siguen un remedio buenísimo de la pinche comadre, dejan a sus niños enfermos medio mes y esperan que les resuelva el tremendo cagadero que hicieron, o me traen una historia inverosímil de cómo cargando una caja de 3 Kg en su trabajo hace una semana se herniaron la columna y necesitan como mínimo a su criterio un mes de reposo.

Me encanta ser médico, en verdad, y me gusta saber que le ayudo a la gente...pero simplemente no puedo ocultar mi disgusto al toparme con otro más del montón que sólo me hace cuestionar por qué la pandemia no se ha llevado a estos prófugos del ácido fólico o como mínimo a mí.

lunes, 30 de marzo de 2015

Té de menta para el vómito

Aunque el entusiasmo y las intenciones de aprovechar bien esta nueva oportunidad de mejorarme a mí mismo, me sorprende cómo en cosa de un mes mi rutina diaria se ha alterado por completo con tal de mantenerme en marcha. Regreso a casa y ya no siento deseo alguno por seguir con alguna otra tarea sin antes echarme una siesta de cuatro horas; despierto más ágil de mente, pero el tiempo una vez mas se me va y hay qué darle prioridad a las tareas y temas por estudiar por encima de un paseo breve en esa bicicleta a la que la pinche lluvia que ha estado yendo y viniendo no me la deja en paz con el fucking óxido. Y las guardias, las cochinas guardias en urgencias me dan fortaleza a la vez que me azotan con tanto movimiento y los sustos de cada vida en peligro.

Ludy vino hace una semana, y me iluminó la vida por unos hermosos pero fugaces dos días, el deseo de casarnos se vuelve cada día más fuerte y cuando menos lo pensamos ya estamos teniendo otra conversación sobre planes de boda para dentro de dos años. Pensamos en la lista de invitados, pensamos en el lugar, pensamos en el menú, pensamos en los malditos gastos que implicará dar una fiesta a un chingo de gente para tratar de darles gusto en vano en nuestro mejor día, pensamos en lo lejos que aún se siente  y de cuánto anhelamos contar con el amor y apoyo del otro en vivo a diario, aún a pesar de los malentendidos y la rutina que puede implicar, y de cuánto me gustaría encargar con ella un bebé desde la primera noche o tras el primer año. ¿Cuándo me animaré a decirle a mis papás que ya tenemos una fecha tentativa y que estamos comenzando a reservar parte de nuestros sueldos a ese fin?, ¿como siempre en todas mis decisiones importantes me cuestionarán si estoy seguro de lo que voy a hacer?, ¿me enojaré?.

Atrás se oye una fiesta pendeja de mocosos que obviamente ya salieron de vacaciones, no tienen por qué irse a dormir temprano y levantarse contra los mandatos del cuerpo a trabajar como burro de carga a cambio de poder adquisitivo (dulce, dulce poder adquisitivo sabor Droga-Cola Inc.). Oyen canciones actuales, de mi tiempo y del tiempo de mis papás, ¿qué coños es eso?, algo mejor que la basura de narcocorridos que acostumbran los otros mojones, eso sí he de admitir. ¿En qué me quedé?. ah sí:  mocosos idiotas con harto tiempo para desperdiciar sin preocupaciones de salud, incertidumbres del mañana o responsabilidades por las cuales deban dar la pinche cara.

No quiero salir ahora mismo de casa, no quiero ir al idiota hospital a buscar un médico de los pocos que se han dignado verme trabajar más de quince minutos para que con mano en cintura se dignen a imponerme números que le den un valor subjetivo a mis guardias y cooperación periódica en un servicio y unidad a la que no pertenezco ni soy del todo bienvenido. No pienso ir, a la verga iré a joder en otro momento, no ahora. Malditos cabrones que a sabiendas de que tienen gatos pendejos que les hagan la chamba a cambio de un título se largan a su casa a dormir hasta que reciben un fonazo de que alguien se nos está muriendo. Cabrones, cabrones, cabrones.



