Como cada mes, os traigo una receta hecha con uno de los
productos de la DisfrutaBox. Es súper divertido abrir cada 30 días una, hacer
apuestas sobre qué productos traerá cada vez y si nos van a gustar o no. Mis
hijos ya saben que cada primero de mes la tenemos en casa y preguntan por ella
como si fuese un habitante más en casa. “¿Ha llegado ya la DisfrutaBox, mami?”
Si aún no sabes cómo tener la tuya yo te digo cómo hacerlo,
no te preocupes. Aquí te lo cuento todo.
Y después de tanta fiesta y tanto dulce me he decantado por
una receta salada y ligera. Ideal para comer después de un primer plato de
pasta o legumbres, por ejemplo; o para cenar acompañado de una ensalada. Lo
mejor es lo rápido que se prepara, así que te sirve para momentos de
emergencia, cuando vas con prisas o si te toca improvisar en la cocina.
El caldo para paella de marisco, de Gallina Blanca, le
aporta todo el sabor. Además, viene con el sofrito ya hecho, así que más fácil
no puede ser, ¿no?
Ingredientes
8 filetes de lenguado (limpios sin piel y espinas)
1 cebolleta
1 cucharada de harina
125 ml de caldo para paella de marisco, Gallina Blanca
50 ml de vino blanco
1 cucharadita de perejil picado
Di a tu pescadero que te limpie los filetes de lenguado. Y
que te guarde la espina y cabeza, sale un fumet riquísimo con ellas.
Picamos la cebolleta y la rehogamos en un poco de aceite.
Cuando esté doradita, añadimos la harina y mezclamos. Dejamos tostar un poquito
para quitar el sabor a harina y añadimos el vino blanco y el caldo de marisco.
Mezclamos bien para que no queden grumos. Echamos el perejil y mezclamos de
nuevo.
Colocamos los filetes de lenguado y dejamos cocinar un par
de minutos (daros cuenta que es un pescado que se hace muy rápido y no queremos
que quede seco).
Retiramos del fuego y servimos inmediatamente.
A parte de su sabor ahumado, cabe destacar el formato en molinillo y su forma no usual en escamas en lugar del pimentón en polvo al que estamos acostumbrados. Ideal para espolvorear ensaladas e incluso para darles ese toque a los guisos una vez emplatados, como ha sido el caso de estas patatas, que además llevan el tradicional en polvo en la receta.
Esta vez el guiso lo he hecho en Thermomix y he de decir que han quedado en su punto, tanto las patatas como la sepia. Rápido y sin apenas ensuciar la cocina, cosa que, en el día a día, se agradece un montón.
Un plato de cuchara ideal para estos días fríos que nos acompañan. Acompañado de una ensalada, ya tenemos el menú completo para hoy. ¿Te animas?
Ingredientes
500 gr de sepia limpia
500 gr de patatas
300 gr de cebolleta
2 dientes de ajo
30 gr de aceite
1 cta de pimentón La Chinata (en polvo)
75 gr de vino blanco
1 hoja de laurel
Perejil
Pimienta negra
450 gr de caldo de pescado
Pimentón en escamas La Chinata
Limpiamos y troceamos la sepia. Reservamos.
Echamos en el vaso la cebolla y los dientes de ajo troceados. Añadimos el aceite y picamos 4 seg. vel. 4. Rehogamos 12 min, Varoma, vel cuchara, sin cubilete.
Añadimos el pimentón (en polvo) y el vino y programamos 4 seg, vel 5.
Colocamos la mariposa y echamos la sepia troceada. 12 min, Varoma, giro izquierda, vel. cuchara sin cubilete.
Pasado el tiempo, agregamos las patatas troceadas, el perejil, el laurel, salpimentamos al gusto y añadimos el caldo de pescado. Programamos 25 min, Varoma, giro izquierda, vel cuchara.
Servimos y espolvoreamos con las escamas de pimentón La Chinata.
Y un domingo más, los ladronzuelo más saleros os de la Red atacan de nuevo!!! Y lo hacen como mejor saben hacer.... robando en las cocinas ajenas... Esta vez le ha tocado el turno a Mandarinas y miel, un blog lleno de cosas muuuuy ricas!!!
Teniendo en cuenta que mi blog últimamente estaba un poco saturado de dulce... y es que me puede, qué le voy a hacer, me he ido directa a por las recetas saladas. Y allí estaba la receta que estaba esperando.
Unas almejas. Ricas.... qué digo ricas.... ¡¡riquísimas!! Y he versionado sus almejas en salsa marinera convirtiéndolas en berberechos (que me gustan más) en salsa verde pues no tenía pimentón (cachis qué fallo!!!) y como no eran horas de salir a comprarlo, más que nada porque era de noche y estaba todo cerrado, pues omití ese ingrediente y quedaron en verde en lugar de marinera.
