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31 julio 2024

Memoria de un curso complejo

Esta semana se cierra un curso más, un curso tan extraño como complejo. Decir que este curso ha sido muy complejo podría inducir a pensar que otros no lo han sido, pero hay que reconocer que en el 2023-2024 hemos tenido demasiados frentes abiertos, algunos felizmente solucionados y otros no tanto. Vamos con ello.


Empezamos con mal pie, con una sentencia que anulaba los proyectos interdisciplinares y que desembocaba en una supresión de horas cuando ya estaban las plantillas solicitadas. El nuevo gobierno, que se estrenaba en julio, lanzó una resolución el 31 de agosto que obligaba a rehacer los horarios que la anterior administración había suprimido. En 1ESO se añadieron una hora de inglés y otra de matemáticas, pero para 2º y 3º de ESO se configuró una falsa asignatura sin currículo ni calificación AHP (ampliación de horario PAM), que era de obligatoria asistencia. Esta circunstancia nos ha llevado a tener a los alumnos de esos niveles ocupados durante dos horas a la semana en actividades diversas; imaginad el resultado, sin programación, sin objetivos, sin evaluación... Los horarios de septiembre provocaron las primeras susceptibilidades, porque ya ni siquiera se trataba de respetar desideratas, sino de comparar el horario de agosto con el de septiembre, con los correspondientes disgustos y malas caras.


El otro caballo de batalla ha sido la reducción de horas de codocencia, derivadas de la renuncia a impartir ámbitos en 1ESO, tras una reñida votación de 43 votos a favor y 46 en contra. Por tanto, este curso volvimos a las asignaturas separadas en 1º de ESO, no con el éxito que cabría esperar, a la vista de los resultados académicos y de convivencia, a pesar de tener casi 50 alumnos menos en ese nivel. De hecho, el profesorado de cinco departamentos ha solicitado la vuelta a la organización por ámbitos el curso que viene, y ya tenemos configurados los grupos para poder reducir la ratio en ese nivel de 1º de la ESO en el que es tan importante cuidar la transición de Primaria a Secundaria. En este sentido, también hemos recuperado las jornadas de intercambios de tutores de 1ESO/6º de Primaria.


Tampoco fue buena noticia la pérdida de horas en la asignación del Plan de Actuación para la Mejora (PAM), esas horas con las que se desarrollan los programas de mejora del centro: proyecto futuro, Casa Camarón, patios lúdicos, Stonewall, compensatoria, etc. De las 50 o 54 horas de otros cursos, pasamos a solo 6 horas este. Evidentemente, eso ha provocado numerosas desatenciones en el alumnado vulnerable: alumnos que no entraban en clase y se quedaban por el pasillo, incremento del absentismo, falta de recursos para el alumnado recién llegado, etc. Es increíble que un centro de especial dificultad no tenga garantizada la dotación horaria estable para un alumnado que tiene ese perfil tan complicado. 



La gestión de la convivencia ha sido extremadamente difícil, con alumnado y profesorado sobrepasado por la impotencia de no poder atender casos a los que ni siquiera los servicios sociales sabían o podían dar respuesta. El absentismo, las notificaciones de desprotección y los protocolos de conductas autolesivas acaban consumiendo un tiempo y unos recursos que no tenemos, por lo que se dejan en suspenso otras actuaciones que habían dado buenos resultados. No es sencillo entender que con la situación actual de los centros educativos no existan figuras como el trabajador o educador social o el técnico de servicios a la comunidad, que serían recursos excelentes para que los docentes y los equipos directivos no ocupemos infinidad de horas en una tarea para la que no estamos formados.


Pero no todo han sido quejas y lamentos. Hemos renovado el Consejo Escolar y van entrando caras nuevas, lo que siempre es motivo de satisfacción, a pesar de la baja participación de la comunidad educativa en un órgano colegiado que no sienten como suyo (o para el que no esperan demasiadas atribuciones). También he renovado por segunda vez el proyecto de dirección, con una necesaria actualización después de ocho años. Probablemente sea mi última legislatura, si todo va bien. Con un contexto tan cambiante y tan complicado, la decisión no fue sencilla, y debo agradecer a mis compañeras de equipo y a la gran mayoría del claustro su apoyo para seguir en el cargo otros cuatro años más. Espero no perder ilusiones ni fuerzas para ello.



