Es una tarta muy socorrida y que es perfecta para una comida contundente por lo refrescante que resulta. Una opción al clásico 'mousse' o crema de limón. Y que gusta a todo el mundo, así que si tienes una comida improvisada, es el postre ideal.
Ingredientes
150 ml de zumo de limones
370 gr de leche condensada
400 ml de nata para montar
100 ml de leche
2 paquetes de galletas cuadradas (yo rectangulares)
Pistachos para decorar
En un bol mezclamos la nata con la leche condensada. Batimos y vamos añadiendo poco a poco el zumo de limón. La mezcla irá espesando poco a poco.
Forramos un molde rectangular con papel film. En el fondo colocamos una capa fina de crema de limón. Extendemos y cubrimos con una capa de galletas mojadas en leche. Ponemos otra capa de crema y otra de galletas. Vamos alternando capas hasta terminar con la crema de limón.
Cubrimos con una capa de film y dejamos en la nevera un mínimo de 4 horas para que la crema termine de solidificar. Queda mejor de un día par otro.
Desmoldamos sobre la fuente en la que la vamos a servir y quitamos el film. Decoramos con pistachos.