Cuando te topas de casualidad por la red con alguna receta que te entra por los ojos es inevitable no llevarla a la práctica. Y eso es lo que me pasó a mi con esta lasaña.
Al final, por prisas o por pereza, nunca termino de preparar una lasaña como dios manda. Me quedan buenas, sí, no me quejo, pero no espectaculares. Hasta que hice esta de hoy. Nos gustó taaaaanto en casa que aunque me lleve más tiempo no he vuelto a hacer otra.
La receta original es la de la región de Emilia Romagna. La gente de Bolonia emplea esta salsa tradicionalmente para servir los famosos "ragúes" con tallarines frescos (tagliatelle alla bolognese), para polenta o ñoquis. Menos tradicional, la salsa se sirve con los rigatoni o se usa como relleno de la lasaña o pasticho o también de canelones.
Yo desde luego cuando la hago duplico cantidades y así congelo para otras ocasiones. Es larga de preparar por el tiempo que se emplea, pero súper sencilla. Yo os recomiendo que la hagáis por lo menos una vez y os aseguro que os encantará.
Os dejo el enlace donde está la original, aunque yo he modificado un par de cosillas, más bien omitido, está hecha tal cual. Aquí podéis verla.
Ingredientes
9 láminas de pasta para lasaña precocida
250 gr carne picada de cerdo
250 gr carne picada de ternera
1 Zanahoria
1 cebolleta
4 cucharadas de aceite de oliva
1 vaso de vino tinto
1 vaso de leche
250 ml de caldo de carne
Sal y pimienta al gusto
60 gr de doble concentrado
Queso Parmesano rallado
Para la bechamel
50 ml de aceite de oliva virgen extra
2 pimientos del piquillo
30 gr de harina
1/2 cucharadita de sal
Nuez moscada
Pimienta negra
500 ml de leche
Picamos muy finamente la cebolleta y la zanahoria. En una sartén ponemos el aceite a calentar y pochamos las verduras. Cuando estén tiernas, añadimos la carne y dejamos hacer a fuego lento hasta que se dore. Echamos le vino y salpimentamos.
Poco a poco vamos añadiendo el caldo que la carne irá absorbiendo. Apartamos un poco de caldo para desleir el tomate. Lo añadimos a la carne, mezclamos y dejamos cocinar durante una hora y media, añadiendo poco a poco el caldo y por último la leche.
Cuando la salsa esté lista, probamos y rectificamos de sal si fuese necesario.
Ponemos a remojar las láminas de lasaña el tiempo recomendado por la marca.
Preparamos la bechamel. Ponemos en una sartén el aceite y calentamos.
Añadimos la harina y tostamos unos minutos a fuego bajo para que no se queme y quitar el sabor a harina. Vamos echando la leche poco a poco sin dejar de remover para que no se formen grumos. Salpimentamos al gusto y echamos un poco de nuez moscada.
Terminamos de echar la leche y seguimos removiendo hasta que la bechamel haya adquirido la consistencia deseada. Si os gusta más líquida podéis añadir un poco más de leche.
Sobre una fuente apta para el horno cubrimos el fondo con un poco de bechamel. Colocamos una base de láminas de pasta (bien escurrida) y cubrimos con la carne. Ponemos encima de esta otra lámina de pasta y cubrimos de nuevo con la carne. Repetimos hasta terminar la pasta. Cubrimos con la bechamel (reservamos un par de cucharadas) y otro poco de carne picada. 'Regamos' con la bechamel restante y espolvoreamos con el queso rallado.
Metemos al horno, previamente precalentado a 200º, unos 15 minutos.
Servir inmediatamente
Metemos al horno, previamente precalentado a 200º, unos 15 minutos.
Servir inmediatamente
Lo mejor de esta ensalada es que igual nos sirve para una comida como entrante de un plato fuerte, que para una cena como plato único. No me atreví a utilizar la pasta rellena de carne ni de queso por el contraste de sabores, pero todo es probar. Con estos tortellini de ricotta y espinacas el éxito está asegurado.
Ingredientes
Tortellini rellenos de ricotta y espinacas
Tomates cherry
Perlas de mozzarella fresca
Albahaca fresca
2 cucharadas de mostaza a la miel
1 yogurt natural
Albahaca seca
Cocemos la pasta en abundante agua caliente hasta que esté al dente. Escurrimos y dejamos enfriar antes de poner en la ensaladera.
Lavamos los tomates y los añadimos a la pasta junto con la mozzarella.
Lavamos y picamos la albahaca fresca. La unimos al resto de ingredientes y mezclamos bien.
Preparamos el aliño. Mezclamos el yogurt con la mostaza hasta obtener una salsa homogénea (si el yogurt es muy denso podéis añadir un chorrito de aceite de oliva).