Asimismo, ha sido motivo de alegría ver la graduación de otra promoción de bachilleres, la más numerosa de nuestra historia, y de titulados de la ESO, algunos contra viento y marea, como dos chicas gitanas que se suman a una tercera que ya tituló hace un par de años, excepciones en un contexto educativo que sigue mirando hacia otro lado en la compensación de desigualdades de un colectivo que tiene casi todo en contra: si un payo se porta mal en un instituto, a nadie se le ocurre decir que todos los payos son iguales...



Tenemos también la suerte de contar, además de una unidad específica de alumnado TEA, con dos programas de formación básica adaptados para alumnado de necesidades especiales, uno de jardinería y el otro de administración. Este alumnado nos demuestra cada día la importancia de la diversidad en los centros, así como la necesidad de aplicar estrategias inclusivas para que puedan compartir espacio y tiempo con los compañeros de grupos ordinarios. Recibir a final de curso la mención de centro inclusivo por parte de la Asociación Síndrome de Down compensa todo el esfuerzo de los grandes profesionales que se ocupan de este alumnado y del resto de compañeros que facilitan su inclusión en el aula.


Hemos desarrollado proyectos al hilo de un plan lector sobre el cine, con diversas actividades interesantes -muestras de proyectos, actuaciones de teatro, murales, agendas...-, que luego se han difundido en las jornadas de formación "Compartim", que ya van por su octava entrega con notable seguimiento. Hemos trabajado también con PLANEA tanto en el pilotaje de  algunas de sus propuestas y recursos para el aula, como con la intervención directa de artistas, en este caso el fotógrafo Julián Barón, que ha diseñado una intervención muy interesante sobre "Adolescencia móvil", que se convertirá seguramente en caja de recursos para aprovechar en otros centros. También fuimos sede de uno de sus cursos de verano, concretamente "Odiseamix" para trabajar las habilidades de DJ en el aula. Mucho éxito tuvo también un taller de situaciones de aprendizaje que montaron varias compañeras dentro del plan de formación en centros, algo que ayudó a entender un poco mejor el enfoque por competencias y el ajuste de las programaciones a la LOMLOE.


Al final de curso, nos sentimos satisfechos con las encuestas de autoevaluación del proyecto de dirección, en las que la valoración del equipo directivo (y en general del funcionamiento del centro) por parte de las familias, profesorado y alumnado son positivas en su mayoría. De ellas se extraen numerosas propuestas de mejora, especialmente en la gestión de la convivencia, aunque no siempre coinciden las valoraciones de toda la comunidad educativa. Hay que destacar también que se valora especialmente la comunicación del profesorado con las familias, ya que es el principal motivo de queja de los descontentos. El otro elemento de disputa es la atención del alumnado con algún tipo de problema de conducta o aprendizaje, que no siempre recibe la atención que necesita.

Ha sido también el año en el que se nos desgajó el nuevo IES Crémor, que se ha llevado consigo uno de los colegios adscritos y la FP agraria. Esto ha permitido descongestionar momentáneamente el centro, con unos sesenta o setenta alumnos menos. Gracias a ello hemos podido recuperar entre este curso y el que viene la distribución de aulas materia, aunque con una ocupación de aulas casi rayando el 100%. Esperamos reducir la masificación que ahora tenemos en 3º de ESO con siete grupos y poder llegar en breve a la configuración de un centro normalizado, en el que no sea tan evidente el fracaso y el abandono escolar como lo era hace unos años. Las estadísticas parecen darnos la razón en esta evolución lenta pero segura hacia la "normalidad". 



También nos ayuda a tomar decisiones el seguimiento de las repeticiones y las promociones automáticas que, desde el curso pasado, nos indican que somos más efectivos cuando analizamos bien el perfil del alumnado y sus posibilidades de mejorar o no si repite curso, al margen del número de suspensos. En los cursos altos de la ESO, el nivel de acierto es bastante mayor que en los cursos bajos, pero ya podéis imaginar la cantidad de variables que entran en juego en esas decisiones y en el posterior desarrollo del alumnado.



Por último, solo queda agradecer un año más a todos los compañeros del claustro (y al personal no docente) su colaboración en esta tarea educativa en la que hay demasiados días complejos, con situaciones de auténtica desesperación que afectan al alumnado y a sus familias -y por contagio o incluso por circunstancias propias, al profesorado-, con cuestiones que, sin ser propias de la Escuela, acaban afectando a quienes vivimos en ella, a menudo con la impotencia de no saber o poder hacer nada por solucionarlas. Sé que es fácil decir que no podemos con todo, que sería incluso más fácil decir que la culpa es de otros, pero por suerte hay muchos profesionales que no se resignan y a menudo ponen buena cara al mal tiempo, al menos frente a los menores que están a nuestro cargo, porque el lugar en el que se reclaman los recursos y las condiciones dignas es otro, y para ello hay que mojarse. 

