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martes, 14 de noviembre de 2017

¿Quién, sino tú?



Cuando no sabes que es difícil, lo haces.

Cuando nadie te advierte que posiblemente no puedas, puedes.

La vida es maravillosa... Y estupenda.

Nadie dijo que sería fácil... de ahí su magia.

Cada día es un reto para ser y estar más feliz.

Para hacer reír y para disfrutar.

Cuando ya no te queda tiempo y lo sabes, te habría gustado estar más presente.

Ahora es el momento.

No mañana ni pasado.

Los "luego lo haré" se esfuman de nuestro vocabulario cuando comprendemos que la vida es hoy.

Sólo hoy.

Ni tan siquiera hay un mañana...

Por eso confía.

Cree en ti y en todo lo que has creado.

Hace tiempo tuve una enfermedad dolorosa que aún sigue en mi cuerpo como un inquilino que no se va.

Era una niña cuando conocí el dolor, pero no sabía que era difícil afrontarlo... así que lo hice.

Nadie me dijo que no podría hacerlo, así que lo hice.

Como yo, imagino que tú tendrás alguna historia parecida de superación.

Vigila tus pensamientos hacia ti y hacia los demás.

Lo que te dices y dices tiene poder, SIEMPRE.

No subestimes al que está a tu lado.

Anímalo a hacerlo.

No te infravalores.

Tú eres también muy importante.

Porque...

¿Qué haríamos sin ti?

Vive ahora.

¿Quién, sino tú?

Sé feliz.

sábado, 27 de mayo de 2017

Siempre hacia delante

Sé que te puede resultar complicado seguir caminando ahora.

Pero sabes tan bien como yo que tú puedes.

Siempre hiciste el camino llenándolo de canciones y de fuerza.

Hoy es un día más para dejar salir el sol de detrás de la penumbra.

Repite para ti: "claro que puedo. Todo está bien. Siempre hacia delante".

Recuerda tu pasado con amor. Deposita en cada imagen un abrazo, un beso o una caricia. Mira tu ahora como si miraras a tu ser amado (seas tú misma, otra persona, animal o cosa que te guste).

Date el placer de ser feliz aunque sea un momento.

Muchas situaciones en la vida pueden doler, pero el dolor no es eterno. Ni la pena ni el desánimo.

Aunque no lo parezca... todo pasa y tú puedes tomar parte activa en tus vivencias para que sean reales.

No esperes a que las cosas mejoren solas.

Actúa.

De ti depende.

Amate.

Vive ahora.

Abraza. Sigue cantando. Ríe de vez en cuando.

Todo está bien.

Todo va a salir bien.

La vida sigue siendo bella.

Recuerda...

Siempre hacia delante.


sábado, 15 de abril de 2017

Viva la vida

Han pasado ya 3 meses y aun parece que fue ayer...

Todas y todos moriremos algún día y a todos nos tocará pasar momentos de melancolía y negación.

Sin embargo el dolor, el duelo, la pena, se mitigan cuando uno recuerda a su ser querido en esos momentos llenos de vida, de amor y de sonrisas.

La soledad y la desdicha terminan o comienzan a irse, justo cuando tú tomas la decisión de ser feliz. Cuando aceptas la muerte y te das cuenta de que tú aún sigues vivo, un escalofrío de fuerza te recorre el cuerpo.

Él está bien allá donde está. Mucho más cerca de nosotras de lo que pensamos.

Todo está bien.

Todo va a salir bien.

Viva la vida (que es la muerte).

miércoles, 8 de febrero de 2017

Deja de preocuparte


En serio

Deja ya las preocupaciones

Nada ni nadie es tan importante para que vivas eternamente preocupada

Cuando te preocupas, en realidad no vives

Cuando le das vueltas a la cabeza, te haces una flaco favor

A ti y a todos

Así que por favor...

Vive y sonríe hoy y ahora

No dejes de amar

No olvides Amarte

Hoy es el único día que tienes

Es así de simple

Vive


miércoles, 14 de diciembre de 2016

A través de la maleza


Allí está.

Entre sombras y claros.

Una silueta de un árbol frondoso y esbelto.

Allí está.

Atravesando la maleza, un rayo de luz inunda y rodea tu cabeza.

Las horas pasan.

Los días llegan y tú estás ahí.

Expectante al mañana.