Hoy necesito despejarme, necesito mandar a la verga tantos miedos y corajes que se me han ido juntando. Tal vez necesito otra conversación sobre la boda. Aún tenemos que platicar de dónde nos iremos a vivir si nos casamos durante su especialización. No podemos comprar una casa sin un empleo fijo, así que tenemos qué pensar qué clase de departamento rentaremos.



miércoles, 6 de agosto de 2014

Hace algunos días la gentuza del sindicato hizo de nuevo de las suyas y comenzaron a levantarnos falsos tratando de provocarnos, todo con tal de que desistamos de hacer nuestro trabajo ahora que vieron que no se nos puede sobornar, chantajear o amenazar.
Cuando uno de esos cabrones me la trató de jugar a mí gritándome como vieja histérica con el palo mal ensartado en la cola, acusándome de acosarlo solo por salirme de mi cubículo a dar las buenas tardes y extender una invitación protocolaria a la valoración médica, luché contra mi ego y las groserías las respondí con amabilidad y educación.
La mano me tembló por horas del esfuerzo que hice por tragarme la ira, los deseos de echarle en cara al cabrón lo deshuevado que me salió, de decirle cuánto me la pela su gremio de iletrados que nada me puede hacer y el cojare que me dió darme cuenta que por más que nos la cante el departamento de seguridad e higiene, en realidad nosotros estamos solos.
Me alegro de ver que ya hace rato me dejé de pendejadas de dimes y diretes y comencé a actuar según mi categoría, pero debo admitir que es un poco frustrante que mientras más renombre tiene uno, los mediocres que no tienen nada qué perder pueden hacernos los que queramos sabiendo que solitos nos mancharemos la reputación al rebajarnos.

Ya me está comenzando a cansar el juego de la paciencia.

jueves, 30 de enero de 2014

Y yo que me estoy enamorando de la idea de ser papá...

Yo siempre me he considerado una persona abierta de mente, sin embargo hoy lo pongo en duda después de negarme rotundamente a darle información a un amigo muy querido que por días me pregunta por métodos para abortar. Quizás será porque ahorita mis instintos paternos están a flor de piel, porque he visto a colegas y amigos encontrar la felicidad en los rostros de sus hijos planeados o no, porque el tipo para nada es un muerto de hambre, o porque conozco muy bien los valores que sus padres le han inculcado desde muy temprana edad (por mucho opuestos a lo que hoy me inquietó)...en realidad es todo eso lo que me irrita tanto mas la forma tan inmadura y despreocupada con la que me abordaba, tomando muy a la ligera y sin respeto la terminación de su propio hijo para poder darse un respiro, seguir gastando su dinero en pendejadas y seguir cochándose a su novia sin pendientes.

Veo más egoismo que necesidad en ese aborto solicitado...y yo ya dejé claro que no seré parte de ello.

jueves, 2 de enero de 2014

Silencio

La víspera de año nuevo sin duda difirió bastante de las de otros años; si bien la otra vez me quejé de que el ambiente estaba muerto y existía un predominio de los niños que nos frenaba de pasaruna velada mejor ambientada, la madrugada del 1 de Enero de 2014 tuvo un tema de sobremesa bastante adulto que. Muchos hubieramos querido evitar.
Una vez que pasamos el conteo a media noche, mi abuela materna (mi segunda madre al haberme cuidado gran parte de la niñez aparte de ser mi confidente) anuncia que tiene deseos de internarse voluntariamente en un asilo de ancianos, entrando en detalles que las tareas cotidianas y el solo hecho de tener qué ver por sí misma se están volviendo una carga muy pesada: en términos médicos ella estaba perdiendo (naturalmente) autonomía.
Al principio hubo un silencio espectral en la sala que duró varios minutos hasta que mi abue nos pidió decir algo, y las reacciones no se hicieron esperar. Ninguna era hostil, pero mis tíos y mis papás trataban de racionalizar su decisión cuando ella fué más que directa en su declaración.
¿Mi postura?, aunque lo veía venir de lejos sí me agarró de sorpresa que los hechos se concretaran antes de lo que yo esperaba, pero fuí vocal en mi apoyo a cualquiera que sea el deseo de mi abuela en cuanto a su vida y su salud se refieren...cosa que en un principio no agradó a mis papás.
Como se imaginarán hubo una discusión en el camino a casa sobre si yo nieto tenía derecho a opinar en estos "temas de adultos", mientras yo también lanzaba mis argumentos de que en efecto nadie en la familia tiene el tiempo, espacio o voluntad de cuidarla las 24 horas del día y que esto apenas era el principio de su inevitable declive y que el tiempo era oro para no desperdiciarse en desidia, discusiones e intentos infructíferos de ir en contra del proceso natural de envejecimiento de mi abuela...quien hace no mucho le es imposible cruzar la calle, subir siquiera una banqueta sin ir del brazo de alguien o mantenerse demasiado tiempo de pie sin agotarse.

