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miércoles, 15 de febrero de 2023

Al Green — How Can You Mend A Broken Heart?


Al Green
How Can You Mend A Broken Heart?

Let's Stay Together (1972)

Forrest City, Arkansas (USA)

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Conocía esta canción porque estaba incluida en uno de los discos más destacados del cantante más elegante del soul de los ‘70s, pero su inclusión en la película “Notting Hill”, dirigida en 1999 por Roger Mitchell, escrita por Richard Curtis y protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant, hizo que, tras apoderarse por completo de una de las escenas más memorables de la cinta, retomara mi interés —y el de cualquier asistente a una sala de cine— por la canción, así que hice, como otros muchos, numerosas escuchas a partir del visionado del film.

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Puedo pensar en mis días de juventud cuando vivir por mi vida

Era todo lo que un hombre podría desear hacer

Nunca podría ver el mañana

Nunca me hablaron sobre el dolor

 

¿Y cómo hacer para reparar un corazón roto?

¿Cómo puedes evitar que la lluvia caiga?

Dime, ¿cómo puedes evitar que el sol brille?

¿Qué hace que el mundo gire?

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Bee Gees
How Can You Mend A Broken Heart

Trafalgar (1971)

Isle of Man (UK)

Enlace

Barry Gibb, Robin Gibb & Maurice Gibb

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La canción se publicó primero en el 9º de los discos de los hermanos Gibb, compuesta por Barry y Robin, un año antes de la versión de Green. Sería su primer #1 en USA; un anticipo de lo que llegaría a suceder; simplemente debían ser capaces de utilizar con más esmero sus cremalleras.

En todo caso es una muestra del gusto por el soul de nuestro admirado trío de hermanos. 

Si quieres verlos en acción, y no contemplar sólo la carátula del LP, aquí tienes una segunda oportunidad.

Nostalgia con falsetto

martes, 24 de marzo de 2020

South Dakota (Pierre) (50 Estados USA)

En las grandes llanuras del MidWest americano, un monumental conjunto histórico centra la atención.


Es el monte Rushmore, esculpido por Gutzom Borglum, con las efigies de cuatro presidentes: George Washington, Thomas Jefferson, Teddy Roosevelt y Abraham Lincoln. Un proyecto que llevaría 14 años, entre 1927 y 1941. Una nadería, teniendo en cuenta que el Crazy Horse Memorial, muy cercano, empezó en 1948 y no tiene fecha prevista de finalización.


Su capital es Pierre (por un comerciante de pieles de origen francés), la segunda menos poblada del país, sólo por delante de Montpelier, Vermont.

Hay más detalles en el enlace adjunto.

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Programa: Noche tras noche (RPA)
Fecha de emisión: 23 de Marzo de 2020



martes, 31 de diciembre de 2019

Nochevieja ‘77 (50 Estados USA)

Tuvimos un Especial Año Nuevo. Y un Especial Nochevieja.

Hoy, víspera de la Nochevieja que cierra una década y abre los años ‘20s, vamos a seguir la pista a una pareja genial, Bernard Edwards & Nile Rodgers, en su periplo en la Nochevieja ’77.


En las distintas etapas de su forzado itinerario escucharon la música que triunfaba ese año, afrontando los embates que la vida presenta.

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Programa: Noche tras noche (RPA)
Fecha de emisión: 30 de Diciembre de 2019



lunes, 20 de junio de 2016

sábado, 18 de junio de 2016

Earth, Wind & Fire — Got to Get You Into My Life

Earth, Wind & FireGot to Get You Into My Life
The Best of Earth, Wind & Fire,
Vol. 1 (1978)

Robert Stigwood era un pez gordo del mundo de la música, fallecido en enero de este año. Fue manager de Cream o Bee Gees, productor de montajes teatrales, como “Hair”, “Jesus Christ Superstar” o “Evita”, y de películas de enorme éxito: “Tommy”, “Saturday Night Fever” o “Grease”. Fundo una organización, RSO, responsable de la edición de múltiples discos de éxito, en particular algunas BSO de películas, más allá de las mencionadas: “Fame”, “The Empire Strikes Back” y “Return of the Jedi”.

En fin, alguien que parecía que no podía errar; en caso de que pudiera ocurrir, nadie se atrevería a decírselo. En ese contexto, cuando todo lo que tocas se convierte en éxito mayúsculo, tu ego se hipertrofia, todos se acoquinan y nadie osa dar una señal de aviso. El Titanic aceleró para llegar un día antes a puerto y sorprender a todos.

