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viernes, 20 de noviembre de 2015

Aquí y ahora

Eres una persona libre.
Nadie puede imponer su voluntad sobre ti alegando un poder inexistente.
Tú no le perteneces a nadie. Solo a ti mismo.
Si alguien te ama, no te manipula ni te obliga a quererla.
Hoy es un día idóneo para que abras los ojos y descubras lo importante que eres.
Tus necesidades son importantes. Tus deseos también.
En unas milésimas de segundo tu vida puede cambiar.
Puede ser una enfermedad que llega sin avisar, un dolor repentino que no te abandona en semanas, una muerte cercana que te despierta sin quererlo…
En este mundo global, estamos acostumbrados a ver noticias llenas de heridas y penas, pero hasta que no nos molesta a nosotros, no actuamos.
Es entonces, cuando el miedo o la falta de paciencia, nos hacen actuar sin pensar.
El camino más rápido no siempre es el del medio.
Para sanarse a uno mismo, primero tienes que ser consciente de tus limitaciones.
Para sanar a otros ocurre igual. Tienes que estar lo suficientemente sano en todos los aspectos, para enfrentarte a los miedos y dolores de aquellos que reclaman ayuda.
Pero no hace falta sufrir para llegar a ninguna parte. Deja los acontecimientos fluir.
Como dicen las personas más sabias, al final todas las piezas del puzle encajan.
Reacciona y toma decisiones, porque sin ellas nada pasará.
Dale las gracias a ese miedo que a veces te paraliza. Está ahí por un motivo, pero muchas veces no es para que no actuemos, sino para hacernos conscientes del momento.
Muchos de esos momentos que temías, han llegado. Y no ha pasado nada.
Ya pasaron y te enseñaron a vivir.
No te olvides del pasado, pero no te obsesiones con él. El pasado ya pasó y estás aquí y ahora.
Ahora, un regalo que todos y todas tenemos, del que muy pocos se dan cuenta.
Dedica cada día a respirar por lo menos un minuto, dándote cuenta de que estás viva. Estás vivo.
Aquí y ahora.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Todos Podemos

Llegados a este punto del camino, todos y todas, sabemos lo importante que son los pensamientos, palabras y acciones positivas en nuestras vidas y en las vidas de los que nos rodean.
Por nuestra experiencia conocemos bien esos días en los que todo parece ir en nuestra contra. Mañanas en las que te hubieras quedado en la cama sin dudarlo. Tu mente en esos casos alardea de su poder y perseverancia: “No puedes hacer nada. Hoy no es tu día”. Y parece que te arrastras por las calles sin tener muy claro hacia donde te llevaran esas palabras.
Sin embargo, y te animo a que hagas la prueba, esos momentos en los que te sientes sin fuerzas pueden mitigarse con la sola voluntad de hacerlo.
Porque como sabes, no hay un cambio ni una frase positiva o pensamiento positivo que funcione, si no hay acción. Cuando decidas que tú eres el que maneja tu destino y no un ente invisible que parece manipular tus actos, será cuando comiences a caminar moviendo ambos pies sin descanso. El movimiento y la acción es una de las mejores terapias cuando estás desanimado.
Aunque te cueste al principio, aunque creas que no serás capaz… hazlo. Ponte música, canta con ella y baila con todo tu cuerpo. Aprende de los niños y niñas que te rodean. Son pura energía, incluso cuando están malos.
Reaccionar a los momentos más bajos te hará sentir más motivada para seguir hacia delante.
Porque además, ya lo has sentido en tu mente y en tu cuerpo. Ya has notado esas horas, minutos o segundos mágicos en los que has podido levantarte y seguir andando a pesar de la heridas. Eres un luchador lleno de marcas, que te recuerdan cómo has llegado hasta aquí.
Por eso, antes de seguir abajo, antes de venirte abajo, habla contigo. Anímate a seguir a esa parte de ti que sabe flotar en los momentos más oscuros.
Muchas cosas buenas de hoy, dependen de ti.
Haz aquello que sabes que te hará bien.
Comienza a caminar como si nunca lo hubieras hecho.
Y no dejes de repetirte: ¡Yo puedo!
Porque puedes.
Claro que puedes.