Regamos la ensalada con la salsa y espolvoreamos con albahaca seca. Mezclamos y servimos fría.
La característica principal de este tipo de pasta es la tinta de calamar, lo que le da ese color tan peculiar. Esta pasta es muy utilizada en la cocina siciliana, mientras que en otras regiones de Italia, como Venecia o la Toscana, es más común el uso del risotto nero di sepia.
La mejor combinación para esta pasta es el pescado o marisco. Yo en este caso los he preparado con gambas y gulas. Rápido y absolutamente delicioso. ¿Te apuntas?
Ingredientes
Pasta nero di sepia
150 gr de gambas peladas
1 bandeja de gulas
Ajo
Aceite de oliva
Ponemos a cocer la pasta en abundante agua con sal. La dejamos al dente (según las instrucciones de la marca elegida), escurrimos y reservamos.
Mientras se cuece la pasta, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogamos las gambas con un diente de ajo bien picadito. Cuando estén doradas, añadimos las gulas y salteamos durante un minuto o dos.
Emplatamos la pasta y echamos sobre ella las gambas y las gulas.
Servir inmediatamente.
Me encanta que las cosas salgan bien. Improvisar y acertar de pleno. Aprovechar las sobras de la nevera y así, en frío y sin pensarlo demasiado, liarla en la cocina. Lo malo viene después. Soy bastante organizada y no me gusta ir dejando tras de mi un rastro de platos y demás cacharros sucios, por lo que soy de las que van limpiando según van usando.... pero, cuando no tengo la receta delante y voy improvisando no voy recogiendo a cada paso que doy, por lo que el desastre final es curioso. Y no hay nada que peor lleve que recoger una cocina llena de trastos sucios.
Voy a quedarme con la parte buena de esta receta. El resultado. Impresionante. Una lasaña vegetal, contundente y muy sabrosa. Eso sí, no creáis que por ser vegetal os va a servir para la dieta, porque el queso no es que ayude mucho, ahora...le da una textura súper cremosa.
Ingredientes
12 láminas de lasaña
1 bote de tomate triturado
1 cebolleta
2 dientes de ajo
1 cucharada de azúcar
Sal
1 tarrina pequeña de queso mascarpone
2 manojos de espinacas
200 gr de setas
Piñones
Pistachos
Queso rallado
Preparamos el tomate. En una sartén con un poco de aceite pochamos la cebolleta bien picadita y el ajo. Cuando esté transparente añadimos el tomate, una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal (probar para ver el grado de acidez y corregir de sal si fuese necesario) y dejamos cocer, a fuego lento, durante 30 minutos.
Mientras se hace el tomate, Cocemos al dente, en abundante agua con sal, las láminas de lasaña. Pasado el tiempo de cocción, escurrir y reservar. Para evitar que se peguen entre ellas untarlas con una gota de aceite de oliva.
Lavamos las espinacas y escurrimos. Quitamos los tallos más gruesos y en una sartén con una cucharada de aceite, las rehogamos durante un par de minutos. Reservamos
Rehogamos, también durante un par de minutos, las setas troceadas. Reservamos.
Precalentamos el horno a 200º.
Untamos una fuente, apta para el horno, con un poco de aceite y cubrimos con una cucharada de salsa de tomate. Colocamos una base de láminas de lasaña. Untamos cada lámina con queso mascarpone. Colocamos encima una cama de espinacas y unas setas. Piñones y pistachos y cubrimos con otra lámina de lasaña. Repetimos la misma operación. Colocamos otra lámina de pasta y cubrimos con tomate frito y queso rallado.
Metemos en el horno a 200º durante 15 minutos. Servir caliente.
Con este frío que hace lo único que apetece comer son platos de cuchara calientes. Una crema de verduras, una sopa caliente, un plato de pasta... Espera. Si unimos todo eso... Nos sale un plato de escándalo.
Versionada, pero sin perder la esencia, esta sopa tan rica la he tomado prestada de mi querida amiga Isa. En su blog, Cocina con Reina, podéis ver la receta original que, habiendo probado esta, no tengo ninguna duda de que está espectacular. Así que no dejéis de daros una vuelta por su cocina porque tiene muchas cosas y muy ricas.
Lo bueno de esta sopa es que no existe una receta fija ya que se suelen emplear las verduras según la temporada. Ya no lo bueno.... sino lo mejor de la minestrone es que que se puede tomar en cualquier época del año. Y os aseguro que lo haréis, porque es una receta muy fácil de preparar y que está deliciosa. De un día para otro, una vez que haya reposado y mezclado todos los sabores está incluso mejor que recién hecha.
Ingredientes
Media cebolla
1 zanahoria
1 diente de ajo
Medio calabacin
25 gr. de baicon
100 gr. de tomate natural triturado
1 puñado de pasta
1 litro de caldo
150 ml. de agua
Parmesano rallado
Menta fresca
Picamos en cuadraditos las verduras y reservamos.