La sorpresa que tenía reservada era una película que reconstruiría la historia de una banda ficticia, el alter ego de los Fab Four en su celebrado disco conceptual, carente de concepto, que serviría como catalizador para el verano del amor, 1967. Su delirante idea es que algunos de los talentos que circulaban en su órbita reinterpretarían el material del mítico álbum de The Beatles; los participantes fueron Peter Frampton, Aerosmith, Alice Cooper, Billy Preston y Earth, Wind & Fire. Salvo para estos últimos, el experimento fue un fiasco para todos. Ellos, el combo liderado por Maurice White, entregaron una versión excelente del tema incluido en “Revolver” (1966), “Got to Get You Into My Life”.

Todo formaba parte del plan de la película titulada “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, estrenada en 1978, dirigida por Michael Schultz.

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El tema original incluido en “Revolver”, planteado como un homenaje al sonido del sello Motown.



Estando muy alto, más dura será la caída.

martes, 14 de junio de 2016

Elvis Costello — She

Elvis CostelloShe
Notting Hill (BSO) (1999)

Ella.
Puede ser la bella o la bestia.
La hambruna o el festín.
Puede convertir cada día en cielo o infierno.
Ella puede ser el espejo de mis sueños.
La sonrisa reflejada en el agua.
Ella puede no ser más de lo que quizás parece.
Dentro de su caparazón.

En 1999 la película “Notting Hill”, dirigida por Roger Michell, emparejaba a Hugh Grant (dueño de una encantadora, y abocada al fracaso, tienda de guías de viaje) con Julia Roberts (en un remedo de sí misma).
La banda sonora era fascinante, con Al Green versionando a Bee Gees.
O con Costello haciéndolo con Aznavour.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Líneas difusas

Un jurado encuentra a Pharrell y Thicke culpables de plagiar a Gaye su éxito “Blurred lines”.
La indemnización que deberán abonar a la familia de Marvin Gaye alcanza 7.3 millones de dólares.
La noticia, aquí.

"Robin & Williams"

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Vayamos al principio. Hace 40 años.

Marvin Gaye lo había hecho todo: batería en sesiones de grabación para el sello Motown, crooner, ídolo de jovencitas, polo masculino en duetos mixtos, cantante de éxito y compositor concienciado.

Tras el triunfo de sus memorables discos de 1971, “What’s going on” y 1973, “Let’s get it on”, su vida se encuentra en una encrucijada. Es demandado por miembros de su banda, se inicia el proceso de divorcio con su primera esposa, Anna Gordy (hermana de Berry, fundador del sello) y, literalmente, su vida y obra se someten a juicio.

Está a punto de ingresar en prisión, por impagos en los gastos de manutención de su hijo. Su promotor organiza una gira por Europa, donde no había estado desde 1964. Una de sus actuaciones, el 3 de octubre de 1976, sirve como base para su álbum doble “Live at the London Palladium”, en el que se incluye “Got to give it up”, la canción de la discordia, un largo tema de casi 12 minutos que, editado en single, es uno de los petardos del año 1977. Reemplazó en el #1 en listas USA a “Dreams” (Fleetwood Mac) y sería sustituido por “Gonna fly now” (Bill Conti, tema principal de “Rocky”).

Fue, en todo caso, un ejemplo de la dificultad que en aquellos años tenían los artistas para encaminar sus trayectorias. Marvin Gaye no quería hacer música disco, como se le insistía desde su sello discográfico. Al final, dejó un mensaje en el título de su canción, algo así como “Tengo que renunciar”.

Como Aretha Franklin, o Diana Ross, o muchos otros artistas soul se mostraba reacio a dejarse absorber por el torbellino de la música disco, pero era un fenómeno imparable. “Thank God it’s Friday” o “Saturday night fever” están a punto de convertirse en mainstream. Donna Summer o Bee Gees reventarán las pistas y dejarán un nuevo espacio a los músicos negros que se quieran adaptar (todos).

Una precursora, Diana fue de las primeras en claudicar. En 1975 grabó “Love hangover”, la canción que el productor, Hal Davis, había pensado que podía cantar Marvin. Ella luego mejoraría con “Upside down”.

Al animarse Gaye, se inspira en Johnnie Taylor (“Disco Lady”) y, de hecho, su canción se titulaba inicialmente “Dancing Lady”. En la grabación final se incluyen determinados efectos, como una conversación en la que se le oye decir: “Say Don! Hey man, I didn´t know you was in here!”. Se trataba de Don Cornelius, el anfitrión del enorme “Soul Train”, donde improvisaría una nueva versión de la canción.