Sin detenerte en este precioso momento.

Allí está.

Sé que lo ves.

A través de la maleza.


viernes, 9 de diciembre de 2016

Una montaña en lo alto


Calma

Tranquilidad sin prisas

Respirando con la energía de un bebé

Reposando la mente

Calma

Una montaña fuerte como tú

Te observa desde lo alto

Eres una roca

Un diamante que has aprendido a pulir

Con relajación

Sin prisas

Haz lo que te apetece

Comparte con los que te aman

Un abrazo

Un beso

Una sonrisa

Vive

Solo eso

Vive

Y por favor

Disfruta con lo que haces

Sé feliz

Ya eres grande

Como la montaña en lo alto

Tú puedes


sábado, 19 de noviembre de 2016

Aplasta y pincha tus miedos


Cierra los ojos y respira profundamente una vez.

Imagina que tienes delante de ti un plato lleno de guisantes. 

Cada guisante es un miedo que has tenido o tienes en tu vida.

Observa como al lado del plato hay un tenedor y una cuchara.

Coges la cuchara y recuerdas lo que te paralizaba antaño.  

Entonces aplastas ese miedo que ya no existe.

Después, decides coger el tenedor y pinchar uno de tus miedos actuales.

El guisante se desinfla y tú te sientes eufórica.

Lo haces así con todos los guisantes del plato, hasta que desaparecen.

Respira tranquilo. 

Abre los ojos.

Y recuerda... 

El miedo se aplasta con una cuchara y se pincha con un tenedor.

¿Y por qué no?

¿Por qué seguir enganchado a los miedos?

Tú puedes hacer que eso cambie. 

Aplasta y pincha tus miedos. 

Ya sabes que...

Tú puedes.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Un mundo onírico


Allí estaba de nuevo. 

De pie.

Observando aquel paisaje tan recordado por mí.

Un "pero" llegó a mi mente...

"Pero yo no sé hacerlo.  Es muy complicado volver a cruzar ese puente".

El silencio de la duda me envolvió como un guante. 

Una voz llena de energía me gritó desde el otro lado. 

"No hay peros que valgan. La vida es una fiesta.  Tus experiencias valen todo el oro del mundo... ¿Quién dijo miedo?".

Entonces me armé de valor. Ese valor que tuve en el pasado. 

"¿Quién dijo miedo?" Me repetí. 

Anduve despacio hasta llegar al borde del río.  

Nada ni nadie podría detenerme.

Comprendí el significado de la palabra "Vida".

Todo pasa por un motivo.  Mi sueño volvía a recordarme todo lo que yo era capaz de hacer.

Un paso adelante y otro detrás de aquel. 

Llegué al otro lado llena de valor.

Sabiendo que todo se puede lograr. 

Un paso más.  

Un mundo onírico al que regresar. 



domingo, 10 de julio de 2016

Tú puedes con todo


¿Lo has visto? Pero... ¿Lo has visto bien?

Mira... 

Observa...

Detrás de las nubes siempre hay luz, un rayo de sol...

Detrás de todo problema, siempre hay una salida. Una esperanza. 

Porque ya lo hiciste antes.

Porque tú sabes como lo hicistes...

Cuando la vida se puso cuesta arriba, no paraste tu marcha, sino que cogiste impulso para llegar a la cima. 

Hoy es un momento como el que viviste.  De hecho hoy, eres una persona más fuerte y más capacitada.

No le des la espalda a las situaciones difíciles.

Haz como ya hiciste. 

Siempre has podido. 

Tú puedes con todo. 













miércoles, 8 de junio de 2016

Amplia tu mente



Céntrate en algo que te guste y te motive.

Abre tu mente a tu cielo, apartando las nubes que te impiden ver las estrellas.

Sigue ese pensamiento que te hace grande y desecha aquello que te enlentece y te hace parar. 

Eres mucho más de lo que te imaginas. 

Aún puedes ser lo que deseaste con tanta ansia. 

Disfruta del momento. 

Mira esta semana al cielo y céntrate en la claridad que rodea las nubes. 

Olvida por un instante que fuiste humano y asciende hacia ese sentimiento que te sube a las alturas.

Tú eres dios. 

Vive como si no hubiera obstáculos para el éxito... pues no los hay.

Las nubes se han despejado.