Todos Podemos.

viernes, 2 de octubre de 2015

Que nada te detenga

Hace un año tuve la oportunidad, gracias a un máster que hice, de realizar las prácticas en la unidad del dolor de un hospital.
Allí observé y conocí a muchas personas con dolencias de todas clases. Algunos eran pacientes oncológicos, otros, personas mayores con diversos cuadros dolorosos y otros tantos chicos y chicas jóvenes con algún padecimiento.
Fuera como fuese, todos y todas tenían algo en común. El dolor que sentían y que les había llevado después de mucho sufrimiento a aquella unidad para poder aliviar esos malestares; y los deseos de estar bien (o por lo menos mejor).
Desde mi experiencia con el dolor durante casi toda mi vida, me sentí identificada con aquellas personas desde el principio. Y a pesar de que algunos llegaban a la consulta con el sueño de una varita mágica externa que les curara sus males, la mayoría eran conscientes de sus limitaciones y miedos.
En realidad casi todos los que hemos tenido o tenemos dolores crónicos, sabemos que nuestra actitud es el factor más importante para sentirnos mejor.
Nadie viene a deshacernos de este acompañante de forma mágica. Nos pueden ayudar a aliviarlo, sí, incluso nos pueden operar para quitarnos parte de ese dolor, pero no desaparece por completo. O por lo menos, no de repente.
Todo proceso requiere de nuestra voluntad y de nuestra mente para afrontarlo con tranquilidad y fuerza.
Quizás tú estés pasando ahora mismo por una situación con dolor. Tal vez te acabas de dar cuenta de que tu dolor es crónico (como me ocurrió a mí no hace mucho tiempo, con el dolor que sentía en mis manos desde que tuve el brote de artritis idiopática juvenil con nueve años, y que gracias a dos operaciones se mitigó), o puede ser que estés empezando con un proceso doloroso que no se alivia con nada. Seas quién seas, estés donde estés y vivas como vivas, tienes que saber que no estás sola. Tú eres la persona más fuerte que conoces y sabes que puedes con mucho.
Lo has hecho otras veces. Has caminado sin miedos y sin expectativas en situaciones que parecían catastróficas.
Ya tienes esos recursos en ti aunque no creas en ellos.
La luz al final del túnel existe. Es cierto.
Ahora parece que no, porque todo son cambios y el dolor en muchas ocasiones no te deja pensar ni respirar tranquilo, pero siempre hay un atisbo de calma.
Grita, llora, canta, berrea, da saltos, desfógate… es necesario que expreses tus sentimientos y tus dolores sin reprimirte.
Deja de tener miedo al dolor. Ese miedo te paraliza antes de sentir dolor y te produce más miedo y más dolor.
Intenta respirar tranquilamente. Relaja tu mente para relajar tu cuerpo.
Recuerda… Tú puedes con mucho.
Eres fuerte.
Ánimo y sonríe.
El dolor será tu maestro y juntos avanzaréis hacia nuevos retos.
Que nada te detenga.


jueves, 17 de septiembre de 2015

Detrás de las formas

Detrás de cada rostro que te cruzas cada día por la calle, existen multitud de historias y experiencias.

Detrás de cada forma hay un relato que contar.

Nuestra mente tiende a rellenar los huecos que no alcanzamos a ver. Por eso, en ocasiones "inventamos" como serán los otros o como fue observar aquel
paisaje.

Los estereotipos que tenemos, nos atan corto y hacen que nuestra mente cada vez sea más y más cerrada. 

Aquellas ideas preconcebidas y generalmente no reales que nos creemos de los demás, son la base de las intolerancias y miedos a lo que no conocemos.

Normalmente los niños y niñas muy pequeños, no tienen esos prejuicios hacia formas de vida o de actuar de otros. Son fuentes de felicidad y de amor.

Tampoco por tener menos años que nosotros son menos sabios.

Mi sobrina de dos años es capaz de discernir las emociones que siente a su alrededor.

Y reacciona en función de lo que nota en su cuerpo.

No le hace falta tener una idea o una falsa opinión de aquel al que mira.

Actúa sin esos pensamientos que nos alejan de los otros. Los que crean barreras y nos
limitan a lo que nos resulta familiar.

Esta semana seamos niñas y niños sabios.

Mirémoslos y aprendamos de ellos y de ellas en su forma de relacionarse y abrazarse.

Y recuerda... detrás de cada forma hay una gran historia.

