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domingo, 12 de abril de 2020

Larry Saunders — Three Strikes On Me

Larry SaundersThree Strikes On Me
Stranger (1976)
Mobile, Alabama (USA)

*****

Confesaré algo que, quien lea estas notas (si existe alguien así), debe dar por sabido: me encanta seguir pistas. Un amigo dice que una buena canción puede aparecer en cualquier sitio aunque, y esto es añadido de cosecha propia, es preciso estar atento.

Como no soy dado a seguir las cadenas que suponen, en todos los sentidos, los LPs, prefiero ir a mi bola y (di)vagar.

Me chifla establecer conexiones.

*****

Leo en el libro de Andreu Cunill: Espíritus en la oscuridad: Viaje a la era soul sobre un cantante desconocido. Su biografía es apasionante. Y el disco que destaca Cunill es Stranger (1976), del que he conseguido una copia.

Todo el disco es magistral, pero me atrae sobremanera cuando habla de su vida.

Es “el Profeta del Soul”.





Howlin’ WolfLouise
The Real Folk Blues (1965)
White Station, Mississippi (USA)

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Hijo de Louise Sanders, a la que Howlin’ Wolf dedicó una canción.




Johnny AcePledging My Love
[single] (1954)
Memphis, Tennessee (USA)

*****

Su padre era una leyenda del R&B, muerto en el backstage del concierto que daban el día de Navidad en Houston, jugando a la Ruleta Rusa. Una muerte absurda. En febrero de 1955 llegaría al #1 de manera póstuma con su canción más recordada.


Te amaré por siempre
Por el resto de mis días
Nunca me separaré de ti
O de tus maneras amorosas
Sólo prométeme, cariño, tu amor a cambio
Que este fuego en mi alma arda para siempre, querida



LaTasha Lee & The BlackTies
Pledging My Love
LaTasha Lee & The BlackTies (2013)
Corpus Christi, Texas (USA)

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La canción fue versionada por muchos.
Pero nadie le dio ese toque moderno y seductor como hizo LaTasha, el “terremoto de Corpus Christi”.



Lynn WhiteI Didn't Make My Move Too Soon
[single] (1979)
Mobile, Alabama (USA)

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Saunders no supo que Ace había sido su padre. Se enteró en el lecho de muerte de su madre que, antes de irse, le dejó ese regalo.

Sí conoció a su hermana pequeña, Lynn. Debutó tres años después de que Larry alcanzara su cima creativa. Su carrera fue más longeva: publicó una docena de discos entre 1981 y 1998, aunque ninguno llegaría al esplendor de su hermano.



LedisiI Blame You
The Truth (2014)
New Orleans, Louisiana

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Todos esos antecedentes, y ser conocido como el “Profeta del Soul”, no hicieron de Saunders alguien que apreciara las cosas cercanas, familiares, a las que podría sentirse vinculado.

Y cuando fue padre de una niña, a la que llamaron Ledisi Anidabe Young, tardó poco en coger la puerta y escoger giras, escenarios y actuaciones. Ledisi nació en 1972. Y, siendo una vocalista notable, deja en toda su obra notas de anhelo de cambio; quizá la decepción haya sido motor para su fortaleza.




Un viaje por una saga extraordinaria de artistas, con paradas en los estilos más destacados de la música negra de los últimos cincuenta años (R&B, soul, blues, funk, RnB) que espero te haya resultado entretenido.

Lo que se hereda no se compra

jueves, 24 de noviembre de 2016

Stephen Kellogg — Thanksgiving

Stephen KelloggThanksgiving
Blunderstone Rookery (2013)

El cuarto jueves de noviembre se celebra en USA el día de Acción de Gracias.
En 2016, el 24 de noviembre.
Hoy.

Ese día en que la familia se junta alrededor de una mesa y el único que se muestra natural en sus emociones es un pavo (turkey).

¿Vendrá de ahí lo de la cabeza de turco?




El mejor retrato de esa celebración familiar se debe a Norman Rockwell.


La moderna familia americana trata de ajustarse a ese esquema clásico.


lunes, 12 de septiembre de 2016

Watkins Family Hour — Going Going Gone

Watkins Family HourGoing Going Gone
Watkins Family Hour (2015)

Sara y su hermano Sean decidieron que ya era hora de presentar, en sociedad, a la familia.
A toda ella.