Al final llegamos al acuerdo (innecesario) de que nada se hará sin que todos estemos enterados, cosa que me parece ridículamente egoísta. Si en realidad esa es la voluntad de mi abuela, nuestra opinión y deseos salen sobrando.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Desechables

Me tardé un poco en escribir en el blog nuevamente porque enmedio de la dicha que sentí de que la gente apreciara que diera siempre un extra en mi agenda de trabajo, salieron con la reverenda jalada de que despidieron a mi jefa.
Ha sido algo difícil de procesar, porque ella me daba luz verde para todos mis proyectos, era mi confidente, me echaba porras con mi examen, estudios y relación amorosa, nos pedía que por favor la tuteáramos y le llamáramos por su nombre, y de cajón el saludo inicial del día era beso y abrazo, aparte de que cuando hacíamos juntas nos pedía siempre retroalimentación para hacerlo un verdadero trabajo en equipo.

La vida sigue, los empleos van y vienen...pero ojalá adonde quiera que vaya las puertas nunca se le cierren.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Baratijas hijas de la chingada

En lo que va del maldito fin de semana, han sido cuatro las visitas que he tenido qué hacer a la refaccionaria a comprar, reparar, cambiar o devolver algún producto.

Empiezo primero por una bomba se aire accionada a pedal que compré ahora que descubrí que mantener debidamente insufladas las llantas hacen una enorme diferencia en el esfuerzo de pedaleo; salgo de ahí, trato de probarla y que al manipular la cabeza de la válvula, la cosa esa se atora y termino arrancándola, dejando totalmente sin aire la cámara del neumático izquierdo.

Una media hora después me terminan de atender y regresando a casa algo me tiene intranquilo sobre esa cosa. La reviso y para mi desagrado veo que no solo mi bicis e vió afectada, sino que también la manguera de la bomba se tronó cuando la manipulé a escasos 5 minutos de que la había comprado...

Total, me esperé a la mañana siguiente a que se me pasara el mal genio y tras explicar la mecánica que pudo haber provocado la ruptura, me ofrecieron un repuesto u otro modelo que yo pagaría la diferencia. No queriendo volver a pasar por la misma situación decidí irme a la segura, y comprar una bomba clásica de pistón. Pero antes de irme veo algo que me llama la atención (un timbre clásico), y decido añadirlo a la creciente lista de aditamentos en mi bicicleta.

Hoy para variar ocurrió algo: después de semanas de batallar con los espejos de la bicicleta (en especial al pasar por espacios estrechos), me decido a cambiarlos por unos más discretos y prácticos, a lo cual llego a otra sucursal para no molestar a los que usualmente me atienden, y solicito la remoción de los viejos y la adición de unos plegables; irónico que tratando de mantener de buenas a mis proveedores, me topo con una cajera grosera y huevona que ni teniendo a escasos centímetros de distancia se da cuenta que tiene más presentaciones disponibles de las que ella quiere creer que poseen al momento que le pregunto por ellos.

Por último, en el camino a casa uso mi timbre demasiadas veces al toparme con peatones demasiado distraídos con el celular, los audífonos o alguna otra pendejada que en ese momento creyeran más importante que su propia seguridad, y de repente el sonido ya no se percibe como las otras veces. Me detengo y encuentro que el maldito timbre se desbarató, y por alguna razón la tapa no tenía forma de ser vuelta a poner (el tornillo central es demasiado corto, no hay forma de fijarlo desde afuera con una tuerca, está raro eso...). Por horas me peleé con esa madre buscando improvisar con cosas que hallaba en la caja de herramientas de mi papá, pero para eso de las cinco me rindo al darme cuenta que el sol ya estaba a nada de pomerse, y que aún no comía.