Os deseo que paséis un feliz verano y nos vemos en septiembre.

27 mayo 2019

Inclusión, aprendizaje cooperativo y textos instructivos en 1º de ESO


Este blog cumplió ayer trece añitos. Es un blog adolescente, pensaréis, pero, sabiendo que un año de blog equivale a cinco de los humanos, estamos hablando de 65 años, es decir, que está al borde de la jubilación. De ahí el ritmo lento con el que se actualiza, la escasa proyección de sus notas, el tono nostálgico... A este blog solo le falta ya ponerse junto a un andamio a mirar las obras y decirles a los albañiles que el muro no está a nivel.
Mientras llega ese momento, este aniversario me ha animado a compartir una experiencia con la que me siento bastante contento. Se trata del trabajo con los textos instructivos en el grupo de 1º de ESO, un grupo en el que hay entre 18 y 22 alumnos (recordad el absentismo de mi centro) y que acoge todos los miércoles a dos alumnos de la unidad específica de Comunicación y Lenguaje (UECIL, de alumnado con diagnóstico de TEA), junto con su maestra de apoyo a la inclusión. En esta sesión siempre hacemos aprendizaje cooperativo, organizados en grupos y con roles distribuidos. Ester, la profesora de PT, se encarga de gestionar las dinámicas del cooperativo y yo me ocupo de los contenidos de lengua y literatura. Hemos ido experimentando diversas técnicas, especialmente la parada de tres minutos, los lápices al centro y el folio giratorio (al final de esta nota tenéis los enlaces).

Los avances son costosos y hay que tener paciencia, pero al final encuentras respuestas a esas dudas que siempre se tienen sobre el aprendizaje cooperativo. Funciona, sí, pero hay que dedicar mucho tiempo y es difícil hacerlo sin ayuda. En mi caso, contar con Ester ha sido fundamental. Creo que si hubiese tenido que plantearlo a solas no habría aguantado, porque los frentes que tiene uno abiertos en un aula son demasiados, y la tentación de recurrir a lo que controlas es demasiado fuerte. Así que, esta última semana, cuando trabajamos las instrucciones y les propusimos redactar las suyas con la técnica del folio giratorio, me encontré con la grata sorpresa de que en una sesión todos habían participado y habían cumplido con bastante acierto lo que se pedía de ellos.



A partir de la ficha anterior, se les propuso redactar las instrucciones para cuatro acciones:

  • Hacer la maleta (uso del infinitivo)
  • Leer un libro (uso de oraciones con "se")
  • Echarse novio/a (verbos en imperativo) 
  • Ducharse (uso de la 2ª persona del singular)

En cada una de ella debían utilizar las formas verbales correspondientes, de modo que se han de aplicar los conocimientos gramaticales dentro de un contexto y con una intención determinada. El primero del grupo comenzaba con el primer paso de la primera acción y le pasaba el folio al segundo, que continuaba con otro paso y comenzaba las instrucciones de la segunda acción, pasando el folio al siguiente y así sucesivamente. Tenían unos minutos para pensar y después se iniciaba la actividad, que en unos veinte minutos ya habían acabado. Después, cada miembro del grupo leía los resultados y se hacían en voz alta las correcciones pertinentes.
Es una actividad que suelo hacer casi todos los años en otros grupos, generalmente en 2º de ESO, y debo decir que esta vez nos ha costado menos y el resultado ha sido mejor, lo que avala la utilidad de la técnica cooperativa en esta tarea. También nos ha servido para integrar los conocimientos gramaticales en una tarea comunicativa concreta, algo que tiene para mí más sentido que preguntar la conjugación de los verbos. Pero, más allá de lo curricular, lo mejor ha sido sin duda haber tenido en el aula a los dos alumnos de la unidad CyL, compartiendo tareas y relaciones con el resto de la clase, un esfuerzo inclusivo que he de agradecer especialmente a las responsables de esta unidad, que han puesto en marcha este proyecto de codocencia y aprendizaje cooperativo en el centro con la ayuda de bastantes colegas que han puesto en práctica tareas similares a esta que he contado.