O gran parte; son: los Watkins.

De Los Angeles, California.

sábado, 9 de enero de 2016

Ritos, costumbres y tradiciones

Rito“Conjunto de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas”.
Costumbre“Manera habitual de actuar o comportarse”.
Tradición“Doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión de padres hijos”.

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Que cada cual extraiga sus propias conclusiones.

Yo apunto las mías:

1 — En nuestra casa no celebramos ritos. Cuando sentimos la necesidad de intervenir en alguno vamos a lugares en los que participar junto a otros.
2 — Las costumbres cambian según las modas o la conveniencia. Algunas son transmitidas, pero la mayoría se establecen por acuerdo, y se alteran conforme a su utilidad o pertinencia.
3 — Las tradiciones familiares, aprendidas junto a nuestros padres, deseamos que se perpetúen en las que practicamos junto a nuestros hijos.


"España en tradiciones"

El intento de imponer costumbres a los demás, haciéndolo pasar por una forma de tradición, es el más taimado y repugnante de los totalitarismos.

Las costumbres son propias de las personas; las tradiciones son el rasgo de identidad de los pueblos.

Que cada cual se sienta libre para decidir qué quiere hacer. Y que sienta respeto por lo que le ha sido transmitido.

Renunciar a ello es una traición a la tradición.

*****

No apreciar que todos somos tendentes a pensar que las tradiciones, costumbres o ritos ajenos son ridículos, comparados con los propios, es un verdadero sinsentido.

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Dedicado a MC

jueves, 9 de abril de 2015

Resiliencia, familia y diversión

— En el alféizar de mi ventana siempre tengo una pila …
— … de nidos colgados de oscuras golondrinas —continúa el mayor, lleno de la pasión propia de su edad; alentada por un alma de poeta.
— … de comida, para alimentar a gatos abandonados y solitarios —apostilla el mediano, de corazón sensible, preocupado por los que siente indefensos.
— … ¿qué es un alféizar? —pregunta el pequeño, con la curiosidad que le caracteriza.
— Una repisa que tienen las ventanas, por el lado exterior, pero también en el interior que es donde, decía, tengo siempre una pila …
— … de libros, molestando, obstaculizando el movimiento oscilante (y el batiente) e impidiendo que la superficie esté limpia, llenando todo de cosas —rezongó ella, cargada de más razón que paciencia.
— Ya. Los quitaré —traté de sentenciar, asumiendo ambos que era un propósito que me iba a costar llevar a cabo.


*****

El cuarto de baño: un espacio sin puerta (en nuestra casa) que aprovecho para lecturas improvisadas, a la vez que me alivio.

Todos agradeceremos que no entre en detalles.

Nina NesbittStay out



*****

Hoy, en uno de los libros que contenía la pila colocada en la parte interior del alféizar de la ventana del cuarto de baño que utilizo por la mañana, he leído lo siguiente:

“En psicología existe una antigua historia sobre un anciano jubilado que estaba encolerizado porque unos niños jugaban de manera ruidosa junto a la ventana de su pequeño apartamento en el primer piso. ¿Los alejó a gritos? No. Eso no hubiera sido inteligente. Salió y dijo que le encantaba oír a los niños jugando debajo de su ventana y que les daría un cuarto de dólar a cada uno si jugaban allí. Los niños estuvieron encantados. Les pagó un cuarto de dólar cada día durante una semana. La segunda semana salió después de que hubieran estado jugando y les explicó que como era muy pobre, sólo podía darles diez centavos a cada uno. A los niños no les gustó la reducción del pago. Algunos abandonaron, pero la mayoría continuaron allí. Al comienzo de la tercera semana, el hombre jubilado salió y les explicó que era tan pobre que sólo podía pagar un penique para cada uno al día. Los niños se marcharon diciendo que no jugarían debajo de aquella ventana por un penique. La estrategia del anciano para solventar su problema refleja una comprensión detallada de cómo sus acciones afectarían a los muchachos”.