Ponemos los pimientos a ablandar en agua fría durante una hora. Pasado el tiempo le daremos tres hervores para quitar el amargor. Para ello ponemos agua hasta cubrirlos en un cazo y llevamos a ebullición, cuando arranque a hervir, contamos 1 minutos y retiramos, cambiamos el agua y repetimos dos veces más. Dejamos enfriar. Una vez fríos retiramos la pulpa y reservamos.
Rehogamos en una sartén los ajos picados y las cebolletas cortadas en daditos y dejamos que se cocine a fuego lento hasta que estén pochadas. Añadimos el pan cortado en dados, la pulpa del pimiento choricero y el tomate frito y lo dejamos cocinar a fuego lento un par de minutos.
Añadimos el caldo y la pastilla de Avecrem Dúo Paella de Pescado y dejamos cocinar la salsa a fuego medio unos 20 minutos.
Sellamos el bacalao por todos los lados en una sartén con aceite de oliva. Reservamos.
¿Qué es lo primero que necesitamos para poder cocinar, y por supuesto luego comernos, un pulpo a la gallega? Pues básicamente un pulpo. Y si además viene directo de las Rías Baixas... ya te puedes sentir más que afortunado. Bien, pues eso es lo que soy yo... una afortunada. Porque a mi este mismo me vino directito de la Ría de Arousa, recién pescado y casi coleando. Así que desde aquí... 'moitas grazas' a mi surtidora oficial de productos típicos 'galegos'.
He de deciros que por un trauma infantil, generado por una señora cuando yo tenía unos 6 años en una pulpería de Lugo, no he comido el pulpo hasta que tuve unos 20 años. Lo mejor fue probarlo.... lo peor... todos esos años en los que el pulpito apaleado contra un barril en la pulpería me hizo no poder ver ni acercarme a un bichito de esos... vivo o muerto. Hoy en día cada vez que tengo ocasión lo como... cocido, frito, asado... y crudo porque no me he puesto (seguro que no está bueno) pero es un plato que no dejo pasar la oportunidad de comer cuando me lo ponen delante.
Como no me iba a poner a apalear al animalillo en cuesión, lo metí al congelador para que el hielo se encargase de romper los tendones de los tentáculos y tenerlo listo para la cocción. Hecho esto... me apañé un par de platos típicos y esperé a tener un rato para cocinar al pulpo viajero.
Lo mejor de todo esto es que sabes que estás comiendo un producto nacional, fresco y con un sabor inigualable. En mi casa no son muy dados a comer pulpo, así que me pegué un festín y aproveché a preparar un par de platos diferentes que ya os contaré en otro momento.
Por lo pronto vamos a disfrutar de este manjar gallego que además vamos a regar con un vino de la tierra que, tomado a la temperatura adecuada, lo hace el compañero ideal de este plato y del que os hablo un poco más abajo...
Ingredientes
1 pulpo fresco
Agua
1 cebolla
1 hoja de laurel
2 patatas
Sal gorda
Pimentón de la Vera dulce o picante (eso va en gustos)
Aceite de oliva virgen extra
Para evitar tener que 'apalear' al pulpo lo meteremos un par de días en el congelador y antes de cocinarlo lo dejaremos descongelar del todo.
Ponemos una olla o cazuela grande al fuego llena de agua. Cuando el agua hierva 'asustamos' al pulpo 3 veces (esto se hace cogiéndolo por la cabeza y metiéndolo y sacándolo del agua 3 veces seguidas). Veremos como los tentáculos encogen. Hecho esto lo metemos en la olla, echamos la cebolla y el laurel y tapamos (ojo, no queremos presión, por lo que no cerréis la olla). Dejamos cocer durante unos 45 minutos.
Pasado el tiempo comprobamos si está hecho pinchándolo con un palilloo o cuchillo. A mi me gusta más bien tirando a duro, pero si os gusta más blando lo dejáis unos minutos más pinchando para comprobar el punto y que no se os pase demasiado.
Lo sacamos de la olla y lo dejamos enfriar.
Pelamos las patatas y, enteras, las cocemos en el agua donde hemos cocido el pulpo. Cuando estén listas las sacamos y dejamos enfriar un poco antes de cortarlas en rodajas un poco gruesas.
Las disponemos sobre los platos de madera y encima de ellas vamos colocando el pulpo troceado. Espolvoreamos con sal gorda, pimentón y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Servir templado y acompañado de un albariño bien fresquito.
¿El mejor vino? Blanco y en botella. Y si es Denominación de Origen Rías Baixas, mejor.
Un albariño delicado y afrutado que me cautivó cuando tuve el privilegio de probarlo por primera vez. Buena huella en boca de principio a fin, firme sin aristas y ampuloso, final pleno y franco.