Ya hemos acabado con esas sesiones inclusivas de la unidad CyL, pero hemos aprovechado la oportunidad de tener los textos instructivos en la libreta para continuar trabajando la oralidad, tal y como venimos haciendo durante todo el curso, dentro del plan lector "Viajes por el mundo" con las noticias de Radio Tres Lunas, con las descripciones de ciudades, con los bestiarios, con las entrevistas a ciudadanos del mundo... En este caso optamos por probar Voki, tanto la versión web, como la aplicación de móviles. Han sido un par de sesiones muy intensas, con alumnos grabando con el micro y el ordenador mientras otros andan con el móvil por sus mesas, un caos bastante productivo a efectos de competencias comunicativas.
Os dejo algunas de esas aportaciones de los alumnos:

Cómo tomar un avión


Enlaces a diferentes páginas con las técnicas mencionadas en esta nota:
Crédito de la imagen: 'IMG_1545'

05 abril 2018

Lecturas diversas #LGTB

Es muy difícil afirmar que un centro educativo está completamente libre del acoso escolar o de actitudes xenófobas, homófobas o cualquier otro tipo de exclusión familiar, sexual, étnica o religiosa. Somos muchas personas las que convivimos en un centro como el nuestro, con 700 alumnos (y sus respectivas familias) y más de 80 docentes y PAS. Formar parte de esa heterogeneidad de la Escuela Pública es para muchos un orgullo, aunque no sea fácil lidiar a veces con los posibles conflictos y prejuicios. Sin embargo, hemos intentado hacer de esa pluralidad un signo de identidad del centro y procuramos que esa diversidad sea también una verdadera inclusión educativa y no una mera amalgama.
A finales del año 2016, nuestra Conselleria d'Educació aprobó una instrucción por la que se establece el protocolo de acompañamiento para garantizar el derecho a la identidad de género, la expresión de género y la intersexualidad. Algunas de las indicaciones que allí se señalaban ya las habíamos ido poniendo en práctica por nuestra cuenta para dar respuesta a casos concretos. A partir de ahí, estamos intentando normalizar la situación en lo que se refiere a la diversidad de género, sexual, familiar y afectiva, participando en cursos y jornadas, primero para sensibilizar al profesorado y posteriormente para intervenir con el alumnado. A principios de curso, la asociación Lambda València impartió un curso dentro del plan de formación del centro, de donde surgió un seminario de trabajo que está preparando la jornada del 17 de mayo, Día Internacional contra la LGTBfobia, dentro de la campaña piloto #DretsAmbOrgull. Es curioso comprobar que se ha avanzado bastante en la integración e inclusión de colectivos tradicionalmente marginados, pero pocos centros visibilizan esta otra diversidad, sujeta aún a los tabúes del sexo y las relaciones afectivas, en una edades donde este es precisamente uno de los ejes en la forja de la identidad personal.


Estamos todavía preparando esa jornada, pero, de momento, queremos enriquecer la biblioteca del centro con lecturas también diversas, ya que es difícil encontrar en la literatura canónica (adulta y juvenil) modelos de relaciones distintas de lo que falsamente se llama "normal". Esa biblioteca diversa no ha de ser una biblioteca para unos pocos, sino una biblioteca para todos, con lecturas que ayuden a entender que todos somos diferentes, diversos, "raritos" en nuestra singularidad, porque lo normal no existe, porque llamar normal a un modo de sentir implica que otros sentimientos no lo son.

Con esa voluntad de buscar lecturas diversas, lancé una petición de ayuda en twitter y enseguida me echaron una mano mis buenos amigos y amigas. Agradezco la colaboración de Nando López, referente clave de la normalización LGTB en la literatura actual y cuya novela La edad de la ira ha sido lectura de referencia en 4º de ESO, de Jorge Gómez Soto, que me mandó un enlace a una estupenda recopilación propia, y de Araceli Pérez, que me descubrió la sección específica de la librería Berkana, y también la de otros muchos colegas que aportaron ideas y títulos. Con todo ello, he preparado esta lista provisional para ir completándola en el futuro. Espero que nos ayudéis en esta labor.