Anímate a vivirlas.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

La llave de la vida

Estos días estamos viendo como miles de personas abandonan lo que hasta ahora eran sus hogares, para embarcarse en una odisea sin retorno.
Imágenes impactantes nos han erizado la piel y nos han hecho llorar en más de una ocasión mientras mirábamos las noticias en la televisión.
Los refugiados y las refugiadas caminan solamente con la ilusión y la esperanza de poder sobrevivir y también vivir en nuevos lugares del mundo.
Desde los diferentes medios de comunicación se están solicitando ayudas para estas personas. Algunos solo comparten fotos en sus perfiles públicos, pensando que así se solventa el problema. Sin embargo, ya existe esa concienciación social de lo que está pasando y casi todos sabemos lo que es la tragedia de perder a nuestros seres queridos.
Somos capaces de ponernos en la piel de aquellos que hoy caminan y corren hacia la vida, huyendo de una muerte casi segura.
Muchas y muchos de nosotros, tenemos familia que huyeron de la barbarie. De la guerra, del hambre, de la enfermedad… y consiguieron sobrevivir a unas circunstancias nefastas.
Hoy, día de regreso de este blog de pensamientos positivos, relajaciones e ideas para vivir de forma más saludable y feliz, no podía dejar de pensar en ellas. En aquellas personas que siguen caminando sin nada en sus manos, y que necesitan más que nunca que el resto de la humanidad sepamos ponernos en su lugar y les apoyemos de un modo u otro.
Debido a mis circunstancias personales (muy parecidas actualmente a las de muchos otros en España), no tengo posibilidades económicas ni materiales para ayudar a aquellos que hemos llamado “refugiados”, pero sí tengo la posibilidad de unirme a millones de voces en todo el mundo, para que sigamos (o volvamos) a ser humanos.
Mi voz es pequeña en las redes, pero sé que muchos y muchas me leéis cada semana con la ilusión de encontrar una luz en el camino. Una luz que están buscando tantas y tantas personas ahora mismo.
Por eso, seas un particular, una empresaria, un gobierno o una macro nacional, y si tienes recursos para ello, te animo desde este rincón a ponerte en la piel de los que buscan ayuda y un techo para vivir.
Levanta la vista y observa.
Tú puedes hacerlo posible.
Como siempre, juntos podemos.
Ofrezcámosles la llave de la vida.


miércoles, 5 de agosto de 2015

Que nada te pare los pies



Ya lo has decidido.
Así que adelante.
El movimiento se demuestra andando y tú ya has comenzado el camino.
Es la hora y lo sabes.
Cree en ti y en todas las posibilidades que tienes delante.
Ya sea una decisión personal como comenzar a hacer más ejercicio o comer más sano, o alguna iniciativa profesional, sientes que es el momento que has estado esperando.
Así que no digas que no.
Sé positiva y sigue con las afirmaciones constructivas.
Todo va a salir bien.
Tu mente y tu cuerpo te ayudan para que la transición sea relativamente fácil.
Las voces en contra ya no te afectan.
Ahora sabes que son solo piedras en el camino, que te recuerdan que puede haber inconvenientes. Pero ya no te dejas llevar por el miedo de otros.
Tus propios miedos se han acallado, así que los miedos de aquellos que intentan pararte ya no forman parte de tu presente.
Confía en tus decisiones.
Acepta cada paso que das sin remordimientos.
Eres una persona maravillosa y especial.
Recuérdalo.
Delante de ti y dentro de tu cabeza, solo hay cabida para pensamientos y emociones positivas.
Sin embargo eres más consciente que nunca de que es un trabajo diario y que requiere de una gran actividad por tu parte.
Creer en positivo no significa quedarse en un rincón esperando a que sucedan cosas buenas.
No esperas a que alguien o algo ajeno te saque del trance.
Eres tú la principal baza que tienes.
Eres la persona más importante que conoces para que tus sueños se hagan realidad.
Levántate temprano con ganas de vivir, canta, corre, disfruta… sigue convirtiéndote en ti misma con la convicción de que todo está bien.
Así es.
No te olvides de ti mismo. No dejes de lado ese amor que necesitas darte.
Haz algo cada día para quererte un poco más.
Solo así, serás capaz de amar a quién que te corresponde.
Sigue donde estás, porque estás donde tienes que estar.
Sin dudas.
Sin más miedos.
Que nada te pare los pies.