Dudo que mañana que es festivo por puente encuentre la tienda abuerta, así que por ahora dejaré en paz mi billetera y me conformaré con que mi linda bici verde permanece sana y salva...a excepción de ese estúpido tornillo que sujetaba un guardafangos: al pasar por una calle en estado lamentable se terminó de zafar y en el trayecto a casa estuvo haciendo un ruido infernal...pero eso sí pude resolverlo.

martes, 22 de octubre de 2013

Cabreado de medio tiempo

Hoy por la mañana me llevé un disgusto muy grande mas o menos relacionado con el trabajo; para la tarde ya el coraje había pasado, pero cayendo la noche la atención, el consuelo y la sonrisa de mi Linda Chica Cursi me han ayudado casi a manera de opio a perderme en las últimas tres horas en un estado de quietud que rara vez he experimentado en mi vida.
Tal vez darme cuenta que tengo mucho qué valorar y agradecer en mi vida actualmente es lo que a final de cuentas me ayuda a dejar ir la ira con más facilidad que antes...


...Gracias, mi amor.

lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Dónde trabajas?, ¿cuánto te pagan?, ¿no se te hace poco?

Mi trabajo paga poco, me hace moverme en autobús cargando una mochila de 20 kilos y los jefes que me mandan desde las oficinas centrales son unos simios carentes de criterio y flexibilidad. No es perfecto, no duraré por siempre, pero mi lugar ahora mismo es ahí.
Para mí ese trabajo donde visito ancianos, asesoro a sus cuidadores, hago expedientes clínicos con valor legal en los hogares de niños, doy pláticas de autocuidado, me doy la libertad de mejorar los esquemas medicamentosos mediocres de mis colegas y puedo darme la libertad de tardarme hasta una hora en dar una consulta y escuchar al paciente...ése no es el "trabajo de juguete" que todos lo acusan de ser.

Yo soy feliz, me hace aún más feliz y agradecería mucho que de perdi no sobajen aquello que me hace feliz y hago con mucho amor...

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El producto de años de embrutecimiento



Me desespera ver esta y otras fotos similares en el Failbook. Intentos obvios de páginas que ni son de los autores originales de semejantes ruegos de atención son igual de repetitivos y absurdos que las idiotas cadenas de correo electrónico. Peor aquellas en las que muy evidentemente se agarran la primera foto que se encuentran de archivo médico de niños con deformidades o desnutridos en condiciones paupérrimas de vida, consiguiendo pulgares arriba bajo la falsa premisa de que tal banalidad salva vidas.
Cada que leo los comentarios llenos de bendiciones, oraciones e instancias a correr la voz me aguanto las ganas de tirar al suelo la tablet de confirmar una vez más que las mayorías carecen de raciocinio, y que tratar de hacerlos entender en más de una ocasión resulta infructífero. La misma gentecita que sigue haciendo ricos a los de CV Directo con sus productos milagro desechables.


Es cualquier pendejada y en nada me afecta la vida. Pero ese es mi berrinche del día.
Por gente como esa me resulta muy terapéutico ver 'zombyz' ejecutados en las tiras del Xhabs.


martes, 3 de septiembre de 2013

Si de por sí el colmo fué tener qué hablarle de mi vida sexual a mi padre para que dejara de hacerme preguntas incómodas y no me cuestionara que llegara pasado al medio día de la mañana siguiente, ahora resulta que sí se escandaliza de saber que yo a mis 28 años planeo viajar "solo" a otro extremo del país a perderme por unos días.


Entiendo que como padre se preocupe, pero precisamente mi deseo de privacidad es la razón de la lejanía...

domingo, 25 de agosto de 2013

Eres un ave perdida que no encuentra el Sol

Y de nuevo llega esa pinche época del año que estresa a todos los médicos y no causa mas que agudizaciones de gastritis, migrañas, insomnio y problemas serios de ansiedad. Sí: estoy hablando del estúpido Examen Nacional de Residencias por el que tanto me he quebrado la cabeza los últimos dos años de mi vida.
No le dedicaré un post falsamente positivo porque la neta me he sentido ridículo escribiendo esas estupideces para días después arrepentirme al obtener un resultado no deseado, así que mejor esta vez seré honesto y expresaré lo pinche frustrado que me siento por culpa de ese examen.
Ese test es la unica barrera que me impide no solo estudiar la especialidad que quiero, si no también que se me comience por fin a tomar enserio como médico, pueda darme el lujo de cobrar una suma por encima de la ridícula cantidad de $30 MX el paciente, asegurar un mejor trabajo y ahora sí contemplar la posibilidad de irme de casa y quitarme de encima la sobreprotección de mis viejos.
Sí: ya sé que hay más opciones que la especialidad, ya sé que no se necesita ser especialista para trabajar en un hospital (aunque ayuda más), ya sé que hay médicos generales que por sus buenos resultados pueden cobrar de forma más decente sin que la gente les reclame, sé que tengo compañeros y amigos que con el sueldo del que me quejo se han aventado al ruedo del matrimonio y la paternidad, que si quisiera hace mucho me habría ido de casa de mis padres, y que no necesito la aprobación de la sociedad si soy o no soy especialista. PERO MI EGO LO NECESITA, MUCHO.