Biblioteca Diversa

(12-18 años)

  • El tercer lobo, Francisco Javier Olivas (Ediciones cívicas)
  • El fuego en el que ardo, Mike Lightwood (Neo)
  • Yo, Simon, Homo Sapiens, Becky Albertally (Puck)
  • Recuerda aquella vez, Adam Silvera (Puck)
  • Dos chicos besándose, David Levithan (Nocturna)
  • George: Simplemente sé tú mismo, Alex Gino (Nube de tinta)
  • Fans de una vida imposible, de Kate Scelsa (Nube de tinta)
  • El increíble caso de Barnaby Brocket, John Boyne (Nube de tinta)
  • Jungla de saltamontes, Andrew Smith (Hidra)
  • Tengo un secreto: El diario de Meri, Blue Jeans (Booket)
  • El arte de ser normal, Lisa Williamson (Destino)
  • El Chico de las Estrellas, Chris Pueyo (Destino)
  • Solo tú me conoces, Nina Lacour y David Levithan (Destino)
  • Will Grayson, Will Grayson, John Green y David Levithan (Fanbooks)
  • La cometa rota, Paula Fox (Noguer Caralt)
  • Nunca soñé contigo, Carmen Gómez Ojea (Loguez ediciones)
  • Sandra ama a Meike, Marliese Arold (Loguez ediciones)
  • Al otro lado del espejo, Jordi Sierra i Fabra (Planeta)
  • Un pavo rosa, Diana Gutiérrez (Meracovia)
  • Jo sóc així i això no és un problema, Fani Grande (Vincle editorial)
  • La edad de la ira, Nando López (Espasa)
  • #Malditos16, Nando López
  • Cuando todo era fácil, Nando López (Tres hermanas)
  • Crónicas del mago negro (serie), Trudi Canavan (Debolsillo)
  • La espía traidora (serie), Trudi Canavan. (Plaza & Janés)
  • Desoriental, Negar Djavadi (MalPaso)
  • En familia, Alexandra Maxeiner y Anke Kuhl (Editorial Takatuka)
  • El corredor de fondo, La carrera de Harlan y El hijo de Billy, Patricia Nell Warren (Egales)
  • Dame un like, María Pareja (Sansy)
  • Res a amagar, Anna Boluda (Tabarca Llibres)
  • Abril no és un mes, Rosa Sanchis (Tàndem)
  • Primavera per a Palmer, Rosa Sanchis (Tàndem)
  • Cap de vena, de Miquel Salvo (Tabarca)
  • Fun home. Una familia tragicómica, Alison Bechdel (Reservoir books)
  • ¿Eres mi madre?, Alison Bechdel (Reservoir books)
  • Me llamo David, Miriam Belmonte (Primera)
Adenda:
  • Lo que no se dice. Antología de relatos (Dos Bigotes)
  • Ábreme con cuidado. Antología de relatos (Dos Bigotes)
  • Puedo oír el sol, Yuki Fumino (Milky Way ediciones)
  • Los nombres del fuego, Nando López (Santillana)
  • Saltar sin red, Nando López (Antígona)
  • Las ventajas de ser un marginado, Stephen Chbosky (Alfaguara)
  • Elisa frente al mar, Clara Asunción García (Amazon)
  • Duna, diari d'un estiu / Duna, diario de un verano, Muriel Villanueva (Babulinka Books)
  • El viaje de Marcos / El viatge de Marcos, Óscar Hernández Campano (Egales)
  • Jim en el espejo,  Inger Edelfeldt (Lóguez ediciones)
  • Blanco nuclear. antologia de la poesia gay y lésbica última (Sial ediciones)
  • Haikus fieramente gays, Kevin Artai (Editorial Manuscritos)
  • El azul es un color cálido, Julie Maroh (Dibbuks)
  • El beso de Aquiles; Homosexualidad, Alberto Conejero e Isabel García Santiago (SM)
  • Oculto sendero, Elena Fortún (Renacimiento)
Enlace de interés enviado por Gracia: Igualdade e Feminismo na Biblioteca do Laxeiro

Crédito de la imagen: 'Rainbow Stickies'