miércoles, 29 de julio de 2015

Vive con los ojos abiertos

Cada vez vivimos más años. Alguien nacido este año podrá llegar a vivir mucho más de un siglo. Y seguramente con buena calidad de vida.
Sin embargo, estar vivo no es lo mismo que estar despierto.
Saborear cada segundo como si fuera el último, es una necesidad que hemos de aprender.
En ocasiones parece que caminamos con los ojos cosidos al rostro. Todo se nos escapa de las manos y nuestras experiencias se empobrecen a cada paso.
Últimamente leo en muchos sitios, temas referentes a salir de nuestra zona de confort o bienestar. Nos dicen que dejemos de tener esos miedos que nos atan a la rutina diaria. Todos y cada uno de los días, hacemos una y otra vez las mismas cosas. Nos creemos inmaduros para algunas experiencias y no nos sumergimos en ellas. Así, nunca llega el cambio deseado.
A pesar de todo, cambiamos sin ser conscientes de ello. Somos seres cambiantes y a cada minuto que pasa somos diferentes.
Buscamos los cambios fuera. Anhelamos que algo o alguien exterior nos cambien, tanto a nosotros mismos como a nuestra vida. Y nos quedamos con los brazos cruzados y los ojos cerrados.
El miedo como sabemos, nos paraliza. Sea un miedo real u otro más sutil, nos hace ser personas miedosas y poco seguras de sí mismas.
Sin embargo, todos y todas podemos ser conscientes de nuestra vida.
Hemos de saber, que si hay miedo no hay bienestar. Y cuanto más insistamos en repetir siempre los mismos actos y pensamientos para no sufrir ni correr riesgos, más tiempo estaremos atados a esa irrealidad poco feliz que hemos hecho nuestra.
A veces las cosas son más sencillas de lo que nos parece.
Acércate a una ventana, ábrela y cierra los ojos antes de mirar al exterior.
Cuando estés ahí, intenta escuchar los sonidos que llegan a tus oídos. Siente en tu piel cada sensación que te ocurra. Imagina que vives ahí. Delante de esa ventana, con los ojos cerrados. Crees que no puedes ir a ninguna parte. Solo estar quieta y pensar en esas limitaciones autoimpuestas. Al principio te resistes a quedarte parado, pero tus miedos te avisan: no te muevas, puede pasar algo terrible.
Respira tranquilamente. Poco a poco vas pensando que estás bien así. No estás del todo feliz, pero por lo menos estás.
Cuando pase un rato sintiéndote así, abre los ojos y observa por la ventana. Hay un mundo ahí fuera. Miles de experiencias, ideas y relaciones están esperándote. No estás sola. Mirando detenidamente, observas a otros que como tú, están en las ventanas, abriendo los ojos en ese momento.
Nada nos puede parar.
Somos seres conscientes y capaces de todo.
Únete al cambio.
Vamos a caminar con los ojos abiertos.



miércoles, 15 de julio de 2015

Actívate

Espabila.
¿Qué haces ahí sentado?
¿Piensas que sin moverte y haciendo siempre lo mismo, vas a cumplir tus deseos y tus objetivos?
Estamos apagados.
Cuantos más años cumplimos parecemos más muertos. Y sin embargo estamos cada vez más vivos.
Los sueños y las ilusiones no se pierden por el camino.
Eres mucho más que un número y mucho más que un simple trabajo o profesión.
Así que arriba.
Despégate de ese sillón y haz eso que tienes en mente.
Si no puedes comenzar a hacerlo en este preciso instante, sí que puedes hacer una cosa…
Ir preparando a tu mente para ello. Entrenándola para aquellos retos que te has propuesto…
Estar viendo la televisión toda la tarde no es un buen plan si deseas esos cambios.
Muévete.
Cámbiate de ropa y haz un poco de estiramientos.
Luego busca un buen libro y lee.
Leer despeja la mente y te ayuda a estar activa.
Apasiónate dibujando un cuadro.
Camina descalzo por la casa mientras cantas y haces planes de lo que harás.
Esto ya forma parte de ese plan.
Así que sonríe.
Que nada te frustre.
Hoy es un buen día para vivir.
Cree en ello.
Sobre todo cree en ti y en tus capacidades.
Solo hace falta un pequeño paso para comenzar.
¿Te animas?
¿Te apuntas conmigo esta semana para ello?
Todo comienza en tu mente. En tu imaginación y en tus ideas.
No hay obstáculos.
Solo piedras en el camino que nos ayudan a avanzar y a aprender cada día más.
¿Vamos?
Este es el momento.
Actívate.