Amplia tu mente.

viernes, 20 de mayo de 2016

Sonríe


Hoy es tu día.

Haz todo lo que te hace feliz.

Imagina que mañana no existe.

Piensa que el pasado ya no está.

Hoy es tu día.

Y mereces ser feliz.

Sonríe.

martes, 3 de mayo de 2016

Sigue vivo


Cuando te sientas cansado y hastiado por lo que te rodea, abre bien los ojos y asegúrate de que sigues vivo.

Si tienes una respiración lenta y constante, es que tienes aún mucha vida en ti.

No te desanimes.

Todo tiene solución.

Cuando te sientas sin fuerzas, recuerda momentos en los que te levantaste sin miedo.

Eres una persona maravillosa.

Céntrate en ese alguien o algo que te levanta y deja de lado los que te hunden.

En tu mano está ser feliz.

Despeja tu mente de nubes.

Tú puedes.

Siempre has podido y siempre podrás hacer y ser lo que te propongas.

Camina.

Sigue viva.

Mereces ser feliz.

Sé feliz.


lunes, 28 de marzo de 2016

Una mirada de asombro



Una nueva mirada es posible.

Una mirada sin miedo, sin dudas.

Una mirada de asombro ante un mundo lleno de cosas buenas.

Cosas buenas y que no tienen precio.

Una sonrisa feliz de aquel al que amas.

Un abrazo prolongado con muchas ganas.

Una mirada sorprendida ante la vida que está por descubrir.

Una dulce canción que te acuna el alma.

Sé feliz.

Ama como si no fueras a vivir mañana.

Una mirada nueva.

Una mirada de asombro.


lunes, 21 de marzo de 2016

Decir adiós



Cuando me diagnosticaron Artritis Idiopática Juvenil ya tenía dolores desde hace tiempo.

A pesar de todo, ponerle un nombre a lo que me estaba pasando fue por una parte un alivio y por otro, una llamada a la realidad.

Y aunque era pequeña, tuve que afrontar la enfermedad como se enfrenta cualquiera a una nueva situación.

Recuerdo como pasé por todas las fases del duelo. Yo no había perdido a nadie físicamente pero había dejado atrás a la niña que fui... aquella que "murió" un poco, después de la enfermedad.

Decir adiós a quién no volvería a ser, quizás me hizo crecer antes de tiempo y gracias a ello y a esa experiencia, tuve la suerte de ver por los ojos de los demás y aprender mucho de esos caóticos cambios.

1. Negación. Negar aquello que nos está pasando es una reacción lógica al cambio. Muchas emociones están dentro de nosotros y hemos de aprender a gestionarlas.

En mi caso deseaba no ser yo la que tenía aquella enfermedad con aquellas limitaciones tan dolorosas. Negaba lo que me estaba pasando y eso me llevó al siguiente paso en mi "pequeño duelo". La ira.

2. Ira.  Estar enfadados un tiempo es otro escalón por el que pasar cuando hemos de decir adiós.
Yo, a pesar de ser una niña alegre me levantaba todos los días enfadada. No sólo por los dolores... también por que no podía hacer lo mismo que antes...

3. Negociación. Después llega este paso. Negociar contigo mismo o con algo o alguien nos hace darnos cuenta poco a poco que el cambio está ahí.

Por ejemplo podemos negociar con nosotros mismos y pensar que si hacemos alguna cosa todo volverá a ser igual.

4. Depresión. Cuando vemos que la negociación no avanza y que el cambio sigue su curso, entramos en un periodo de tristeza profunda. La pena de no recuperar aquello que teníamos nos sumerge en un pozo del que poco a poco podremos salir.

Yo, después de negociar volver a tener físicamente la misma movilidad y no conseguirla, me di cuenta de que aquello sería para siempre.

5. Aceptación. Saber que las secuelas de mi enfermedad no se irían, supuso un bache muy fuerte que me afectó en toda mi adolescencia... Sin embargo igual que el ave fénix surge de sus cenizas, una nueva yo se aventuró a ser lo que ya era. Mi condición física no era la misma pero yo tenía (y tengo) en mi mano, seguir tan sana como podía.

Aceptar un adiós no es fácil, pero al final se llega a hacerlo.  Es muy necesario pasar por todas las fases para afrontar la situación con éxito.