La canción influye a muchos otros artistas negros que iniciaban el mismo tránsito (del soul al disco). The Jacksons son deudores en “Shake your body (Down to the ground)” (escrita por Michael y Randy). Michael en solitario, con producción de Quincy Jones, alcanzaría su primer éxito indiscutible con “Don’t stop ‘til you get enough”.

En fin, que con todo en contra (divorcio, sentencias judiciales, cambio de gustos musicales), Marvin agacha la cabeza, un poco más todavía. Graba ese disco en directo. Al año siguiente, 1978, cumpliendo una nueva sentencia, debe entregar a su exesposa los royalties de su siguiente trabajo. Gaye, todo estilo, firma un disco impecable y lo titula “Here, my dear” (“Aquí está, cariño). Llena el disco con referencias personales.

Unos años más tarde, en un confuso incidente con su padre, éste coge su pistola y lo mata de un tiro.

Pero ésa es otra historia…

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La nuestra, la que ahora nos ocupa, es trazar la línea (admitiendo que pueda no ser tan borrosa), que lleva desde Marvin Gaye a Pharrell Williams y Robin Thicke.




Robin Thicke ft. T.I. & Pharrell Williams — Blurred lines



Marvin Gaye — Got to give it up



Fleetwood Mac — Dreams



Donna Summer — Last dance



Bee Gees — Stayin´alive



Diana Ross — Love hangover



Diana Ross — Upside down



Johnnie Taylor — Disco Lady



The Jacksons — Shake your body (Down to the ground)



Michael Jackson — Don’t stop ‘til you get enough



Marvin Gaye — Here, my dear



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Pharrell ha declarado no estar muy feliz.



Que venga a Oviedo.

viernes, 6 de junio de 2014

Falsetto

Una forma de cantar que algunos solistas masculinos utilizaban para afectar, de qué manera, su registro vocal.

Tuvo especial aceptación entre los cantantes de música negra, con esa facilidad que mostraban para aullar sus penas a todo aquel que quisiera escucharlas.

"Howling" Foto: Julie Falk

Aquí se inicia una serie.

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Barry Gibb (Bee Gees) — Tragedy



PrinceKiss



Eddie HolmanHey there lonely girl



Eugene Record (The Chi–Lites) — Have you seen her



Brian Wilson (The Beach Boys) — Surfer girl



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Son los cinco primeros. Si echas alguno en falta, deja tu propuesta en forma de comentario.


domingo, 22 de diciembre de 2013

Amar a alguien

Es Navidad. Época de vivir en familia, reflexionar y hacer (buenos) propósitos.
Un momento para mirar atrás y recordar cómo fueron las cosas.
Pensar en los que ya no están.

Qué hemos hecho, cómo podríamos hacerlo de forma diferente...


"Verle crecer"

Y también es momento para que los anunciantes nos atrapen con la guardia baja, sabiendo que estamos especialmente sensibles.

Coca Cola sabe hacerlo: Ser padres


Si no has sido padre —en especial si has decidido que no lo vas a ser nunca—, lo que viene a continuación tendrá poco sentido para ti, así que podrás saltártelo y dedicarte a otros menesteres (aunque anticipo que habrá buena música).

Tú decides.

Puedes hacer una lista de pros y contras para ver si continúas.

Yo la hice, en su día.

En la columna de la izquierda (“pros”) sólo había puesto una cosa: “quiero”. En la de la derecha (“contras”), había escrito un montón. Hoy sería capaz de poner muchas más, que entonces no era capaz de imaginar, pero que ahora conozco al detalle. El anuncio dibuja algunas de las contrariedades que entraña ser padre (completo desorden, un ojo abierto, paseos nocturnos, destrozarse un pie, falta de intimidad, cargar con bártulos, ausencia de planes adultos, rotura de objetos, ...) pero constata la verdadera realidad que supone serlo: una dimensión de felicidad inalcanzable para quien no lo haya sido.

Una alegría tan enorme que hace palidecer cualquier otro momento dichoso que proceda de otros ámbitos.

Quizá no todos los padres puedan sentirlo; probablemente se estén perdiendo la parte más divertida de la fiesta.

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El anuncio se puede ver desde la perspectiva de un padre varón, una forma poco habitual de presentar la publicidad, que siempre ha buscado la complicidad femenina. Los padres que nos sentimos implicados en la educación de nuestros hijos, agradecemos el gesto.