miércoles, 17 de junio de 2015

Sí que puedes

Hoy es un día especial.
Hoy es el primer día de todos los días que has tenido y tendrás.
No hay más que éste presente. Y es tal y como tenía que ser.
Todo lo que has vivido hasta este momento es tu camino. Y es perfecto y adecuado.
Nada de lo pasado quedó en saco roto.
Has ido aprendiendo con cada paso y a cada bache has sabido remontar como el ave fénix.
Tú mejor que nadie sabes que las experiencias han sido parte de tu existencia y sin ellas no tendrías ese coraje y esa fuerza de voluntad que tienes ahora.
Eres una persona maravillosa. Todo lo que te rodea rezuma ese amor que desprendes.  Y tú alrededor se amolda a tu nuevo cambio. Si aún no lo has notado… paciencia. Poco a poco ocurrirá.
Aléjate de aquello que ya no te conviene. Si es necesario acéptalo y después sigue tu camino. Ese sendero que te está llevando a ese lugar mágico y deseado que tanto anhelaste.
Nada te puede parar.
Ya no.
Mires hacia donde mires, sabes que puedes.
Todo va a salir bien.
Respira profundamente una vez y céntrate en tu respiración.
Lentamente se va tranquilizando. Aquello que un día tuvo importancia ha dejado de tenerla.
Puedes vivir sin miedos y sin tensiones. Ya lo has hecho otras veces.
La fuerza que tienes dentro de ti es tan poderosa que es magia pura.
Eres magia.
Un ser mágico en un universo perfecto y maravilloso.
Y recuerda que no estás sola. No estás solo.
Todos vivimos etapas en las que creemos que no podemos.
Nos aferramos a unos miedos y a un dolor que ya no existe.
Piensa que solo existe este momento. No hay pasado. No hay futuro. Es solo este preciso instante el que tienes.
Hoy es el primer día de todos los días que has tenido y tendrás.
Sonríe.
Todo está bien.
Y que no se te olvide: ¡Sí que puedes!

miércoles, 3 de junio de 2015

¿Para qué sirven las quejas?

Hola.
¿Eres consciente de las veces que te quejas a lo largo del día?
Tus pensamientos negativos van tomando forma con cada lamento que expresas…
“No voy a ser capaz”, “No creo que pueda”, “Todo me sale mal”, “Sé que no lo voy a encontrar”, “No estoy a gusto”…
A cada paso que das, en cada decisión que tomas, está tu fuerza de voluntad y tu tesón para hacer y ser lo que deseas en el futuro.
Hoy te animo a que estés un solo día sin quejas.
Sé consciente de tus pensamientos y de tus palabras.
Cuando una frase poco alentadora salga de tu boca, reflexiona y comienza de nuevo la formulación:
Sé que soy capaz”.
Voy a poder”.
Todo me va a salir bien”.
Lo encontraré”.
Estoy bien y me siento bien”.
Acompaña cada afirmación con un movimiento enérgico de cabeza o de manos o de cuerpo.
Eres mucho más de lo que te planteas y todo comienza con un pequeño cambio de consciencia.
Vive en este presente. No en el futuro o en realidades paralelas.
Estás aquí y ahora y si estás disconforme con tu entorno o contigo misma, es el momento adecuado para darte cuenta. Solo así, comenzará el cambio.
Todas las quejas se hacen añicos cuando te fijas en ellas y las transformas en fuerza nueva.
Si vuelves a quejarte a lo largo de este día sin quejas, no pasa nada.
Sigue por donde lo habías dejado.
No hay como caer para poder levantarse con más ganas y motivación.
Dale las gracias a esas quejas por abrirte los ojos.
Ya no las necesitas.
Poco a poco, te irás dando cuenta que tu día se va transformando en algo más agradable.
Las personas que te evitaban, ya no lo hacen. Mucha gente es amable contigo e incluso la suerte te sonríe.
Cambia tu mente para cambiar tu mundo.
Tú puedes hacerlo.
¡ÁNIMO!


miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Y si cambiamos?