Y es triste, patético. Pero tengo qué ser honesto conmigo mismo y sacármelo de la cabeza si esta noche quiero dormir y si quiero concentrarme cada que abra un libro para volver a pelearme con el saber de los galenos.

lunes, 24 de junio de 2013

Chale, cada que visito este albergue salen más cosas al aire...ahora sí que la cosa está tan cabrona que quizás habrá que notificar a las autoridades y tendré qué pelar los ojos, parar las orejas y documentar la más mínima observación cada que preste mis servicios (no, no está aparentemente relacionado con el incidente pasado).

Qué triste me pone ver lo mal que está nuestra sociedad y cómo los niños pagan por las estupideces de sus familias...

martes, 18 de junio de 2013

Posers

En recientes fechas ha habido lluvias en el Estado que acabaron en inundaciones en algunas zonas al Norte. Mis jefes estando muy al pendiente de ello tienen pensado enviar a mi equipo y a otros del país a hacer acto de presencia con brigadas médicas.

Eso suena chido, pero he tenido muchos desencantos hasta la fecha con la Fundación y las evidencias que apuntan a que no son más que una fachada enorme para que cierto empresario ex candidato a la presidencia de México evada impuestos. Y aunque no es la primera vez que manda médicos a las zonas de desastre, yo sé muy bien que Cruz Roja, Salubridad y el Ejército Nacional son los que se llevan la mayor parte de la chinga y hasta arriesgan sus vidas en zonas de deslave, estancamientos de aguas negras, moviendo animales muertos y exponiéndose a innumerables patógenos al estar al pendiente de todos los enfermos.

Nosotros en cambio, ¿qué haríamos?. Dudo mucho que el Señor Don Patrón nos dé equipo y materiales para protegernos y proteger a los damnificados, a lo mejor iríamos acompañados de dos o tres botargueros para dizque animar a las masas cuando en realidad solo sirven como logo inconfundible para las fotos publicitarias de los repartos de despensas (a veces con producto caduco, por cierto), medicamentos (de muy mala calidad y sobrepreciados a pesar de ser "los más baratos"), atención médica redundante y limitada, y dos que tres monos haciendo de cuenta que ayudan a limpiar cuando a los tres segundos de tomada la fotografía sueltan la pala o la escoba.

Claro que no estorbaríamos ni seríamos un asco de personas si nos pusieramos en plena disposición de Cruz Roja o Protección Civil siguiendo sus instrucciones, pero yo sé que no será así. De verdad espero que no me envíen a formar parte de esa farsa, ya de por sí me avergüenza tanto que ni uso sus batas con sus logos y hasta envío a mis pacientes a surtir sus recetas a otras farmacias diciendo lo falsa que es la publicidad de mis jefes.



Por esas cosas es que planeo seriamente renunciar acabando la conmoción de mi examen.