Y los que nos gusta la música, reconocemos una canción espléndida, “To love somebody”. Si la educación de los jóvenes se hiciera atendiendo a criterios racionales, debería ser de escucha obligada en los colegios: ayudaría a desarrollar la sensibilidad que necesitamos.

Fue escrita por Barry y Robin Gibb, hermanos y miembros de Bee Gees, pensando en Otis Redding, que fallecería al accidentarse la avioneta en la que viajaba, yendo de gira, antes de poder cantarla.

Grabaron la canción en abril de 1967 y se publicó como single en junio. Era el segundo adelanto al que sería su lanzamiento internacional, el LP “Bee Gees’ 1st”, publicado el 14 de julio.

1967 — Bee Gees’ 1st

Bee Gees (el vídeo promocional original de la canción).


There's a light,                                                                                           Hay una luz
A certain kind of light,                                                                         Cierto tipo de luz
That never shone on me.                                                             Que nunca brilló en mí
I want my life to be lived with you,                                           Quiero vivir mi vida contigo
Lived with you.                                                                                           Vivir contigo

There's a way, everybody say,                                Hay una forma, todo el mundo lo dice
To do each and every little thing.                   Para hacer cada cosa, por pequeña que sea
But what does it bring                                                               Pero, ¿de qué me sirve?
If I ain't got you, ain't got?                                                                   Si no te tengo a ti

Baby, you don't know what it's like,                                         Cariño, no sabes cómo es
Baby, you don't know what it's like                                           No sabes cómo se siente
To love somebody,                                                                            Amando a alguien
To love somebody,                                                                  Queriendo a otra persona
The way I love you.                                                             De la forma que yo te quiero

In my brain                                                                                             En mi cabeza
I see your face again.                                                                 Veo tu rostro, de nuevo
I know my frame of mind.                                     Soy consciente de mi estado de ánimo
But you ain't got to be so blind.                                              Pero no debes estar ciego
And I'm blind, so so very blind.                                     Y yo estoy ciego, completamente

Cause I'm a man,                                                                       Porque soy un hombre
Can't you see what I am?                                                     ¿No puedes ver lo que soy?
I live and I breathe for you.                                                                Vivo y respiro por ti
But what good does it do                                                                 Pero, ¿de qué vale?
If I ain't got you, ain't got?                                                                        Si no te tengo

Baby, you don't know what it's like,                                         Cariño, no sabes cómo es
Baby, you don't know what it's like                                           No sabes cómo se siente
To love somebody,                                                                            Amando a alguien
To love somebody,                                                                  Queriendo a otra persona
The way I love you.                                                             De la forma que yo te quiero

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La canción era tan potente, que muchos músicos se aprestaron a interpretarla. Hoy se acepta que la que más recuerda a la que podría haber cantado Otis, es la que realizó el singular James Carr, un tipo introvertido y atormentado, incapaz de cantar en público, pero dotado de una sensibilidad sobrecogedora. Una de las anécdotas más esclarecedoras de su personalidad —que hoy, cualquiera, en la cola del supermercado identificaría como bipolar— viene de la grabación de su mayor éxito The dark end of the street (otra canción que se convertiría en un standard).


Veré cómo lo cuento: Memphis, en 1966, era una ciudad pequeña, aunque muy importante en el negocio musical, por la cantidad y variedad de personajes implicados en él. En el verano de ese año se celebró una convención de DJ, seres dedicados a la mala vida, que, a la menor ocasión, organizaban una timba. En esas estaban Dan Penn y Chips Moman, dos músicos blancos que, si no hubiera existido el soul, se habrían dedicado para siempre al country. Pero Memphis era un lugar especial, en el que no existía (al menos en lo musical) segregación: compositores y productores, músicos y propietarios de sellos discográficos o estudios de grabación, trabajaban juntos para hacer una mezcla altamente explosiva. Así que Penn y Moman, blancos ambos, se aburren de perder el tiempo jugando a las cartas y se lían en la composición de una canción. Necesitan concentración, que no encuentran en el hotel donde se realiza la convención. Quinton M. Claunch les ofrece una habitación para trabajar, en el hotel que está enfrente, de su propiedad, poniendo una condición: la canción que compongan la interpretará su protegido, James Carr.