13 junio 2017

Memoria con aromas de inclusión

Llegamos a la última semana del curso y es momento de hacer balance de algunos de los extraordinarios acontecimientos que siempre se producen en el aula. Durante este año he tenido clase con un grupo de refuerzo de lengua de 1º de ESO y con un desdoble de compensatoria de 2º de ESO; además tenía tres horas de "proyecto futuro", con alumnado abocado al fracaso escolar, y dos horas más destinadas a convivencia.
En los grupos en los que supuestamente tenía que impartir clases de mi materia, hemos estado dedicando el tiempo a leer y a escribir, que eran las principales carencias con las que me he encontrado. Hemos leído mitos clásicos, una adaptación del Quijote y una antología poética. Los viernes, generalmente, los dedicábamos a ver cortometrajes o documentales relacionados con el plan lector: sostenibilidad y uso de la bicicleta.
Más complejidad tenía el grupo "Riu Sec", una concreción particular del proyecto futuro en la que la mayor parte del alumnado era de etnia gitana o de colectivos con problemas de adaptación al medio escolar. En la lista tenía a 15 alumnos, aunque pocas veces los he tenido a todos en el aula, bien por el absentismo frecuente o bien por los expedientes disciplinarios. A algunos de ellos los he incorporado a mis otros grupos, llegando a compartir hasta ocho horas semanales con ellos (si conseguían venir todos los días). Con este grupo, los avances curriculares han sido poco relevantes, ya que hemos ocupado la mayor parte de las horas en hablar de temas que les interesan a ellos. Aun así, hemos leído mitos, fábulas y algún relato de acoso escolar, hemos comentado noticias de actualidad, hemos conocido curiosidades sobre el mundo gitano, como la vida de Django Reinhardt, y hemos leído y recitado a Lorca. Incluso hemos disfrutado de alguna actividad extraescolar, como la celebración del Día del Pueblo Gitano
De esta experiencia, a pesar de los sinsabores de muchas horas en las que he necesitado dosis extremas de paciencia y autocontrol, me quedo con la satisfacción de haber paliado en parte el absentismo de algunos de ellos, que han reconocido que venían solo los días que tenían clase conmigo o con "Casa Camarón", el otro apéndice del "proyecto futuro", en el que comparten tareas escolares artísticas con el alumnado de Aula CiL, de espectro autista. También me complace que los incidentes graves de convivencia se han reducido en cantidad y en intensidad, aunque falta mucho por hacer en este sentido para lograr una paz social. En las extensas horas de charla que he tenido con ellos he aprendido mucho: por qué no quieren venir a clase, qué hacen cuando no vienen, qué visión del mundo tienen en el seno familiar, qué valor le dan a la educación formal, por qué rechazan el apoyo educativo de las instituciones, a qué tipo de vida aspiran, qué necesitan del instituto, qué valoran de los docentes... Son chavales muy complejos, contradictorios, como casi todos los adolescentes, pero con el añadido de sentirse distintos, de no encajar en un mundo de "payos" con el que no tienen nada que ver. A menudo piden ser tratados de manera distinta, pero, a la vez, les molesta que se les trate diferente. Les gustaría que el instituto no fuese una cárcel, poder ir y venir cuando les apetezca, no tener que funcionar a toque del timbre, bajo normas que rechazan sistemáticamente. En muchos casos, para ellos el gran enemigo es el agente de los servicios sociales, un ser taimado que les obliga a ir a un lugar que no les gusta, que les obliga a romper con la rutina de quedarse en casa. Por eso mismo, buscan a veces la expulsión, la bronca puntual que les facilite un salvoconducto para pasar unas semanas fuera del instituto.
Este fin de semana pudimos leer un reportaje sobre los héroes que dan clase en las Tres Mil. En el año 2008, nuestro instituto y el del reportaje, que dirigía Juanjo Muñoz, se parecían mucho, ya que entonces nuestra concentración de alumnado de compensatoria era mayor y teníamos grupos en los que, a final de curso, apenas quedaban dos o tres alumnos. Ahora la proporción es menor, pero seguimos teniendo alrededor de 30 alumnos con este perfil de abandono y fracaso escolar, motivado sobre todo por el absentismo continuado. No nos creemos héroes por tenerlos en clase, simplemente pensamos que son nuestros alumnos y que su lugar es el instituto; para nosotros, que uno solo de ellos llegue a conseguir el título de la ESO es una victoria excepcional. Vista mi experiencia, no me atrevo a decir que la inclusión esté funcionando bien, pero sí podemos hablar de un cierto "aroma de inclusión", una voluntad de no crear grupos segregados, de no fomentar los guetos educativos. Resulta difícil hablar de inclusión cuando pensamos en estos chavales que ya viven en barrios y en colectivos abocados socialmente a la exclusión, pues la Escuela no puede resolver problemas que la sociedad no es capaz de abordar de manera global. Sin embargo, si conseguimos que, poco a poco, participen de la vida educativa, de las actividades escolares, de la convivencia pacífica, habremos avanzado todos, porque dejarlos fuera tiene también un coste, un precio quizá mucho más caro que tres o seis horas semanales de un profesor.