Al Siebert: “La resiliencia. Construir en la adversidad”

*****

— Es curiosa la historia.
— Sí. Me llamó la atención. Por eso quise compartirla contigo.
— Gracias.
— Ahora estoy pensando cuándo podré encontrar la posibilidad de poner en práctica la estrategia. Se me ocurrió pagar a los niños para que, progresivamente, vayan reduciendo su nivel de ruido.
— Adelante.
— Pero he encontrado un problema.
— Sabía que serías capaz de hacerlo.
— No sé cómo hacer para pagarles.
— ¿Perdón?
— Que hay un problema de conversión de monedas.
— No te sigo.
— Te explico: primero, el jubilado, empieza con un cuarto de dólar; más tarde, pasa a ofrecerles diez centavos y no sorprende que rechacen su oferta final.
— Era lo que buscaba. Les ofreció una cantidad ridícula.
— El jubilado que no salía de su casa en esa antigua historia que existe en psicología quería que se fueran a jugar a otro sitio. Pero, ofreciéndoles un penique, los niños no encontraron la cantidad ridícula, sino que les pareció absurda y, por eso, se fueron.
— Lo que él quería.
— Que no. ¿Cómo iba un jubilado anciano, que apenas sale de su casa más que para arengar a unos niños que juegan de manera ruidosa debajo de su ventana, orquestar un plan en el que, mientras apacigua su cólera y reprime su deseo inicial de amedrentarlos con el bastón para hacerlos callar, les aturde ofreciéndoles moneda extranjera —¡peniques!— para que comprueben su grado de locura, se aturdan y se vayan?
— ¡Mira que tienes gana de sacarle punta a las cosas.
— Todo es culpa de la reducción de costes y la forma de hacer libros, fabricándolos como si fueran en serie.
— Deliras.
— Que no. Que te digo yo que todo este sinsentido se debe a cómo trabajan ahora las editoriales, que encargan los trabajos de traducción a becarios, que no aparecen acreditados y a los que descuentan una cantidad fija de dinero por cada coma empleada.
— ¿Has tomado la pastilla?
— Voy a mirarlo.
— …
— ¿Ves? Mira la página de créditos:

 (Alienta Editorial. Planeta DeAgostini Profesional y Formación, 2007)

— Ninguna mención al traductor. Ni siquiera indican el título original de la obra, ni su año de publicación.
— ¿Es importante?
— Para gente con ideas propias, no. Pero, para los que cumplen los protocolos, es tremendamente relevante. Hay una forma de trabajar establecida que debería seguirse.
— Ya.
— Pero, ¿qué puedes esperar de unos tíos que vienen del planeta Agostini?

Queen & David BowieUnder pressure



*****

Más tarde, en el coche, camino de las ocupaciones diarias:

— Ayer estuvieron en el colegio para presentar el proyecto de “arambé”.
— ¿“r n’ b”?
— No. “Aranvé”.
— No te entiendo, hijo. ¿“R&B”?
— Arrambé.
— También estuvieron en mi clase.
— Y en la mía.
— Era para pedir dinero.
— ¡Déjame contarlo a mí!
— ¡Empecé yo!
— Sí, pero quiero seguir yo.
— Vino el profesor …
— … y luego nos dijo …
— … podíamos ayudar …
— … hablando yo …
— ¡Callaos!
— ¿No os dieron un folleto, o algo, que explique el proyecto?
— Sí. Pero era para toda la clase.
— Pues me gustaría saber en qué consiste.
— Trataré de enterarme.
— Mejor. ¿No sabes cómo se llama y busco yo en internet?
“Arramblé”.
— ¿Podrías deletrearlo?
— A – R – A – N …
— … es con M.
— A – R – A – M – B – E.
— ¡Listo!
— Luego lo miro.

Al final, resultó que llevaba “H”: www.harambee.es/

Ten Years AfterI’d love to change the world



*****

— ¿Qué ruido es ése?
— Una canción que me ha mandado ...
— Pues suena de pena.
— … mi hermano.
— Ya. La vi antes. Suena fatal.
— Sí. Debe ser porque están encerrados en un coche.
— Nosotros también.
— Y son cinco.
— Como nosotros.
— El sonido reverbera.
— Será eso.
— Suena de vicio.
— Sí.
— A mí también me gustan.