Claunch, blanco, era, además de propietario del hotel donde finalmente se compuso la canción, fundador de los sellos HI Records  —donde grabaría Al Green, otro que versionó a Bee Gees: How can you mend a broken heart— y Goldwax Records, donde publicaba Carr. Era también su representante y, el cantante, su apuesta más firme para destilar esa música, conocida como southern soul, fermentada a partir de dos ingredientes básicos: la pasión de los intérpretes (negros) y los sentimientos de los compositores (blancos). Ese lugar, a mitad de camino, donde todos se muestran débiles y comparten sus difíciles experiencias vitales.

En la canción, un adúltero le habla a la mujer con la que mantiene relaciones ilícitas, con quien se reúne en el lado oscuro de la calle. El tono es de culpa absoluta, abrumado por estar haciendo lo que sabe que no debería hacer. La letra tiene pasajes estremecedores: “esconderse en la oscuridad”, “vivir en las tinieblas”, “ser víctimas”, “pagar por lo robado”, “es un pecado”, “está mal”, “escabullirse”, “nos encontrarán”, “no llores”. James Carr había interiorizado esas emociones y debía expresarlas en el estudio de grabación —Royal Studios, propiedad de Willie Mitchell, en lo que había sido el Royal Theatre—. Llegado el momento de grabar, Carr no aparecía. Claunch le encontró, agazapado en el techo del estudio, casi catatónico. Era evidente que sufría una crisis personal; el texto y las emociones le habían calado hondo y no podía despegarse de ellas.

La mano izquierda de Claunch, su amigo y reverenciado admirador, su charla tranquila y unos pitillos compartidos, lograron convencer a Carr para que bajara y mostrara al mundo —a todos, para siempre— lo que implica reprocharse a uno mismo y sentir la necesidad de verse redimido.

Eso es identificarse con la historia que estás cantando; lo demás, monsergas.

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Su versión de la canción de Bee Gees también quedó como definitiva.


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Se grabaron muchas otras versiones, de las que me detengo en cinco:

Tom Jones (el tigre de Gales, un tipo talentudo, proclive a dejar crecer sus patillas y que transmite que, con las prisas y el temor a sentirse pillado, carece de tiempo para ajustarse el corbatín. En las islas, la inyección de la música negra alcanzó muchas venas y el perpetuo Jones fue uno de los afectados.)


Nina Simone (la cantante que más le gusta a mi amigo. En un concierto en Antibes, en 1969, muestra la hondura de su personalidad musical. Demuestra que las emociones no tienen sexo y abre el camino para una legión de mujeres que también cantarían a lo que se siente al amar a alguien. La versión de estudio la tienes aquí.)


P. P. Arnold (una exquisita intérprete soul, en directo, en 1969. La grabación de las imágenes, en una sola toma con travelling circular en bucle, parece hecha con un anticipo de una steady-cam y sorprende enormemente: primero, contemplando el desinterés de toda una orquesta, con arpa incluida, vistiendo de riguroso smoking, mostrando desgana mientras la artista canta. Segundo, por el apático comportamiento del público, mayoritariamente blanco, que se mantiene sentado y que no mueven ni una ceja para llevar el ritmo. Finalmente, una señora de chaqueta verde y gafas oscuras que, asomada al vomitorio, se mantiene durante toda la canción con gesto impertérrito y brazos cruzados, en esa postura altiva de veterana que muestra a las claras que no le gusta nada lo que está haciendo la jovencita y que, si no abre el pico, es porque ella cumple órdenes. Su concesión final, al terminar la interpretación, es la de ajustarse las gafas. No parece que tenga una vida amatoria completamente satisfactoria, podría añadirse, aunque nunca puede imaginar uno lo que ocurre en las alcobas.)


Michael Bublé (el crooner 2.0 se apunta. Se incluye en su disco de 2013, “To be loved”. En el vídeo, atendiendo al título del álbum, aparece rodeado de una banda de mujeres que, da la sensación, hacen el paripé. Y no me refiero a las tres que bailan; se trata, más bien, de las que simulan tocar instrumentos. Resulta enojoso que, con tanto empeño en mostrar mujeres, no hayan hecho los coros; las voces son masculinas y, creo, se trata del propio Michael doblándose a sí mismo. Eso sí, se le reconoce el gusto justo en combinar blanco y negro como atuendo y actitud vital.)