Crédito de la imagen: 'Sin título1

12 noviembre 2011

Aquí cabemos todos


Jaime T. acaba de llegar de Cuba y no se adapta muy bien al modo español de recibir clases. Como su idioma es el castellano, no tiene posibilidad de recibir refuerzos. 
Amelia G. procede de Guinea Ecuatorial y le cuesta hablar castellano, pero tampoco saldrá a refuerzos porque se matriculó a final del curso pasado, con lo que pierde su condición de recién llegada. 
María S. rumana, lleva un año en España y habla muy poquito. Apenas sabe escribir. Cuando se está adaptando, sus padres regresan a Rumanía y se la llevan con ella.
Denis R. viene de Rumanía; se incorpora este curso y por eso está exento de valenciano. Su vocabulario se reduce a unas cincuenta palabras con las que trata de sobrevivir. 
Elena R. está en la misma situación que Denis, aunque a lo largo del curso falta durante semanas porque sus padres deben solucionar problemas en Rumanía y se tiene que quedar con sus primos. 
Miguel O. rumano, es el tercero de nueve hermanos a los que sus padres apenas pueden seguir el rastro. Es habitual que desaparezca a mitad de jornada saltando la valla. No hemos conseguido que escriba nada. 
Antonio H. se ausenta por largos periodos debido a problemas médicos de los que nunca aporta justificación. La última vez que lo vimos fue en noviembre. 
Larissa N. gitana y rumana, sobrelleva con dignidad el desamparo familiar. Tiene una ACIS que no puede seguir porque abandona el centro a mitad de curso, tras haber venido a clase apenas quince días en un trimestre. 
Juan José G. vino de República Dominicana con un informe en el que explicaban que era buen chico. Su nivel es de primer curso de Primaria. 
Elena M. debe ocuparse de su abuela enferma, así que suele faltar dos o tres días a la semana. Allá por enero deja de venir a clase. 
Jénnifer V. procede de un centro de acogida, ya que agredió a un vigilante de seguridad. No hay constancia de que tenga familia. Es violenta en ocasiones, tanto como infeliz. 
Meriem W. argelina, ha repetido primero y repite ahora segundo. Es inteligente, pero su carácter la hace intratable. Consigue reengancharse en un programa de diversificación. 
Andrea D. viene dando tumbos por varios institutos; tiene una hermana autista y no es fácil encontrar centros especializados en los que la atiendan. Es una chica trabajadora, pero no entiende que en clase tenga que sufrir lo mismo que en casa, pues le gustaría ir a un grupo 'normal'. 
Verónica J. es la que controla el patio; es pequeña, pero insulta y pega como una fiera, así que nadie le hace sombra. Viene expulsada de otro centro, así que la fama le resulta útil. 
Arturo F. viene de Venezuela. Es un ligón y sus intereses no están en los libros. Se pelea varias veces con otros chicos de clase para marcar el territorio. 
David B. es gitano y solo viene a clase cuando pasan los servicios sociales, es decir un par de días al mes. Por supuesto, viene con las manos en los bolsillos. 
Omar B. primo del anterior, hace exactamente lo mismo, pero en días distintos; es una cuestión de familia. 
Melody C. es prima de Verónica. Lleva dos años sin escolarizar porque se portaba tan mal que en los colegios no querían ni verla. Es extremadamente lista, tanto como inconstante y ciclotímica. Acumula expedientes por insultos. 
Ernesto A. sufre trastorno de hiperactividad y déficit de atención, con minusvalía reconocida. No recibe atención especializada porque nunca se le tuvo en cuenta ese problema y se le fue aprobando todo. Viene de un colegio concertado que ya no lo aguanta más. 
Liviu D. es rumano y ya ha vivido en tres lugares distintos en el último año. Es especialista en saltar la valla. 
Adriana L. rumana, introvertida, muy trabajadora. Sufre en silencio las bromas de sus compañeros. 
Daniel V. también rumano y muy responsable. Intenta pasar desapercibido, sin preguntar nada aunque no lo entienda bien. 
Gabriela F. tiene problemas de hipoacusia y de logopedia. Es un desastre y casi siempre olvida su audífono, de modo que no puede seguir la clase. Vive con su abuela porque sus padres están en Colombia. 
George T. es tío de Alberto G. también de Guinea Ecuatorial. Nadie se quiere sentar a su lado porque es negro.

Es uno de los grupos de 2º de ESO que he tenido. En estos días, algunos políticos defienden la inversión en centros privados y concertados alegando que así pueden garantizar que "cada padre elija el tipo de centro y educación que quiere para sus hijos". Imagino que los padres de mis chavales también querrían elegir un entorno más 'amigable', pero es lo que hay... esto es la pública, y aquí sí que cabemos todos.

