Hace mucho que no publicaba ningún bizcocho, pero es que las niñas tienen muy claro cuales son sus recetas favoritas (que nunca faltan en el congelador, en porciones bien envueltas en film transparente y que nos solucionan más de una merienda). Sin embargo, hace unos días encontré de casualidad buttermilk en el supermercado, cuando ya casi había perdido la esperanza de encontrarlo, así que inmediatamente lo puse en la cesta de la compra y al llegar a casa busqué una nueva receta de bundt para probarlo.
Me fui directa a la página de The food Librarian que es una apuesta segura para encontrar buenas recetas de bizcochos y elegí esta porque me gusta la combinación de la canela y el chocolate (aunque adapté un poco las cantidades, porque tampoco me gusta pasarme con la canela).
Es un procedimiento diferente a las recetas que he probado hasta ahora, o al menos no recuerdo haber hecho ningún otro bizcocho sin batir la mantequilla con el azúcar o batir los huevos hasta que espumen, pero también quedó muy bueno, esponjoso y tierno y muy sencillo de hacer.