The Revivalists (son de New Orleans y, el nombre da una pista, les gusta volver la vista al pasado. Participaron en una sesión del proyecto Jam In The Van, idea que consiste en replicar el ambiente del camarote de los Marx Brothers y dejar que las cosas discurran de forma natural. Se juntaron siete tipos, con aire hipster, para tocar instrumentos variopintos: batería, bajo, dos guitarras, saxo, sitar y un acordeón que, en lugar de fuelle, cuenta con un soplador al otro lado del tubo de goma. La verdad es que el conjunto funciona. Todo se desarrolló el 25 de septiembre de 2013, en High Sierra, Quincy, California.)


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Y hay mucha más gente interesante que se atrevió con el tema:


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La canción supone una fuente de inspiración increíble. Además de tomarse como base para el anuncio de marras, también se ha utilizado en unas cuantas películas:

Melody

1971 — (Waris Hussein). Una historia de amor adolescente, el que siente Daniel Latimer (Mark Lester) por Melody Perkins (Tracy Hyde). Cuenta con otras canciones de Bee Gees, “In the morning” y “Melody fair”. La escena en la que suena la que nos interesa ambienta una competición de atletismo, contraviniendo la idea extendida de que, antes, los padres no acudían a ver cómo sus hijos practicaban sus aficiones (si bien debe puntualizarse que no iban a ver todos los entrenamientos, afortunados ellos).



2001 — (Alfonso Cuarón). Road movie mexicana, protagonizada por Maribel Verdú, Diego Luna y Gael García Bernal. Claramente subida de tono, fue nominada al Óscar al mejor guión original. Se intuye a Eagle-Eye Cherry, en el vídeo a partir de 8:12.



2009 — (Glenn Ficarra y John Requa). La historia de amor y fugas que se desarrolla entre Steven Jay Russell (Jim Carrey) y Phillip Morris (Ewan McGregor). Es Nina Simone.


 50/50

2011 — (Jonathan Levine). Adam Lerner (Joseph Gordon-Levitt) tiene 27 años cuando le diagnostican una extraña variedad de cáncer. El título de la película hace referencia a sus probabilidades de sobrevivir, como se entera tras consultar internet. La escena empieza cuando va a iniciar las sesiones de quimioterapia y conoce a dos compañeros, Alan (Philip Baker Hall) y Mitch (Matt Frewer), que le introducen en su secreto para superar el deprimente ambiente que les rodea: tomar cookies, unas galletas “cocinadas” con marihuana, que ayudan a superar el trance. La sonrisa tonta que se le pone responde al viaje interior que acaba de iniciar.


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Es, al fin y al cabo, un efecto secundario del amor que se ha documentado extensamente: esa capacidad para transportar al afectado y de encenderlo con una luz, un cierto tipo de luz, que sólo conoce quien la ha tenido, quien ha brillado de esa forma.

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Y no hay amor como el que se siente por los hijos. No existen alegrías comparables a las que pueden darnos.

Los recuerdos no tienen patria; surgen de las emociones y se alimentan de sentimientos. Carecer de ellos es no tener pasado, como no haber vivido.

Vivir los hijos nos hará duraderos, perpetuados en su memoria, nutridos por las historias que compartiste con ellos, en las que hablabas de la vida y de las cosas, repitiendo lo que tu padre te había contado a ti, imaginando cómo tu hijo se lo contará al suyo, sintiéndote orgulloso en la transmisión de vivencias, de cuentos, de historias inventadas, de juegos, de buenos y malos momentos, de días que sientes que no tienes ganas de pelear y terminas revolcado en el suelo, haciendo cosquillas, o recibiéndolas, abrazando, queriendo, sintiendo, formando un vínculo tan sólido y duradero que permanecerá para siempre, otorgando sentido a tu vida, en la entrega de amor hacia quien sientes próximos para siempre.

Un sentimiento que, pese a que en ocasiones se muestren expertos en buscar tu debilidad y te hagan sentir cercano a la derrota, sembrando dudas y animando al desfallecimiento, es tan poderoso y gratificante que, cuando se sublima, se convierte en absolutamente eterno.

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Con mi agradecimiento permanente a la que hizo posible que pudiéramos disfrutar con ellos, juntos por muchos años.

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La Navidad es un árbol con demasiados bosques.

Feliz Navidad.

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Actualización: acabo de darme cuenta que he publicado esta entrada el mismo día en que nacieron los gemelos Robin y Maurice, hace 64 años.

Sirva de recuerdo y homenaje.



Esa incierta edad [el libro]

A veces tengo la sensación de que llevo toda la vida escribiendo este libro. Por fin está terminado. Edita Libros Indie . Con ilustracio...