Así que no dejes ninguna atrás. Y tomate tu tiempo. No te rijas solo por la experiencia de otra persona. Cada cual tiene su ritmo.
Eso sí. Cuando tu pena o tu desazón interfiera en tu vida diaria, busca ayuda.

Ánimo. Tú puedes.


lunes, 29 de febrero de 2016

Carpe Diem


Y al final de la pradera un árbol grande y verde te aguarda.

Puede que sea el final del camino... o tal vez el principio.

Sea como sea, ese árbol eres tu mismo.

Un ser fuerte y robusto que no teme al paso del tiempo.

Esta semana ten clara una sola cosa: vive aquí y ahora como si no hubiera un mañana.

Y aunque el camino se acabe, no tengas temor. Ni tu sombra será un obstáculo. Todo estará bien. Todo está bien.

Recuerda...

Carpe diem y a ser feliz...


lunes, 1 de febrero de 2016

De nuevo, la muerte en Positivo

Hace un tiempo escribí sobre el modo de enfrentarnos a la muerte. La muerte en Positivo, es la forma de aprender de la muerte "a pesar de todo". Hacer que la experiencia nos ayude a seguir avanzando sin miedo.

Hace unos días falleció un amigo de la familia a una edad relativamente temprana. A pesar de que estaba enfermo hacia pocos meses, la muerte nos pilló a todos desprevenidos. Como siempre...

Frente a esto, hace unos meses, llegó un pequeño a la familia que casi nadie esperaba.

En ambos casos, la emocion inicial fue la sorpresa. Un sentimiento neutro que en un caso se transformó en tristeza y en el otro, en alegría.

Los cambios llegan siempre a nuestras vidas. Sean como sean, están ahí. Es cuestión nuestra afrontarlos de modo positivo o no.

La última vez que vi a mi abuela me advirtió para que condujera despacio. Parece que tenía miedo de que me ocurriera algo malo. A los pocos días,  fue ella la que dejó atrás la vida que conocemos.
Se fue casi sin esfuerzo y con la sensación de "dejarnos" a todos los suyos en una buena posición. Siempre aprendí de ella. En aquellos momentos también lo hice.

Como se suele señalar, uno muere como ha vivido. Y en muchos casos es así. 

La vida y la muerte van cogidas de la mano.

Cuando hablamos de la vida, algo nos hace casi sin quererlo, pensar en la muerte. Las preocupaciones de que pasará... Los miedos a vivir nos hacen morir poco a poco. No es, hasta que no vemos a la muerte de cerca, que no aprendemos a disfrutar del presente y del aquí y ahora sin muchos miedos o dudas.

Por eso, la muerte en Positivo nos abre los ojos y nos ayuda a respirar con fuerza, agarrándonos a la vida como cuando "luchamos" por llegar al útero cuando no somos más que una célula en proceso de crecimiento. Y después poco a poco, nos transformamos en lo que somos ahora. No me digas que el proceso por el que se genera la vida no es mágico...

La vida es mágica... y la vida es la muerte... por lo tanto, ¿no crees que tiene sentido pensar que la muerte también es mágica?

Es verdad que nos causa dolor. Pero también es cierto que conocemos poco sobre ella...

Yo hoy, te animo a pensar en la muerte como un proceso tan mágico y especial como la vida.
¿Por qué no confiar en ello?

Volver a sentir y aprender de nuevo, en la muerte en Positivo.


viernes, 23 de octubre de 2015

¿Un monstruo debajo de la cama?