He cambiado.
Esta mañana me he levantado siendo otra persona.
Mis preocupaciones y mis miedos habituales se han disipado sin motivo aparente.
No sé por qué, pero esta sensación de fuerza y vitalidad me gusta. Y mucho.
Cuando anoche me fui a la cama sentí una emoción muy fuerte recorrer todo mi cuerpo. Algo estaba pasando pero aún no podía discernir de qué se trataba.
Un sueño repleto de símbolos me abrió los ojos en plena noche.
Allí estaba yo, sentada delante de aquella impresionante muralla infranqueable.
Miraba sin pensar en nada. Observaba cada rincón de la roca y me centraba en la vida que salía de los pequeños agujeros que se formaban entre capa y capa.
Musgo, insectos e incluso algún ave minúscula disfrutaban de un entorno agradable a mis ojos.
Yo cerré los míos por un momento. El sueño me vencía a pesar de estar soñando.
El ruido insoportable de unas máquinas me hizo regresar.
No podía trasgredir las normas de la muralla. Por alguna extraña razón tenía que seguir allí delante, sentada en mi silla y observando cada detalle.
Fue cuando un grupo de personas se acercó hasta mi posición.
Portaban instrumentos pesados y traían sonrisas pegadas a sus ropas.
Fui feliz de verlos. Supe que algo bueno estaba por ocurrir.
Y no me equivoqué.
Todas y todos comenzaron juntos a derruir la muralla que tenía delante, no sin antes acoger la vida de la roca en otro lugar cercano. Insectos y aves que nunca habían salido de aquel lugar, descubrieron un lago y unos árboles donde crecer y sus canticos no se hicieron esperar.
Yo me sentí liberado.
Al otro lado había un lugar tan desconocido para mí como lo había sido el lago para los pequeños seres, unos minutos antes.
Me dejé caer en el mullido suelo y me estiré más de lo que antes podía hacerlo.
La luz entró por la ventana de mi habitación.
Abrí un ojo y luego otro.
Creo que no fue un sueño.
Porque hoy me siento nueva… y sobre todo cambiada.
Respiro mejor, me siento mejor, sonrío mejor…
Y sobre todo ya no tengo miedo y sé que todo es posible.
¿Te animas a soñar como lo he hecho yo?
¿Y si cambiamos?


miércoles, 6 de mayo de 2015

Siempre adelante

Cada día es único.
Cada vez que respiras un universo nuevo entra en tu interior.
Deshazte de lo viejo, de lo que ya no te conviene y da ese paso que tanto necesitas.
El pasado quedó en aquel rincón de tu mente que tanto te ha gustado alimentar.
El futuro aún no existe.
Camina sin retrocesos. Aprende de tus experiencias pero siempre con la mirada hacia delante.
Tu vida está ahí… delante de ti.
Detrás solo quedan telarañas y dolores inacabados (o alegrías ya pasadas).
Da ese paso.
Haz cambios tanto a nivel externo como interno.
Esos cuadros que solo te recuerdan lo que pudo ser… deséchalos…
Sustituye esos objetos por savia nueva. Por colores vivos y motivación para el cambio.
Eres una persona nueva.
Cada día que pasa dejas de ser lo que fuiste ayer.
Esos pensamientos que te atan ya no te sirven hoy.
Esos sentimientos que pasaron ya no forman parte de ti ahora.
Sonríe y comienza a darte cuenta de la gran aventura que tienes por delante.
Conocemos el final del trayecto, pero desconocemos lo que nos depara el camino. Y ahí reside la chispa de la vida.
Sigue adelante.
Tú puedes.


miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Eres el creador de tu historia?