El sábado pasado celebré mi cumpleaños en la mejor compañía posible...la de mi familia. Y como no podía ser de otra manera con un plato de mi infancia, y muy navideño. La sopa de pescado y marisco de mi madre.
Este mes toca propuesta navideña en La cocina Typical Spanish y he de decir que me lo he pasado en grande, por un lado preparando el plato en cuestión, pero sobre todo, por el buenísimo ambiente que ha habido en el grupo con las capitanas que lo han liderado. Os cuento brevemente que en este reto os vais a encontrar recetas muy variopintas y es que no había un ingrediente para elaborar la receta, no...había tres. Pero lo peculiar ha sido que los paricipantes de este mes no conocían el ingrediente secreto hasta que se apuntaban a uno u otro equipo. Nuestras capitanas, Julia del blog Julia y sus recetas, Montse del blog No sin mi taper y Mar del blog Mar entre fogones han elegido la almendra, el marisco y la castaña como ingredientes principales para elaborar nuestras recetas navideñas. Como habéis podido adivinar por mi receta yo elegí el marisco...(aunque en realidad no lo sabía...)
La receta de la sopa de marisco es la de mi madre de toooda la vida. Y es que no hay Navidad que no se tome en alguna de las comidas o cenas y es que nos gusta tanto que nadie quiere renunciar a ella. Así que la elección fue fácil. Salí a la busca y captura de buenos ingredientes y me puse manos a la obra. El secreto...un buen caldo de pescado y buenos ingredientes. Con esa base...tendréis la mejor sopa de pescado y marisco del mundo.
He utilizado el pimentón La Chinata que me llegó hace unas semanas para darle al caldo ese toque amarillo tan característico de las sopas de marisco, sin colorantes...y he de decir que el resultado ha sido muy bueno.
La noche antes poner en agua fría con sal las almejas para que suelten la arena que puedan tener.
Lo primero que vamos a preparar es el caldo. Para ello ponemos en una olla los huesos de rape y los lomos de merluza y los cubrimos de agua. Dejar cocer unos minutos a fuego suave. Pasado el tiempo, colar el caldo y desmenuzar el pescado. Reservar.
En un cazo poner a cocer las gambas. Dejarlas unos minutos. Pasado el tiempo, colar el caldo y añadirlo al del pescado. Poner a cocer a fuego lento.
Lavamos los mejillones y los abrimos al vapor. Escurrimos, quitamos la concha y añadimos el caldo al de pescado. Reservar los mejillones.
Lavar y escurrir bien las almejas. Ponerlas en una cazuela y abrirlas al vapor. Reservar.
Al caldo del pescado le vamos a añadir el pescado desmenuzado y dejamos que siga cociendo a fuego lento. Pelar las gambas y reservar las cabezas y cáscaras. Reservar las gambas peladas y triturar con ayuda de la batidora las cabezas y cáscaras. Añadir un poco de caldo y colar bien. Añadir el caldo resultante al de pescado. Incorporar también el jugo de las almejas y las almejas sin cáscara, reservando algunas con la concha para decorar el plato. Dejar cocer durante unas horas a fuego lento. Yo la tuve cociendo casi 3 horas antes de añadir el resto de ingredientes.
Cortar los calamares en tiras y rehogarlos en un poco de aceite. Añadirlos al caldo de pescado y dejar cocer.
Por otra parte vamos preparando el caldo que dará ese colorcito a la sopa. Pelamos y picamos la cebolla y el ajo muy finamente. Los pochamos en una sartén a fuego lento. Cuando la cebolla esté tierna, casi deshecha, añadimos el vino y un vaso y medio de agua. Echamos el pimentón y mezclamos bien. Dejamos reducir unos minutos y añadimos al caldo de pescado. Dejamos cocer otro par de horas a fuego lento. Probamos y rectificamos de sal si hiciese falta.
Si os gusta más espesa podéis apartar una taza de caldo y desleir en él una cucharada de Maicena (harina de maiz). Incorporar a la olla y remover bien. Incorporar los mejillones y las gambas y darle un último hervor antes de servir.
Os recomiendo tomarla bien caliente para sacarle todo el sabor a la sopa.
No os podéis perder ninguna de las otras recetas del recopilatorio. Os garantizo que hay tantas que no sabréis con cuál quedaros para estas fiestas. Aquí las tenéis todas.
- ¿Qué queréis hoy para cenar?
- ¡¡Nuggets!!
- ¿Nuggets? ¿Otra vez?
- Si mami, que los haces muy ricos...
Y es que desde que hago los nuggets en casa, ya no quieren otros. Y desde luego que no hay nada como lo hecho en casa, que ahí si que sabes lo que comen y cómo lo comen. Eso sí, la salsa barbacoa o el ketchup no les falta nunca.