DVICIOEnamórate



*****

— Ahora hay trece signos.
— ¿De puntuación?
— No.
— ¿En dónde?
— En el horóscopo.
— ¿Qué ha pasado? ¿Por qué lo han cambiado? ¿Han puesto o han quitado uno?
— Han puesto.
— Antes eran doce.
— No tenía muy claro cuántos eran. Sabía que era un número par…
— Ya es algo.
— Explica eso.
— La vara de Hermes.
— El caduceo.
— Cadúceo.
— Caduceo.
— ¿Qué es eso?
— La vara de olivo que Apolo le regaló a Hermes.
— ¿Pero cómo va a ser un signo del zoodiaco?
— Sí, porque han descubierto una nueva constelación y le han puesto nombre.
— ¿Pero no se supone que en el zoodiaco deben ser animales o cosas así?
— Ahora son trece.

Ohio PlayersHeaven must be like this



*****

— … llegaron los españoles y les preguntaron a los que estaban allí, cómo se llamaba aquello.
— … exterminadores.
— ¿Por qué dices eso?
— Arrasaron con todo. Lo contaron en clase.
— Bueno, seguro que no fue exactamente así.
— … y como no entendieron lo que les decían…
— … porque no hablaban en cristiano…
— … contestaron: “yu-ca-tan”.
— Yucatán.
— Lo que acabo de decir.
— No. Tú dijiste: “yu-ca-tan”, como si fueran tres sílabas.
— Sigue con la historia.
— Porque “yu-ca-tan”, en el idioma que hablaban ellos, significa: “no te entiendo”.
— Como “canguro”, que les pasó a los que llegaron a Australia.
— ¡Qué curioso!
— A mí me lo contó éste.
— Yo lo le leí en Gerónimo Stilton.
— Todo está en los libros.

Robert CrayGreat big old house



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Es mucho más complicado hacerlo si te encuentras solo.

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Ayer hablaba de la diversidad en las familias.
La nuestra es, además, enormemente divertida.

William DeVaughnBe thankful for what you’ve got



Estoy profundamente agradecido a los cuatro.
Mi décimo tercer signo.

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Llevar un montón de música en el coche,
programada en modo random,
produce agradables combinaciones.


martes, 7 de abril de 2015

Maridaje

Quizá su definición canónica (entendida así a la que aparece en el Diccionario, no a la que formula una parte de la sociedad) resultara anticuada y, probablemente, utópica.


Porque resulta fácil de entender lo complejo de alcanzar la conformidad, máxime para quienes, libre y voluntariamente, decidieron dar el paso y maridar.

"Haz clic en la esquina superior derecha y verás cómo no aparece nadie"

Así que la opción de cumplir un trámite, rellenar unos papeles, estampar unas firmas y celebrarlo con familiares y amigos fue cediendo paso a la costumbre de establecerse como parejas “de hecho”. De hecho, fueron muchos los que quisieron ver reconocida su unión, formalizada en lo que ya cabía dentro de la segunda acepción.

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De forma gradual, al perder el peso que otorgaba la costumbre, por maridaje se empezaron a entender muchas otras cosas. De manera destacada: la afinidad que podían mostrar comidas y bebidas para conformar una combinación armónica.

En otras palabras, maridar pasó a significar combinar.

Muchas mujeres comprobaron la efectiva combinación de vino y chocolate.


Aunque, quizá, hubieran preferido otro tipo de “cata”.
Pero esa es, ciertamente, otra historia.

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Las consecuencias de las variaciones terminológicas son imprevisibles.

En lo local: este domingo, 5 de abril de 2015, La Nueva España entrevista a Patxi Mangado, arquitecto y autor de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Oviedo. Quedo emplazado para realizar un pormenorizado análisis del resultado, pero, de momento, me quedo con el titular.


Dos apuntes, a modo de anticipo: la arquitectura, como los chistes, pierden parte de la gracia cuando necesitan ser explicados.

El segundo: para ilustrar la entrevista de Pilar Rubiera, Mangado, en la foto de Nacho Orejas, posa con la Catedral como fondo, no con el nuevo Museo.

Foto: Nacho Orejas

Insisto: Volveré en unos días sobre el asunto.

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En un ámbito universal, los efectos de nuevas formas de entender la familia (grupo de personas emparentadas, que cohabitan, incluyendo descendencia), llegan a la firma más conocida.