Sofreir la cebolla muy picadita con el ajo y el bacon.
Añadimos el caldo, el agua, las verduras y el tomate y dejamos cocer durante 35
minutos.
Pasado el tiempo de cocción, incorporamos la pasta. Yo he
usado caracoles, así que lo dejamos cocer unos 12 minutos más o menos. Echamos
una rama de menta al caldo y dejamos cocer todo junto.
Cuando la pasta esté al dente retiramos del fuego y sacamos
la rama de menta. Espolvoreamos con parmesano rallado y decoramos con unas
hojas de menta y servimos caliente.
Este mes en La cocina Typical Spanish nos hemos puesto un poco tontorronas con esto del amor y nos hemos propuesto hacer una #cocinadecine. Sólo se necesitaban unas palomitas, una peli de amor y muchas ganas de cocinar.
Cada vez me gusta menos la celebración de esta fecha tan señalada para algunos, pero eso no quita que vistamos la mesa de fiesta. Vamos, que cualquier ocasión es buena para ello. Hoy, voy a dedicar la entrada a esa gente que se cruza en tu vida de vez en cuando y que se hace un huequito en el corazón de manera muy especial.
Seguro que más de una y de dos veces has visto una película en la que uno de los protagonistas cocinaba para conquistar al otro y te has quedado con las ganas de preparar ese plato en casa. Pues este mes es de lo que se trata. La iniciativa era clara. Una peli de amor y una receta. ¿Cuál es tu película de amor favorita? Yo tengo unas cuantas. Un clásico como es Dirty Dancing. La bonita historia de amor entre Rose y Jack en Titanic. La última que vi hace unos días en el cine Palmeras en la nieve. Desayuno con diamantes. Love Story. Gosht. Los puentes de Madison. Perdona si te llamo amor. Y podría seguir porque, no lo voy a negar, el cine romántico es mi favorito.
200 gr de espaguetis
2 yemas de huevo
Pan rallado
Zumo de dos naranjas
1 cucharadita de Maicena
1/2 naranja para decorar
2 caramelos de regaliz mentolados
Preparamos la crema de naranja. Calentamos el zumo y reservamos un poco para desleir en él la Maicena. Llevamos a ebullición y echamos el resto del zumo con la harina de maiz. Dejamos espesar y retiramos del fuego. Dejamos templar.
Cocemos la pasta en abundante agua con sal hasta que estén al dente. Escurrimos y reservamos.
Rebozamos, con mucho cuidado para que no se rompan, las yemas de huevo en el pan rallado. Las freímos en abundante aceite caliente hasta que se doren. Dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente.
Por otro lado, calentamos los caramelos en el microondas hasta que se puedan aplastar por completo y obtener una lámina fina.
Pelamos la media naranja y separamos y pelamos los gajos.
Emplatamos. Pincelamos el plato con un poco de crema de naranja. Colocamos una cama de espaguetis. Adornamos con las yemas y algunos gajos de la naranja y espolvoreamos con el caramelo roto.
Bon appétit!!
¿Cuántas películas de amor hay? ¿Cuántas conoces y cuántas no? Yo estoy segura de que hay muchas que no conozco y que me voy a sorprender con el recopilatorio de este mes. Aquí podéis ver todas las propuestas que se han presentado
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Edito. Con estos espaguetis participo en el colaborativo 'Mis 12 mejores recetas del 2016' de Kidsandchic
Edito. Con estos espaguetis participo en el colaborativo 'Mis 12 mejores recetas del 2016' de Kidsandchic
El cuscús es un ingrediente que admite infinidad de ingredientes y que se puede consumir tanto en frío como caliente. Es, además, un plato muy socorrido cuando no sabes que hacer para comer, por la rapidez con la que se prepara y por, como he dicho antes, le puedes añadir lo que tengas por la nevera.
Yo esta vez lo hice templado, aprovechando un par de cosillas que tenía rondando por la nevera y que no les terminaba de dar salida. Un primer plato que completé con un poco de pescado y tuve listo en medio minuto.
Con un alto contenido en hidratos de carbono, es un cereal que aporta energía a nuestro organismo, lo cuál lo hace idóneo para personas con diabetes y deportistas.
Ingredientes
Cuscús
1 manojo de espárragos trigueros
1 tomate
1 bola de queso de mozzarella fresca
Albahaca fresca
Aceite de oliva
Cocer el cuscús siguiendo las instrucciones del envase. Reservar.
Trocear el tomate y la mozzarella y mezclar con el cuscús.
En un cazo con agua y un poco de sal, cocer los espárragos troceados. Escurrir y añadir a la mezcla anterior.
Cortar unas hojas de albahaca fresca y añadir.
Servir regado con un chorro de aceite de oliva.