miércoles, 12 de junio de 2013

De cómo casi me comí vivos a una bola de mocosos culos

Antier tuve otro arranque de ira. Mientras estaba dando una plática de sexualidad en la que hice mucho hincapié en las definiciones de acoso y abuso sexual a un grupo de pubertos hijos de presos, en eso una niña me entrega un papel que alguien del lado de los varones arrojó en ese momento: en el decía "Fulanita y Fulanita, ahora ya sé cómo se los haré." Omití la parte de los nombres, leí en voz alta y gritando pedí al autor que diera la cara.
Al no ver respuesta alguna, me salió del alma un rant furioso de que cómo era posible que justo después de que les explicaba por qué no es correcto hacerle esas cosas a una mujer, a sus compañeras les hicieran eso a sabiendas de que aparte de que podría costarles la expulsión, allá afuera en el mundo real aparte de que podrían levantarles un proceso jurídico el padre, el hermano o el tío los podía matar de enterarse, aparte de que el contenido de esa carta obscena hasta podría interpretarse como una amenaza de violación.
Les dije lo poco hombres que eran, que si no tenían los huevos de pagar por sus idioteces nunca en la vida estarían listos para conocer la intimidad con una mujer por sus propios méritos, que eso lejos de hacerlos ver atractivos los rebajaba al nivel de cualquier vago de la calle sin razón de ser en la vida, que en mis tiempos a nosotros nos enseñaban a respetar a la mujer a base de golpes y cachetadas hasta que finalmente entendías el mensaje...en fin.
Levanté el reporte de lo sucedido y la próxima semana que los vea me los voy a cagotear de nuevo y los amenazaré de que si llego a saber que vuelven a faltarle el respeto a alguna niña, nunca los dejaré en paz hasta verlos lejos de ellas.

Creo que es tiempo de acordar una junta con esas madres perezosas y mediocres que "crían" semejantes cuervos.

martes, 28 de mayo de 2013

Regresión


Por tres días estuve cazando como loco accesorios para caracterizarme de payaso en el evento que habíamos agendado para el 28 de Mayo: una festividad tardía de Día del Niño y de la Madre para gente de una institución afiliada.
Originalmente iba a disfrazarme de Bane como ya se los había contado previamente, pero como querían algo más amigable lo único que se me ocurrió fue de ir como payaso doctor.
Gasté cerca de 500 pesos en maquillaje, peluca, tirantes, guantes blancos, un clavel y juguetes de novedad para verme lo más alegre posible, tal vez hasta jugar con mi chipote chillón (como el del Chapulín Colorado) con algún niño que se tropezara al jugar o algo por el estilo...
Pero qué decepción me llevé cuando a los quince minutos de haber aparecido disfrazado un grupo de niños pendejos comenzaron a decirme majaderías, tratar de quitarme mis cosas y hasta desafiarme a que no les hacía nada. Grave error. Lo que esos niños no sabían es que aún en estas fechas yo guardo mucho odio y rencor de mi niñez y adolescencia cuando era incapaz de quitarme de encima a imbéciles de esa categoría (solo que más nice a diferencia de esas zarigüeyitas de colonia popular), y el solo recordatorio de esos días hizo que quitara la voz de Cepillín, borrara mi sonrisa y le respondiera a cada uno sus insultos con un golpe de mi juguete chillador directo a sus cabezas, fluyera el sarcasmo de mi boca y cada que los veía hacer una pendejada los paraba en seco gritándoles como Nazi a viva voz desde lejos.
No he recibido llamadas de atención y he sido claro con mi jefa que desde el momento en el exploté me mantuve alejado de los niños al saberme capaz de mandarlos a urgencias con la doble amputada de orejas que les iba a dejar de tan fuerte que iba a tirar de ellas. Se mostró comprensiva y le parece que en realidad no fué la gran cosa la forma en la que los agredí, pero la verdad es que me vale gorro si al final resulta que alguien se queja de mí y me despiden.
Yo sé que los niños no son angelitos, que son seres humanos capaces de cosas extraordinarias y también horrorosas, pero creo que ningún niño (mucho menos de edad escolar) puede pasar por la vida sin probar las consecuencias de sus actos y palabras, y eso incluye provocar a la persona equivocada y aprender a la mala la lección (aunque bueno, yo también me jugué mi suerte porque no sé si el padre de alguno de esos desperdicios de dinero es un naquete con pistola).



En fin, hoy cierro con la reflexión de que el cinturón debe volver recargado de su largo letargo como instrumento de reeducación, que ningún niño que no conozco merece que me gaste 500 pesos por él en cosas alegres y bonitas, que los niños inocentes y puros son tan raros como el unicornio y que la venganza aunque es un plato que se sirve frío, caliente hace algo de analgesia...¡como las compresas humedas!

jueves, 2 de mayo de 2013

50 Shades of Shit

Acepté el desafío de leerlo y me arrepiento. Leerlo hace que me duela la cabeza de tan mala que es la prosa, feos personajes y erotismo dizque hardcore bien mocho.

NO LO LEAN (luego les doy reseña).