Se asomó en cuclillas por debajo de la cama.
Allí no había nadie.
No lo podía entender. Estaba seguro de que había escuchado un ruido gutural que provenía de aquel oscuro lugar.
Se quedó pensativo, imaginando que habría hecho él mismo en aquella situación cuando era más pequeño.
Ya lo tenía.
¡Quedarse acurrucado en su cama y envuelto en la protección mágica de sus sabanas! Allí nadie lo tocaría. Fuera lo que fuera.
Sin embargo, ya era mayor. Ya no podía estar pendiente de falacias extravagantes sin sentido.
Ya hacía tiempo que comprendía que los demonios no viven debajo de la cama sino dentro de cada uno.
Así, que volvió a mirar debajo de aquel antiguo colchón con la esperanza de no encontrar nada.
Pero no fue así…
Justo a sus pies, un gran manto de pelo negro se movía insistentemente con necesidad de salir de aquel agujero.
Se asustó y reaccionó con malestar.
Sin detenerse a pensar, subió sus pies a la cama y se hizo un ovillo.
¿Un monstruo debajo de la cama?
Claro. Y lo siguiente que iba a ser… ¿Un duende saliendo del armario?
Atónito e incrédulo decidió volver a ser valiente.
Es lo que tocaba si quería ser la persona mayor que ya era.
Respiró profundamente y repitió la misma jugada.
Sin quererlo, dio un grito de angustia.
Allí seguía la bestia. Con su pelo negro haciendo ruidos extraños y desagradables.
No podía más.
Rompió a llorar desconsoladamente.
Gemía porque ya era mayor pero aún tenía miedos. Lloraba sin consuelo porque no se veía capaz de salir de aquel atolladero él solo…
De repente una luz en el pasillo se encendió.
Se cubrió rápidamente con las sabanas para no ser descubierto.
Una voz conocida se escuchó en la habitación.
- ¿Qué te pasa mi niño? – Susurró la voz.
Él no podía dejar de llorar y sollozar con la respiración entrecortada.
- Algo... Ahí… Debajo de la cama… - Consiguió decir.
- Ven mi tesoro… No pasa nada.
Y sintió un abrazo largo y profundo que le calmó el alma.
- Te he dicho muchas veces que para ser mayor no hay que dejar de tener miedos. Puedes sentir miedo y cada vez que ocurra, llámame a mí. Siempre vendré a acunarte tengas la edad que tengas. Mi pequeño niño.
Con una sonrisa de oreja a oreja, él se calmó.
Podía seguir siendo un niño.
Y lo más importante de todo… Podía buscar la protección que necesitaba sin remordimientos.
Al fin y al cabo solo tenía once años.
Respiró tranquilo y volvió a dormirse.


viernes, 16 de octubre de 2015

Si lo puedes imaginar puedes hacerlo

Hola.
¿Hay alguien?
¿Sigues ahí?
¿Hace cuánto que no te miras al espejo y hablas contigo mismo?
Tu vida parece caótica y no ves que muchos de los problemas que tienes los estás generando tú misma.
Hace tiempo que dejaste de tomar decisiones y aún no eres consciente de ello.
Respira profundamente una vez.
¿Quién hay dentro de ti?
Quizás ya no eres tú. Tal vez es una copia de quién fuiste o deseaste ser.
¿Vives aquí y ahora?
Atenta.
Escucha los sonidos de tu alrededor.
Esas trabas que crees que hay, no están.
Tu mente te para y te avisa de peligros que no existen.
Ese caos del que piensas formar parte, no es tal.
Todo tiene un orden perfecto.
Todo está pasando justo cuando tenía que ocurrir.
Sea una situación más o menos favorable para ti.
Seguramente si piensas detenidamente en los últimos acontecimientos en tu vida, verás que hay alguna parte positiva que te ha marcado el camino.
Por fin has vuelto a ver a esa persona que tanto quieres.
El otro día pudiste hacer aquello que tanto anhelabas.
¿Te das cuenta?
Todo se rige por la causa y el efecto.
Si generas pensamientos y emociones positivas, tu alrededor aparecerá distinto.
Seas como seas y pienses como pienses, puedes cambiar tu forma de afrontar las situaciones.
Recuerda: si lo puedes imaginar puedes hacerlo.
 Tus decisiones son importantes.
Tú eres importante.
Disfruta del momento y haz cada día de esta semana alguna pequeña cosa que te motive y te guste.
No dejes de pensar en ti y sigue fuerte.
Como siempre, no lo olvides:
¡Tú puedes!