Cuatro familias:

1 – Aparentemente, monoparental. La madre puede haberse divorciado, haber enviudado, haber adoptado o haber llegado al convencimiento de su necesidad de cumplir con un deseo de maternidad y buscar métodos alternativos para engendrar a su propia hija. O puede que su aspecto avejentado sea debido a otros motivos. También puede que el padre esté ocupado en otros asuntos o tenga una relevancia secundaria en la educación de la hija.

2 – Sangi es una niña adoptada, de origen asiático. Convive con sus padres, una pareja con apariencia “tradicional”.

3 – Luis, vive con un padre que realiza las tareas domésticas y una madre que realiza un trabajo, fuera de casa, de aire convencional, a la vista del conjunto con el que se presenta en casa.

4 – Álex tiene dos padres varones.

Los cuatro niños transmiten sus preocupaciones, con la naturalidad propia de la edad y la confianza. Sus progenitores, como si todos fueran gallegos, les contestan con una pregunta, en lugar de mostrar un comportamiento que hubiera parecido más razonable, al tratar de tranquilizarlos. Pero hemos de dejarlos; su rol alternativo les faculta para saltarse las convenciones.

La pregunta común es:

“Si pudieras elegir a tu familia, ¿nos elegirías?”

La rotundidad de la respuesta, combinada con la música que suena de fondo y que aumenta su volumen para alcanzar un crescendo, es el anticipo de un apoteósico clímax de abrazos y gozo.

Y un slogan, marca de la casa que ha creado su propio Instituto: “La felicidad siempre es la respuesta”.

(El arte de la combinatoria: el sinsentido de morir de frío haciendo sudokus)

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Ya imagino que no creerán que esto va a quedar así, sin que desvele algunos trucos:

La canción que suena de fondo fue compuesta por Burt Bacharach (música) y Hal David (letras), una pareja responsable de innumerables éxitos, la mayoría de los cuales fueron entregados a Dionne Warwick. En esta ocasión, la intérprete es Jackie DeShannon, cantante blanca que en 1965 alcanzaría su mayor éxito: What the world needs now is love.



Para amigos de la investigación se incluye un montaje con películas de un director imprescindible: Paul Mazursky.

El título de la canción es claro: “Lo que el mundo necesita ahora es amor.
No felicidad, ese recurso simple al que siempre acuden los fabricantes del brebaje georgiano.
El amor es enormemente más complejo y profundo. Lleno de sutilezas.
Destilado de gotas de madurez que uno va tratando de encajar en el transcurso de una vida.
Si en 1965 era necesario, excuso decir que ahora es imprescindible.

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Ésa era la primera trampa: los publicistas quisieron convertir el amor en felicidad.

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La segunda es imperceptible. Seguramente corresponde a que trato de sacarle punta a todo.
Pese a tratarse de niños adoptados, sus padres no son cuidadosos con la forma de emplear la terminología. La pregunta que realizan, conjunta y colectivamente, implica que excluyen a los niños del núcleo familiar. La posibilidad de tener que escoger familia, los excluye de ella.
Deberían mostrar mucha más sensibilidad en ese terreno.

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La tercera puede no parecer trascendente, pero es perversa: el colegio está lleno de cotillas que se juzgan entre ellos, de forma discriminatoria. Sus padres no hacen nada para atajar esa situación.
Y no muestran ser conscientes de que sus hijos también desprecian a sus compañeros, en la idea de que, el “raro”, siempre es el otro.

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Los vínculos (entre palabras y entre personas) deben cuidarse.
Es mucho más que hacer que, meramente, combinen, como si fueran gin-tonics.

A todos nos terminaría importando un pepino.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Nieve

Tras el parte meteorológico, se despertó en casa un cierto clima de suspense, expectantes ante una copiosa nevada.



Se podrían hacer bolas de nieve. Y batallas.


Alguna idea imaginada con muñecos de nieve.
















Fantásticos planes.

Todos pasan por que nieve —mucho— y que anulen la posibilidad de ir a clase.

*****

Corriendo, se abalanzan a mirar por la ventana.

—¡Jo! ¡Tenía tantas ganas de que nevara…!
—¿Y no nevó?
—Ni una gota.
—Dirás copos. Las gotas son para la lluvia. Cuando nieva se habla de copos.


Esa incierta edad [el libro]

A veces tengo la sensación de que llevo toda la vida escribiendo este libro. Por fin está terminado. Edita Libros Indie . Con ilustracio...