La primera entrada que puse en este blog fue: Tú eres el creador de tu historia.
Preguntaba qué personaje querías ser hoy y animaba a cambiar nuestros pensamientos más repetitivos por unos más sanos y positivos.
A medida que avanzamos vamos observando como la realidad de nuestras vidas, las dibujamos nosotros mismos.
Nuestras decisiones diarias nos marcan un camino que en muchas ocasiones pensamos que no elegimos.
¿Eres lo que tus pensamientos crean?
En parte sí. El reflejo de tu interior está cada mañana mirándote al espejo y haciendo del día un lugar mágico y lleno de oportunidades o de todo lo contrario.
Los comentarios de aquella entrada, al igual que de otros muchos se borraron por un fallo mío, pero aún recuerdo como una persona me comentó que ella no quería ser ningún personaje, que no necesitaba máscaras y que iba a seguir siendo ella misma siempre. Aquella rotundidad me llamó la atención.
Conozco a gente que piensa más o menos igual. Que siente que su forma de ser, su personalidad es una y que son así. Nada ni nadie puede cambiarlos. O eso dicen.
Sin embargo todos y todas cambiamos. A cada paso que damos y a cada decisión que tomamos, cambiamos.
Miles de personajes cohabitan en nuestra mente cada día. Somos protagonistas por la mañana, y trabajamos entre bastidores por la noche.
Observa tus cambios de humor. Tu sentido de la responsabilidad entre semana o el fin de semana. Tú forma de ser cuando no tienes ganas de relacionarte y cuando eres el alma de la fiesta…
Esa persona eres tú y aunque haya rasgos de personalidad que van contigo desde hace años, quizás no sea lo que define quién eres.
Analiza tranquilamente tus reacciones y tus pensamientos… ¿Crees que son inmodificables? ¿O piensas por el contrario que forman parte de un determinado periodo de tiempo?
Quizás sientas que eres una persona triste o con falta de alegría y creas que eso es así… que no puedes hacer nada por cambiarlo… porque esa persona eres tú.
¿Te identificas con unos pensamientos negativos o repetitivos? ¿Sientes qué no eres importante, qué los demás valen más que tú?
¿Piensas de verdad que esa es tu forma de ser, inamovible y sin posibilidad de cambio?
Si es así, te animo a que esta semana creas todo lo contrario.
Esos pensamientos no son tuyos. Son nubes que tapan tu verdadera naturaleza. Eres mucho más que unas ideas preconcebidas. Mucho más que una forma de ser apagada.
Y cuando terminen los siete días, vuelve a preguntarte:
¿Eres el creador de tu historia? 
¿Qué personaje quieres ser hoy?



miércoles, 18 de marzo de 2015

Y entonces ocurrió

Una  luz intensa envolvió todo su cuerpo.
Pensó que nunca había sentido aquello.
Se sentía bien, a pesar de que no podía describir aquellas sensaciones tan nuevas.
Recordó a su abuela, a su madre, a su padre y a todos aquellos seres que tanto había amado.
Le sonreían con una chispa casi mágica.
Se rió con ganas.
Aquellas veces en las que todo se hacía un mundo y pensaba que era todo tan difícil… se desvanecieron por completo aquellas imágenes.
Todo carecía de importancia. Ahora lo veía claro.
 Su hermana le sujetaba la cabeza con cara de preocupación.
- Estela vamos – Le decía – Tenemos que hacer hoy muchas cosas…
Que sinrazón quiso murmurar, pero en su lugar un grito de auxilio se escuchó en toda la casa.
- El sótano se ha inundado – Una voz con poca fuerza se oyó en la habitación donde estaban Estela y su hermana – Hay que seguir avanzando o nos convertiremos en sombras.
Estela seguía en su mundo. Un lugar apartado pero que incluía todo.
Estaba y era tan feliz que comprendió el origen de su vida y del universo.
En la importancia de las cosas realmente pequeñas residía el amor.
Nada físico la molestaba. Un cielo azul casi negro cubrió su rostro.
Notó la mano de su hermana que la cogía muy fuerte.
- Tú no te vas a ningún lado, ¿me oyes? Tenemos que hacer tantas cosas hoy…
Las temblorosas y huesudas manos de Estela dejaron de sentir.
El momento estaba ahí. Cerca de las dos y ambas lo vieron.
La señora de negro estaba delante de la puerta. Movía los labios pero no se escuchaban palabras. Entonces Estela habló:
-  He llegado hasta aquí con mucho sigilo y como llegué me voy. El sótano está inundado. Ya no nos necesitan.
Un suspiro casi imperceptible salió muy despacio de Estela.
Entonces ocurrió.
La vida comenzó en su pequeño cuerpo.
Un gran llanto resonó en la sala del hospital.
La que hasta ayer había sido su hermana le cogía las manos con dulzura.
Su mirada era clara. Su cuerpo liviano.
Todo carecía de importancia.
Estela por fin logró ver.
La felicidad seguía con ella.
En calma. Sin preocupaciones. Sin miedos.
Y entonces ocurrió…