Yo los hago en Thermomix, pero si no tenéis no preocuparse, se pueden hacer con una batidora normal. Y lo mejor es que podéis escoger el pescado que más os guste para hacerlos. Yo, en este caso los he hecho con merluza, pero igual de ricos están con lenguado o cualquier otro pescado blanco. Estos van fritos, pero si los queréis un poco más sanos, podréis hacerlos en el horno. Sin grasas. Se comen solos, os lo aseguro. Cuando los hago, doblo cantidades y congelo, así que en mi casa siempre hay nuggets listos para comer en cualquier momento....que si por mis hijos fuese...sería a diario.
Ya de paso, he probado el pan rallado de crakers que me regaló Harinas Santa Rita. El resultado han sido unos nuggets crujientes y que no quedan nada grasientos. Todo un acierto.
Ingredientes
250 gr de merluza (limpia de espinas y piel)
50 gr de queso crema
50 gr de pan de molde
50 ml de leche
Pan rallado
Huevo
Aceite
Colocamos la merluza en el vaso dela thermomix y trituramos 8 seg. velocidad 8. Añadimos la leche, el pan y el queso (opcional una pizca de sal) y mezclamos bien 5 seg. velocidad 8.
Obtendréis una pasta. Pasarla a un recipiente y cubrir con papel film para que no se forme costra. Meterlo en la nevera durante una hora para que se enfríe.
Nos humedecemos las manos y formamos bolitas con la masa. Las aplastamos un poco y las pasamos por pan rallada, huevo y pan rallado de nuevo.
Freímos en abundante aceite caliente durante unos minutos por cada lado. Con cuidado de que no se os quemen. Los colocamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite y servimos calientes.
Fuente Cocinando entre olivos
La ocasión lo merecía y hemos vestido nuestro plato con sus
mejores galas para celebrar el 40º aniversario de Bodegas Barbadillo.
La mezcla de sabores salados y dulces hacen de este plato un
buen compañero de viaje para el Blanco "Castillo de San Diego", vino protagonista
del concurso #40AñosDandoenelBlanco.
Ingredientes
1/2 kg de salmón fresco sin espinas y piel y cortado
2 cucharadas de miel
Zumo de 1 limón
100 gr de sémola de trigo duro o harina + la necesaria para estirar la pasta y para el reposo
1 huevo
1 pizca de sal
1 cebolleta pequeña
2 peras conferencia
100 gr de queso ricotta
Preparamos la pasta que es lo que mas tiempo nos va a llevar. Formamos un volcán con la sémola o harina y en el hueco echamos el huevo, añadimos la pizca de sal y batimos con ayuda de un tenedor. Poco a poco, y sin dejar de batir, vamos incorporando la sémola o harina de los bordes. La mezcla ira haciéndose crema. Cuando este casi toda la sémola incorporada, comenzamos a amasar con las manos. Amasamos durante 10-15 minutos.
Al principio la masa tendrá bastantes grumos, pero a medida que amasemos, estos desaparecerán y ésta volverá a ser lisa y elástica. Si vemos que la masa está muy pegajosa, podemos añadir más cantidad de sémola o harina. Si os queda muy seca, podéis añadir un poco mas de huevo batido. Cuando esté lista la envolvemos en film trasparente y la dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.
Aquí es cuando prepararemos la pasta para el relleno. Pelamos y cortamos las peras en cuadradillos. Cocemos en un poco de agua hasta que estén blandas. Escurrimos y ponemos sobre papel absorbente para que suelten todo el agua.
Rallamos la cebolleta y la pochamos, a fuego lento, durante 10 minutos. Añadimos las peras y rehogamos un par de minutos más. Retiramos del fuego y "chafamos" con ayuda de un tenedor hasta que quede hecho puré. Añadimos el queso ricotta y mezclamos bien. Dejamos enfriar por completo y metemos al frigorífico.
Volvemos con la pasta. Vamos sacando porciones de pasta y la vamos estirando con ayuda de la maquina para pasta. Cuando haya alcanzado el grosor deseado, la cortamos con un cortapastas.
Aquí tenemos que actuar con rapidez pues la pasta se seca muy rápidamente. Colocamos sobre la mitad de las formas una cucharadita de la pasta de pera, untamos el borde con un poquito de agua y cubrimos con otra forma. Sellamos bien los bordes.
Cocemos en abundante agua caliente con sal durante un par de minutos y escurrimos bien. Reservamos.
Calentamos una cucharada de AOVE en una sartén y sellamos el salmón durante un par de minutos por cada lado. Retiramos y en la misma sartén echamos la miel mezclada con el zumo de limón. Cuando empiece a caramelizarse glaseamos el salmón en la sartén por ambos lados.
Emplatamos acompañado de los raviolis y regados con el glaseado sobrante, acompañado de una copa bien fría de vino blanco "Castillo de San Diego"