Epílogo:
De todos ellos, al menos cinco consiguieron acabar la ESO. Tres llegaron a Bachillerato, todo un éxito. Otro grupo de 2º de ESO, similar a éste, tuvo menos suerte y ninguno de ellos llegó siquiera a 3º de ESO.

Crédito de la imagen: Colour pencils



07 marzo 2008

Paladar multicultural


En estos días he estado trabajando sobre herramientas colaborativas en el ámbito de las TIC. He preparado en De textos dos entradas sobre ello: Multiculturalidad y Trabajo colaborativo. Concretamente, estas entregas respondían a una ponencia que he presentado en Tortosa dentro de un curso sobre metodología de la inclusión en el aula, una cuestión que me persigue allá donde vaya, como bien saben quienes leen con frecuencia este blog.
Y más curioso resulta que muchos de los trabajos que se realizan en las aulas inclusivas o multiculturales estén relacionados con la cocina. De hecho, mis compañeros del departamento de orientación están comenzando un blog que da soporte a un taller de cocina.
Para colmo, en 2º de ESO estamos viendo, como tipo de texto, la receta de cocina. De modo que no me ha quedado más remedio que aprovechar el tirón y confeccionar un pequeño tutorial como éste:



En muchos libros aparecen actividades curiosas sobre las recetas de cocina. Una de las más divertidas es la de la entomofagia, que estimula la imaginación de los alumnos hasta límites insospechados. En un dossier de prensa que elaboré con Isabel Fuentes ya incluimos una actividad de este tipo. Podéis obtener materiales para elaborar las vuestras en alguno de estos enlaces:
De todos modos, en mis clases de la ESO, dada la diversidad cultural, creo que resultará más productivo un taller de recetas de cocina étnica. Quizá más de uno se gane el respeto de sus compañeros gracias a las delicatessen culinarias.
En cuanto a la imagen que encabeza esta nota, ya veis que muestra unas apetitosas tarántulas fritas. Buen provecho.

22 noviembre 2007

Inclusión de alumnos y profesores

Hoy hemos tenido en clase a Mel Ainscow, padre de la escuela inclusiva, que venía de visita para participar en un congreso sobre orientación personal y educativa en la Universitat Jaume I. Ha pasado por nuestro centro para conocer 'en vivo' algunos proyectos de integración escolar, de grupos interactivos, de mediación y, como era nuestro caso, de docencia compartida. Ya he comentado que en algunos grupos, 1º y 2º de ESO, estamos impartiendo clase dos profesores en el aula.
Cuando ha visto a los alumnos y le hemos explicado la procedencia de cada uno de ellos, ha coincidido en la apelación que ya recibe el grupo desde hace tiempo: la ONU. Desde luego, es un magnífico corpus humano sobre el cual trabajar la inclusión y la integración, aunque en la práctica no es tan sencillo como en la teoría. Por ejemplo, cuando has conseguido mantener una ligera dinámica de trabajo, llega un alumno nuevo y tienes que volver a empezar. Esto viene ocurriendo prácticamente cada dos semanas desde que empezó el curso. Alumnos que, además, suelen ser inmigrantes y con dificultades en el dominio del idioma.

Por otro lado, el curso TIC, que también pretende la inclusión de los profesores en la web educativa 2.0, está llegando a su fin (acabará el martes próximo). Los participantes ya han creado sus blogs y aportan sus primeras impresiones sobre este mundillo. Reflexionar en voz alta para ellos me ha llevado a recuperar ideas sobre la etiqueta en los blogs y sobre el (difícil) arte de redactar notas y de comentar en blogs ajenos. Veo que en mi práctica diaria hay lugares en los que comento (casi) todas las entradas, porque me satisface cuando sus autores comentan las mías. En otros sitios, sólo comento aquellas entradas que me impresionan favorablemente, quizá porque soy consciente de que sus autores también siguen las mías en silencio como yo las suyas. Y otros comentarios son de cortesía, bien para reconocer a aquellos autores que sigo con atención aunque no formen parte de mi esfera más cercana, o bien para apoyar a aquellos que empiezan con las TIC y andan todavía sin rumbo fijo. Quizá dedicar tiempo a este tipo de comentarios en blogs sin comentarios me sirva para adherirme al meme del post solidario semanal que reclamaba Aníbal de la Torre.

Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/12981524@N07/1545893326