viernes, 2 de octubre de 2015

Que nada te detenga

Hace un año tuve la oportunidad, gracias a un máster que hice, de realizar las prácticas en la unidad del dolor de un hospital.
Allí observé y conocí a muchas personas con dolencias de todas clases. Algunos eran pacientes oncológicos, otros, personas mayores con diversos cuadros dolorosos y otros tantos chicos y chicas jóvenes con algún padecimiento.
Fuera como fuese, todos y todas tenían algo en común. El dolor que sentían y que les había llevado después de mucho sufrimiento a aquella unidad para poder aliviar esos malestares; y los deseos de estar bien (o por lo menos mejor).
Desde mi experiencia con el dolor durante casi toda mi vida, me sentí identificada con aquellas personas desde el principio. Y a pesar de que algunos llegaban a la consulta con el sueño de una varita mágica externa que les curara sus males, la mayoría eran conscientes de sus limitaciones y miedos.
En realidad casi todos los que hemos tenido o tenemos dolores crónicos, sabemos que nuestra actitud es el factor más importante para sentirnos mejor.
Nadie viene a deshacernos de este acompañante de forma mágica. Nos pueden ayudar a aliviarlo, sí, incluso nos pueden operar para quitarnos parte de ese dolor, pero no desaparece por completo. O por lo menos, no de repente.
Todo proceso requiere de nuestra voluntad y de nuestra mente para afrontarlo con tranquilidad y fuerza.
Quizás tú estés pasando ahora mismo por una situación con dolor. Tal vez te acabas de dar cuenta de que tu dolor es crónico (como me ocurrió a mí no hace mucho tiempo, con el dolor que sentía en mis manos desde que tuve el brote de artritis idiopática juvenil con nueve años, y que gracias a dos operaciones se mitigó), o puede ser que estés empezando con un proceso doloroso que no se alivia con nada. Seas quién seas, estés donde estés y vivas como vivas, tienes que saber que no estás sola. Tú eres la persona más fuerte que conoces y sabes que puedes con mucho.
Lo has hecho otras veces. Has caminado sin miedos y sin expectativas en situaciones que parecían catastróficas.
Ya tienes esos recursos en ti aunque no creas en ellos.
La luz al final del túnel existe. Es cierto.
Ahora parece que no, porque todo son cambios y el dolor en muchas ocasiones no te deja pensar ni respirar tranquilo, pero siempre hay un atisbo de calma.
Grita, llora, canta, berrea, da saltos, desfógate… es necesario que expreses tus sentimientos y tus dolores sin reprimirte.
Deja de tener miedo al dolor. Ese miedo te paraliza antes de sentir dolor y te produce más miedo y más dolor.
Intenta respirar tranquilamente. Relaja tu mente para relajar tu cuerpo.
Recuerda… Tú puedes con mucho.
Eres fuerte.
Ánimo y sonríe.
El dolor será tu maestro y juntos avanzaréis hacia nuevos retos.
Que nada te detenga.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Camina sin miedo

¿Cuántas veces te has sentido paralizada por tus sentimientos?
¿Cuántas veces has dejado que el miedo gobierne tu vida?
Aquellos pasos que no diste por temor a lo desconocido, te hicieron parar y no sentirte bien.
Eres una persona maravillosa y con miles de aptitudes.
¿No las ves?
Están ahí. Delante de tus ojos.
No necesitas todos esos elementos externos (incluidas esas relaciones dependientes) para ser tu mismo y sentirte lleno.
Quizás avanzas cada día con algún temor, pero… Sigues avanzando.
Somos los dueños de nuestros propios destinos. De nuestra propia vida y decisiones.
Si te lo puedes imaginar te aseguro que puedes hacerlo.
Antes que nada imagina. Imagina que puedes hacer lo que te propongas, que eres lo que siempre deseaste y que los obstáculos solo están en tu cabeza.
La fuerza de voluntad que tuviste entonces sigue dentro de ti.
La semilla sigue en tu interior.
Nunca has dejado de ser esa persona que un día dibujaste como un esbozo en tu memoria.
Esta semana me gustaría que hicieras una acción simbólica.
Escribe en un papel aquellos miedos que te hacen parar. Esos temores que ni tú misma eres a veces consciente de tener…
Cuando lo hayas hecho, léelos en voz alta y termina la lectura con un: Puedo hacer lo que me proponga. Yo puedo. Todo está bien.
Rompe la nota en pedazos y seguidamente ve hacía una papelera. Allí donde dejas los cartones y hojas para reciclar, desecha esos pequeños trozos de papel.
Siente como parte de tus miedos se van con ese simple acto.
Eres una persona libre. Eres un ser humano maravilloso con todas las posibilidades por delante para avanzar.
Hazlo ahora.
Y repítete: Puedo hacer lo que me proponga. Yo puedo. Todo está bien.
Porque ciertamente todo está bien y todo va a salir bien.
Confía en ti.
Camina sin miedo.